El (VAR) de la economía no acierta en los efectos de la política monetaria…. Y el problema es que haya «políticas»

Hace tiempo que la econometría se presentó como la parte más “científica”, precisa o exacta, de las ciencias económicas. En particular, desde hace unas décadas ya, predomina el uso de los que se denominan modelos vectoriales autoregresivos (VAR). Bueno, parece que no están funcionando para evaluar los efectos de las políticas monetarias. Claro el problema no es la evaluación, el problema es que haya una “política”, que busca manipular la moneda.

Comenta el tema John Cochrane en su interesante blog, en un artículo que titula “Interest rates and inflation part 2: Losing faith in VARs”, parte de una serie: https://johnhcochrane.blogspot.com/2023/08/interest-rates-and-inflation-part-2.html

Así comienza:

“Cuando la Fed sube las tasas de interés, ¿cómo responde la inflación? ¿Hay «retrasos largos y variables» en la inflación y el producto?

Hay una historia estándar: la Fed sube las tasas de interés; la inflación es rígida, por lo que aumentan las tasas de interés reales (tasa de interés – inflación); mayores tasas de interés reales menor producción y empleo; la economía más débil empuja la inflación hacia abajo. Cada uno de estos es un efecto retardado. Pero a pesar de 40 años de esfuerzo, la teoría se esfuerza por corroborar esa historia (próxima publicación), se ha tenido que ver en los datos (última publicación) y el trabajo empírico es efímero: esta publicación.

El vector de autorregresión y la proyección local relacionada son hoy las herramientas empíricas estándar para abordar cómo la política monetaria afecta la economía, y lo han sido desde el gran trabajo de Chris Sims en la década de 1970. (Vea la reseña de Larry Christiano).

Estoy perdiendo la fe en el método y los resultados. Necesitamos encontrar nuevas formas de aprender sobre los efectos de la política monetaria. Esta publicación amplía algunos pensamientos sobre este tema en «Expectativas y la neutralidad de las tasas de interés», varios de mis artículos de la década de 1990* y excelentes revisiones recientes de Valerie Ramey y Emi Nakamura y Jón Steinsson, quienes resumen elocuentemente la identificación y el cálculo difíciles problemas del trabajo empírico contemporáneo.”

Algo que ya hemos vivido: las políticas monetarias expansivas y laxas pueden llevar a crisis financieras

Hay algo que muchos han aprendido a las malas: las políticas monetarias expansivas y laxas pueden terminar en crisis financieras y bancarias. Lo plantean en este paper: “LOOSE MONETARY POLICY AND FINANCIAL INSTABILITY”, por Maximilian Grimm, University of Bonn Department of Economics; Òscar Jordà, Federal Reserve Bank of San Francisco San Francisco; Moritz Schularick, University of Bonn Department of Economics y Alan M. Taylor School of Management University of California Working Paper 30958: http://www.nber.org/papers/w30958

“¿Los períodos de política monetaria persistentemente laxa aumentan la fragilidad financiera y la probabilidad de una crisis financiera? Esta es una pregunta central para los formuladores de políticas, pero la literatura no proporciona evidencia empírica sistemática sobre este vínculo a nivel agregado. En este artículo llenamos este vacío analizando datos históricos a largo plazo. Encontramos que cuando la postura de la política monetaria es acomodaticia durante un período prolongado, la probabilidad de turbulencia financiera en el futuro aumenta considerablemente. Investigamos las vías causales que conducen a este resultado y argumentamos que la creación de crédito y el sobrecalentamiento de los precios de los activos son importantes canales de intermediación.”

La emisión monetaria genera ganadores y perdedores. En nuestro caso es claro: gana el Estado y perdemos los demás

La política monetaria no es neutral, el dinero que la autoridad monetaria genera beneficia a algunos y castiga a otros, lo cual desata una puja de distintos sectores para recibir los beneficios y no tanto los costos de la emisión. En el caso argentino la cuestión parece clara, el beneficiario de la creación de moneda es el Estado, que tiene para cubrir los gastos que interesan a los políticos que estén en su control. EL tema es tratado en este artículo: Rouanet, L., de Western Kentucky University y Hazlett, P., de George Mason University:  “The redistributive politics of monetary policy”. Public Choice 194, 1–26 (2023). https://doi.org/10.1007/s11127-022-01009-w

