Los diez principales problemas ambientales. Ahora la energía, ¿a qué precio?

En un post anterior comenté un interesante artículo titulado “Urgencias ambientales: los diez problemas que esperan solución”, donde se comentan los resultados de una investigación de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara: http://www.lanacion.com.ar/1720041-urgencias-ambientales-los-diez-problemas-que-esperan-solucion y se los compara con los del informe del Índice de Calidad Institucional 2013, que también consideraba los principales problemas ambientales: http://www.libertadyprogresonline.org/2012/07/12/indice-de-calidad-institucional-2012/

Petróleo

Veamos ahora el tema de la energía:

Para la Fundación:

El viento costero y patagónico, la luz solar y el agua son recursos naturales aún desaprovechados. «El modelo vigente y su tendencia nos alejan de poder diversificar la matriz energética», dicen los autores del informe. En 2012 (el último período para el que obtuvieron datos), las pequeñas centrales hidroeléctricas activas aportaron 92 MW y las centrales eólicas y solares fotovoltaicas, 118 MW (ese año, España obtuvo 21.288 MW del viento). El uso de la energía tampoco es tan eficiente en los hogares, la industria y el alumbrado público (sólo la ciudad y la provincia de Buenos Aires poseen un plan de reemplazo de las luces de las calles con lámparas de alta eficiencia).

SOLUCIÓN: Ampliar el uso de las etiquetas de eficiencia energética más allá de los electrodomésticos, instalar atenuadores de potencia en el sistema de alumbrado público del país, educar a la población en el consumo responsable y promover la coproducción industrial de energía eléctrica y térmica a partir de un solo combustible.

Informe ICI 2012:

El impacto ambiental del consumo de energía se debe al uso de la leña a nivel doméstico, al uso de combustibles fósiles a nivel urbano por parte de los vehículos de transporte, y la emisión de gases de efecto invernadero, a nivel global. El desarrollo de energía hidroeléctrica, si bien es renovable, genera también impactos ecológicos, causando inundaciones de terrenos. El potencial solar, hidroeléctrico y eólico, o de biocombustibles no compite todavía en costos con los combustibles fósiles, los Estados subsidian a algunos en lugar de desregular, reducir cargas e impuestos para que estas nuevas tecnologías prosperen. Precios subsidiados generan un consumo mayor de energía, visibles particularmente en los países productores de petróleo como México, Venezuela y Ecuador. En el caso del primero los subsidios a la gasolina alcanzan la cifra de 10.000 millones de dólares, al diesel unos 3.600 millones. También se subsidia el precio de la electricidad con el mismo resultado de un mayor consumo.

El subsidio a energías renovables, como la producción de biocombustibles, no necesariamente reduce la emisión de CO2 ni genera un menor consumo de electricidad, sobre todo cuando sus tarifas también son subsidiadas por el Estado, y desplaza también la cobertura vegetal existente, bosques o la producción de cosechas con destino a la producción de alimentos. No reduce el consumo de combustibles fósiles.

6 pensamientos en “Los diez principales problemas ambientales. Ahora la energía, ¿a qué precio?

  1. Creo yo que la base de todo problema ambiental, como el efecto invernadero y el calientamento global, (que es causado por la mano del hombre) es la falta de inversión de los estados. La inacción en cuento a políticas publicas y regulamiento. Como se soluciona el problema de la energía? Invirtiendo, haciendo planeamientos de acá a 20 30 años y que cada gobierno continúe con esas obras. Pero en estos tiempos ningún gobierno aplica esas políticas a largo plazo, la tendencia son políticas disfrazadas de obras que nunca se terminan y a corto plazo.
    La falta de inversión y los problemas que hay en el país energéticos estuvieron a la vista de todos el pasado verano. Al igual que va a pasar este verano y el siguiente. Y la explicacion que le dieron al ciudadano fue que los cortes de luz que sufrimos fue por el crecimiento tan repentino que en el 2001 no había fabricas abiertas, que en la década k se reactivo la economía y por ello, y mas las altas temperaturas el sistema colapsaba. Entonces siempre nos encontramos con un doble discurso. Que paso con las políticas de previsión? Por que no se invirtió? El estado culpo y sanciono a edesur y a edenor, pero el estado es quien debió controlar, regular, y sancionar antes de que ocurran esos hechos.
    Entonces mi conclusión es que por este camino el debate acerca del problema energético y ni hablar de los problemas ambientales, es solo un debate, porque lejos estamos de alguna solución.

