Todos tenemos alguna preferencia u opinión sobre el que podría ser el mejor sistema monetario. Algunos proponen una moneda manejada discrecionalmente por la autoridad monetaria, otros que sea sujeta a algún tipo de regla, como sea vincular el valor de la moneda con otra o con algún objetivo de inflación; otros más adoptar la moneda de otro país o región (el dólar o el euro, por ejemplo), y más allá quienes proponen el retorno a una moneda metálica.
Por cierto que, al margen de este debate, el mercado mismo está dando una respuesta alternativa. Esta es, monedas privadas y en competencia, que la gente puede eventualmente elegir. El caso más conocido de estas es el Bitcoin.
Pero no es la única. Larry White, profesor de Economía de George Mason publica un artículo en el Cato Journal donde cuenta la historia de otras dos monedas privadas, el Liberty Dollar y el E-gold; que terminaron mal, con sus creadores en prisión y sus activos confiscados por el gobierno norteamericano: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/cato-journal/2014/5/cato-journal-v34n2-5.pdf
¿Acaso porque hubo algún tipo de fraude? Pues no, más bien parece que a los gobiernos, monopólicos por definición, no les gusta la competencia. En el caso de estas dos monedas había responsables visibles, con domicilios establecidos, que aprovecharon las autoridades para capturarlos. Claro, en el caso del Bitcoin no sabrían ni a quién detener, ni dónde ir a buscarlo, ya que no se sabe ni quién lo creó y tampoco hay nadie que lo maneje, se trata de un algoritmo que ha creado un mercado donde demandantes y oferentes realizan transacciones en esa moneda.
Lo que está ocurriendo es fascinante e impensado, aunque no tanto. Ya hace unas décadas, F. A. von Hayek había lanzado la idea de la competencia de monedas, dejando que sea la gente que decida la moneda que quiere usar. Decía en “Choice in Currency”:
“¿Por qué no dejar a la gente elegir libremente la moneda que quiere usar? Por “gente”, quiero decir los individuos que deberían tener el derecho a decidir si quieren comprar o vender por francos, dólares, marcos u onzas de oro”.
Los potenciales competidores a las monedas de cierto gobierno podrían ser:
- Las monedas fiduciarias de otros gobiernos (es nuestro caso, por ejemplo, con el dólar)
- Las monedas de oro o plata y billetes convertibles en ellas, como quería ser el Liberty Dollar
- Balances contables en oro transferibles electrónicamente, como era el E-gold
- Las Ciber monedas, por ejemplo el Bitcoin o el Litecoin.
Concluye White:
“Las barreras legales a la competencia de monedas en los Estados Unidos no son solamente (1) las leyes de curso legal en la medida que generan dudas si una corte estadounidense podría exigir una resolución específica de un contrato que no sea en dólares, (2) los impuestos a las ganancias de capital y los impuestos a las ventas de los estados sobre los metales preciosos y (3) las normas que prohíben la emisión privada. Superando las barreras legales para un estándar monetario paralelo, como muestra el caso del E-gold, debe incluir también (4) la eliminación de todo elemento de las leyes anti-lavado, o de secreto bancario, o de requerimiento de licencias para transferencias monetarias o su aplicación por agencias federales, que discriminan contra sistemas de pago que utilicen unidades distintas al dólar. Esta última barrera está siendo más importante en la medida que FinCEN avanza para restringir al Bitcoin y a los mercados de Bitcoin.
Leyendo un poco sobre la historia de Bitcoin, me enteré que, como bien dice la nota, a diferencia de otro tipo de monedas privadas como el Liberty Dollar y el E-gold, el protocolo y la red de Bitcoin fue creada por «Satoshi Nakamoto», un pseudónimo de la persona o grupo de personas que intervinieron en dicha creación, y que posteriormente se desvinculó del proyecto. Es por ello que para las autoridades sería muy difícil intervenir y regular este tipo de monedas, por que además el sistema de Bitcoin se maneja, no de forma anónima, pero con pseudónimos, cosa que hace muy difícil identificar quién se encuentra realmente atrás de las transacciones.
Puede llegar a tener muchas ventajas este sistema, como por ejemplo el envío de remesas de inmigrantes a sus familiares, a bajo costo operativo y costos bancarios o de correo, pero puede también utilizarse para evadir impuestos. Se me ocurre a mi, si uno va a un comercio y compra X producto con el sistema de Bitcoins, ¿paga IVA?, ¿el productor/vendedor luego presenta esas ventas en la DDJJ y paga Impuesto a las ganancias?. La falta de regulación y control en esto, y que disminuya la recaudación, puede llegar a perjudicar otros ámbitos en donde el Estado aumente la imposición de gravámenes para sustituir aquel lucro cesante.
También se me ocurre que al ser todo digital o informático, puede haber virus, o hackers, que logren robar los bitcoins de otra gente, o que logren mediante algoritmos (o lo que fuere) crear bitcoins y enriquecerse ilícitamente, sería como tener una impresora de divisas en su casa. Esto en el caso de que sean particulares/usuarios/consumidores. En el caso de que la «autoridad» que controla Bitcoin (si es que la hay, ya que parece ser bastante descentralizado), tenga este poder de crear bitcoins y lo haga sin control, se asemejaría a cuando el Estado emite moneda sin el debido respaldo y se produce la inflación.
