El concepto de moneda sana se concibió como un instrumento para proteger las libertades civiles

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II (Escuela Austriaca) de la UBA, vemos el artículo de Mises “Reconstrucción Monetaria”; Revista Libertas 39 (Octubre 2003). Allí comenta:

Mises4

“Es imposible asir el significado de la idea de la moneda sana si no se hace uno cargo de que se concibió como un instrumento destinado a proteger las libertades civiles contra las invasiones despóticas por parte de los gobiernos. Ideológicamente pertenece a la misma categoría que las constituciones políticas y las declaraciones de derechos. La exigencia de garantías constitucionales y de declaraciones de derechos representó una reacción contra los regímenes arbitrarios y la inobservancia por los reyes de las costumbres tradicionales. El postulado de una moneda sana se esgrimió como respuesta a la práctica de los príncipes de rebajar la ley de la moneda acuñada. Más tarde se elaboró y perfeccionó con cuidado en la época que, como resultado de su experiencia con la Moneda Continental de las Colonias Norteamericanas, con el papel-moneda de la Revolución Francesa y con el período de restricción en Inglaterra, había aprendido lo que un gobierno puede hacer al sistema monetario de una nación.

El cripto-despotismo moderno, que en los Estados Unidos de América ha usurpado el nombre de liberalismo, critica la negatividad del concepto de libertad. Esta censura carece de valor, toda vez que se relaciona puramente con la forma gramatical de la idea y no entiende que todos los derechos civiles pueden definirse con igual propiedad en términos afirmativos que en términos negativos. Son negativos en cuanto tienen por finalidad cerrar la puerta a un mal, como es la omnipotencia del poder público, e impedir que el Estado se convierta en totalitario. Son afirmativos en cuanto tienden a preservar el funcionamiento sin obstáculos del sistema de propiedad privada, el único sistema social que ha creado lo que llamamos civilización.

De esta suerte, el principio de la moneda sana reviste dos aspectos. Es afirmativo cuando sanciona la elección por el mercado de un medio de cambio de uso general. Es negativo cuando se opone a la propensión del gobierno a entrometerse con el sistema monetario.

El principio de la moneda sana derivó más bien de la interpretación que hicieron los economistas clásicos de la experiencia histórica, que de su análisis de los fenómenos del mercado. Se trataba de una experiencia susceptible de percibirse por un público mucho más numeroso que los reducidos círculos de personas versadas en la teoría económica. De allí que la idea de una moneda sana se convirtiera en uno de los puntos más populares del programa liberal. Tanto los amigos como los enemigos del liberalismo lo consideraron como uno de los postulados esenciales de una política liberal.

Moneda sana quería decir un patrón metálico. Para servir de patrón, las monedas deberían ser, en realidad, la cantidad fija del metal adoptado como talón que determinaran con precisión las leyes de cada país. Sólo las monedas fundamentales debían tener curso legal. Las monedas con valor nominal superior al real y todas las clases de papel parecido a la moneda debían ser redimidas en moneda de curso legal, a su presentación y sin demora.

Hasta aquí reinaba la unanimidad entre los defensores de la moneda sana. Pero entonces se suscitó la batalla de los patrones. La derrota de quienes estaban a favor de la plata y la impracticabilidad del bimetalismo hicieron que con el tiempo el principio de la moneda sana equivaliera al patrón oro. Al finalizar el siglo XIX existía unanimidad en todo el mundo, entre los hombres de negocios y los estadistas, en el sentido de que el patrón oro era indispensable. Los países en que existía un sistema de moneda de papel sin valor intrínseco, dotada de curso forzoso por el fiat del gobierno, o el patrón plata, consideraban la adopción del talón oro como la meta primordial de su política económica. Ningún caso se hacía a quienes ponían en duda la superioridad del talón oro, pues se les consideraba como extravagantes por los representantes de la doctrina oficial, los profesores, los banqueros, los hombres de Estado, los editores de los grandes diarios y revistas.

