Un alumno leyó el Cap. 7 del libro, “Límites al oportunismo político”, donde se consideran distintas propuestas para limitar el poder y controlar la búsqueda de rentas por parte de políticos y funcionarios. Aquí van sus comentarios y abajo contesto las preguntas:
• Resumen:
El autor comenta la necesidad de limitar el poder de políticos y Estado, dados el abuso que puede implicar que estos gocen del monopolio de la coerción, aunado a los problemas de incentivos e información que la política afronta. Es muy importante que la estructura institucional provea incentivos al político para buscar el bien común, o que si se implementan políticas que causen perjuicios a la sociedad, conduzcan a crisis o beneficien a grupos de interés, al menos se minimice su daño potencial. La existencia o ausencia de límites al poder de políticos y Estado están determinadas por los valores e ideas predominantes en la sociedad. Por más que las constituciones o normas legales prescriban en sus páginas límites a la concentración y abuso del poder, éste seguirá dándose si la sociedad lo tolera y no se opone firmemente a él. Y es muy probable que la sociedad lo tolere o no se oponga al abuso de poder, dadas la “apatía” e ignorancia racional de las que sufrimos: no tenemos incentivos para informarnos sobre la política, o creemos que no hay, o nos tienen sin cuidado, los abusos de poder. Las ideas y valores predominantes determinan también el tipo de normas en una sociedad y la facilidad con que éstas pueden ser modificadas: estas normas protegen de mejor o peor manera las libertades individuales.
• Dos temas nuevos o más interesantes de la lectura:
Temas interesantes: la división de poderes, las cartas de garantías y derechos individuales, el federalismo o la descentralización, son límites al oportunismo político vinculados con el nacimiento del modelo de “república”. Hayek, Buchanan, Rothbard, D. Friedman y Frey, también han hecho propuestas institucionales para limitar los abusos de la política. Otras propuestas van dirigidas a limitar: al endeudamiento, al déficit fiscal, a nuevos impuestos o tasas, y a la emisión monetaria; áreas muy críticas y de mayores y graves abusos. Firmar tratados internacionales, en derechos humanos o de libre comercio por ejemplo, cooperan a limitar los abusos de poder. Eliminar privilegios a políticos y al Estado, y reducir las regulaciones que incentivan la aparición y mantenimiento del lobby, es fundamental.
• Tres preguntas para el autor:
- Si se parte de un orden democrático, y además poco limitado, ¿Cómo puede lograrse que los políticos, mediante normas legales o constitucionales, se limiten a sí mismos o el poder que ostentan?
Esos cambios pueden ser internos (forzados por la presión interna que demanda cambios, sobre todo a partir del fracaso de políticas populistas típicas de gobiernos no limitados) o externos (los imponen los mercados, las necesidades de financiamiento, los acuerdos internacionales que se hayan firmado).
- Para lograr lo anterior, ¿Necesariamente hace falta una crisis? ¿Puede lograrse pacíficamente, democráticamente?
Es muy probable que sea necesario que ese modelo entre en crisis, pero una crisis puede resolverse democráticamente. Es más, puede dar como resultado un fortalecimiento de la democracia si es que culmina en una democracia limitada, siendo el problema de la crisis que no lo es.
- Dado que el determinante de estas limitaciones, en última instancia, son los valores e ideas predominantes en la sociedad, ¿Se trata de un trabajo de largo plazo? ¿Es un trabajo educativo solamente? ¿Cultural? ¿Es imposible mejorar a corto plazo el statu quo de abusos de poder y de restricciones a las libertades políticas y económicas?
Es cultural, la gente tiene que ver que ciertas cosas no funcionan y tiene que estar dispuesta a aceptar ciertos cambios y hasta a demandarlos. La crisis intensifica ese interés, aumenta la demanda de ideas, aunque no garantiza que la salida de la crisis siempre sea en el sentido correcto.
Pienso que el asunto es eminentemente de la cultura, de las creencias, de los valores que en lo profundo del ser social e individual determinan la conducta de los conjuntos y subconjuntos sociales y, de los individuos. Esa cultura, esas creencias y esos valores son el cimiento de la nación; si son sólidos, asímismo lo es el ser nacional; si son frágiles, desviados y perversos, igualmente fallido es el acontecer nacional.
