El salario mínimo y un problema insalvable para la Economía del Bienestar

En un reciente decálogo del progresismo en los Estados Unidos figuraba como una de las banderas más importantes la lucha por un salario mínimo más alto. La revista Regulation, del Cato Institute, trae un par de artículos sobre el tema y uno de ellos en particular trata el asunto desde una perspectiva interesante y, al mismo tiempo, contundente. Pierre Lemieux, de la Universidad de Quebec, escribe “From Minimum Wages to Maximum Politics”: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/regulation/2014/7/regulation-v37n2-4.pdf

Va algo de la sección: “Un problema en la Economía del Bienestar”, un problema en verdad que está en el corazón de ese enfoque de la economía y sobre el que no parece tener respuesta. El problema, por supuesto, se extiende mucho más allá del salario mínimo, a todo tipo de política pública redistributiva.

El artículo comienza comentando un estudio de la agencia gubernamental Congressional Budget Office que indica que el aumento propuesto de $7,25 a $10,10 por hora generaría la pérdida de 500.000 puestos de trabajo hacia 2016. La lógica económica es simple: un aumento del precio se refleja en una reducción en la cantidad. Pero esto va más allá:

“No importa como se interpreten los datos, un aumento en el salario mínimo va a dañar a ciertas personas y beneficiar a otras. Es inconcebible que dicha política pueda beneficiar a todos y dañar a ninguno. Esto nos deja entonces con el tradicional problema en la economía del bienestar: cómo evaluar una medida política que no es una mejora de Pareto. Dicha evaluación no puede hacerse sin algunos juicios de valor extra-económicos.

Imaginemos una situación donde, antes de establecer un salario mínimo, 5% de los trabajadores empleados reciben un sueldo más bajo que el mínimo propuesto. Muchos de estos empleados con salarios bajos pueden ser pobres, aunque virtualmente todos los que quieren un empleo lo obtienen. Una cierta distribución del ingreso (y la utilidad) se generaría. Al fondo de la distribución, la pobreza sería una consecuencia de la libertad que todos tienen de aceptar contratos de empleo con salarios acordados mutuamente por las partes.

Bajo una ley de salario mínimo o con un incremento de ese mínimo, la distribución del ingreso (y la utilidad) cambiará. Algunos de los pobres, como también algunos de los no-pobres, tendrán salarios más altos. Pero es muy probable que otros perderán sus empleos y serán más pobres. Ya sea que los nuevos pobres sean un millón, 500.000 o solo uno, el problema de la economía del bienestar es el mismo. La distribución ha cambiado por medio de regulaciones gubernamentales coercitivas, significando esto que los nuevos pobres no cumplirían con esta norma si ellos, y sus empleadores potenciales, no fueran forzados a hacerlo. Al fondo de la distribución, cierta pobreza es el resultado de la decisión política y su aplicación burocrática o, en otros términos, del poder de coerción de unos individuos sobre otros.

Respondiendo al dilema libertad-coerción un economista respondió en una encuesta: “¿Alguna vez te has sentado a escuchar a un niño llorar de hambre?” Ese comentario es perfecto para una campaña ante la opinión pública, pero también ilustra el problema del bienestar. Veamos esta historia.”

El autor plantea luego que con el salario mínimo algunos niños van a dejar de llorar pero luego otros van a empezar a llorar o a llorar más fuerte. ¿En base a qué criterio van a decidir que el llanto de unos es más desgarrador que el llanto de otros?

“Un político y su asesor económico enfrentan dos alternativas. ¿Dejarán que algunos bebes lloren, y esperarán a que una creciente prosperidad los alimente? ¿O alimentarán a algunos con la comida de otras bocas en llanto? Una pregunta relacionada es cuántos niños llorando en un lado justifican tomar la comida de la boca de otros. Esos son juicios de valor que en definitiva los economistas deberán realizar cuando fijan una posición en el debate sobre el salario mínimo.”

24 pensamientos en “El salario mínimo y un problema insalvable para la Economía del Bienestar