“Si bien la ausencia de un efecto sistemático de la política monetaria sobre la riqueza y la distribución del ingreso puede parecer desalentadora para los investigadores, esta ausencia tiene, paradójicamente, importantes consecuencias para la economía política de las instituciones monetarias. En este artículo, argumentamos que el efecto de la creación de dinero en la distribución del ingreso y la riqueza dependerá tanto del equilibrio económico como político prevaleciente. En otras palabras, las consecuencias distributivas de la inflación dependerán de qué grupos de interés sean capaces de controlar el proceso de creación de dinero para su propio beneficio. Sin embargo, es precisamente debido a la dificultad de identificar a los perdedores de la inflación que es poco probable que los perjudicados por la política monetaria desempeñen un papel en su formación. La política monetaria puede entenderse como un proceso que brinda beneficios concentrados a grupos de intereses especiales mientras impone pérdidas dispersas y no fácilmente identificables a otros grupos. Por lo tanto, mientras que algunos economistas, especialmente los economistas de la tradición austriaca, han enfatizado cómo el impacto de los cambios en la oferta monetaria depende de los canales a través de los cuales el dinero se “inyecta” en la economía (Hayek, 1931; Mises, 1949; Garrison, 2000). ), es probable que la selección de tales canales esté determinada por la lógica de los grupos de interés. Por otro lado, mientras que la literatura existente sobre la economía política del dinero se ha centrado principalmente en el impacto del ciclo electoral (Abrams & Iossifov, 2006; Nordhaus et al., 1989; Drazen, 2000), así como en cuestiones de tiempo inconsistencia (Kydland & Prescott, 1977; Barro & Gordon, 1983) y la maximización del señoreaje (Cagan, 1956), tiende a dejar de lado el papel de los grupos de interés en la configuración tanto de las herramientas como de los objetivos que subyacen a la política monetaria. Las políticas de creación de dinero y asignación de crédito, por otro lado, permiten aplicar la lógica de los grupos de interés a la organización de la producción de dinero. Los efectos Cantillon son una cuestión de elección pública.”

Resulta que un banco central «independiente» genera nombramientos motivados políticamente, y malos resultados

Al Banco Central hay que cerrarlo, al menos al argentino: cualquier empresa con similar perfomance hubiera quebrado y cerrado hace rato, sólo que acá cada vez que quiebra, vuelve al ruedo. Algunos creen que la solución es tener un banco central independiente, y por cierto que es mejor que lo sea, pero eso no garantiza que no se equivoque “independientemente”. En un interesante paper de Vasso Ioannidou ;Bayes Business School (formerly Cass); Centre for Economic Policy Research (CEPR); Sotirios Kokas, University of Essex – Essex Business School; Thomas Lambert, Rotterdam School of Management, Erasmus University; Erasmus Research Institute of Management (ERIM) y Alexander Michaelides, Imperial College Business School; Centre for Economic Policy Research (CEPR), los autores plantean que aunque sean luego independiente, el nombramiento “politico” de sus directores genera peores resultados:

Ioannidou, Vasso and Kokas, Sotirios and Lambert, Thomas and Michaelides, Alexander, (In)Dependent Central Banks (October 31, 2022). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4262695  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4262695

“Desde fines de la década de 1980, muchos países han reformado el marco institucional que rige a sus bancos centrales para aumentar la independencia operativa. Al recopilar información biográfica sistemática, cobertura de la prensa internacional y opiniones de expertos independientes, encontramos que durante el mismo período, los nombramientos de los gobernadores de los bancos centrales se han vuelto más motivados políticamente, especialmente después de importantes reformas legislativas destinadas a proteger a los bancos centrales y a sus gobernadores de la interferencia política. También mostramos que los nombramientos por motivos políticos reflejan una menor independencia de facto y están asociados con peores resultados de inflación. Nuestros hallazgos informan el debate sobre la responsabilidad política y la credibilidad en la formulación de políticas en los bancos centrales.”

En el país de los ciegos el tuerto es rey: los bancos centrales independientes se equivocan algo menos que los que no lo son

Países como Argentina necesitan una profunda reforma monetaria, que va mucho más allá de la mera “independencia” del Banco Central, llegando hasta su misma eliminación, pero en el país de los ciegos el tuerto es rey, y entre los bancos centrales aquellos que son independientes generan mejores resultados relativos. Es lo que se concluye en el paper:

Jacome H., Luis I. (de Georgetown University) y Pienknagura, Samuel, del FMI, “Central Bank Independence and Inflation in Latin America—Through the Lens of History” (September 1, 2022). IMF Working Paper No. 2022/186, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4234375