Fue un grave error de los partidarios de la moneda sana adoptar semejante táctica. A ninguna ideología debe tratarse en forma sumaria, por disparatada y contradictoria que parezca. Aun una doctrina manifiestamente equivocada debe ser refutada analizándola cuidadosamente y exponiendo las falacias que contiene. Una doctrina fundada únicamente puede salir victoriosa si pone en evidencia los puntos en que se engañan sus adversarios.”

7 pensamientos en “El concepto de moneda sana se concibió como un instrumento para proteger las libertades civiles

  1. RESUMEN DEL TEXTO
    Von Mises realiza en este artículo una extensa evaluación del sistema monetario, donde defiende la moneda metálica como “sana” y derrumba uno a uno los argumentos de los partidarios del inflacionismo.
    El autor explica la inflación como un fenómeno puramente monetario, derivado de la emisión irresponsable de los Gobiernos de papel moneda sin respaldo, viabilizada tras la caída del patrón oro y reforzada por el sistema de banca libre con encaje inferior al 100%.
    Derrumba la idea de que la inflación permite llegar a tasas de ocupación plena, crear más bienes de capital o financiar situaciones de emergencia (por ejemplo una guerra) y describe el mecanismo con el cual ésta puede espiralarse y generar episodios de cataclismo económico, cuando los agentes deciden masivamente desprenderse del papel-moneda y “pasarse a bienes”.
    Finalmente, el autor brinda un detallado procedimiento de “reconstrucción monetaria” que permita volver a una moneda sana. Éste precisa, especialmente, cortar con las fuentes del déficit del Gobierno y detener la impresión de billetes, poniendo un tope a la cantidad de circulante. Considerando que la mayoría de los países emite aunque a tasas medianamente razonables, se debe dejar entonces operar al mercado hasta que la moneda local se aprecie y se equilibre con la extranjera (dólar) a una tasa tal que permita fijar una paridad convertible entre ambas.

    CONCEPTOS DESTACADOS
    En primer término, me parece destacable la claridad con que el autor expone las políticas económicas que permitirían a una economía inflacionaria emprender la reconstrucción monetaria, asumiendo un tono muy concreto y aplicado.
    El ejemplo del razonamiento del “ama de casa y la sartén” me parece una metáfora tan sencilla como contundente para explicar el origen de los episodios hiperinflacionarios.
    Sumido como está nuestro país en un proceso inflacionario sostenido hace varios años, sentí especial actualidad en el texto de Mises, especialmente al explicar las características de la inflación en relación al déficit fiscal y los argumentos de los “pro-inflacionarios” que son los mismos que vemos en nuestros días.

    PREGUNTAS QUE LE HARÍA AL AUTOR

    1. La economía neoclásica-keynesiana identifica una correlación inversa entre la tasa de desempleo y la de inflación conocida como Curva de Phillips. Según afirma esta idea, una mayor inflación se asocia a un menor desempleo, ¿es razonable dar por válida esta hipótesis?

    2. En una política anti-inflacionaria (o de “reconstrucción monetaria”), más allá del rol del Gobierno en comprometerse a dejar de emitir papel sin respaldo, ¿no habría que hacer más énfasis en trabajar el tema de las expectativas? Me refiero especialmente a que, así como las masas pueden tardar en percatarse de que el Gobierno está imprimiendo, ¿no podrían tardar también en percatarse de que dejó de emitir o incluso continuar aumentando los precios como estrategia defensiva?

    3. ¿Existen aun ejemplos en el mundo de monedas con respaldo metálico o todas las monedas son completamente fiduciarias?