  1. El empresario Henry Ford, en 1914, decidió duplicar el salario de sus operarios. Sobre esto es importante traer a la mesa ciertas características de esa decisión: primero, que la tomó un privado un empresario. Segundo, fue sin la presión o incentivo/desincentivo directo del gobierno, recordemos que la ley de salario mínimo federal entró en vigencia hasta 1938, y tercero, los incentivos indican que la decisión fue tomada por una fuerte, clara y visionaria estrategia comercial para soportar y dar sostenibilidad a su incremento de productividad gracias a su innovación de la línea de ensamblaje.
    ¿Por qué entonces es necesaria la regulación del Estado en materia del salario mínimo, por qué debe establecerlo y no dejarlo a la visión y libre negociación de los empresarios con los trabajadores en el sector privado? Algunas de las respuestas podrían ser: no todos los empresarios tenemos la capacidad y visión que Henry Ford; las condiciones para tomar ese tipo de decisión tienen que ver con un panorama específico de crecimiento futuro; no todas las industrias tienen la misma capacidad de absorber incrementos de salarios mínimos ya que sus estructuras de costos y gastos varían dependiendo del tipo de empresa.
    Adicional a estas posibles respuestas es importante decir que la teoría económica muchas veces está sobrevalorada e incluso mal sustentada en peligrosas generalizaciones del comportamiento económico del ser humano. Por ejemplo, el precio de cualquier bien debe ser determinado por la oferta y la demanda de ese mismo bien en el libre mercado, en el caso del mercado laboral en el cual la demanda por trabajo son las empresas y la oferta de trabajo somos todas las personas que en algún momento de la vida ponemos «en venta» nuestros conocimientos, fuerza y habilidades.
    La teoría nos dice que a la hora de cruzar la oferta con la demanda surgirá un precio al cual tanto los patronos como los empleados llegarán a un acuerdo satisfactorio para intercambiar sus «bienes» (trabajo por dinero) En la práctica este suceso económico ocurriría, por ejemplo, en su entrevista laboral a la hora de negociar una plaza de trabajo, usted pondría un precio a sus conocimientos (salario deseado) y el patrono le ofrecería lo que él está dispuesto a pagarle, entonces empezaría una negociación que podría terminar en un precio (salario) razonable para ambos. Esto en la práctica dependerá de muchos factores más para que ocurra.
    Primero, no todos los trabajos o empleos requieren del mismo nivel de capacidades y aptitudes, a mayor calidad y cantidad de habilidades y conocimientos para el puesto de trabajo, mayor será la capacidad de negociación que tendrá el trabajador ante el patrono, ya que el patrono sabe que en el fondo es un «recurso» escaso. Segundo, el empresario casi siempre está incentivado a minimizar su estructura de costos (maximizar sus utilidades), por lo que su incentivo en primera instancia será pagar lo menos posible en relación al mercado.
    Ante este panorama hace más sentido la necesidad de tener un marco regulatorio para la fijación del salario mínimo. ¿Pero qué consecuencias trae consigo regular y sobre todo aumentar el salario mínimo? Regularmente se mencionan la inflación y la perdida de empleos en la economía- Veamos esta última, de acuerdo con investigaciones económicas, como la llevada a cabo por los prestigiosos economistas de Princeton David Card y Alan Krueger, en 1992, cuando la ciudad de New Jersey decidió aumentar su salario mínimo de $4.25 a $5.05, ellos decidieron medir el efecto en el empleo de la ciudad. La teoría asegura que se perderán empleos, por lo que ellos tomaron como parámetro de medición a 410 empresas de la industria de la comida rápida (fast-food), la medición se hizo tanto antes como después del incremento del salario, tomando como base de comparación una parte de Pensilvania donde el salario mínimo se mantendría en $4.25. El resultado fue particularmente sorprendente, los empleos no solo no se perdieron, sino que aumentaron en New Jersey, con relación a Pensilvania. Por otro lado la investigación también demostró que sí hubo un efecto negativo en la inflación al aumentar el salario mínimo ya que la mayoría de restaurantes incrementaron sus precios, pero curiosamente no se incrementaron tanto como para que la gente dejara de consumir en ellos. ¿Habrá la economía alcanzado una posición de «ganar-ganar»?.

    • La verdad es que leyendo el artículo me genero un poco de sensación de tristeza si cada vez que alguno de nosotros recibe un aumento en sus salarios, que en nuestro país por lo general se produce una vez al año durante las paritarias, ello lleva a que cada vez existan más personas sin trabajo y por lo tanto pobres. Pero al analizarlo considero coincidiendo con vos en que es posible que el aumento de salarios puede generar efectos positivosen la economía, si es que dicha medida es ejercida en el marco de otras, ya que al aumentar la capacidad de gasto en las personas mayor dinero circula en el mercado, si se compra más se necesitan más productos y aquellos productores requeriran más empleados para cumplir con la demanda del mercado. Pero desde ya, para que la medida de implementación de salarios mínimos superiores a los existentes sea efectiva se requiere que sea tomada dentro del marco de una serie de políticas económicas y no como una medida aislada.