“Estudiamos el vínculo entre la independencia del banco central y la inflación proporcionando evidencia narrativa y empírica basada en la experiencia de América Latina durante los últimos 100 años. Presentamos un novedoso conjunto de datos históricos sobre la independencia del banco central para 17 países latinoamericanos y hacemos un recuento del difícil camino recorrido por América Latina para lograr la independencia del banco central y la estabilidad de precios. Después de su creación como instituciones independientes, la independencia del banco central se vio erosionada en la década de 1930 en el momento de la Gran Depresión y tras el abandono del patrón de cambio de oro. Luego, en la década de 1940, los bancos centrales se convirtieron de facto en bancos de desarrollo bajo la égida de los gobiernos, aserrando las semillas de una alta inflación. Fueron necesarios los episodios de alta inflación de las décadas de 1970 y 1980 y la importante disminución asociada de los ingresos reales y el creciente descontento social para otorgar a los bancos centrales independencia política y operativa para centrarse en la lucha contra la inflación a partir de la década de 1990. La evidencia empírica confirma la fuerte asociación negativa entre la independencia del banco central y la inflación y encuentra que las mejoras en la independencia dan como resultado una disminución constante de la inflación. También muestra que los altos niveles de independencia del banco central están asociados con reducciones en la probabilidad de episodios de alta inflación, especialmente cuando van acompañados de reducciones en el financiamiento del banco central al gobierno central.”

Los bancos centrales no sabe mantener una moneda estable y ahora quieren salvar al medio ambiente

Se viene el tema de requerir que los bancos centrales fijen sus políticas de forma tal de impactar favorablemente en el medio ambiente. En fin, apenas son capaces de mantener una moneda relativamente estable como para sumar ahora este otro objetivo. Un par de papers tratan el asunto desde distintas perspectivas. Uno de ellos se titula “From Market to Green Economics: Impact on Monetary and Financial Policies”, que saldrá en el libro de Dariusz Adamski, Fabian Amtenbrink, Jakob de Haan (editors), Cambridge Handbook on European Monetary, Economic and Financial Market Integration. Los autores son Dirk Schoenmaker, Rotterdam School of Management, Erasmus University; Erasmus Research Institute of Management (ERIM); Centre for Economic Policy Research (CEPR) y Hans Stegeman, Erasmus University Rotterdam: https://ssrn.com/abstract=4155893

“El BCE ya ha dado el paso de ‘una regla de política monetaria’ a un banco central amplio con tareas monetarias y financieras. El siguiente paso es ecologizar estas tareas de estabilidad monetaria y financiera. Este capítulo argumenta que un cambio del paradigma predominante de “economía de mercado” a un paradigma de “economía verde” hará que esta transformación sea efectiva. Los desafíos de la sostenibilidad son de naturaleza compleja y tienen un largo horizonte.

En el aspecto financiero, el BCE debería «eliminar el riesgo del sistema financiero» haciendo más ecológicas sus tareas de supervisión y estabilidad financiera. Este capítulo ofrece una descripción general de los nuevos instrumentos financieros y su aplicación por parte del BCE. Por el lado monetario, el BCE todavía está adoptando una estrategia de dos frentes: un enfoque de riesgo y un enfoque de asignación. Si bien el enfoque de riesgo se ajusta al pensamiento de la economía de mercado, el paradigma de la economía verde sugiere un enfoque de asignación mediante el cual el BCE pasa de activos con alto contenido de carbono a activos con bajo contenido de carbono en sus operaciones de política monetaria. El enfoque de asignación está ganando terreno.”

El otro paper se titula “Can the Federal Reserve Save the Environment?”, por Kyoung-Gon Kim, Korea Institute for Defense Analyses (KIDA) y Doyoung Park, University of Arkansas: https://ssrn.com/abstract=3996862

“Este artículo estudia el efecto de la política monetaria sobre la calidad ambiental a través del canal de las cadenas globales de valor (CGV). A partir de un análisis proxy-VAR con la sorpresa de la política monetaria de EE. UU. como instrumento externo, mostramos que una política monetaria contractiva que eleva los costos del crédito interno e induce a una moneda local más fuerte tiene un efecto causal de reducción de emisiones, pero lo que es más importante, aumenta la intensidad de las emisiones debido a Desalienta la participación de las empresas en las cadenas de valor mundiales, lo que, a su vez, implica una reducción de la deslocalización de la contaminación. Este resultado indica que las políticas monetarias que apuntan principalmente a la estabilización económica tienen una externalidad ambiental no reconocida.”