  2. 1) En su ensayo titulado “Reconstrucción monetaria”, Mises desarrolla sobre los tópicos de política monetaria e inflación. Sobre lo primero comienza con la idea de clásica de que una economía de mercado no podría funcionar sin una moneda sana y una institución que garantice las libertades individuales. La idea de moneda es una condición para proteger estas libertades civiles, y consiste en el “patrón metálico” adoptado por las leyes de cada país. El patrón oro es un ejemplo de ello, ya que determina el poder adquisitivo de la unidad monetaria al margen de las intenciones y planes del gobierno de turno. Este patrón oro tiene a su vez detractores y promotores: los primeros aluden que tenía un efecto inflacionario, pero sin tomar a consideración que funciona como patrón por las personas: depende de que los agentes lo ignoren y se den cuenta de la forma en que obra sobre la unidad monetaria. Hace también una breve referencia al patrón oro inflexible (fijado por ley) y el flexible ( fijado por el organismo de gobierno al que se confía la gestión de los asuntos monetarios), así como a la moneda libremente oscilante, que consiste en que el propietario de cualquier cantidad de ella no tiene derecho alguno contra la tesorería, un banco, ni ningún otro organismo: los distintos signos monetarios no son sustitutos del dinero, sino dinero por sí mismos. El patrón “ilusivo”, por otra parte, Mises va a decir que se basa en una mentira. Esto es cuando el gobierno decreta la existencia de cierta paridad entre la moneda nacional y el oro o las divisas extranjeras, a sabiendas que la convertibilidad no existe.

    También comenta sobre la doctrina de la ocupación plena, y dice que “no proporciona información alguna sobre la manera en que las tasas de los salarios se forman en el mercado”, ni aún cuando se ocupan del desempleo se refieren a las tasas de los salarios. Según los progresistas si hay desempleo se debe aumentar la cantidad de dinero en circulación hasta que se llegue a la ocupación plena, lo cual Mises critica.

    Por otra parte, habla sobre el argumento político a favor de la inflación. La inflación se convirtió en el método, dice Mises, aceptado de manejar la moneda en la época, en tanto constituye el complemento fiscal del estatismo y el gobierno arbitrario, un engranaje en el complejo de normas e instituciones que nos llevan gradualmente hacia el totalitarismo.

    En el tercer capítulo Mises va a hablar del retorno a una moneda sana, primero sobre la política monetaria y la tendencia actual a la planificación integral, donde la moneda es un medio de cambio de uso general. Representa un fenómeno del mercado.

    2) El texto de Mises brinda un análisis cronológico de la moneda y en particular énfasis del patrón oro. La reforma que se propone en el sistema monetario y el retorno a condiciones monetarias sanas, suponen previamente un cambio radical en la manera de manejar la economía. No solo pasa por el patrón oro mientras que el despilfarro, la desacumulación del capital y la corrupción constituyan características de la forma como se manejan los asuntos públicos. En estos conflictos, los que controlan la moneda no puede prescindir de la inflación. Es necesaria para financiar la política de gasto público sin freno y subsidio. La consecuencia inconveniente pero inevitable de la inflación, o sea el alza de los precios, les proporciona una excusa para implantar el control de precios y para llevar a la práctica un proyecto de “planificación integral”.

    3) ¿Qué hizo finalmente que el patrón oro haya perdido la fuerza que tenía en el siglo pasado?

    ¿En qué influyeron las guerras mundiales y las crisis en el patrón oro?

    ¿Entra en consideración las políticas actuales de “metas de inflación” en este análisis?

