Se viene el tema de requerir que los bancos centrales fijen sus políticas de forma tal de impactar favorablemente en el medio ambiente. En fin, apenas son capaces de mantener una moneda relativamente estable como para sumar ahora este otro objetivo. Un par de papers tratan el asunto desde distintas perspectivas. Uno de ellos se titula “From Market to Green Economics: Impact on Monetary and Financial Policies”, que saldrá en el libro de Dariusz Adamski, Fabian Amtenbrink, Jakob de Haan (editors), Cambridge Handbook on European Monetary, Economic and Financial Market Integration. Los autores son Dirk Schoenmaker, Rotterdam School of Management, Erasmus University; Erasmus Research Institute of Management (ERIM); Centre for Economic Policy Research (CEPR) y Hans Stegeman, Erasmus University Rotterdam: https://ssrn.com/abstract=4155893
“El BCE ya ha dado el paso de ‘una regla de política monetaria’ a un banco central amplio con tareas monetarias y financieras. El siguiente paso es ecologizar estas tareas de estabilidad monetaria y financiera. Este capítulo argumenta que un cambio del paradigma predominante de “economía de mercado” a un paradigma de “economía verde” hará que esta transformación sea efectiva. Los desafíos de la sostenibilidad son de naturaleza compleja y tienen un largo horizonte.
En el aspecto financiero, el BCE debería «eliminar el riesgo del sistema financiero» haciendo más ecológicas sus tareas de supervisión y estabilidad financiera. Este capítulo ofrece una descripción general de los nuevos instrumentos financieros y su aplicación por parte del BCE. Por el lado monetario, el BCE todavía está adoptando una estrategia de dos frentes: un enfoque de riesgo y un enfoque de asignación. Si bien el enfoque de riesgo se ajusta al pensamiento de la economía de mercado, el paradigma de la economía verde sugiere un enfoque de asignación mediante el cual el BCE pasa de activos con alto contenido de carbono a activos con bajo contenido de carbono en sus operaciones de política monetaria. El enfoque de asignación está ganando terreno.”
El otro paper se titula “Can the Federal Reserve Save the Environment?”, por Kyoung-Gon Kim, Korea Institute for Defense Analyses (KIDA) y Doyoung Park, University of Arkansas: https://ssrn.com/abstract=3996862
“Este artículo estudia el efecto de la política monetaria sobre la calidad ambiental a través del canal de las cadenas globales de valor (CGV). A partir de un análisis proxy-VAR con la sorpresa de la política monetaria de EE. UU. como instrumento externo, mostramos que una política monetaria contractiva que eleva los costos del crédito interno e induce a una moneda local más fuerte tiene un efecto causal de reducción de emisiones, pero lo que es más importante, aumenta la intensidad de las emisiones debido a Desalienta la participación de las empresas en las cadenas de valor mundiales, lo que, a su vez, implica una reducción de la deslocalización de la contaminación. Este resultado indica que las políticas monetarias que apuntan principalmente a la estabilización económica tienen una externalidad ambiental no reconocida.”