  2. El tema del salario mínimo es sin dudas muy paradójico, no voy a realizar un análisis económico para el asunto porque para eso ciertamente están los profesionales, pero si es muy interesante resaltar y es lo que quiero dejar en este comentario, como juega esta medida en la gente y en los políticos.
    La imposición del salario mínimo es una de las medidas distributivas con mayor aclamación popular y que nadie titubearía en decir que es pro trabajador y pro pueblo. Se le sacaría una porción de la riqueza a los burgueses empresarios para distribuirlas a los pobres trabajadores golpeados por el mundo capitalista.
    Pero lo paradójico del salario minimo, es que produce todo lo contrario: Se le saca la porción de riqueza a los pobres que trabajarían sino hubiese un salario mínimo o fuese menor, para dárselo a los trabajadores que si lograron quedarse en sus empleos. En definitiva los muy pobres distribuyen su poca ganancia a los trabajadores de bajo salario.
    Entonces ¿como puede ser que esta medida sea aplaudida por la clase obrera y sea una constante lucha para los mismos?. La respuesta esta sin dudas en la ignorancia o en la falsa información y muchos economistas a favor del estado de bienestar han tenido algo que ver.
    El mayor logro que han tenido los gobiernos populistas es disfrazar esta medida como redistributiva del empresario hacia al obrero cuando no lo es. Ya Maquiavelo lo decía en el siglo XVI , lo importante del político no es poseer virtudes sino aparentar tenerlas, por que los ojos ven lo que parece y no lo que realmente es y el salario mínimo es justamente eso, solo una apariencia que el pueblo ve con buenos ojos.
    Villar Fermin

  3. El problema del Estado es cuando actúa de manera no deliberada. El mismo debe funcionar de una forma reducida para que sea mucho más eficaz, y a su vez, debe proceder siempre entendiendo a las partes y produciendo el menor mal posible en situaciones contraproducentes para una de las partes. Claramente en este artículo, se puede observar cómo aumentar los salarios mínimos puede ser un gran problema de difícil solución tanto a corto como largo plazo. El problema en nuestro país, especialmente en un marco inflacionario, es que los salarios mínimos para nada solucionan la pobreza, sino que hacen algo aún peor: la esconden. Asimismo, esto da lugar a los acomodos dentro de los empleos, y brinda la posibilidad a que los gremios y las cámaras de comercios permitan generar dependencia hacia los trabajadores para obtener favores de los gobiernos de turno. La solución, quizás, podría ser la eliminación de los salarios mínimos, los cuales y más que nada en este contexto político-económico, solo forman trabajos en negro o directamente desempleo, dando lugar así a más pobreza. ¿Por qué digo que el salario mínimo es un problema, en el cual el Estado actúa coercitivamente sin lograr ayuda alguna, donde los gremios o la burocracia permiten que esto siga existiendo para poder obtener beneficios propios? Porque simplemente que no esté no significa que deje de existir, y es adverso convertir en ilegal una relación, en este caso la laboral, la cual favorece a ambas partes. Justamente, el Estado lo que se debe encargar es de lograr seguridad jurídica y para eso no es necesario crear leyes proteccionistas, sino todo lo contrario, liberar a las partes a que puedan acordar sus propios contratos, obviamente dentro de un marco regulado mínimamente par que no existan excesos de ninguna de las dos. Quizás sea un poco descabellada la idea, pero son pasos que nuestro país necesita para que ninguno de nuestros habitantes se sienta un esclavo al trabajar.

  4. La oración que a continuación transcripto resulta, desde mi perspectiva, un tanto objetable: “…la pobreza sería una consecuencia de la libertad que todos tienen de aceptar contratos de empleo con salarios acordados mutuamente por las partes.”
    Merece resaltarse la asimetría del poder de negociación existente entre el empleador y el trabajador. Los sujetos contratantes no se encuentran en un plano de igualdad jurídica, por lo que no puede considerarse que disponen libremente de su voluntad; las decisiones del trabajador se encuentran condicionadas por la necesidad de generase el sustento personal y familiar, lo que implica un alto grado de resignación de libertad de la persona que trabaja. Se somete la voluntad de la persona y se compromete el esfuerzo humano. Además debe tenerse en consideración que , normalmente, el número de personas necesitadas de trabajar es mayor que el número de puestos de trabajo disponibles.
    Al ser quien menos posibilidades tiene de hacer prevalecer su voluntad por ostentar una inferior posición negocial, encontrándose en una situación de inferioridad frente al empleador, me parece aconsejable tutelar a quien gana el sustento poniendo su capacidad laborativa a favor de otro mediante la medida de imposición del salario mínimo. La misma se trata de un instrumento del cual dispone la política distributiva. La existencia de fuertes discrepancias en la distribución personal del ingreso justifica la creación de la política distributiva, cuya finalidad es, principalmente, tratar de evitar que ciertos segmentos de la población no alcancen niveles mínimos de ingreso objetivo y modificar la distribución del ingreso entre los grupos sociales o los individuos, haciéndola más equitativa. Su utilización se hace ineludible debido a que, aunque el libre funcionamiento de mercado puede alcanzar la plena y eficaz utilización de los recursos productivos, no está garantizada una distribución del ingreso que sea considerada justa por la sociedad. El Estado cumple así una finalidad equilibradora, corregiendo las desigualdades.

