A fines de Noviembre, los votantes suizos podrán decidir, en una consulta popular, si obligan a su banco central a revertir la venta de oro de sus reservas. Comentaré esto en un post mañana. En este post, el economista Bruno Frey analiza las bondades de la “democracia directa” en ese país (La relación entre la eficiencia y la organización política, Libertas 23):
“La iniciativa es una institución especialmente importante porque les quita a los políticos el poder monopólico para establecer un orden de prioridades en el tratamiento de los temas y hace posible para los que “están afuera” proponer asuntos para la toma de decisiones democrática, incluyendo aquellos que los políticos preferirían no plantear, tales como los que se relacionan con sus ingresos, sus privilegios y su poder discrecional.
El caso de Suiza demuestra que la democracia es realmente efectiva para romper -al menos en parte- la coalición de los políticos contra los votantes. Es preciso tener en cuenta que en las democracias representativas resulta mucho más difícil detectar la existencia de una coalición semejante, porque los costos que los ciudadanos deben pagar para expresar sus distintas preferencias son mucho mayores: o bien deben recurrir a la protesta informal, difícil de organizar y que rara vez adquiere relevancia política, o tienen que esperar a la próxima elección, momento en el cual también les resultará difícil plantear demandas específicas o asuntos sustanciales. Por otra parte, en Suiza los ciudadanos pueden participar regularmente en las decisiones políticas por medio de referenda a nivel federal, cantonal o comunal. Entre 1848 y 1990 hubo, sólo a nivel federal, 147 referenda obligatorios (acerca de asuntos constitucionales), 103 referenda optativos (respecto de leyes) y 104 iniciativas (que fueron instituidas en 1891), y muchos más en los otros niveles (véase, e.g., Hertig, 1984, un informe sobre el sistema de referéndum de Suiza). Específicamente, los votantes tornaron en referenda las siguientes decisiones de los políticos, a las que ya nos hemos referido y que redundaban claramente en beneficio de éstos últimos:
1) En 1918 los ciudadanos adoptaron el sistema de voto proporcional para el parlamento (el Nationalrat), rechazado por los políticos que entonces ejercían el poder. En las elecciones siguientes, el partido radical-democrático perdió no menos del 40 por ciento de sus bancas.
2) Una iniciativa popular tomada en 1946 logró que las leyes federales “urgentes” fueran sometidas a un referéndum obligatorio en el plazo de un año.
3) La propuesta de que Suiza pasara a integrar las Naciones Unidas fue rechazada mediante un referéndum por no menos del 76 por ciento de los votos.
En todos estos casos, los políticos que estaban en una posición de poder en el gobierno y en el parlamento habían tomado formalmente una decisión contraria y habían propuesto formalmente a los ciudadanos que la apoyaran. Sin embargo, los ciudadanos, que no estaban preparados para una determinación favorable a la coalición de los políticos, optaron por reducir el poder de ésta.
Además, los estudios econométricos representativos realizados respecto de Suiza (Pommerehne, 1978, 1990) revelaron que las decisiones políticas sobre la provisión de bienes públicos corresponden más a las preferencias de los votantes cuanto más ampliamente desarrolladas se encuentran las instituciones que regulan la participación política directa. Como los que soportan el costo de las actividades gubernamentales no son los políticos sino los contribuyentes individuales, no es sorprendente que en las comunidades políticas cuyas instituciones de participación democrática directa están particularmente bien desarrolladas, el gasto público es, ceteris paribus, menor.
Los referenda no sólo son útiles para quebrar la coalición de los políticos destruyendo su monopolio sobre las prioridades en el tratamiento de los asuntos, sino también para centrar la discusión política en temas de importancia sustancial. La consecuencia de esto es que los ciudadanos pueden acceder a información libre de cargo.
