Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I de Económicas, UBA, vemos ahora a quien nos faltaba de los escolásticos. Juan de Mariana sobre la moneda, “Tratado y discurso sobre la moneda de vellón (1609)”. Algunos párrafos sobre el poder de cobrar impuestos y el envilecimiento de la moneda:
“Digo pues que es doctrina muy llana, saludable y cierta que no se pueden poner nuevos pechos (impuestos) sin la voluntad de los que representan el pueblo. Esto se prueba por lo que acabamos de decir, que si el rey no es señor do los bienes particulares, no los podrá tomar todos ni parte de ellos sino por voluntad de cuyos son. Item, si, como dicen los juristas, ninguna cosa puede el rey en perjuicio del pueblo sin su beneplácito, ni les podrá tomar parte de sus bienes sin él, como se hace por via de los pechos. Demás que ni el oficio de capitán general ni de gobernador le da esta autoridad, sino que pues de la república tiene aquellos cargos, como al principio señaló el costeamiento y rentas que le parecieron bastantes para ejercellos; así, si quiere que se las aumenten, será necesario que haga recurso al que se las dio al principio.
“El rey no puede bajar la moneda de peso ó de ley sin la voluntad del pueblo Dos cosas son aquí ciertas: la primera, que el rey puede mudar la moneda cuanto á la forma y cuños, con tal que no la empeore de como antes corria, y asi entiendo yo la opinión de los juristas que dice puede el príncipe mudar la moneda. Las casas de la moneda son del rey, y en ellas tiene libre administración, y en el capítulo Regalía, entre los otros provechos del rey, se cuenta la moneda; por lo cual, como sea sin daño de sus vasallos, podrá dar la traza que por bien tuviere. La segunda, que si aprieta alguna necesidad como de guerra ó cerco, la podrá por su voluntad abajar con dos condiciones; la una que sea por poco tiempo, cuanto durare el aprieto; la segunda, que pasado el tal aprieto, restituya los daños á los interesados. Hallábase el emperador Federico sobre Faenza un invierno; alargóse mucho el cerco, faltóle el dinero para pagar y socorrer la gente, mandó labrar moneda de cuero, de una parte su rostro, y por revés las águilas del imperio; valia cada una un escudo de oro. Claro está que para hacerlo no pudo juntar ni juntó la dieta del imperio, sino por su voluntad se ejecutó; y él cumplió enteramente, que trocó á su tiempo todas aquellas monedas en otras de oro. En Francia se sabe hubo tiempo en que se labró moneda de cuero con un clavito de plata en medio; y aun el año de 1571, en un cerco que se tuvo sobre León de Holanda, se labró moneda de papel. Refiérelo Budellio en el lib. I De Monet., cap. 1º, núm. 34. Todo esto es de Colenucio en el lib. IV de la Historia de Napóles. La dificultad es si sin estas modificaciones podrá el príncipe socorrerse con abajar las monedas, ó si será necesario que el pueblo venga en ello. Digo que la opinión común y cierta de juristas con Ostiense, en el título De censib. ex quibus, Inocencio y Panormitano, sobre el cap. 4º De jur. jur., es que para hacerlo es forzosa la aprobación de los interesados. Esto se deduce de lo ya dicho, porque si el príncipe no es señor, sino administrador de los bienes de particulares, ni por este camino ni por otro les podrá tomar parte de sus haciendas, como se hace todas las veces que se baja la moneda, pues les dan por mas lo que vale menos; y si el príncipe no puede echar pechos contra la voluntad de sus vasallos ni hacer estanques de las mercadurías, tampoco podrá hacerlo por este camino, porque todo es uno y todo es quitar á los del pueblo sus bienes por mas que se les disfrace con dar mas valor legal al metal de lo que vale en sí mismo, que son todas invenciones aparentes y doradas, pero que todas van á un mismo paradero, como se verá mas claro adelante. Y es cierto que como á un cuerpo no le pueden sacar sangre, sea á pausas, sea como quisieren, sin que se enflaquezca ó reciba daño, asi el príncipe, por mas que se desvele, no puede sacar hacienda ni interés sin daño de sus vasallos, que donde uno gana, como citan de Platón, forzosamente otro pierde.
