Las restricciones para viajar a Cuba que impone Trump terminan alimentando el discurso cubano

El Mises Institute reproduce esta nota de Alice Salles sobre los viajes a Cuba:

“La prohibición de viajar a Cuba de Trump es un muro contra los estadounidenses

Alice Salles

El Estado tiene demasiado poder sobre las personas. Pero la mayoría de nosotros no podemos comprender realmente cuán profundo es este poder hasta que nuestras vidas son completamente cambiadas por una nueva política.

Tres años después de que el presidente Obama redujera las restricciones para viajar a Cuba, la administración Trump impuso nuevas restricciones para los turistas estadounidenses. Esta nueva política afecta a los aviones y barcos privados y corporativos, a los cruceros y a otros viajes de grupo a la nación isleña.

En un comunicado de prensa, el secretario de Hacienda, Steven Mnuchin, dijo que la prohibición de viajar fue restablecida debido al «papel desestabilizador en el Hemisferio Occidental, proporcionando un punto de apoyo comunista en la región y apoyando a los adversarios de Estados Unidos en lugares como Venezuela y Nicaragua, fomentando la inestabilidad, socavando el imperio de la ley y suprimiendo los procesos democráticos».

Con las nuevas restricciones, dijo Mnuchin, la administración espera «mantener los dólares estadounidenses fuera del alcance de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad cubanos».

En Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Eduardo Rodríguez Parrilla, dijo que Estados Unidos quiere «[sofocar] la economía y[dañar] el nivel de vida de los cubanos para obtener concesiones políticas a la fuerza».

Bruno Eduardo Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, criticó fuertemente las nuevas sanciones a los viajes.

«Rechazo enérgicamente las nuevas sanciones anunciadas por #US vs. #Cuba que restringen aún más los viajes de los ciudadanos de #US a Cuba, con el objetivo de sofocar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para obtener concesiones políticas por la fuerza», escribió Parrilla en Twitter. «Una vez más, fracasarán».

Independientemente de cómo se sienta, el conflicto entre el gobierno de Estados Unidos y el régimen cubano no debería afectar a la gente que no tiene nada que ver con ello. Ya sea que los funcionarios de ambos países lo reconozcan o no, no tienen autoridad legítima sobre la vida de las personas.

El Estado no debería dictar la política de viajes

Este nuevo ataque a Cuba, admitió el propio Mnuchin en su declaración, se debe a la estrecha asociación de Cuba con Venezuela. Pero debido a que estas restricciones afectan directamente a los ciudadanos cubanos, ya que muchos sólo pueden ganarse la vida gracias a los turistas estadounidenses, el movimiento de Trump podría ser visto como un acto de guerra.

Ya sea que usted apoye o no a los regímenes opresivos de Venezuela y Cuba, la naturaleza de la política de la actual administración no puede ser ignorada, ya que pone a Estados Unidos, una vez más, en el papel de la policía del mundo. Y como hemos visto en el pasado, desempeñar este papel significa poner en peligro la vida de personas inocentes.

Mientras que para algunos podría parecer bien castigar a todo el país por su gobierno corrupto, la realidad es que los cubanos no están enamorados del comunismo… Por el contrario, muchos están de acuerdo en que su gobierno no los representa. Pero cuando Estados Unidos impone sanciones o prohibiciones de viajar, termina alimentando la propaganda del Estado cubano y restringiendo el derecho del individuo a hacer lo que le plazca con su propio dinero. Al final, los que más sufren son los cubanos, muchos de los cuales viven del intercambio con extranjeros.”

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