A menudo la idea del referéndum es rechazada, especialmente por los intelectuales,porque se cree que los ciudadanos carecen de la inteligencia y de la educación suficientes como para tomar una decisión razonable acerca de los asuntos políticos; los que así piensan están de acuerdo en que esa tarea corresponde a una élite. En lo que respecta a Suiza, un experto en ciencias políticas expresa la opinión, generalizada entre los científicos sociales, de que la democracia fundada en el referéndum “reduce la eficiencia de la acción de gobierno y la capacidad de innovar” (Hertig, 1984, pp. 254-255; la traducción me pertenece). Si se consideran las preferencias individuales como la base normativa para la evaluación, esta acusación es inaceptable, porque da por sentado que existe una “voluntad social” independiente, según la cual la “eficiencia” y la “innovación” del gobierno son buenas en sí mismas. Sin embargo, desde el punto de vista individualista, este tipo de actividad tecnocrática muy bien puede ser incompatible con las preferencias de los ciudadanos, y en ese caso la “eficiencia” y la “innovación” son más perjudiciales que beneficiosas. Por supuesto, hay lugar para una élite aun en una democracia directa, sobre todo para ultimar los detalles y evaluar las consecuencias de los diversos asuntos políticos en curso.
TEMAS NUEVOS / IMPORTANTES
Muchos países desarrollados tuvieron gobiernos autoritarios a través del rey y ahora practican un gobierno de democracia dejando en manos de los expertos las grandes decisiones económicas y políticas. Asimismo, países como Chile y Rusia desarrollaron en su momento gobiernos autoritarios con resultados ventajosos, no obstante, militarizados. Fuera del extremismo de un gobierno militar, y ahora que las personas poseen cada vez más una formación o al menos un criterio de expresión de sus preferencias, podría tomar relevancia un sistema de “mano invisible” política que ordenara a un país limitando su autoritarismo bajo la base de una constitución, de la participación racional de las personas, de una evolución hacia una democracia en donde los votantes consideren las ideologías y reputación de los candidatos y sus partidos y promoviendo finalmente la competencia de aquellos por el voto individual y de los grupos de presión (solo teniendo cuidado con las coaliciones y la corrupción).
PREGUNTAS AL AUTOR
1) Por qué los gobiernos no democráticos (autoritarios o dictatoriales) suelen hacerse radicales? Parte de la explicación será por la falta de limitaciones constitucionales?
2) Desde la perspectiva del autor, podría interesarle a los políticos democráticos instruir políticamente a los ciudadanos con el fin de abrir una mayor competitividad en las decisiones de asuntos de gobierno? Hace falta para ello una evolución en la conciencia de servicio público que no tenga como fin crear coaliciones por parte del político?
3) La constitución de un país generalmente es reformada por parte de la élite política. Asumiendo este hecho, como puede existir un balance en las normativas políticas si el propio gobernante puede ser capaz de obstaculizar los cambios en dicha constitución que potencialmente le perjudique?
4) Por favor aclara a que se refiere el autor con “democracia directa”.
El tema que trata este artículo es principalmente lo que vimos en clases pasadas, sobre los abusos por parte de los políticos, respectos de las tareas y decisiones que toman, las cuales se suponen son en beneficio de la sociedad, que muchas veces no lo son. Es así que lo puedo relacionar con las propuestas que se dan en el capitulo siete del libre “El Foro y El Bazar” sobre Limites al oportunismo político, en donde como consecuencia de los problemas de incentivos e información que afronta la política y el abuso que implica el monopolio de la coerción de los estados, es necesario limitar ese poder y tratar de que su estructura institucional disponga de incentivos para perseguir el bien común, o al menos minimizar el daño potencial. Con relación al post en particular me pareció muy interesante la frase que sostiene que “la iniciativa es una institución especialmente importante porque les quita a los políticos el poder monopólico para establecer un orden de prioridades en el tratamiento de los temas y hace posible para los que están afuera proponer asuntos para la toma de decisiones”, en donde hace referencia a la importancia de crear INSTITUCIONES, ósea limites, para que sea la propia sociedad la que en definitiva diga que es lo que necesitan , que es lo que les falta, etc., ya que no debemos olvidar que la principal función de los políticos, y de la política en si, es representar, responder y hacer llegar al gobierno las necesidades de la gente
Por empezar, y respondiendo un poco a la última pregunta elaborada por Alfonso Ladino, la democracia directa es vista como una «democracia pura», donde el poder es ejercicido de forma directa, valga la redundancia, por el pueblo a través de Asambleas.
