El proceso constitucional chileno está llegando a una etapa final y el debate es intenso, como era de esperar, y es también importante para toda América Latina. Por eso es interesante leer una visión algo alejada de esa intensidad y para ello este artículo publicado en la revista Quillette, por Rasmus Sonderriis quien es un periodista danés-chileno especializado en América Latina… y Etiopía (¡?), y autor de una comedia ‘Fifty Shades of Woke’. www.fiftyshadesofwoke.com
Acá el artículo,” Voters and Quotas: Crunch Time for Chile’s Millennial Revolutionaries”, que así concluye: https://quillette.com/2022/07/08/crunch-time-for-chiles-revolution/
“Entonces, ¿qué viene después? En todo el amplio campo que se opone a la adopción de este nuevo documento, existe el compromiso de respetar al 78 por ciento que votó a favor de cambiar la constitución. Si se rechaza esta propuesta, el proceso se reiniciará, no se abortará.
¿Qué se puede aprender antes del siguiente intento? La madre del presidente, nada menos, se ha quejado de “falta de erudición legal” en la Convención Constitucional. Su hijo no estaba de acuerdo, pero si aspira a escuchar a su país, debe empezar por escucharla a ella. Una encuesta muestra que al 70 por ciento de los ciudadanos le gustaría que la nueva constitución fuera redactada por expertos, no por activistas.
Aun así, las decisiones críticas que enfrenta el país son políticas, no técnicas. En los próximos años, la gobernanza chilena seguirá siendo la primera línea en la batalla entre los derechos de los ciudadanos individuales y los derechos colectivos de los grupos.”