  2. A mi modo de pensar en la argentina nunca hemos tenido conciencia del impacto ambiental que puede traer las empresas generadoras de energía ni los productores de energía y ni tampoco los consumidores. La mejor regulación posible a corto plazo es poner impuestos al consumo excesivo como forma de traducir el perjuicio que ello acarrea. Lo cierto es que al tratarse de un monopolio natural es quizás mas complicado en poner determinadas medidas, pero es necesario que se hagan ya que la externalidad que trae este uso indiscriminado es claramente negativa. Hoy en dia los habitantes no vemos claramente el impacto ambiental pero en unos años será un grave problema que lo sentiremos en nuestro pesar físico desde cambios climáticos, gases tóxicos, lluvias ácidas, etc. y volver al estado anterior que se encontraba el medio ambiente será mas costoso que si se hubiesen tomado los recaudos y fomentando otro tipos de energías alternativas. Estas nuevas energías deben ser fomentadas , y tener para quienes la produce un subsidio capaz de que le sea sustentable para poder instalarse en el mercado. Este tipo de tecnologías si no son acompañadas por un estado receptor son poco viables, pues nadie va a producir para perder. En conclusión con fomentar nuevas energías, y con reducir el consumo a lo que necesitamos sin excedernos (teniendo en cuenta que la energía que se utiliza hoy en día es un recurso escaso) y con una educación aplicada a temas del medio ambiente, tal vez, la transición a las nuevas energías será menos costosa e impactante .

  3. La necesidad de aumento productivo de las sociedades industrializadas lleva parejo un incremento de los bienes de consumo y la creación de un mecanismo en el que se establece una equivalencia entre el confort y el consumo. Ello ha supuesto en las últimas décadas una avidez consumista, en donde el consumo es una finalidad en sí misma. La acumulación de bienes, útiles o no, el despilfarro como signo de poder adquisitivo y distinción social, la exigencia de gasto de elementos perecederos, son consecuencias del mecanismo de sostenimiento que el sistema económico de las sociedades desarrolladas ha establecido para mantener la capacidad productiva creciente que lo sustenta.
    Como ya sabemos, los recursos son escasos y las necesidades son infinitas. Así, la demanda de energía no sólo ha tenido que crecer en la industria, sino también en los consumidores de los productos manufacturados, dado que estos precisan mayoritariamente energía para cumplir con su finalidad. Para satisfacer esta demanda no sólo de bienes, sino de exigencia de nuevas cotas de confort, se hace precisa una mayor generación y oferta de energía. Por ello, se ha hecho necesario dotar de grandes centros generadores de energía excedentaria, ante la eventualidad de poder satisfacer la demanda que pueda ser requerida.
    El estado del bienestar, ha generado el «estado del gasto y de la dependencia energética».
    La energía ha pasado a lo largo de la historia, de ser un instrumento al servicio del ser humano para satisfacer sus necesidades básicas, a ser la gran amenaza , el motor y eje de la problemática ambiental que se cierne sobre el planeta, hipotecando la existencia de las generaciones venideras.
    Una de las aportaciones a la solución, o al menos paralización de esta problemática medioambiental, es lograr que satisfaciendo las necesidades actuales de energía, ésta sea producida sin alterar esos almacenes energéticos que cumplen una función de equilibrio ecológico, y que su uso, además de ser más eficiente, no sea origen de fuentes de contaminación ni aumento del deterioro actual y futuro del entorno, evitando el derroche de energía y aprovechando al máximo la producción realizada.
    Como conclusión, tres son los problemas a los que nos ha abocado el consumo desmedido de la energía: En primer lugar, un deterioro del entorno; en segundo lugar, un paulatino agotamiento de los recursos naturales; y en tercer lugar, un desequilibrio irracional en el reparto del consumo y uso de la energía.
    Ante esta situación, las energías de origen renovable adquieren un papel primordial, necesario y urgente tanto en su aplicación como en la difusión de su uso.

  4. La energía no es un fin en sí mismo, sino un medio que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades. El consumo de energía crece cada año.
    Se debería hacer hincapié en el consumo racional. Utilizar mejor la energía.
    Las etiquetas de eficiencia energéticas brindan información al consumidor al momento de comprar el producto. El incentivo más fuerte que encuentro para que el consumidor quiera reducir su consumo es que estaría cuidando el medio ambiente y además su bolsillo.
    Fue una buena política promover las lámparas de bajo consumo. Pero sería más significativo intervenir en otros sectores como el industrial – comercial.
    Se debería incentivar el uso de energías renovables por ejemplo con ventajas fiscales, remuneración especial.
    La sociedad no puede seguir desarrollándose a partir de fuentes de energía que se van agotando. Sin embargo, la rentabilidad de estas energías es baja debido a la competencia. Financiar otro tipo de energía es muy costoso, se necesita inversión y un verdadero compromiso ambiental que se desarrolle a largo plazo para ver resultados concretos.