Informándome, me encontré con un tipo de democracia en donde se combina aquélla democracia representativa que nosotros poseemos, a través de elecciones periodicas y en donde quien termina decidiendo es siempre el gobernante, y una democracia directa, la cual permite brindarle una cuota de participación a los ciudadanos, que variará según el poder de cada Estado, mediante el referéndum o mediante la la aprobación y derogación de leyes. Esta particular combinación se denomina «democracia deliberativa».
Por lo qué tan pura es esa democracia sí queda en manos de los políticos, no?.
Haciendo una comparación entre la organización política de Argentina y la organización política de Suiza, puedo advertir mayores beneficios en la adoptada por ésta última.
Los ciudadanos poseen incentivos para informarse y participar en las decisiones de su país, ya no son apáticos racionales, saben que su voto SÍ hace la diferencia, que no se encuentran votando paquetes de manera obligatoria, sino resoluciones sobre aquéllos temas que a ellos sí les interesa tratar. A quién no le gusta ser escuchado y que esa voz sea determinante? A su vez, la política ya no tiene el monopolio de la coerción, deben asumir esas resoluciones y adaptarse a ellas, aun teniendo la capacidad para transmitir sus opiniones y tomándose más de cinco minutos para completar una idea, en donde el ciudadano está interesado en prestar atención pero lo más importante lo marca la posibilidad que tienen todos ellos de ir en contra de aquéllas opiniones.
Considero que la innovación y la eficiencia, se encuentra asegurada, hay una división de responsabilidades, en donde como resultado, encontránremos una suerte de equilibrio.
A los votantes ya no les es un costo partipar de la vida política, se encuentran impulsados a involucrarse y el resultado es sin lugar a dudas, una política sin fallas.
Unos de los limites al oportunismo político, como ya vimos en el capitulo 7 del libro «El Foro y el Bazar», es la democracia directa como la utilizada en Suiza, para Frey la democracia directa genera mayor confianza de los ciudadanos hacia el gobierno y viceversa. Logra que los resultados políticos se correspondan mas estrechamente con las preferencias de los votantes.
El referéndum, es una opción utilizada para limitar el abuso del poder de la mayoría, y en el caso del gobernante para reafirmar su poder porque confía en que el resultado será positivo para él.
Aunque si quisiéramos trasladar este modelo a nuestro país, seguramente no daría los mismos resultados que en Suiza, ya que la sociedad Argentina culturalmente no es la misma y además que no se trata de cantones sino de una sociedad mucho mas grande, con lo cual resultaría mas costoso.
No estoy segura si pensar que un modelo como el de Suiza es el adecuado para nuestra cultura, con niveles de educación y de apatía racional que tenemos al día de hoy, sobre cuestiones políticas, sociales y económicas que rigen nuestra vida. Aunque, sin dudas, es una excelente opción visto y considerando los resultados en Suiza.
La democracia directa, o democracia pura, expande los medios de participación de los votantes y esto genera mayor confianza en el gobierno y en los políticos. A través de mecanismos como el referéndum, la iniciativa popular, la revocación de cargos, los votantes pueden manifestar de una manera mas pura sus inquietudes, defender sus intereses individuales y todo esto es un estímulo constante para la participación ciudadana. Este sistema también brinda a la oposición y a los grupos minoritarios la posibilidad de generar debates sobre asuntos que en otros sistemas democráticos suelen omitirse con mayor facilidad. Otro beneficio de la democracia directa es que obliga a los diputados a asumir un compromiso mayor cuando se está debatiendo algun proyecto ley.
Así como se destaca la eficiencia de una política que implemente el mecanismo de la democracia directa, también hay críticos que hacen hincapié en las desventajas que puede llegar a ocasionar este sistema. Entre ellas, destacan la lentitud del proceso políticos en una democracia directa porque esta tiene muchas instancias, y dicen que pueden pasar varios años para que , por ej, un proyecto se convierta en ley. También sostienen que el referéndum puede dilatar reformas políticas ó sociales. Por otro lado, están los que sostienen que los asuntos públicos de una nación moderna son demasiados amplios y complejos para dejarlos en manos de los ciudadanos, ó del ciudadano medio que no suele estar preparado para debatir sobre la toma de decisiones políticas y que un modelo de democracia pura sólo podría funcionar en sociedades como pueblos pequeños, aunque vemos que lo que ocurre en Suiza demuestra que sí ee viable en sociedades complejas y desarrolladas. Esto demuestra que sin dudas, es necesario un mejor funcionamiento de la instituciones, con procesos mas inclusivos, legítimos y transparentes para que los votantes, al verse mas representados, puedan tener mayor interés en participar de la vida política y social de una nación.
Considero que una de las características fundamentales de los referendums o de las consultas populares, es que permiten a los ciudadanos expresar sus intereses y necesidades de manera periódica, cosa que no sucede en aquellos países en los cuales no se encuentran previstas estas formas de democracia representativa y de participación, o en los cuales a pesar de estar previsto estas instituciones no son utilizadas, como por ejemplo en nuestro país. La consecuencia de no tener previsto estas instituciones, como habíamos visto cuando estudiamos la Teoría del Public Choice, el conflicto de la poca frecuencia en la que los ciudadanos pueden expresarse en la política resulta ser uno de los motivos que genere desinterés a estar informado y tomar una respuesta razonable a la hora de votar.
Sin embargo resulta ser necesario que estas formas de participación políticas sean efectivas y que puedan realizarse de manera rápida y no atrasar la aplicación de políticas.
Además el referendum puede ser utilizado como un mecanismo de limitar el poder de decisión de los políticos, ya que estará obligado a llevar a cabo ciertas políticas si así es lo que desea la mayoría de la sociedad, como también estará obligado a no aplicar aquellas medidas que la sociedad no desea. En el libro se pone el ejemplo de como en suiza hay límites para el establecimiento de impuestos porque aquellos dependen de la aprobación de la sociedad mediante un referendum.
Y con respecto a aquello que dicen los intelectuales sobre que no es conveniente esta forma de participación porque los ciudadanos no son inteligentes, considero que puede ser factible que se tomen decisiones erróneas pero como las consecuencias de estas decisiones van a recaer directamente sobre ellos, se producirá un incentivo para estar informados.
Nuestra Constitución Nacional incorpora a partir de la reforma de 1994 tanto la iniciativa popular en su art. 39, reglamentado por Ley 24747, como la consulta popular vinculante y no vinculante en su art. 40, reglamentado por Ley 25432. Con respecto a la primera, se excluyen de la iniciativa popular temas como la reforma constitucional, tratados internacionales, materia impositiva, presupuestaria y penal. Además se establecen diversos requisitos, como por ejemplo la necesidad de contar con una cantidad de firmas correspondientes a un 1,5% del padrón, y otros requisitos de forma que hacen que sea casi imposible para un ciudadano común presentar un proyecto de ley, y de los que se presentan, pocos logran convertirse en ley. http://www.lanacion.com.ar/461921-la-camara-alta-convirtio-en-ley-el-proyecto-el-hambre-mas-urgente. http://www.lanacion.com.ar/644205-quieren-facilitarle-a-la-gente-la-presentacion-de-proyectos-de-ley El proyecto para derogar las jubilaciones de privilegio promovido por el periodista Luis Majul en el año 2002 con la ayuda de importantes medios de comunicación y ONG, concluyó en el dictado de una ley pero que difería mucho del proyecto originalmente presentado, porque solo derogaba algunas jubilaciones de privilegio… Muchos otros casos de iniciativa popular no alcanzan el número de firmas que exige la ley. Es decir que finalmente solo llegan al Congreso aquellas iniciativas que son promovidas por los medios de comunicación más importantes o por ONG de mucha influencia, y que logran superar todas las barreras que la ley y los propios legisladores imponen…Así, a nivel nacional, la iniciativa popular no está al alcance de cualquier ciudadano y no llega a quebrar el poder monopólico de los políticos, ni a fortalecer la toma democrática de decisiones.
Expresa en el presente artículo el economista Bruno Frey, analizando las ventajas de este mecanismo de democracia directa en Suiza, que “…es una institución especialmente importante porque les quita a los políticos el poder monopólico para establecer un orden de prioridades en el tratamiento de los temas y hace posible para los que “están afuera” proponer asuntos para la toma de decisiones democrática, incluyendo aquellos que los políticos preferirían no plantear, tales como los que se relacionan con sus ingresos, sus privilegios y su poder discrecional”…
Estos mecanismos de democracia directa también se implementan en América Latina, con diferentes resultados.
http://edant.clarin.com/diario/2007/03/29/opinion/o-02902.htm
Facilitar este medio de democracia directa significaría un avance en el fortalecimiento de la democracia, y entiendo funcionaria como incentivo para revertir la apatía política en muchos ciudadanos, logrando una mayor participación, y permitiendo así una opción para que puedan expresar sus preferencias en temas que consideran relevantes, sin necesidad de esperar las próximas elecciones (por otra parte en las elecciones no es posible que expresen tan claramente sus preferencias pues se votan “paquetes” de propuestas, otro de los motivos que genera apatía, falta de participación y que no incentiva informarse). Todo ello permitiría reducir el impacto negativo de la frecuencia con que se realizan las elecciones, permitiendo al votante expresarse en cualquier momento acerca de sus demandas y preferencias, además de constituir un límite o freno para los gobernantes, por resultar también un control eficaz de sus acciones.
También la consulta popular, que casi no se ha usado a nivel nacional en Argentina, permite centrar la discusión en temas importantes y es otro incentivo para que el ciudadano se informe y participe. También tiene algunos requisitos legales: http://www.lanacion.com.ar/1191386-la-consulta-popular-tiene-limites-legales No debemos olvidar que los políticos muchas veces buscan su propio beneficio y por ellos buscan resultados a corto plazo. Por eso creo que estas formas de democracia directa combinadas con la democracia representativa generan un espacio interesante para la participación ciudadana , fortalece la democracia y obliga a los políticos a tener en cuenta los intereses de la población , permitiéndoles participar en la toma de decisiones y los proyectos ley. Esto genera más confianza en los ciudadanos, pero en Argentina a nivel nacional considero que aún no se han dado los mecanismos necesarios para implementarlas en forma efectiva y eficiente. Tampoco existe una conducta proclive por parte del gobierno a realizar este tipo de consultas, y aunque se ha planteado llamar a una consulta popular para algunos temas, no se han llevado a cabo…
Algunos ejemplos: http://www.infobae.com/2013/03/16/701344-en-el-kirchnerismo-piensan-una-consulta-popular-la-re-reeleccion , http://www.perfil.com/politica/La-Campora-propuso-lanzar-una-consulta-popular-20140621-0088.html
El asunto de si la democracia directa o mecanismos de ella como el referendum son los mas adecuados para resolver determinados temas en una sociedad es una discusion eterna que seguramente nunca lleve a un resultado concreto. ¿Estan los ciudadanos comunes aptos para tomar todo tipo de decisiones?. Ya hemos visto a lo largo del cuatrimestre como los propios ciudadanos tienen una idea equivocada sobre muchos asuntos economicos, poniendo como ejemplo la problematica del salario minimo, en apareciencia benevolo para todos los trabajadores pero con una realidad distinta. O si dejaramos que el derecho penal, lo manejaran sus ciudadanos a su antojo, veriamos seguramente penas altisimas y desproporcionadas.
No obstante los riesgos de equivocarse tambien existen en la politica, entonces la pregunta radica en si queremos equivocarnos los ciudadanos o preferimos que se equivoquen los politicos
El mecanismo del referendum rompe muchos de los problemas que atraviesan normalmente los votantes en las elecciones ordinarias:
En primer lugar existe con menor grado de apatia racional, si bien su voto no define el resultado (suponiendo un referendum nacional) , por lo que no esta incentivado a informarse demasiado, el costo de informarse es bastante menor, ya que se trata sobre un asunto especifico y no sobre miles de temas como resultaria en una eleccion de un candidato.
En segundo lugar, no se eligen paquetes, sino que la decision esta bien individualizada, es esto o aquello.
En tercer lugar, desaparece la idea de la frecuencia baja con los que se les pide a los ciudadanos cuales son sus preferencias, ya que reitero se pide sobre un asunto especifico
En cuarto lugar no se necesita de un sistema que represente fielmente el resultado, las opciones son solo 2, SI o NO , no pudiendo existir falsos resultados o manipulacion de los numeros
Lo mas importante sin dudas es que destruye todo incentivo del politico, que no puede interferir con la decisión
El costo de la decisión se reduce notoriamente pues no existe el intermediario (el representante) que va a a expresar mi presunta preferencia, sino que lo voy a hacer yo mismo ciudadano.
En defintiva la democracia directa parece ser el metodo mas efectivo para evitar los problemas de la politica, pero con un costo de decision muy alto, pero pudiendose usar en determinadas ocasiones muy importantes para la poblacion utilizando por ejemplo la figura del referendum. Luego si la decision es la correcta o no, dependera de que tan bien informados esten los ciudadanos, pero al menos permitiran equivocarse ellos mismos, es decir pagaran el costo de sus decisiones como en el mercado y no por la decision de una o varias personas con incentivos bastante distintos a los del bien comun.
El artículo hace mención principalmente de las ventajas y desventajas que genera la “democracia directa”, practica en Suiza y si la misma resulta efectiva para romper con el oportunismo político que va en detrimento del pueblo, que a fin de cuenta es el que gobierna por medio de ellos.
En principio se dice que existe una democracia directa o pura cuando son los mismos ciudadanos, sin intermediación de representantes, quienes mediante el voto participan directamente en la toma de decisiones de carácter político. La democracia directa es el modelo original de la democracia, practicado por los atenienses, en la Antigüedad. Hoy en día la podemos encontrar en forma de asambleas vecinales o ciudadanas, así como en referendos de nivel local o nacional. Suiza es seguramente el país donde más se practica y donde esta participación directa en la toma de decisiones ha evolucionado a través de las décadas.
Suiza es una República federal caracterizada por una democracia semidirecta, significa que coexisten dos sistemas. El de la democracia directa, en el que los ciudadanos se expresan directamente, y el de la democracia representativa, en el que delegan una parte de poderes en sus representantes. En Suiza los ciudadanos suelen estar convocados a votar una media de al menos cuatro veces al año sobre múltiples cuestiones tanto a escala nacional, cantonal como municipal.
Todo votante inscripto en el censo electoral puede ejercer tres derechos populares a nivel federal: el derecho a la iniciativa, al referéndum y a la petición.
Derecho de iniciativa. Todo ciudadano con derecho de sufragio que quiere modificar la Constitución, puede solicitar una votación popular sobre la modificación propuesta mediante la iniciativa popular.
Derecho de referéndum. Todo ciudadano con derecho a voto puede convocar un referéndum contra disposiciones aprobadas por el Parlamento, consiguiendo con ello una votación pública sobre el proyecto en cuestión.
Derecho de petición. Una petición dirigida a las autoridades puede contener una solicitud, una propuesta o una queja. Las autoridades deben reconocer la petición, pero no están obligadas a responderla. El derecho de petición está a disposición de cualquier persona madura y razonable (incluidos los extranjeros y los niños).
El referéndum es más bien un instrumento para frenar al Legislativo y vetar contra la modificación de una ley o contra la aprobación de una ley nueva. El referéndum facultativo es un instrumento para ejercer presión en el Parlamento a fin de incluir todos los grupos de interesados en el proceso legislativo para encontrar una solución que todos aceptan y no así en beneficio del poder de turno. La iniciativa constituye una herramienta para acelerar el debate sobre cuestiones que los parlamentarios no quieren tratar o en las que simplemente no han pensado. Son principalmente los partidos o movimientos a los que les resulta difícil reunir una mayoría parlamentaria los que recurren a estos dos instrumentos de la democracia directa.
A veces son pequeñas asociaciones o personas particulares quienes lanzan un referéndum o una iniciativa. Las probabilidades de éxito son bastante limitadas, pero no nulas.
Aunque a menudo se cita el sistema suizo como un modelo de democracia directa, ella también es objeto de críticas. Una de las más frecuentes se refiere al número y a la complejidad de los escrutinios, dos factores que repercuten negativamente en la afluencia a las urnas. La tasa media de participación fue inferior al 45% entre 2001 y 2012. Otra crítica es la lentitud del proceso político en una democracia directa. También sostienen que el referéndum puede dilatar reformas políticas o sociales. Por otro lado, están los que sostienen que los asuntos públicos de hoy en día son demasiados complejos para dejarlos en manos de los ciudadanos.
Frente a estas críticas, los politólogos suelen destacar las ventajas que tienen los derechos populares. El referéndum está considerado como un instrumento que favorece la política de consenso entre partidos. Bajo la amenaza del mismo, tanto el Parlamento como el Gobierno se ven obligados a encontrar un consenso lo más amplio posible para sacar adelante una ley. Si el descontento se limita, por ejemplo, a un solo partido, es muy probable que los ciudadanos respalden el proyecto. La iniciativa popular, por su parte, tiene la ventaja de desatar debates de fondo sobre temas que, de lo contrario, el Parlamento no abordaría.
Para Frey la democracia directa genera mayor confianza de los ciudadanos hacia el gobierno y también mayor confianza de los políticos hacia los ciudadanos (confianza mutua), honestidad, fortaleza de las instituciones políticas, que terminan favoreciendo el crecimiento económico. Permite que los resultados políticos estén en concordancia con las preferencias de los votantes. Es por tal motivo que en Suiza los ciudadanos poseen incentivos para informarse y participar en las decisiones de su país, ya no son racionalmente apáticos (al menos, no en un alto grado), saben que su voto tiene peso, no sucede así en Argentina.
La democracia directa es considerada como límite frente al abuso que implica el monopolio de la coerción de los estados, Y por esto último es necesario limitar ese poder y tratar de que su estructura institucional disponga de incentivos para perseguir el bien común, o al menos minimizar el daño potencial de políticas peligrosas o aquellas que solo favorecen a los políticos a costa de los ciudadanos.
Los valores e ideas que predominan en una sociedad en un determinado momento histórico son un elemento importante para alcanzar este bien común. Y a fin de cuenta son el determinante último de la existencia o ausencia de limitaciones al poder.
“Ninguna constitución o norma detendrá la concentración y abuso de poder, si los miembros de la sociedad lo toleran y no se oponen al mismo”. O dicho por Burke: “para que triunfe el mal solo hace falta que los buenos no hagan nada”.