  3. Irene Wojcicki
    Registro: 867.091

    1) Von Mises en el texto “Reconstrucción monetaria” hablará en el capítulo primero del principio de una moneda sana. En esta sección mencionará que la doctrina liberal ve en la economía de mercado el mejor sistema posible de organización económica de la sociedad. La idea de la moneda sana si se concibió como un instrumento destinado a proteger las libertades civiles. Ésta reviste dos aspectos. Es afirmativo cuando sanciona la elección por el mercado de un medio de cambio de uso general. Es negativo cuando se opone a la propensión del gobierno a entrometerse con el sistema monetario. Moneda sana quería decir un patrón metálico, es decir el principio de la moneda sana equivaldría al patrón oro. El autor dirá que la excelencia del talón oro radica en el hecho de que hace la determinación del poder adquisitivo de la unidad monetaria independiente de los planes de acción que persigan los gobiernos y los partidos políticos. Así también señalará la doctrina de la ocupación plena, el rasgo más característico, estriba en que no nos proporciona información alguna sobre la manera en que las tasas de los salarios se forman en el mercado. Para los “progresistas” está prohibido discutir el nivel de estas tasas. El argumento a favor de la inflación, dirá el autor, que se fundaba en la ocupación plena, había quedado atrás de los hechos, en el momento mismo en que Keynes y sus secuaces lo proclamaban como el principio fundamental de una política económica progresista. Afirmará, que estos argumentos son insostenibles. En el segundo capítulo, de los sistemas monetarios contemporáneos, hace alusión a cuatro sistemas monetarios, entre ellos el patrón oro flexible. Éste se desarrolló entre la primera Y segunda guerra mundial y tuvo su origen en el patrón de cambio oro, y entre sus rasgos características, la paridad del patrón doméstico no está fijada por una ley, sino simplemente por el organismo gubernamental al que se confía la gestión de los asuntos monetarios. Finalmente en la tercera sección mencionará el retorno a una moneda sana, donde Von Mises expondrá que la reconstrucción monetaria, incluyendo el abandono de la inflación y el retorno a una moneda sana, no constituye simplemente un problema de técnica financiera, que pueda resolverse sin un cambio en la estructura de la política económica general. No puede haber una moneda estable en un medio que se halla dominado por ideologías hostiles a la conservación de la libertad económica.

    2) Lo novedoso a remarcar es la idea de moneda sana que expone Von Mises. La moneda sana es considerada como uno de los postulados esenciales de una política liberal. Equivalía al patrón oro. El autor señalará que la excelencia del talón oro radica en el hecho de que hace la determinación del poder adquisitivo independiente de la unidad monetaria independiente de los planes de acción que persigan los gobiernos y los partidos políticos. Así mismo dirá que la inflación no puede considerarse seriamente como una alternativa a un patrón permanente como el constituido por el talón oro, es incompatible con una política de expansión crediticia. Sin embargo existe un argumento a favor de la inflación, es decir existen situaciones extraordinarias que exigen que se recurrir a la inflación. Consiste en que los pueblos no están dispuestos a sufragar los costos que se dan por las normas de los gobernantes, las apoyan hasta el punto es que no los perjudica. Afirmará que la reconstrucción monetaria supondrá el rechazo de toda política progresista, que en EE.UU. se designan con los “slogans” de Nuevo Trato y Justo Trato. Por ultimo expondrá que la reforma que se propone en el sistema monetario y el retorno a condiciones monetarias sanas, presuponen un cambio radical en la filosofía económica. No puede ser cuestión del patrón oro mientras que el despilfarro, la desacumulación del capital y la corrupción constituyen características de cómo se manejan los asuntos públicos.

    3) ¿Se puede hablar de moneda sana en un contexto deflacionario?

    ¿Considera que una moneda sana sería más compatible con un sistema de Bancos centrales privados?

    ¿Qué opinaría acerca de un sistema financiero basado en una moneda virtual descentralizada como el Bitcoin?

  4. Aste Maria Belén.

    Nº de Registro: 865569.