  5. Desde hace por lo menos cinco décadas la humanidad enfrenta una auténtica crisis ecológica: contaminación de la atmósfera; energías y recursos no renovables que se agotan; contaminación de los ríos, de los mares; reducción de la biodiversidad; muerte de ecosistemas; cambio climático; explosión demográfica.
    Esta crisis es provocada por distintos tipos de actividades humanas: las actividades de consumo de los bienes materiales producidos, las de explotación del medio natural, etc. Estas actividades se relacionan estrechamente con los modos de producción y consumos propios del sistema económico actual, que permite a los países más acaudalados ( y a sectores ricos de países pobres) disfrutar de un bienestar material nunca antes alcanzado, pero utilizando tecnologías por demás perniciosas para el medio ambiente, para nuestro planeta, el de todos y cada uno de los seres vivos que los habitamos.
    Un uso desmedido de la energía, un gasto innecesario, un abuso de esta fuente claramente que representa una externalidad negativa, una falla del mercado. Claramente que para poder paliar los efectos negativos de esta cuestión requerimos políticas públicas, políticas que en principio deberían funcionar en aras del bien común.
    Pero la pregunta que cabe hacerse es: ¿ como fomentamos un uso racional de la energía , como incentivamos a los individuos de que actúen con una consciencia ambiental, como fomentamos la producción de nuevas fuentes de energía menos invasivas, menos dañinas y tal efectivas como la utilizada hasta entonces?. Tal como dice el artículo : «El viento costero y patagónico, la luz solar y el agua son recursos naturales aún desaprovechados». No debemos olvidarnos que los recursos son escasos, y nuestras necesidades infinitas. Si perdemos de vista esta cuestión, creo que los problemas se van a acentuar más y más.
    Para que estas tecnologías prosperen es necesario desde mi punto de vista, subsidios por parte del Estado, implica una toma de consciencia, un no hipotecar nuestro planeta, un pensar en el ahora pero también en el mañana.
    Para cerrar transcribo una oración que leí hace unos días y que creo que tiene que ver con esto que los hombres hacemos tan mal, y que va signando nuestro futuro político, económico, social y ambiental: «Lo que hace bien un caballo, un pájaro, un pez, el hombre lo hace naturalmente muy mal. Por lo menos cabría esperar que hiciera bien lo que lo distingue como hombre.[…] »
    Castillo, Abelardo. «Animales que piensan», en Clarín, Segunda Sección, 11/10/92, pág 15.

  6. Considero que la búsqueda de medidas alternativas de energía resulta ser una decisión muy adecuada, y consiste en una actividad que el hombre realiza constantemente teniendo conciencia de que este tipo de bienes son no renovables, resulta necesario buscar otros mecanismos que lo remplacen, además teniendo en cuenta que ciertas formas de energía causan graves problemas ambientales, si bien claramente siguiendo la teoría desarrollada por el economista Pigou resulta conveniente incentivar las externalidades positivas como aquellos medios de obtención de energía que no resulten perjudiciales para el medio ambiente y por otro lado imponer impuestos a aquellos medios que perjudican a aquel, siendo este impuesto no uno que busque recaudar el Estado sino que el objetivo de aquel es desalentar estas actuaciones.
    Ahora resulta ser muy interesante la pregunta de que a que costo conviene incentivar o desalentar determinadas medidas, considero que tal vez en un primer momento resulte conveniente subvencionar cierto medio de obtención de energía pero teniendo en mira que aquella deberá ser utilizada para buscar tecnología que permita obtenerla a menores costos, si se realiza buscando ese objetivo si podemos hablar de que la relación costo beneficio termina siendo productiva.
    Esta nota de Clarín claramente demuestra el porcentaje que el gobierno actual gasta en subsidios de energía. Haciendo referencia que la falta de medidas alternativas de energía también tiene una gran importancia sobre este efecto. http://www.clarin.com/politica/foco_0_1208879113.html. La nota además menciona que el gobierno había pensado reducir los subsidios provocando un tarifazo en la luz con el objetivo de reducir el consumo pero había retrocedido en sus pasos claramente por el costo político que ello acarrea. Esto sucede porque los políticos toman medidas a corto plazo, y ninguno esta dispuesto desarrollar aquellas medidas que a largo plazo generen mejores beneficios a la economía ya que aquellas repercuten en su interés de permanecer en el poder. Los políticos al igual que todos persiguen sus propios intereses siendo la figura del soberano benévolo, un mito.

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