Juan de Mariana, S.J. (1536-1623): Hace una retrospección histórica de cómo fue que los reyes obtuvieron el poder (intercambio de derechos con sus vasallos por protección por protección, tierras por impuestos, etc.), el nota que en el último tiempo los reyes habían tomado mucho poder y se habían convertido en “tiranos” porque comenzaron a violar distintos tipos de derechos o contratos a sus vasallos. Él se pregunta si realmente el rey puede cobrar impuestos sin el consentimiento del pueblo, el analiza que en contexto de guerra el rey podría “apretar” más a sus vasallos pero que después tenía que restituir los daños pero con la moneda eso no sucedía, cada vez la moneda valía menos, si el rey no puede cobrar más impuestos sin la voluntad de los vasallos tampoco podía hacer lo mismo con la moneda ya que en definitiva era como un impuesto, el define que la moneda tiene dos valores, básicamente el real y el nominal, donde el real seria el peso del metal precio en el mercado y el nominal el legal o el intrínseco que es el que fija es estado, Juan de Mariana estaba en contra de que el rey “rebaje” la calidad del metal precioso pero el valor nominal siga siendo el mismo porque técnicamente la moneda se depreciaba. Argumentaba que la moneda tenía que ser estable a lo largo del tiempo para que no confunda al comercio (estabilizar el sistema de precios). Finalmente juzga la actitud del rey que puede fijar el valor legal de la moneda a su conveniencia y que puede ser tomada como un impuesto que el pueblo no ha consentido.
Lo más interesante más allá de que no pierde la metodología de los escolásticos en centrarse en lo que debería ser el juzgar si es licito o no, en busca de ese objetivo paralelamente hace un gran análisis sobre la moneda y como diferencia el valor real del valor nominal de la misma, sumado al interesante aporte de impuesto inflacionario que el gobierno se apropiaba al devaluar la moneda.
1-¿Le preguntaría más detalladamente porque creía que la moneda tendría que ser estable?
2-¿Por qué la no estabilidad le haría mal y confundiría el comercio?
3-¿Qué pensaría de la usura como método para protegerse del valor de la moneda?
Resumen:
En el Tratado y discurso sobre la moneda de vellón Juan de Mariana sabe que la crítica al rey genera impopularidad, por lo cual comienza pidiendo disculpas, pero dispuesto a denunciar lo que nadie tiene el coraje de denunciar. A lo largo del tratado aclara que el rey no es dueño de los bienes particulares de sus vasallos sino tiene su consentimiento. Por ello repudia el incremento de los tributos en ausencia del beneplácito del pueblo, al identificarlo como una violación a la propiedad de los particulares. Adicionalmente explica cuándo es válido y cuándo no modificar el valor de la moneda, pero aclara que su modificación en breve termina siendo inútil, y que genera a la postre “dolencias” para el rey. Aboga por una reducción en el gasto de la corona.
El tratado concluye pidiendo a dios que ilumine a los que actúan a través del gobierno para que actúen con la razón.
Novedoso:
No deja de asombrar que en un contexto de duplicidad y de mentiras, una persona esboce con franqueza sus ideas para efectuar una denuncia, y que además esta denuncia sea a una embestidura como el rey. Indudablemente forma parte de la lista de aquellos pensadores que en la historia de la humanidad, han levantado las banderas de la verdad frente a las injusticias y calamidades que azotaban su realidad, y que se animaron a decir lo que todos pensaban, pero también todos callaban. Independiente de algunos detalles de contexto, el tratado goza de vigencia y podría aplicarse al mundo de hoy. Así como él se sorprende de que el gobierno no supiera de los ejemplos históricos que está denunciando, yo me pregunto lo mismo pero algunos siglos después. Por último, no se puede escatimar elogios con respecto a las observaciones que hace de la variación de la moneda, y como esto a la postre termina generando mayores dificultades.