Pero tener estos miedos de los hackers y de los virus en el sistema de Bitcoin.. No es muy distinto del que se tiene cuando uno maneja por Internet sus cuentas bancarias en divisas nacionales o internacionales.. El tema de Bitcoin es: si se sufre un ataque ¿quién se hace responsable?.
Es por ello, que es importantísimo para el desarrollo de Bitcoin la Confianza. Si se pierde la confianza, pasaría a ser una moneda inestable y dejaría de ser elegida por los usuarios. Pero… ¿Acaso eso no es lo que está pasando con otro tipo de monedas, emanadas por autoridades «confiables»?..
BitCoin es un sistema de pagos que permite a cualquiera pagar a quién sea por internet sin necesitar ningún tipo de intermediario o institución financiera. BitCoin es lo más parecido que existe hoy en día a entregar billetes en mano a otra persona. El pago en BitCoins es inmediato, directo y sin comisiones o costes. Esta característica que lo asemeja al pago con dinero en efectivo, trae aparejada la carencia de regulaciones sobre las operaciones efectuadas mediante este procedimiento.
Por otra parte, en contraste con las clásicas divisas del sistema monetario internacional, la volatilidad en su precio lo desacreditan como un óptimo sistema de pagos. El precio del BitCoin, se encuentra a merced de las leyes del mercado, es decir, del libre mercado, donde la oferta y la demanda interaccionan de forma espontánea. Este nuevo sistema virtual en el que se realizan las transacciones a partir del BitCoin es un claro ejemplo de un mercado que se autorregula, como plantea Smith, guiado por una “mano invisible”. Pero este tipo de mercado, como bien la historia económica política mundial demuestra, tiene sus límites en las fallas y externalidades que no pueden predecirse. Es por ello que es necesario de un ente que sea capaz de plantear las reglas económicas para un mejor funcionamiento y de darle un marco de seguridad jurídica a los sujetos económicos que hagan uso del sistema virtual.
Esta nota me llevó a recordar otro post que leí hace unas semanas, escrito por Manuel Araoz, uno de los difusores del Bitcoin en la Argentina. Cito una frase que me resultó muy interesante: «por más que a los gobiernos no les guste (y no les gusta, porque compite con las monedas nacionales), no hay forma de frenar al bitcoin. La única forma sería ir a la casa de cada usuario y destruir su computadora, lo cual es inviable. Al no haber una “cabeza que cortar”, la vida de bitcoin está asegurada mientras haya gente que lo encuentre útil y lo use. No hay empresa que tenga la llave maestra o el botón rojo para apagar bitcoin…»
Es realmente impresionante como con el avance de la tecnología y el acceso a internet los individuos ganan libertad y el Estado pierde poder de control en forma irreversible. La única forma para lograr controlar el uso de este tipo de monedas descentralizadas sería que el Estado obligue a los proveedores de internet a bloquear el acceso a los sitios web en los que se comercialicen este tipo de monedas. Y a pesar de que esto suene absurdo, actualmente en Argentina existen proyectos de ley que proponen, aunque referidas a otras cuestiones, este tipo de control: http://www.senado.gov.ar/parlamentario/comisiones/verExp/1918.14/S/PL
Comparto el post: http://mana-coffee.com/la-historia-del-dinero-como-llegamos-a-crear-el-bitcoin?utm_content=buffer8f62e&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
EL TEMA DE LA EXISTENCIA DE MONEDAS LIBRES, ES UN TEMA MUY COMPLEJO. POR UN LADO LOS GOBIERNOS NO LO PERMITEN TOTALMENTE Y LO POCO QUE CIRCULA INTENTA SER , EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE » CONTROLADO» DENTRO DE LOS LIMITES DE LA LEY, QUE ES GENERADA JUSTAMENTE POR LOS ESTADOS EN FUNCION A SU POSICION MONOPOLICA. ES OVBIO SUPONER QUE IMPORTANTES GRUPOS DE PODER SE BENEFICIAN CON ESTA ESTRUCTURA, YA QUE EN PARTE ESTA ORGANIZADA PARA CUMPLIR CON SUS FINES.
POR OTRO LADO, CREO QUE SI BIEN EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD EN LA ECONOMIA ME PARECE INTERESANTE, EN DETERMINADAS SITUACIONES PUEDE LLEGAR A NECESITAR CIERTO CONTROL O LIMITE ESTATAL QUE, SIN LLEGAR A SER DEMASIADO INJERENTE PUEDA LLEGAR A EQUILIBRAR SITUACIONES QUE, EN CASO DE SER NECESARIO, SE TORNEN MAS JUSTAS.
No es precisamente una moneda, no es salario, interés, renta ni ganancia, por el momento nadie quiere ir al trabajo y que te paguen con bitcoin.
Vos vas y con tu plata, compras bitcoin, créditos para gastar dentro de la red para obtener promociones o lograr algún tipo de plazos o créditos, como una tarjeta de crédito, pero que pagas por adelantado para poder gozarla.
Lejos estamos estamos que estas herramientas puedan ser consideradas y usadas como monedas, no podrían reemplazar ni monedas débiles ni mucho menos las fuertes.
Cuando hablamos de poder pagar nuestras cosas, cuando hablamos de plata y mas cuando hablamos de nuestra plata, lo que buscamos es seguridad es saber que mañana vamos a poder pagar nuestras necesidades.
Conocemos de eso, lamentablemente es parte de nuestra historia, las corridas al dólar, después si esta bien o mal o por que se llega a eso, es otra historia.
Te imaginas corriendo la gente a comprar bitcoin, imaginas al mundo corriendo al bitcoin.