    1- Veremos un nuevo texto de Mises titulado la “Reconstrucción Monetaria”, en su capitulo primero “El principio de la moneda sana” tratará sobre como este principio fue el resultado de la economía política clásica, guió por lo tanto a las políticas monetarias del siglo XIX. Esta idea de una moneda sana se concibió como un instrumento para proteger las libertades de la sociedad contra los gobiernos déspotas, para impedir ciertas acciones por parte de los gobiernos contra el sistema monetario de una nación, implicando consecuencias para los civiles. Más adelante tratará sobre el patrón oro, y como este fue lo que permitió atar las políticas de los gobiernos, ya que la determinación del poder adquisitivo de la moneda es independiente de sus políticas. La moneda tiene una paridad en metálico, a menos que este aumente no pueden aumentar las unidades monetarias en circulación por una política de los gobiernos. Al igual que como leímos en sus Conferencias pasadas que los gobiernos preferían una política de inflación ante el desempleo, aquí dirá nuevamente que el inflacionismo no es una política monetaria como alternativa a una política de una moneda sana. El problema de esta política es que los individuos descubren la política implementada por el gobierno, esta política inflacionaria del gobierno funcionara mientras los individuos la ignoren, el problema es que con el tiempo estos la prevén. Por lo tanto la inflación no es una alternativa al patrón oro. Al igual que los textos que hemos venido leyendo y analizando de Mises, aquellas políticas inflacionistas corresponden a un gobierno intervencionista, dado que Mises no apoya esto queda claro su apoyo al mantenimiento del patrón oro como medida que ate las políticas posibles de implementar por parte de los gobiernos. El patrón oro no fracaso sino que los gobiernos lo abolieron con el fin de introducir políticas inflacionarias, pero el mismo patrón oro es un fenómeno del mercado, por lo tanto una institución social. Mas adelante dirá que todos los argumentos a favor de la inflación son insostenibles menos uno que si esta a su favor debido a que en situaciones especiales esta justificado recurrir a la inflación. Esto sucede ya que si es posible evitar la destrucción de la libertad y la cultura de una nación debiendo abandonar la moneda sana será preferible debido a que habrá que elegir entre aquellos males el menor. Proseguirá mostrando los sistemas monetarios que se han utilizado, un patrón oro inflexible, luego un patrón oro flexible, mas adelante una moneda libremente oscilante (como el dólar de EEUU). Podemos observar entonces que una moneda sana significa el patrón oro, permite independizar el poder adquisitivo de la moneda de las políticas llevadas adelante por los gobiernos. Estos no deben incrementar la cantidad de dinero en circulación y deben utilizar si desean más dinero lo recaudado como impuestos. En su conclusión final un punto interesante es aquel de cómo los individuos se oponen a la inflación pero también de aquellas políticas que consisten en disminuir los gastos del gobierno o permitir el déficit en su presupuesto. Es así que una economía de mercado debe llevar consigo el patrón oro, en lo contrario una economía planificada con un estado totalitario sabotea la moneda sana.

    2- Puntos a destacar:
    La verdad que nunca había leído sobre esta idea de una moneda sana, y sus funciones como un principio que limita las acciones de los gobiernos contra los individuos. Así se logra impedir que el estado se convierta en totalitario, ya que la inflación como política de los gobiernos los llevan gradualmente al totalitarismo.
    Esta idea de una moneda sana implicaba su respaldo en oro a una paridad fijada por ley, un patrón en oro, por lo tanto las monedas obtendrían un curso legal.
    Por otro lado es interesante el punto en el cual los efectos de una política inflacionaria por parte de un gobierno solo pueden alcanzarse si los individuos los ignoran o son engañados sobre sus consecuencias. De lo contrario esta nueva política monetaria será un fracaso. Los gobiernos con sus políticas y la abolición del patrón oro cambiaron una moneda sana por una moneda de papel sin valor intrínseco para beneficiar algunos grupos a expensas de otros.
    Otro punto importante a destacar es el hecho de que el patrón oro es incompatible con una política de expansión crediticia. Dado que la moneda debe estar respaldada con una paridad en oro fijada por ley, si la cantidad en metálico no aumenta no es posible aumentar los créditos en moneda. Esta expansión del crédito puede generar un periodo de auge al comienzo pero mas tarde sucederá lo opuesto, una depresión, por lo tanto una política de expansión del crédito que lleve a reducir la tasa de interés para que crezcan los negocios por parte del gobierno y los bancos, lleva a producir ciclos económicos. Podría ser una respuesta a la materia Dinero, Crédito y Bancos, donde podemos observar los efectos y consecuencias de la expansión de los créditos por parte de los bancos como creación de dinero secundario.