¿Inflation targeting sin saber cuál es el «target»? Perdidos en el bosque, política monetaria a ciegas

En las últimas décadas se ha generalizado la política monetaria del “inflation targeting”, entre los países avanzados y, digamos, más “serios” en sus políticas monetarias. Ni qué hablar del resto. Pero he aquí que nuestros “inflation targeters” podrían estar fijando objetivos a ciegas, es decir, tienen poca idea de la evolución de las variables que ahora toman en cuenta y han dejado de seguir la evolución de la cantidad de dinero, algo que deberían volver a retomar. Esto es lo que plantea un artículo del C. D. Howe Institute de Canadá, Commentary NO. 623 Money Talks: The Old, New Tool for Predicting Inflation, por Steve Ambler y Jeremy Kronick: https://www.cdhowe.org/sites/default/files/2022-07/Commentary_623.pdf?mc_cid=3db1414352&mc_eid=c03ba8028c

 

“Hasta principios de la década de 1980, la mayoría de los economistas suscribían la idea de que había una correlación positiva significativa, tanto a corto como a largo plazo, entre los agregados monetarios y la inflación.

Sin embargo, la relación a corto plazo se deterioró a mediados de la década de 1980, y los banqueros centrales de hoy prestan poca atención a las tasas de crecimiento de los agregados monetarios, que miden todo, desde efectivo y depósitos bancarios hasta bonos de ahorro de Canadá, contribuciones netas de fondos mutuos y más (ver Explicador de conceptos clave) – en sus pronósticos de inflación y al tomar sus decisiones de política monetaria. Esto parecería desacreditar el monetarismo1 y los enfoques monetarios para comprender la inflación y la política monetaria, pero argumentamos que no es así.2 Es simplemente un ejemplo de un principio general atribuible a Rowe y Yetman (2002) y Otto y Voss ( 2014). Como se indica en el último documento, “si el Banco de Canadá está apuntando estrictamente (y con éxito) a una tasa de inflación del 2 por ciento en un horizonte de dos años, entonces las desviaciones actuales de la inflación del 2 por ciento deberían ser impredecibles con cualquier información disponible. al Banco dos años antes.” Esto significa que no solo los agregados monetarios no deberían ser útiles para predecir la inflación a dos años, sino que tampoco lo deberían ser el desempleo, la brecha de producción (entre la producción económica real y la potencial) o el principal instrumento de política del Banco de Canadá, la tasa de interés a un día. De hecho, sólo la propia meta de inflación debería predecir la inflación en ese horizonte.”

Mises y la importancia de una moneda sana. Una doctrina que fue abandonada

Con los alumnos de Escuela Austriaca, de UCEMA, vemos el artículo de Mises “Reconstrucción Monetaria”, donde comienza explicando el concepto de moneda sana. ¿Qué es una moneda sana? Aunque nadie dice que no deba serlo ya nadie persigue ese objetivo, que se relaciona con libertades civiles básicas. Así comienza:

“El principio de una moneda sana que guió las doctrinas y políticas monetarias del siglo XIX fue un producto de la economía política clásica. Constituyó una parte esencial del programa liberal, tal como lo desarrolló la filosofía social del siglo XVIII y lo difundieron los partidos políticos más influyentes de Europa y América durante el siglo siguiente.

La doctrina liberal ve en la economía de mercado el mejor, inclusive el único sistema posible de organización económica de la sociedad. La propiedad privada de los factores de la producción tiende a transferir el control de ésta a manos de quienes se hallan mejor capacitados para la tarea, y, de esta suerte, a procurar a todos los miembros de la sociedad la satisfacción más completa posible de sus necesidades. Ella atribuye a los consumidores el poder de elegir a aquellos proveedores que los abastezcan más barato de los artículos que solicitan con mayor urgencia y en esa forma sujeta a los empresarios y a los propietarios de los factores productivos, es decir, a los capitalistas y terratenientes, a la soberanía del público consumidor. Ella hace que las naciones y sus ciudadanos sean libres y proporciona sustento abundante para una población cada vez más numerosa.