Pueden existir toda clase de normas, instituciones formales, formalidades y ritos legales y, sin embargo, presentarse el abuso y el mal uso del poder, la desviación de los recursos públicos, la mala administración de los dineros oficiales, la ausencia de medios de supervisión de lo público y de crítica serena y objetiva del proceder privado, supervisión y crítica que en las complejas sociedades modernas corresponde en buena medida a los medios de comunicación masivos que sean independientes, objetivos y ponderados.
Una mirada al acontecer en la América Latina muestra que a pesar de la proliferación de normas, políticas, órganos y organismos estatales y privados, nacionales, regionales y municipales, estos estados no logran ofrecer un ámbito apropiado para el buen desarrollo, realización y bienestar del ser humano. Se juega con las esperanzas y los anhelos de grupos e individuos, se engaña y manipula, se estafa, se oculta. Miren no más, el continente donde una oprobiosa dictadura de ya casi sesenta años reina en los salones de conferencias y conciliábulos.
Comparto esta visión. Ya veremos en clase distintas teorías que buscan explicar el progreso de las sociedades y terminaremos analizando, precisamente, aquella que plantea que esto depende de los valores e ideas que predominan en la sociedad en un determinado período. Pero el tema recién empieza allí, porque inmediatamente surgen otras preguntas. Por ejemplo: ¿se trata de las ideas y valores que predominan en la población en general o en las elites?
Buscaremos entonces analizar como funciona el «Mercado de las ideas» y el papel de los emprendedores institucionales. Es parte del capítulo sobre cambio institucional en el libro.
Curioso. En Puerto Rico que vivimos bajo una «democracia constitucional» bajo USA confrontamos esta situación. En el 2004 en referendum el pueblo voto por una Congreso Unicameral. Luego se necesitaba la ley de ejecución del mandato pero los propios legisladores no la aprobaron porque se reducían sus plazas.
En 2012 pueblo voto por una plataforma que establecía el legislado ciudadano (tiempo parcial). En 2013 los legisladores electo hiceron su propia reforma. Se ajustaron sueldos y se olvidaron del compromiso campaña.
En conclusión cierto es que es de valores y cultura pero hay que preguntarse como puede haber cambios si quienes tienes que hacerlo o ejecutarlos prefieren imponer sus intereses al del colectivo.
En 2004 y 2012 dos expresiones de pueblo mas de 2millones en las urnas de forma democrática y luego 78 individuos hacen lo que les conviene a ellos y dicen que lo hacen por el bien del País.
En primer lugar coincido en que la existencia o ausencia de límites al poder de políticos y Estado se encuentran determinadas por los valores e ideas predominantes en la sociedad de cada momento en particular. Yo creo que de ninguna manera un gobierno puede transgredir ciertas normas que lo limitan sin contar con un consenso importante de la sociedad. Un consenso pasivo, una aceptación de ello sin hacer saber desconformidad al respecto.
En segundo lugar, no sé hasta que punto resulta práctico un gobierno que se ajuste completamente a los mecanismos de control. Con esto, que quede claro, no estoy haciendo apología al fraude a la ley ni al incumplimiento de ella. Yo pienso que las decisiones que toma un gobierno afecta a millones de personas, y sucede que en ciertas circunstancias se necesita ante problemas de los ciudadanos un Estado más pragmático y no tan estrictamente descentralizado. Sin embargo hay que tener cuidado, estos argumentos son utilizados por gobiernos absolutistas para tomar decisiones totalmente unilaterales.
A la mayoría de las personas nos parece correcto y estamos a favor de un gobierno que se encuentre controlado por organismos independientes al poder central. Eso va a provocar una mejor calidad gubernamental y que no se lleven adelante violaciones a derechos fundamentales como las libertades individuales. Pero también es cierto que un gobierno exageradamente limitado se encontraría en en una gran dificultad para llevar a cabo sus funciones lo que resultaría un perjuicio muy grande a millones de personas. Es por ello el problema en que un mismo gobierno promulgue normas que lo autolimiten, raro que ello ocurra. En consecuencia, coincido con que tales limitaciones pueden ser planteadas y discutidas solo en circunstancias de crisis, donde no exista un consenso importante que respalde al gobierno de turno y este mismo se vea obligado a introducir cambios a su rumbo político.