Preguntas:
En el CAP III del tratado, J. De Mariana pone dos condiciones para modificar el valor de la moneda, 1- que la modificación sea por el menor tiempo posible 2- que se restituya los daños a los interesados. ¿No es demasiado pretencioso J. de Mariana al creer que el rey en virtud de tanto poder a su alcance, solo haga uso cuando se le presente un inconveniente, y que además, restituya luego a los interesados?
Independientemente de identificar el problema, y denunciar los inconvenientes de la estructura social en la que vivía ¿No pensó tal vez que la concentración del poder, y el abuso de las herramientas del poder que denunciaba e intentaba evitar, son un resultado inalienable de su naturaleza?¿No sería acaso como pedirle al zorro que cuide a la gallina?
Resumen
El padre Juan de Mariana explica en su tratado que los reyes no son dueños de las tierras de sus vasallos por lo que no pueden disponer libremente de ellas salvo que estén mal utilizadas, en ese caso propone que se las quiten a sus dueños y se redistribuyan para sacar mayor provecho de ellas.
Tampoco puede el rey crear nuevos impuestos sin el consentimiento de su pueblo que será el que llevará la carga del mismo.
Expone que no se puede ni se debe adulterar la moneda, esto es bajar su valor mezclando el metal de la moneda con otros más económicos, salo por causa de fuerza mayor (como guerra o hambruna) y por tiempo limitado, si esto ocurre todas las mercaderías se encarecerán.
Por último, habla de mejorar la administración por parte del rey evitando conflictos y gastos innecesarios.
Opinión
El autor ve claramente temas como la república y los deberes y derechos del rey, así como de su pueblo. La creación de nuevos impuestos arbritrarios va en detrimento de la calidad de vida del pueblo.
Podría decirse que introduce el concepto de expansión de la base monetaria mediante la adulteración de la moneda; se refiere al valor intrínseco y extrínseco del dinero poniendo al rey como garantía institucional del valor del mismo.
También habla de inflación cuando se refiere a que las mercaderías se encarecerán cuando se “abaje” la moneda.
Preguntas
¿Introduce el autor la creación de pseudomoneda en caso de fuerza mayor?
¿A qué se refiere cuando dice poner “estanques”?
¿Al hablar de valor extrínseco, se está refiriendo a que si el rey no garantiza el valor de ese dinero, este no sería tomado por tal?
RESUMEN
El Padre Juan de Mariana comienza dejando en claro que el rey no es dueño de los bienes de sus vasallos, si esto fuese así, los ciudadanos no tendrían lugar a reclamo ante algún atropello del rey. Habiendo hecho esta aclaración procede a discutir si los reyes pueden cobrar impuestos al pueblo sin su consentimiento. Si bien un pueblo debe ayudar a su rey en caso de necesitarlo, este debe oír a su pueblo y ver si está en condiciones de ayudarlo. Se llega a lo conclusión de que esto no es posible por lo aclarado en los puntos anteriores. Por ultimo Juan de Mariana acusa al rey de reemplazar los metales preciosos de la moneda por otro tipo de metales, para así poner en circulación más monedas, y esto no es otra cosa que un impuesto que no fue aprobado por el pueblo.
INTERESANTE
Hay varios aspectos interesantes en este artículo. El principal es, sin duda alguna, la idea de que disminuir el metal precioso de la moneda es un impuesto, hoy conocido como impuesto inflacionario o señoreaje, y esto pudo ser visto por el Padre Juan de Mariana hace 400 años.
También sostiene que la moneda tiene dos valores, uno natural que depende de la calidad y cantidad del metal que esta contiene y uno legal, que es el que el príncipe le pone por ley, es decir, que puede tasar la moneda como cualquier otra mercadería.