Como sistema de cooperación pacífica con arreglo a la división del trabajo, la economía de mercado no podría funcionar sin una institución que garantizara a sus miembros que estarán protegidos en contra de los malhechores de adentro y de los enemigos de afuera. La agresión violenta únicamente puede frustrarse mediante la resistencia y la represión armadas. La sociedad necesita un aparato defensivo, un estado, un gobierno, una fuerza policíaca. Su funcionamiento sin tropiezos ha de salvaguardarse mediante el apresto incesante a repeler a los agresores. Mas entonces surge un nuevo peligro. ¿Cómo es posible mantener bajo control a aquellos a quienes se confía la dirección del aparato gubernamental, a fin de que no volteen sus armas contra aquellos a quienes deben servir? El problema político esencial estriba en cómo impedir que los gobernantes se conviertan en déspotas y esclavicen a los ciudadanos. La defensa de la libertad individual en contra de los abusos de los gobiernos tiránicos constituye el tema esencial de la historia de la civilización occidental. El rasgo característico de occidente se encuentra en el afán de sus pueblos por ser libres, preocupación que es desconocida de los orientales. Todas las maravillosas proezas de la civilización occidental son otros tantos frutos que han crecido en el árbol de la libertad.

Es imposible asir el significado de la idea de la moneda sana si no se hace uno cargo de que se concibió como un instrumento destinado a proteger las libertades civiles contra las invasiones despóticas por parte de los gobiernos. Ideológicamente pertenece a la misma categoría que las constituciones políticas y las declaraciones de derechos. La exigencia de garantías constitucionales y de declaraciones de derechos representó una reacción contra los regímenes arbitrarios y la inobservancia por los reyes de las costumbres tradicionales. El postulado de una moneda sana se esgrimió como respuesta a la práctica de los príncipes de rebajar la ley de la moneda acuñada. Más tarde se elaboró y perfeccionó con cuidado en la época que, como resul-tado de su experiencia con la Moneda Continental de las Colonias Norteamericanas, con el papel-moneda de la Revolución Francesa y con el período de restricción en Inglaterra, había aprendido lo que un gobierno puede hacer al sistema monetario de una nación.”

Milton Friedman: una mente libre y abarcativa: teoría y política monetaria, la evolución de las ideas y la responsabilidad social empresaria

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I, UBA Económicas, vemos las contribuciones de Milton Friedman. Son tan extensas que es imposible encontrar un sólo texto que las resuma. Por eso leemos uno que resume sus contribuciones a la teoría económica, y otros dos sobre temas laterales. También es difícil abarcar todo porque fue un autor que tanto escribió en el campo de la más pura teoría, como también textos de divulgación económica y hasta columnas semanales en una revista de noticias.

Para ver sus contribuciones a la teoría económica vemos un artículo de Antonio Argandoña titulado “El pensamiento económico de Milton Friedman”: http://www.iese.edu/research/pdfs/DI-0193.pdf , el cual permite tanto conocer los principales pasos de su carrera académica como también los principales temas que desarrollara.

La teoría económica avanza como un proceso de presentación de nuevas teorías, confirmaciones y refutaciones. En definitiva, es como un diálogo entre sucesivos autores. Aunque no los mencionen, cada autor está debatiendo con algún autor anterior. En el caso de Milton Friedman, parece claro que todas sus contribuciones parten de una discusión con la ortodoxia predominante en ese momento, que era el legado de Keynes. Y, dada su perspectiva epistemológica (que plantearía en un artículo famoso), se dirige a revisar la validez empírico de algunas conclusiones keynesianas, comenzando con el papel del consumo. De allí deriva el concepto de “renta permanente”.

En definitiva, podemos decir que fue el fundador de una Escuela, que agrupa a una serie de autores, algunos incluso previos al mismo Friedman, que comparten ciertos principios básicos, tales como la toma de decisiones raciona, la idea que los precios ‘vacían’ los mercados, que los participantes tienen la información necesaria…., que los mercados son eficientes. Las desviaciones de corto plazo no alejan al mercado del equilibrio de largo plazo; las supuestas rigideces de precios son conductas óptimas ante la incertidumbre, por ejemplo, los contratos a largo plazo. Los monopolios son infrecuente y causados por el gobierno cuando limita el ingreso de nuevos competidores.

En fin, la lista es larga. Seguramente, y de allí que a estos autores se los denomine “monetaristas”, las principales contribuciones, y también las más polémicas, lo han sido en el ámbito de la teoría monetaria, donde rescata de la crítica keynesiana a la Teoría Cuantitativa del Dinero, avanza sobre el análisis de la estabilidad de la demanda de dinero, discute sobre el impacto de la política monetaria en relación a la política fiscal y resume su visión en aquella famosa frase de que la inflación es siempre y en todo momento un fenómeno monetario.