    3- En el caso de la vigencia del patrón oro y lo que implica su independencia de las políticas de los gobiernos, podríamos inferir entonces que su política monetaria estaría completamente limitada. Por lo tanto ¿Qué opciones de políticas tiene un gobierno si quiere interferir en el mercado?
    ¿Es posible que los individuos prevean la política inflacionaria de los gobiernos en su totalidad? Si no es así, ¿Se puede estimar entonces los efectos de estas políticas sobre el mercado y los resultados se las acciones de los individuos en respuesta a estas medidas implementadas por los gobiernos?
    ¿Cómo surgió el patrón oro según Mises? ¿Fue de forma natural o a través de una imposición por parte de un gobierno (en este último caso si fuera así sonaría contradictorio debido a que el gobierno interviene para su implementación pero no tiene el derecho de seguir interviniendo con políticas monetarias)?

  5. Agustín Cianfagna
    Registro: 874282

    En su artículo “La reconstrucción monetaria” Mises plantea los diferentes sistemas monetarios, tanto del patrón oro como el de moneda de papel, hace una revisión histórica de ellos determinando cuáles son sus principales ventajas y desventajas y como los gobiernos la utilizaron como política económica a lo largo de los diferentes años. El significado de la moneda sana se concibió como un instrumento destinado a proteger las libertades civiles contra las invasiones despóticas por parte de los gobiernos. La excelencia del talón oro radica en el hecho de que hace la determinación del poder adquisitivo de la unidad monetaria independiente de los planes de acción que persigan los gobiernos y los partidos políticos. Posteriormente Mises refuta la idea de que este sistema sea inflacionario, sino por el contrario hubo momentos en los que fue deflacionario y finalmente los gobiernos lo suprimieron con el objeto de preparar el camino a la inflación. Lo que la mayoría de estos gobiernos denominados “progresistas” dicen es que una nación puede verse amenazada por males incomparablemente más desastrosos que los efectos de la inflación, quedando así justificado su uso. Más tarde Mises nos explica la diferencia entre los diferentes tipos de patrón oro: El patrón oro clásico y el patrón de cambio oro. Su diferencia es puramente de grado. Por último el autor advierte que la reconstrucción monetaria no solo incluye el abandono de la inflación y el retorno a una moneda sana, sino que no puede haber una moneda estable en un medio que se halla dominado por ideologías hostiles a la conservación de la libertad económica. Moneda sana todavía significa hoy día lo que quiso decir en el siglo XIX: el patrón oro. La preeminencia del patrón oro consiste en el hecho de que independiza la determinación del poder adquisitivo de la unidad monetaria, de las medidas que tomen los gobiernos.

    Como aspecto a destacar me parece necesario hacer hincapié en el hecho de que Mises ve como la solución a todos los males al patrón oro como moneda de circulación. Si bien coincido en que otorga libertad contra las intenciones de los diferentes gobiernos y que puede resultar eficaz como política anti-inflacionaria y a su vez otorga libertad económica a las naciones, pareciera un poco anticuada para el 21. De todas maneras destaco en el artículo como refuta cualquier tipo de inflación como política beneficiosa para una nación y como su población puede verse engañada ante un proceso de este tipo. Sobre todo coincido en que la excelencia del talón oro radica en el hecho de que hace la determinación del poder adquisitivo de la unidad monetaria independiente de los planes de acción que persigan los gobiernos y los partidos políticos. Este aspecto me pareció de vital importancia, aunque sin el no se podría hacer política inflacionaria, algo que paradójicamente resulta de agrado entre la población (engañada) a diferencia de la deflación.

    Al autor le preguntaría:

    1) ¿Considera que una política monetaria expansiva en el corto plazo es efectiva para salir de una crisis?

    2) ¿Cuál sería la solución para solucionar la inflación, cada vez mayor, que vive la Argentina hoy en día?

    3) ¿Cree que los procesos inflacionarios pueden también deberse a que los empresarios coluden en pos de obtener una mayor ganancia a través del aumento del precio de sus productos?