Por ultimo Juan de Mariana sostiene que este aumento en la base monetaria (monedas en circulación) conlleva a un aumento en el nivel general de precios en la misma proporción. Esto da una idea de que en su cabeza había algo parecido a lo que hoy conocemos como la teoría cuantitativa del dinero.
PREGUNTAS
¿Por qué cree que esto afectara el comercio y asi las próximas rentas del rey?
En varios pasajes compara a un rey con un tirano, ¿no espera demasiado del rey cuando propone las soluciones a este problema?
¿Qué podría hacer un ciudadano para defenderse de este impuesto? Que sea aprobado por ley y teológicamente.
Resumen
El padre Juan de Mariana señala el rol protector que ostenta el rey en relación a sus súbditos y habla sobre el poder que éste detenta, señalando un límite necesario al mismo por encima del cual su gobierno se convierte en tiranía. El autor reconoce al soberano la potestad de administrar los bienes de sus vasallos, no obstante lo cual no tiene derecho de propiedad sobre los mismos. El texto expone la opinión de que en caso de necesitar financiamiento para las eventuales necesidades del reino, no se debe desfavorecer al pueblo en términos materiales sin su debido consentimiento; para ilustrar este punto, se refieren varias maneras en que se suele hacer: creando impuestos, monopolizando la comercialización de una mercadería y acuñando moneda de poco valor –se hace detallado hincapié en este procedimiento, explicando sus consecuencias, que hoy se conocen en teoría económica como impuesto inflacionario-; se propone, en cambio, una mejor administración del gasto.
Lo novedoso
Debe destacarse que el autor tiene en claro la teoría cuantitativa del dinero; sabe que en una economía con una cantidad dada de producto, al aumentar el circulante, el nivel de precios termina acompañando dicho incremento. Al acuñar cada vez más moneda para cubrir las necesidades del reino, ésta baja de valor, encareciendo el precio de las mercaderías en relación a ésta; mientras esta operación continúa se desata un proceso inflacionario que obstaculiza el comercio y deprime la economía. Lo más remarcable de la manera en que Juan de Mariana detalla este proceso que incluye la pérdida de poder adquisitivo del pueblo es que, si bien es muy lúcido su análisis económico, más llama la atención el hecho de que no ignora las causas políticas –que involucran al rey y a su corte- de la alteración del valor de la moneda.
Preguntas al autor
¿Existe el suficiente espíritu crítico en los círculos en los que este tratado será recibido como para expresar opiniones tan audaces en lo político?
¿Cómo espera que sea recibido su tratado y discurso por sus colegas y por los funcionarios del rey?
Más allá de la recomendación de una administración prudente del gasto del reino para evitar la alteración del valor de la moneda y las consecuencias económicas que esto trae consigo, ¿qué prescripciones estrictamente políticas haría para lograr dicha moderación?
GUIA DE DISCUSION – Juan de Mariana, “Tratado y Discurso sobre la Moneda de Vellón”
RESUMEN
En los primeros capítulos, Mariana, se centra en describir cómo un Rey debe comportarse para que su reinado sea legítimo y no tirano, diciendo que “el tirano es el que todo lo atropella y todo lo tiene por suyo; el rey estrecha sus codicias dentro de los términos de la razón y de la justicia”. Un rey justo y razonable es quien toma la voluntad del pueblo en consideración a la hora de tomar decisiones y de realizar imposiciones. Así, el rey no podrá apropiarse de los bienes de la población sino es por voluntad del pueblo. Luego hace referencia a la problemática del valor de la moneda, haciendo también una serie de sugerencias para la solución de dicho problema, entre las que se mencionan la importancia de un gasto ordenado y moderado. Termina por mencionar lo que él considera como el mayor inconveniente de todos, que es el odio que se generará ante un rey que insista en comportarse como tirano, aquel que no considera la voluntad del pueblo a la hora de tomar decisiones, «que si se hace sin acuerdo del reino, es ilícito y malo»
CONCEPTOS IMPORTANTES Y NOVEDOSOS:
Mariana hace una constante referencia a la importancia de la propiedad privada, cuyo carácter debe ser inviolable tanto directa como indirectamente por parte del rey, a través de excesivos tributos o medidas de moneda que generen pérdida de valor en la misma. Este concepto va de la mano con la idea de un rey justo, que considere la voluntad del pueblo. Aquí es donde se presenta la primera diferencia entre “lo que se hace” y “lo que se debe hacer”. El deber sería tomar en consideración la voluntad y el beneficio del pueblo a la hora de imponer en el reino nuevos tributos, aunque en la realidad esto no se cumpla. Se presentan llamados de atención del autor con respecto a un tema fundamental de la actualidad, que es la inflación, aunque no se la mencione como tal, y cómo la política monetaria y el gasto publico indiscriminado lleva al alza de los precios de las mercaderías, diciendo “que si baja el dinero del valor legal, suben todas las mercadurías sin remedio, á la misma proporción que abajaron la moneda”. Se podría decir, que esta frase puede ser considerada como una primera aproximación a la teoría cuantitativa del dinero.