El artículo de Argandoña considera en detalle los aportes monetarios, incluyendo cuestiones tales como la regla monetaria o las reservas fraccionarias, pero como queremos poder ver también otros de sus aportes hubo dos artículos más en consideración.

El primero de ellos, escrito junto a su mujer Rose, se titula “La corriente en los asuntos de los hombres”: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/39_3_Friedman.pdf En este texto, los autores analizan el papel de las ideas en la evolución de la sociedad, y plantean la existencia de ciclos que muestran un proceso de crecimiento y envejecimiento de distintos paradigmas.

Finalmente, un artículo que ya con su título no podía dejar de causar polémica, “La Responsabilidad Social de los Empresarios es ganar dinero”: http://www.umich.edu/~thecore/doc/Friedman.pdf . Publicado originalmente en la revista dominical de The New York Times, no podía sino ser desafiante para una audiencia, digamos, “progresista”. No obstante, el texto no solamente generó polémica en ese ámbito. Un empresario “libertario”, John Mackey, creador de la cadena de supermercados de productos naturistas Whole Foods, lo discute: http://reason.com/archives/2005/10/01/rethinking-the-social-responsi

Nuevo libro de Hoover Press editado por John B. Taylor, conocido por la famosa ‘Taylor rule’, actual presidente de la Mont Pelerin Society

En su nuevo libro de Hoover Press, Currencies, Capital and Central Bank Balances, los economistas John B. Taylor, John H. Cochrane y otros expertos abordan los grandes debates que afectan a la política monetaria estadounidense y mundial.

Basándose en una conferencia de 2018 con ese nombre, la Institución Hoover reúne a destacados académicos y creadores de políticas monetarias para compartir ideas sobre cuestiones urgentes que enfrentan los bancos centrales en la actualidad. Con discusiones en profundidad que cubren el tamaño del balance de la Reserva Federal, el papel del gobierno en alentar o restringir los flujos de capital, la volatilidad de los flujos de capital y los tipos de cambio, y muchas otras preguntas de política apremiantes, examinan desarrollos de investigación relevantes y argumentan opciones para reforma.

Los colaboradores incluyen Adrien Auclert, Rafael Bostic, Sebastian Edwards, Peter R. Fisher, Esther L. George, Gita Gopinath, Oleg Itskhoki, Robert S. Kaplan, Mickey D. Levy, Lorie K. Logan, Prachi Mishra, William Nelson, Jonathan D Ostry, Monika Piazzesi, Charles I. Plosser, Randal K. Quarles, Raghuram Rajan, Thomas J. Sargent, Martin Schneider, George P. Shultz, John B. Taylor, Paul Tucker, Kevin Warsh y John C. Williams.

Problemas en la política monetaria

Dos temas relacionados invaden los debates sobre política monetaria en los bancos centrales individuales y la reforma del sistema monetario y financiero internacional: la volatilidad de los flujos de capital y los tipos de cambio, y el uso de la política de balance por parte de los bancos centrales. Las cuestiones clave son si la gestión del flujo de capital es adecuada para hacer frente a la volatilidad y si el balance del banco central debería reducirse a un nivel en el que las tasas de interés estén determinadas por el mercado. Estas cuestiones están relacionadas debido al gran efecto de las operaciones del balance en los tipos de cambio y los flujos de capital.

En este libro, los principales responsables políticos y académicos examinan las políticas monetarias y financieras actuales e intentan ofrecer alternativas a la situación actual, a menudo volátil. Miran, por ejemplo, las cuestiones prácticas que deben considerarse al enmarcar las posibles reglas del juego monetario. Exploran la interacción entre los patrones de facturación comercial y la fijación de precios de los activos seguros en diferentes monedas, mostrando por qué una moneda dominante se usa tanto en la facturación comercial y en la financiación global. Debaten cómo la regulación financiera posterior a la crisis, a través de sus incentivos para el comportamiento de los bancos, puede influir en el tamaño del balance de la Reserva Federal a largo plazo. Y ofrecen alternativas a la visión institucional del FMI sobre el uso de los controles de capital.

Con numerosos debates en profundidad sobre la volatilidad de los flujos de capital y los tipos de cambio, y el uso de la política de balance por parte de los bancos centrales, exploran desarrollos de investigación relevantes y debaten opciones de políticas para ofrecer una variedad de alternativas únicas y creativas a las opiniones prevalecientes.

http://www.hooverpress.org/Currencies-Capital-and-Central-Bank-Balances-P1004.aspx