El keynesianismo en la base del fracaso argentino, y su aporte local, el estructuralismo

El keynesianismo ha tenido y tiene una influencia muy grande en Argentina. Aunque los keynesianos no aceptarán esto, podría decirse que desde que el país comenzó a ser influido por esas ideas no ha tenido sino retrocesos y fracasos. Seguramente no será la única razón de esa decadencia, pero es importante conocer cómo se produjo la influencia en el país. Eso puede encontrarse en el artículo “El keynesianismo en la Argentina”, de Luis Blaum Universidad Nacional de Tres de Febrero. Centro de Investigación y Docencia para el Desarrollo (CIDED) y Saúl N. Keifman, Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Económicas. Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP): https://aaep.org.ar/works/works2021b/4483.pdf

Así comenta en sus primeros párrafos:

“La influencia de keynesianismos específicos en los economistas argentinos aparecerá cuando veamos ejemplos concretos. Sin embargo, no nos interesa ahondar en las características de cada variante. Cada una pone énfasis en aspectos particulares de la obra de John Maynard Keynes. Preferimos, en cambio, comenzar la parte sustantiva de este trabajo con una exposición del pensamiento económico del propio Keynes en su conjunto tratando de ser lo más fiel posible a sus palabras.  En segundo lugar, del gran número de economistas argentinos que fueron influidos por Keynes, seleccionamos tres que han jugado un papel clave tanto en el desarrollo del pensamiento macroeconómico como en la formación de otros economistas y, en algunos casos, también en la formulación de la política económica. Hay además un hilo común que vincula a estos tres economistas: el estructuralismo. Nuestra perspectiva es que el estructuralismo es la respuesta creativa que los economistas influidos por Keynes han brindado al desafío de comprender los problemas macroeconómicos específicos de un país periférico como Argentina. En consecuencia, desarrollaremos en detalle las contribuciones de Raúl Prebisch, Julio H. G. Olivera y Roberto Frenkel.”

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