PREGUNTAS:
1) ¿No cree que la idea (democrática) de un rey que considera la voluntad del pueblo no es coherente con un régimen político monárquico (y por lo tanto no-democrático)?
2) ¿Qué tan objetiva puede ser la visión del rey con respecto a la voluntad del pueblo para tenerla en cuenta a la hora de tomar decisiones?
3) ¿Qué busca exactamente con esta publicación? ¿Hacer un llamado de atención real, o influir en la toma de decisiones en favor de otra institución?
Resumen: Este tratado comienza con el Padre Mariana pidiendo disculpas por lo que está por decir ya que sabía perfectamente que sus palabras tendrían unas severas consecuencias, dado que nunca nadie pensaría en criticar al rey tan abierta y directamente cmo él lo hace aquí. Realiza un análisis histórico de cómo el rey obtuvo su poder y cuales son los límites de ese poder, concluyendo que el rey no es dueño de los bienes particulares de sus vasallos. De esto se derivan algunas fuertes afirmaciones que demuestran lo avanzado que estaba el pensamiento económico de Mariana, ya que cncluye que el rey jamás debería coimponer nuevos impuestos sin el consntimientro del pueblo y que, además, la inflación generada por el envilecimiento de la moneda es una especie de impuesto disfrazado y que nunca fue aprobado por el pueblo y por el cual el rey debería ser condenado. Argumentaba que la moneda tenía que ser estable a lo largo del tiempo para que no confunda al comercio y aboga para que la corona reduzca sus gastos. El tratado finaliza pidiendo a dios que ilumine a los que gobernadores para que actúen razonablemente.
Interesante:Lo más interesante de este Tratado es lo avanzado del pensamiento de Mariana, ya que adelanta cnceptos tan modernos como el impuesto inflacionario con una exactitud increíble, en una época en donde dicho concepto estaba en la oscuridad más absoluta. Sorprende también lo bien que explica los efectos dañinos que este envilecimiento de la moneda puede tener a largo plazo. Pero quizás lo que me resulto más sorprendente fue la propia actitud de Mariana, demostrando una valentía sin igual para criticar directa y ferozmente al rey e interpelándolo para que cambie sus acciones. Lo que no es sorprendente es que este autor haya sido arrestado debido a sus escritos. Creo que no se podría haber espereado otro desenlace, lo cual realza todavía más la valentía de Mariana.
Preguntas al autor:
1) ¿Verdaderamente pensaba que podría expresar tales críticas al rey son castigo alguno o conocía su destino e igualmente decidió publicar este tratado?
2) ¿Es su verdadera intención tratar de influir en las acciones de la corona en busca del bienestar de su reino o será que quiere diputarle el poder político (a favor de la Iglesia) mostrando sus falencia y argumentando que es un tiranía?
3) ¿Imagina alguna forma en la que los ciudadanos puedan defenderse o hacerle frente a este impuesto no aprobado?