  6. En el texto “Reconstrucción Monetaria”, Ludwig Von Mises realiza una critica a las políticas monetarias y basa su discurso en el concepto de moneda sana. Menciona que este principio de una moneda sana que guio las doctrinas y políticas monetarias del siglo XIX fue un producto de la economía política clásica. El principio de la moneda sana reviste dos aspectos para Mises: es afirmativo cuando sanciona la elección por le mercado de un medio de cambio de uso general; y es negativo cuando se opone a la propensión del gobierno a entrometerse con el sistema monetario. Moneda sana entendida como un patrón metálico, y para servir de patrón, las monedas deberían ser la cantidad fija del metal adoptado como talón que determinaran con precisión las leyes de cada país. Solo las monedas fundamentales debían tener curso legal. Las monedas con valor nominal superior al real y todas las clases de papel parecido a la moneda debían ser redimidas en moneda de curso legar. Con el tiempo el principio de moneda sana equivalió al patrón oro.
    Mises presenta las ventajas y supuestas deficiencias del patrón oro, la excelencia del talón oro “radica en el hecho de que hace la determinación del poder adquisitivo de la unidad monetaria independiente de los planes de acción que persigan los gobiernos y los partidos políticos”; otros críticos lo consideran deflacionario, entendiendo que hubo una tendencia de un descenso en el poder adquisitivo de la unidad monetaria, que fue temporalmente interrumpida mediante la expansión del crédito. El autor considera que el inflacionismo no es una política monetaria que pueda considerarse como una alternativa a una política de moneda sana. La inflación no puede funcionar salvo cuando se recurre a ella con gran moderación y en un periodo limitado. De ahí que el recurso a la inflación no pueda considerarse seriamente como una alternativa a un patrón permanente como el constituido por le patrón oro. Según Mises, el patrón oro no fracaso, sino que fueron los gobiernos los que lo suprimieron con el objeto de preparar el camino a la inflación.
    Esta nueva política monetaria fracaso. Sustituyo la moneda sana con moneda papel sin valor intrínseco en los mercados domésticos y contribuyo a la desintegración de la división internacional del trabajo. La política de abandonar el patrón oro no ha librado a las autoridades monetarias de un país de la necesidad de tomar en cuenta el precio en oro de la unidad monetaria. Los enemigos del patrón oro dicen que su mayor vicio es el hecho de que es incompatible con una política de expansión crediticia. Por eso para Mises, “lo que se necesita para hacer prospero a todo el mundo es sencillamente despreciar las reglas de juego del patrón oro, cuyo atacamiento constituye la fuente principal de todos nuestros males económicos”. Lo que determina los periodos recurrentes de crisis económicas, es precisamente el esfuerzo reiterado de los gobiernos por expandir el crédito, a fin de que los negocios prosperen como consecuencia de bajos tipos de interés.
    El autor analiza las doctrinas de la ocupación plena , los argumentos sobre las políticas inflacionistas y los distintos tipos de sistemas monetarios: el patrón oro inflexible, el flexible, la moneda libre, el patrón ilusivo.
    También dedica un capitulo a las clases de reformas que se necesitan y la meta que debe tenderse en torno a los asuntos monetarios. Considera que no puede haber una moneda estable en un medio que se halla dominado por ideologías hostiles a la conservación de la libertad económica. Considera que “no puede ser cuestión del patrón oro mientras que el despilfarro, la desacumulacion del capital y la corrupción constituyan características sobresalientes de la forma como se manejan los asuntos públicos”.

    Resulta novedoso el análisis que realiza sobre la política inflacionista, donde se ha aconsejado la inflación como medio de aliviar las cargas de deudores pobres a expensas de sus acreedores ricos. Pero menciona que quienes se entusiasman con la inflación no conciben los efectos reales. Fijan su atención en los cambios que ocurren en los precios en dinero de los diversos artículos. Pero no se da cuenta del hecho de que la proporción en que se cambia el dinero también es variable. Cuando las consecuencias de la inflación aparecen y los precios aumentan piensan que las mercancías se vuelven mas caras y no comprende que no es así, si no que es el dinero que se hace mas barato.

    Preguntas:

    1.Es posible volver al patrón oro? Mediante que mecanismo legal y contable?

