- Planteado el sistema económico como un orden espontáneo, cuál debería ser la formación del economista para analizar ese orden de la mejor manera.
Buena pregunta, además de estudiar teoría económica, habría que enfatizar el análisis de aquellas instituciones que con el resultado de procesos evolutivos, como la historia de la moneda, el Derecho, la moral, etc. Y descubrir cuales son ordenes espontáneos que se están desarrollando actualmente. Creo que el estudio de la historia del pensamiento económico le mostraría que la misma ciencia es el resultado de un orden espontaneo, de un proceso evolutivo. Y sugeriría ciertos campos relacionados con teorías evolutivas como teoría de los juegos repetidos, psicología y antropología evolutiva, economía experimental. Dedico un capítulo del libro a estos temas: “¿Es posible la cooperación?”
- Es posible una combinación eficiente entre planificación individual y planificación centralizada.
Más que planificación centralizada, diría que es muy importante el rule of Law, la existencia de reglas de juego, e instituciones, que faciliten la interacción entre los miembros de una sociedad. Esto significa que ciertos servicios públicos han de ser provistos, que permitan la protección del Derecho de propiedad y los contratos. Y que para una mejor provisión de esos servicios será necesaria una Buena planificación, que en el ámbito público se refiere al presupuestario y un control sobre la eficiencia del gasto, como corresponde a cualquier organización.
- Desde las políticas públicas, nada se puede hacer para mejorar el funcionamiento del sistema de precios. Pareciera ser esa la conclusión.
Aquí es donde hay mucho para hacer, sobre todo porque gran cantidad de regulaciones, impuestos, aranceles y tarifas distorsionan los precios y los alejan de los precios libres. Hay, entonces, un gran campo de acción para desregular, modificar impuestos, reducir aranceles, convertir ‘tarifas’ en precios. Y algo más, un gran cambio en el sistema monetario, ya que las monedas inflacionarias distorsionan precios, la preferencia temporal y la tasa de interés. Todo esto, además, dadas las restricciones políticas que son de esperar, más la resistencia de grupos de interés que se verían perjudicados por los cambios, lo convierten en una pesada y difícil tarea, si es que, además, es políticamente posible. O sea que hay un gran campo de políticas públicas. No serian políticas públicas que busquen “planificar” y estarían menos sujetas a presiones de lobbies, aunque habría grupos que se beneficiarían con ellas.
Ya veremos más adelante que un marco institucional que permite y respeta la competencia desvía los esfuerzos de emprendedores hacia la producción de bienes y servicios, mientras que otro central en regulaciones y restricciones desvía esa actividad empresarial hacia la “la búsqueda de rentas”.