  5. Pierre Lemeux analiza las consecuencias de un posible aumento del salario mínimo vital sin dejar de lado las cuestiones sociales y morales que esto acarrea.
    “I suggest that leaving the minimum wage alone—or better, abandoning it—is both more conducive to prosperity and more easily defensible from a moral viewpoint.” (1)
    Esta es la solución que el economista encuentra al problema, conservar el salario mínimo actual. De esta forma dependerá de la libertad de las personas aceptar un empleo con el salario actual o no aceptarlo.
    La solución que encuentra, aunque no la más innovadora, para ser la mejor solución. Debido, a que no existe la posibilidad de un aumento del mínimo que cumpla con la condición de Pareto. La misma se da cuando mejora la situación de otros sin empeorar la situación de los demás.
    Será una cuestión política, económica y social encontrar la manera de aumentar el salario mínimo cumpliendo con la condición de Pareto. O lograr de otro modo el aumento.

    (1) http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/regulation/2014/7/regulation-v37n2-4.pdf

  6. Considero que habría que abstraerse de ciertos tipos de planteos y formulismos lejanos a la realidad para poner por encima de todo a la dignidad de la persona. Es conocida por todos la tensión constante entre el sector empresarial y trabajador, y sobre todas las cosas, la disimil relación económica y de poder que se enceuntra entre ambos. Dejar dicha relación libre a la autonomía del a voluntad lo único que generaría es mayor desigualdad y pobreza, es decir, una mayor brecha entre ambos sectores por la asimetría de la información que ambos poseen, y sobre todo, porque esta situación generaría una mayor precarización en las relaciones laborales. El hecho de poner un piso mínimo al salario, y la injerencia del Estado para controlar esta relación, tiene por objeto que el individuo pueda cubrir sus necesidades mas básicas, necesidades que todos deberíamos poder abastecer. Considero una aberración dejar al individuo, a la persona menos favorecida al arbitro del empleador para que pongas las condiciones de contratación y se explote a quien menos sabe y puede elegir. Entendía que esta era una discusión agotada, pero reitero, brindar un salario mínimo implica que el trabajador pueda como mínimo, poder solventar las necesidades mas básicas, y por lo pronto, que al existir este piso mínimo pueda luego elegir con quien desarrollar la actividad laboral, y si puede obtener mejores condiciones, mejor aún. Extiendo mi pensamiento, posiblemente algo utópico, resolviendo que todos aquellos que desarrollan una actividad laboral deberían poder tener un salario mínimo garantizado, un trabajo registrado para que se respete la dignidad, la integridad y el bienestar de todos los individuos.

  7. Con respecto a este articulo,en el corto plazo beneficia a los trabajadores que viven de un salario vital y movil,pero a largo plazo no hay clausula, que el gobierno lo aumente,perjudica al trabajador,y genera nuevos pobres,el salario se devalua ante el costo de vida que va aumentando con el tiempo por su crecimiento vegetativo de costo,la brecha entre los no pobres y los nuevos pobres va a ser mas amplia,y los salariados y los no salariados.La critica al estado benefactor,es que no debe ocuparse o dar subsidios a los trabajadores para solucionar los prolemas economicos del pais y de los consumidores para el largo plazo,puede si resultar para algo temporal o a para el corto plazo,porque eso sale de los propios impuestos. Cuanto mas subsidios,mas impuestos,el estado es deudor.

  8. Puede ser que el hecho de que el Estado establezca un salario mínimo genere desempleo y/o mayor pobreza a futuro, pero mientras esto no pueda demostrarse fácticamente y siga existiendo el desempleo me parece necesario asegurar la subsistencia digna del trabajador y no su pobreza. Pienso que primero hay que subsistir para luego generar la capacidad de proyectar, y lo digo tanto a nivel personal como estatal. Si un empleado somete libremente toda su fuerza de trabajo disponible a una relación laboral cuya remuneración no le alcanza para salir de la pobreza entonces claramente debería rechazar ese empleo y tomar otro que le permita salir de la pobreza, pero si no existe ese otro empleo entonces estamos en problemas…….o se regula un salario mínimo bajo el riesgo de que a la larga genere mayor pobreza y desempleo o se busca alguna otra alternativa….

    Igualmente sigo sin comprender la finalidad del salario mínimo en países como Argentina dónde el salario mínimo, vital y móvil correspondiente a un promedio de trabajo de 8 horas diarias, según tengo informado, actualmente es de $AR 3.600 (bruto) y es una los más altos de la región. Hoy una persona en Argentina cuyo único medio de subsistencia son $AR 3.600 (bruto) es una persona pobre.

  9. la cuestion del salario minimo, enconde un doble discurso donde en su vertiente positiva promete la distribucion de la riqueza de una forma eficaz y equitativa. Cuando la realidad en la practica, lleva a la siguiente problemática:
    Aumento en el costo de las productividades, inflación en la canasta básica, provoca el desempleo de un grupo de trabajadores porque se eliminan puestos de trabajo, frena el crecimiento económico del país porque aumenta la pobreza en algunos sectores de la sociedad, Incrementeel índice de delincuencia, provoca el retiro de empresas transnacionales debido a los aumentos, el incremento del salario provocara que el empleador busque la mano de obra más productiva o sustituya empleados por maquinarias.
    Entonces, el salario mínimo destruye a la producción, que junto al ahorro y a la capitalización, crea trabajo para todos.

  10. Tras leer el artículo de la referencia y los comentarios anteriores, llegué a pensarme una ignorante por considerar que el fin de la política de establecer un salario mínimo es asegurar a los trabajadores un nivel de ingreso mínimo que les permita acceder a un nivel de vida digno tanto personalmente como para su familia. Simultáneamente, me vino a la mente la política de los precios cuidados. Ambas medidas, generalmente tomadas por gobiernos populistas, nos hacen creer que son medios que tiene el Estado para proteger al pueblo frente a los procesos inflacionarios y frente a las corporaciones empresarias. Sin embargo, ocurre todo lo contrario y confirman la frase popular y pesimista del «más es menos». Este juego de palabras es perfectamente aplicable a ambas políticas propias del Estado de Bienestar, ya que mientras el pueblo confía que implican la concesión de mayores beneficios, paradójicamente promueven la disminución tanto en la oferta de empleos como en la oferta de productos que se encuentran bajo el amparo de los «precios cuidados». En consecuencia, más que ignorante, debería considerarme engañada por un Estado que promueve medidas que llevan a la exclusión bajo el disfraz del «Bienestar» y «la inclusión». El engaño del que hablo no es otra cosa que consecuencia de la falta de información, que debe ser brindada democráticamente y mediante datos concretos a todos para que podamos comprender de qué se trata cada una de las políticas estatales. Sin embargo, con dicha afirmación estaríamos entrando en otro terreno complejo, ya que quién aseguraría la objetividad de la información provista por los medios de comunicación. ¿Acaso el hecho de que la información sea brindada por un medio opositor asegura la veracidad de la misma? ¿Acaso debemos confiar en las estadísticas desprendidas de los análisis de organismos públicos dirigidos por amigos del gobierno de turno? En verdad, la verdad se obtiene de los hechos, pero ¿acaso todos percibimos la realidad de la misma forma? Para poder definir todos estos puntos, será necesario llevar a cabo un análisis interdisciplinario entre economistas, politólogos, sociólogos.

  11. Las discusiones sobre el salario mínimo descansan en un supuesto implícito: que como a muchos pobres no les alcanza el salario, es necesario corregir el desequilibrio con un salario mínimo. Ahora bien, si lo que está de por medio es un concepto de justicia redistributiva por medio del cual se toma de quienes tienen mayor poder económico para darlo a otros con menos, se estaría partiendo de la hipótesis de que los empleadores de aquellos a quienes se quiere beneficiar no son pobres, sino ricos. Pero, qué pasa si los empleadores son igualmente pobres y la exigencia de pagar un salario mínimo les impide continuar con su actividad? En ese caso, entonces se tiene a dos pobres peor que antes.

    Las microempresas son en nuestros países una fuerza económica creciente y, en su casi totalidad, son de pobres. Cuántos negocios no se inician porque no se pueden generar los ingresos suficientes para pagar los salarios mínimos y las cargas conexas, más lo necesario para pagar el costo del capital y remunerar al empresario pobre que para que deje de serlo debería también generar lo necesario para expandir su negocio?
    Las microempresas tienen el potencial de reducir las tasas de desocupación y de fortalecer el capitalismo popular. Las estará impidiendo el estado con sus políticas de salarios? Se está estimulando la informalidad y se está fomentando la cultura de la ilegalidad con políticas irreales?

  12. Realmente lo considero un tema bastante difícil, pues parece un juego matemático y entre el eje de las «X» y el eje de las «Y» todo problema tiene equilibrio. Sin embargo el principal problema de algunas decisiones erradas son las consecuencias que tiene en la miseria humana. Al final, las decisiones económicas se convierten en un factor desestabilizador de la dignidad del hombre.

    Creo que el disfraz del estado benefactor que se toman los gobiernos generan tanto daño como el que quieren solucionar, pero al final toda decisión tiene su costo, nada es gratuito en la vida. Es claro que el costo del intervencionismo de la búsqueda de bienestar de unos genera impactos negativos e incentiva el querer hacerse la victima más que el buscar aquellos sectores que realmente generen valor.

  13. En cierta medida es muy realista y economicamente correcta, a mi entender, este analisis expuesto. Sin embargo, en el caso de que no existiera un salario minimo establecido por la ley, que garantiza que la clase obrera obtenga un aumento constante o acorde a la realidad economica del momento. Es decir, si bien un aumento de los salarios tiende a generar que los empleadores disminuyan su personal (lo cual en la mayoria de los casos no es por dejar de serle rentable la producción, sino porque no quieren ver perjudicadas sus ganancias) sería mucho más peligroso y destructivo para la sociedad dejar en manos del mercado, o más que nada del sector empresarial, el valor mínimo del trabajo. No hay que olvidar que cuando hablamos de trabajador/empleador no estamos refiriendonos de una relacion equitativa en la que las partes estan en igualdad de condiciones. Una de las partes es más vulnerable, y es ahi donde aparece el Estado con el fin de poner fin a una desigualdad de hecho con una desigualdad de derecho. En estos últimos 150 años, aproximadamente, vimos lo que ocurre cuando el mercado o el Estado regulan la relacion laboral, y si bien ambos tienen sus desventajas, creo que dejar via libre al mercado en este tipo de contratos, sería más perjudicial, por el simple hecho de que una de las partes cuenta con una posición mucho mas comoda a la hora de negociar.

  14. Creo que todo trabajador tiene derecho a un sueldo justo. Estoy convencida de que el problema esta en el funcionamiento mismo del sistema económico capitalista, en donde no existe una distribución equitativa del dinero de la economía.
    Sin siquiera un piso en el salario, como lo es el mínimo, creo que la explotación del trabajo seria aun mayor. Vivimos en un sistema injusto que nos determina la mayoría de las veces y ante tanta persuacion debemos aceptar las reglas del mercado o ser un pobre mas.
    Creo que el Estado debe estar siempre presente mediando entre las clases sociales e intenando lograr acercarlas cada vez mas.

  15. Coincido con lo que dice el Doctor Krause siempre en las clases: se ve que claramente las teorías en la Economía son de una manera; pero cuando se observa la práctica son de otra, sin duda alguna. En lo que respecta al tema central del debate, pienso y considero como algo absurdo, dejar al libre arbitrio de los empleadores un tema tan trascendental como lo es el Salario Mínimo Vital y Móvil. Se sabe que es un derecho garantizado y protegido por nuestra ley suprema en su artículo 14 bis. Someterlo a la autonomía de la voluntad de las partes en un contrato de trabajo, no generaría otra situación, que aumentar aún más la desigualdad que existe entre empleador y empleado; ¿por qué? Es evidente, que el empleador buscaría su beneficio propio, aprovechando la ventaja con la que cuenta él en el vínculo contractual, para imponer las pautas laborales que considere más convenientes a su empresa, ya que del otro lado, quien requiere el empleo no puede, a veces, pensar más allá que en la necesidad de obtener los recursos indispensables para el sustento suyo y de sus descendientes. Está claro, y desde siempre fue así, que el trabajador, por su condición de tal, es considerado el miembro más débil y dócil en la relación laboral. Es por ello, que es necesario que el Estado intervenga y asegure que sean respetados los principios y garantías de todo trabajador concebidos en las diversas normas. No obstante, la intervención debe ser justa y lograr evitar todo daño que pueda afectar a cualquiera de las partes en el contrato celebrado. Como su nombre lo indica, el salario Mínimo Vital y Móvil debe cubrir las necesidades mínimas de todo individuo ya sea para la subsistencia de él como la de su familia a cargo. El hecho que se dé un aumento en el mismo, no es algo negativo, pero el problema es cuando a costa de ese acrecentamiento, se beneficia a algunos, mientras que otras personas entran en un círculo de pobreza o peor aún, ya estando en esas condiciones, terminan perdiendo el empleo. Aquí es donde la Economía debe hallar la manera de tomar otro tipo de decisiones políticas, económicas y sociales de modo que pueda cumplir con el principio de Pareto y no comprometer o afectar derechos imprescindibles de todo ser humano.

  16. Respecto al tema del «salario mínimo, vital y móvil», considero en primer lugar que debe tenerse en cuenta que es un derecho fundamental de todas las personas reconocido por nuestra Constitución Nacional en su artículo 14 bis, por otro lado si nos remitimos a la ley 16.459, el art. 3 establece que el SMVM es “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión».
    Pero más allá de esto hay un problema que surge a partir del análisis económico que se realiza en cada país, implicado por el efecto o repercusión que tiene en la economía el establecer determinado salario mínimo, y luego frente a un aumento del mismo, ¿qué consecuencias produce en la sociedad?; sobre este tema existen distintas teorías económicas que intentan justificar o contrariar el impacto que tiene el SMVM en la sociedad.
    Quienes pretenden justificar y están a favor argumentan que sirve para reducir la explotación laboral económica, disminuye la dependencia de quienes perciben salarios bajos, y aumenta la productividad debido a que se fomenta la inversión en capital y formación, desincentivando así el empleo de mucha mano de obra. Por otro lado, están quienes aseguran que el salario mínimo aumenta el desempleo para los que perciben sueldos bajos, debido que, al tener sueldos más altos, se contrata menos personal, se incrementa el empleo “en negro”, especialmente en países donde no existe seguro de desempleo, y suben los precios de bienes y servicios.
    Es dable tener en cuenta que el incremento del salario mínimo implica muchas veces un aumento en la emisión monetaria, esto genera que las personas perciban más cantidad de dinero y decidan salir a comprar mayor cantidad bienes, lo cual hará que frente a un incremento en la demanda y no en la oferta, necesariamente deban subir los precios de los bienes para poder sostener la oferta y esto según la teoría económica más receptada es lo que genera mayor inflación en un país. Por lo tanto concluyo que debe analizarse con mayor detenimiento las políticas económicas destinadas a aumentar salarios, observando su repercusión tanto en la sociedad como en la economía de un país.

  17. Opino como Figueroa Vinassa, Camila. El trabajador no estaría teniendo libertad para aceptar o no el trabajo en un sentido objetivo, ya que se encuentra en una situación de desigualdad con respecto al empleador y que, por otro lado, precisa de un trabajo para poder vivir, y en otros casos, mantener una familia. Por lo tanto, termina aceptando un salario que esta por debajo del mínimo. También creo que todos tenemos derecho a un salario mínimo por las tareas que realizamos, y que este cambio nos haría progresar como sociedad. Todos los cambios tienen aspectos positivos y otros negativos. Si se presenta un resultado que genere hambre y pobreza en un sector de la sociedad, el Estado tendrá que afrontarlo implementando alguna otra medida o algo para evitar que ésto siga ocurriendo. Pero no por ésto, dejar de implementar medidas justas y favorables para los trabajadores.

  18. Entiendo que: el nivel de inflación existente en la Argentina y la consiguiente reducción de valor que el dinero tiene día a día (por disminuirse el poder de compra que el mismo tiene) son tan sólo dos causas que por sí mismas ameritan un aumento en el salario mínimo para que éste sirva al menos para solventar las necesidades básicas de la población. Creo yo que con el referido aumento del ingreso de los trabajadores, se daría lugar a un crecimiento en la economía toda vez que al aumentar el dinero en manos de aquellos, estos podrían incrementar su consumo personal, lo cual a su vez generaría una mayor producción que definitivamente requeriría de más mano de obra para hacerla efectiva.

    Por su parte, me parece que como cualquier política, el aumento en análisis no debiera ser concebido aisladamente sino acompañado de otras políticas económicas del Estado tendientes a alcanzar aquel óptimo en el cual no se pueda seguir mejorando la situación de algunos sin empeorar la de los demás.

    A mi parecer, este debiera alcanzar para

    es tan sólo una causa que , creo que son algunas de las razones que justificarían un aumento en el salario mínimo.
    Entiendo que
    por cómo está el país en el que vivimos, y los crecientes niveles de inflación que

  19. Creo que la existencia de un salario mínimo resulta fundamental para proteger los derechos. Todos sabemos la situación de desigualdad que subyace una relación laboral, y que en caso de no existir ciertas garantías que protejan a los trabajadores, algunos empleadores están dispuestos a pagar a sus empleados menos de lo que valen.
    Sin una regulación del salario mínimo, algunos trabajadores podrían cobrar tan poco que no podrían ni siquiera satisfacer sus necesidades básicas como salud, educación, vivienda, aun trabajando.
    Al mismo tiempo, si las personas logran aumentar sus ingresos, podrán aumentar el consumo de bienes y servicios, generando consecuencias positivas para la economía. Creo que el establecimiento de salarios mínimos permite llevar a cabo una mejor redistribución de la riqueza y lograr una sociedad mas justa.

  20. Creo que el eje central es el dilema libertad-coerción y la idea que considero subyacente es una teoría ética que defienda la existencia de derechos del hombre, fundados en la naturaleza humana, universales y preexistentes al ordenamiento jurídico positivo; como también la capacidad del individuo de ser dueño de su voluntad (noción de libertad como autorregulación) en la medida que nadie restringa su acción; por lo que no le impiden pero le permiten ejercer su voluntad. La coerción entra en juego como la ley que establece las reglas que operan restringiendo dicha libertad.
    Por otra parte la economía del bienestar en su análisis del bienestar general incluye el concepto de eficiencia distributiva y está relacionado con la desigualdad de ingreso; hay quienes proponen la existencia de un salario mínimo para los trabajadores como garantía para reestablecer su poder adquisitivo en épocas inflacionarias (con las consecuencias positivas y negativas que conlleva).
    Ahora bien considerando que el bienestar como concepto abstracto posee una importante carga de subjetividad y relación con factores económicos objetivos; y partiendo de la noción de que pocas políticas benefician directamente a absolutamente todos: será entonces imprescindible entender el marco en el que se encuadra el problema por parte de quienes apliquen una política o decidan al respecto evaluando en base a juicios de valor extraeconómico (como dice el artículo), morales, valores éticos.

  21. En Mayo de este año, Suiza, uno de los países más caros del mundo los sindicatos apoyados por el Partido Socialista y Verde lanzaron la iniciativa a través de un Referéndum, la instauración de un salario mínimo legal de algo así de 3.300 euros o 18 euros la hora.
    Los gremios patronales y los partidos conservadores se oponían a la medida por considerar que perjudicaba a los que pretendía proteger y alentaban de que provocaría la destrucción de empleos.
    El «NO» venció en 19 de los 26 cantones del país.
    La iniciativa surgió como una forma de contrarrestar la creciente desigualdad salarial.
    Dicho país carece de una legislación que regule una remuneración mínima, como si la tienen países que forman parte de la Unión Europea grupo al cual la Confederación Helvética no pertenece.
    El argumente dado por aquellos que se oponían al Referéndum era que de establecerse un salario mínimo de ese valor obligaría a las pequeñas y medianas empresas a eliminar puestos de trabajos.
    http://internacional.elpais.com/internacional/2014/05/18/actualidad.
    En nuestro país el derecho al trabajo y a una remuneración justa gozan de la protección legal por mandato Constitucional, el articulo 14 bis asegura al trabajador un salario mínimo vital móvil, pero no especifica cuantías ni de donde han de proceder su totalidad o parcialidad porque tambien asegura participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción algo que en la realidad no sucede.
    Pienso que lo que se debería establecer son garantías efectivas para lograr una independencia económica y social para el desarrollo de un proyecto de vida digno, que partiendo de la base que es innegable que las personas no somos iguales debería establecerse garantías para que los individuos puedan satisfacer sus propias necesidades, pretender igualdad a través de normas legales no crea otra cosa que estancamiento.
    Suiza rechazo por referéndum el establecimiento de un salario mínimo legal de 4.000 francos-suizos mensuales.
    ¿Esto puede ser una exteriorización de madurez institucional de una sociedad que ha llegado a niveles de elevada prosperidad porque esa madurez ha impedido una involución populista de sus instituciones?
    Ines Perez, uba, comisión 852

  22. Es muy interesante el tema de este articulo ya que viendo desde afuera aumentar un salario mínimo se ve atractivo pero esto puede generar consecuencia irreversibles como bien lo plantea el autor. Si nos metemos en el interior del asunto nos vamos a dar cuenta que aveces son solo políticas publicas las que quieren satisfacer a unos pocos para generar eficiencia en la política de sindicatos por ejemplo, avaladas por el estado donde después reciben votos por favorecer a un sector de la sociedad. sin pensar que muchas veces generando impuestos a los empresarios generan consecuencias negativas para el foro laboral. Generan desempleos ,tasa de informalismo laboral muy alta,desigualdad,hambre,pobreza y exclusión.La alternativa seria primero recaudar y no gasta por gastar solo para crear política.

  23. Me ha encantado el artículo. Me gustaría agregar, que, aunque el sueldo no lo es todo para que un trabajador se sienta satisfecho en una empresa, si es un factor vital
    y también es un compromiso muy importante para la
    empresa, saber brindar sueldos justos. Estoy muy agradecida con el autor por los conocimientos.

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