    2. Como es posible determinar centralmente una moneda sana?

    3. Es el inflacionismo una política que puede ser aplicada en momentos de contención política?

  7. SINOPSIS:
    En este artículo Mises destaca la importancia de una moneda sana sujeta al patrón metálico oro, dado que con este sistema se repele la propensión de los gobiernos a las políticas expansionistas y se facilita un medio de cambio que facilita los cálculos económicos.
    En su desarrollo busca desmitificar las supuestas fallas a las que se le acusan a dicho patrón, aduciendo que estas falacias han sido maquinadas por políticos e intelectuales simpatizantes de la inflación como un medio próspero para la economía, que garantiza e pleno empleo. El patrón impide a los gobernantes los desaguisados en materia presupuestaria y financiera, realizar gastos que no respeten la relación oro-moneda, incrementando la cantidad de dinero, algo que a priori para algunas gentes puede parecer beneficioso (Ej.: deudores-acreedores) dado que no logran observar el fenómeno monetario completo, con todos los daños que este acarrea en cuanto a variación de precios y salarios. El patrón oro es antagónico a la expansión crediticia.
    Define a la política inflacionista como algo plenamente discrecional, orquestada con artilugios y discursos engañosos, ignorada por el pueblo, que los gobernantes utilizan para hacer creer que puede haber proyectos que a partir de la manipulación de tasas, ahora viables, de allí que se desprecian las reglas del patrón oro; aquí el mejoramiento del nivel de vida esta sujeto al aumento del capital invertido.

    Mises critica la paridad entre monedas, y que la política ilusiva esta condenada al fracaso, a sabiendas de que tal convertibilidad no existe, y que simplemente el gobierno desea obtener el monopolio del mercado de cambios; finalmente se reducen las exportaciones, se subsidian importaciones escasean las divisas extranjera y todo deviene en crisis; siempre sujeto a la restricción de las libertades mediante el aparato gubernamental, sea esta política u otra, siempre la privación de libertades económicas frena el esfuerzo del individuo que persigue el beneficio, con la consiguiente caída del producto nacional.

    Las soluciones para Mises son concretas; el gobierno no debe gastar por encima de la recaudación de impuestos y evitar el incremento monetario circulante, permitir la compra-venta de divisas no centralizadas, y asumir que para comprar productos extranjeros hay que exportar los domésticos. No hay potencial fuga de capitales siempre que haya proyectos viables dentro del territorio y productos más baratos en relación al resto del mundo.

    NOVEDOSO:
    A lo que venimos leyendo de Mises, me ha interesado en esta ocasión que le da una intensidad a como es captado el pueblo para también sea funcional a las políticas inflacionistas, pudiendo los gobiernos encontrar la base política para invitar a las masas en creer en dichas políticas, bajo el supuesto de que es el mal menor, y que es la solución para aumentar la alicaída producción. Luego la gente se molesta por sus consecuencias (cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia), y cuando llega el momento de bajar el déficit nadie quiere dar el paso.
    Claramente el problema es previo a las políticas inflacionistas, hasta habría rasgos psicológicos, que atentan contra la instauración de una moneda sana. Creo a partir de estas lecturas uno puede creer que se puede, combatiendo con las ideas, en palabras de Mises, intentando demostrar que aquella teoría es equivocada, y que finalmente no acarrea prosperidad económica, ni productividad, solo es una “borrachera pasajera”.

    PREGUNTAS:
    1) ¿Qué responsabilidad les cabe a las cámaras empresariales, que muchas veces buscan salir beneficiadas de las políticas expansionistas, por lo menos en el inicio del periodo inflacionista, sugiriendo tasas bajas?
    2) ¿Cómo era la situación monetaria argentina bajo el patrón oro a fines del siglo XIX? ¿Ayudo dicha relación al crecimiento incipiente de la economía?
    3) ¿En una situación como la de Argentina actual, como cree que podría instalarse de mayor medida estos debates? ¿Podríamos decir que hemos aprendido del último periodo y que estaremos mejor adaptados frente a nuevas políticas expansionistas, al menos trataremos de evitarlas sabiendo sus consecuencias?

Responder a Maria Belen Aste Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *