Una analista del Institute Économique Molinari, de Francia, analiza un reciente libro titulado “La locura de los bancos centrales”. El informe completo aquí: http://www.institutmolinari.org/au-secours-les-banques-centrales,2543.html
Así comienza:
“El gran mérito del último libro de Patrick Artus y Marie-Paule Virard, ‘La locura de los bancos centrales’, es poner los pies dentro del plato: ¿de qué se ocupan los bancos centrales hoy? ¿Su accionar actual no excede con mucho el alcance de sus poderes? ¿Tienen una clara comprensión de las consecuencias de su acción? ¿Su hiper-activismo no está creando un caldo de cultivo para la próxima crisis?
Los tres primeros capítulos del libro son la historia del desarrollo de las políticas monetarias no convencionales en respuesta a la crisis subprime y los abusos y excesos que allí nacen.
En primer lugar es importante señalar que los autores no cuestionan la pertinencia de las políticas monetarias no convencionales adoptadas por la Reserva Federal después de la crisis subprime en 2007. Fue necesario detener una crisis de liquidez sin precedentes y evitar lo peor. Sin embargo su acción prolongada hasta el final de 2014 y las decisiones de otros bancos centrales como el Banco de Japón y el BCE de seguir su ejemplo fondo es más cuestionable. De hecho, la extensión de la política no convencional junto con la política de tipo de interés cero tiene consecuencias perniciosas no sólo en los mercados, sino también en la economía debido a la deformación de la curva que se aplana debido a la tasa la intervención del banco central en todos los plazos en lugar de estar confinada a los vencimientos de un año y las primas de riesgo. Los bancos centrales están sosteniendo las burbujas que una vez que las tasas se elevan, estallan. Por otra parte, se mantienen las tasas de interés reales negativas que aumentan la deformación de la curva de rendimiento que conduce a decisiones de inversión erróneas. Con temor a las consecuencias, algunos – Banco Central Europea y Japón – se resisten a dejar para política monetaria no convencional y a subir las tasas de interés de manera decisiva.
Si la principal contribución de este libro es para ver los efectos perversos de la hiper-activismo de los bancos centrales, sin embargo, su análisis está ausente. Los autores se limitan a mencionar la creación de burbujas. Descuidan hecho crucial para desarrollar un concepto, el de mal- inversión. De hecho, la política no convencional durante casi 10 años en los EE.UU. tiene la desventaja de haber facilitado la financiación de proyectos de inversión que no lo hubieran sido con tasas positivas. Este concepto clave de la mala inversión afín a economistas como Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek, es un concepto poderoso que explica la distorsión de la estructura de la producción por la separación de las tasas de interés de mercado con la correspondiente tasa de interés que refleja las preferencias temporales de los individuos. En estas condiciones, se mantuvo un tipo de interés «artificialmente” bajo deformación de la estructura de la producción mediante la inversión mientras que los ahorros reales no ha aumentado. Tal distorsión conduce inevitablemente a una crisis debido a que el ciclo de inversión no proviene de fondos originados en ahorro real. El problema es aún más complejo porque vivimos en economías abiertas, donde la falta de ahorro local puede ser compensado por los excedentes de otros lugares lo que significa el final del ciclo puede llevar tiempo. Además, debido a la globalización de los flujos y la proliferación de políticas no convencionales, es difícil identificar a los sectores afectados por la mala inversión – el área de gas de esquisto en los EE.UU. es ampliamente sospechoso en este sentido.
Nathalie Janson es investigadora asociada en el Instituto économique Molinari.