En Junio de 1959, Ludwig von Mises dictó seis conferencias en Buenos Aires. Éstas fueron luego publicadas y las consideramos con los alumnos de UCEMA, Escuela Austriaca. Su tercera conferencia se tituló “Intervencionismo” y trata ahora sobre ese supuesto “tercer camino”. Mises comenta:
“La idea que existe un tercer sistema – entre el socialismo y el capitalismo – como sus sostenedores dicen, un sistema tan alejado del socialismo como lo está del capitalismo pero que retiene las ventajas y evita las desventajas de cada uno, es puro disparate. La gente que cree en tan mítico sistema puede convertirse en realmente poética cuando elogian la gloria del intervencionismo. Se puede decir, solamente, que están equivocados.
La interferencia del gobierno, que ellos elogian, provoca condiciones que a ellos mismos les disgustan. Uno de los problemas que trataré más adelante es el proteccionismo. El gobierno trata de aislar el mercado doméstico respecto al mercado mundial. Impone tarifas que elevan el precio doméstico de un producto por sobre el precio en el mercado mundial, haciendo posible a los productores domésticos formar cárteles. Los cárteles entonces son atacados por el gobierno declarando: ‘Bajo estas condiciones, es necesaria una legislación anti – cártel’
Esta es precisamente la situación con la mayoría de los gobiernos europeos. En los EEUU, hay además otras razones para la legislación anti – trust y la campaña del gobierno contra el fantasma del monopolio Es absurdo ver al gobierno – que crea por su propia intervención las condiciones que hacen posible la emergencia de cárteles domésticos – señalar con el dedo a las empresas, diciendo: ‘Hay cárteles, por lo tanto la interferencia del gobierno en los negocios es necesaria’. Sería mucho más simple evitar los cárteles terminando la interferencia del gobierno en el mercado – una interferencia que hace posibles estos cárteles.
La idea de la interferencia del gobierno como una ‘solución’ a los problemas económicos lleva, en cada país, a condiciones que, por lo menos, son bastante insatisfactorias y, a menudo, caóticas. Si el gobierno no se detiene a tiempo, fomentará el socialismo. Sin embargo, la interferencia del gobierno en los negocios es todavía muy popular. Tan pronto como a alguien no le gusta algo que sucede en el mundo, dice: ‘El gobierno debería hacer algo al respecto. ¿Para qué tenemos un gobierno? El gobierno debería hacerlo.’ Y este es un resabio de pensamiento característico de épocas pasadas, de épocas que precedían a la libertad moderna, al moderno gobierno constitucional, antes del gobierno representativo o del republicanismo moderno.
Por siglos existió la doctrina – sostenida y aceptada por todos – que un rey, un rey ungido – era el mensajero de Dios; tenía más sabiduría que sus súbditos; y tenía poderes sobrenaturales. Tan recientemente como a principios del Siglo XIX, la gente que sufría de ciertas enfermedades esperaba ser curada por el toque real, por la mano del rey. Los doctores eran generalmente mejores; sin embargo, hacían que sus pacientes se trataran con el rey.
Esta doctrina de la superioridad del gobierno paternal, de los poderes sobrenaturales y sobrehumanos de los reyes hereditarios, ha desaparecido gradualmente – o por lo menos eso creíamos. Pero apareció nuevamente. Hubo un profesor alemán llamado Werner Sombart (lo conocí muy bien), que era conocido en todo el mundo; era doctor honorario de muchas universidades y miembro honorario de la American Economic Association. Ese profesor escribió un libro que se encuentra disponible en una traducción al inglés, publicada por la Princeton University Press; también existe una traducción al francés, y probablemente exista una versión en español. Y espero que exista porque deseo que verifiquen lo que estoy diciendo. En este libro – publicado en nuestro siglo y no en la Edad Media – Werner Sombart, profesor de Economía, simplemente dice: ‘El Führer, nuestro Führer,’ – desde ya se refiere a Hitler – ‘recibe sus órdenes directamente de Dios, el Führer del Universo’
Antes ya mencioné esta jerarquía de Führers, y en esta jerarquía mencioné a Hitler como el ‘Supremo Führer’… Pero existe, de acuerdo con Werner Sombart, un más alto Führer: Dios, el Führer del Universo. Y Dios, escribió, le da Sus órdenes directamente a Hitler. Desde ya, el Profesor Sombart dijo, bastante modestamente; ‘No sabemos cómo Dios se comunica con el Führer. Pero el hecho no puede negarse’
Ahora, si oyen que dicho libro puede ser publicado en idioma alemán, el idioma de una nación que una vez fue aclamada como ‘la nación de los filósofos y de los poetas’, y ven que puede ser traducido al inglés y al francés, no podrán asombrarse del hecho que un pequeño burócrata se considere a sí mismo mejor y más inteligente que los ciudadanos y desee interferir en todo, aunque sea solamente un pobre minúsculo burócrata, y no el famoso Profesor Werner Sombart, miembro honorario de lo que sea.
¿Existe un remedio contra estas cosas? Yo diría que sí, que hay un remedio. Y este remedio es el poder los ciudadanos; tienen que impedir que se establezca un régimen tan autocrático que se arroga una mayor sabiduría que la del ciudadano común. Esta es la diferencia fundamental entre la libertad y la servidumbre. Las naciones socialistas han usurpado para sí mismas el término democracia. Los rusos llaman a su sistema Democracia Popular, probablemente sostienen que la gente está representada en la persona del dictador. Creo que a un dictador, Juan Perón aquí en la Argentina, se le dio una buena respuesta cuando se lo forzó al exilio en 1955. Esperemos que otros dictadores, en otras naciones, se les dé una respuesta similar.”
En el año 1959 Mises dicto una serie de conferencias en la ciudad de Buenos Aires. Estas conferencias son divididas en seis, cada una dedicándose a un tema en especial.
En la primera describe al capitalismo y al mercado, y como su aparición ha significado el mayor avance en la historia de la humanidad, ya sea en términos de aumentos poblacionales y también calidad de vida (si bien necesito tiempo para dar resultados).
La segunda consiste en un análisis del socialismo. De acuerdo al análisis de Mises es todo lo opuesto al capitalismo. Las decisiones de vida de los individuos están guiadas por los decretos del gobierno; se pierde el libre albedrío que disfrutan las sociedades capitalistas. En palabras de Mises “…él es como un soldado en un ejército. El soldado no tiene el derecho de elegir su guarnición, el lugar donde hará el servicio militar. Debe obedecer órdenes”. En el capitalismo los supremos patrones son los consumidores y los empresarios, si quieren tener éxito, deben servir al prójimo. Pero en el socialismo, no es el vendedor quien debe mostrarse agradecido, sino el comprador. El ciudadano no es el patrón; el patrón es el Comité Central.
En la tercera conferencia se critica al intervencionismo estatal, pero no a la acción de intervenir del Estado como tal; justamente la razón de existencia del estado es para que intervenga. Lo que Mises critica es el intervencionismo en cuestiones que él cree que el Estado no debería intervenir, como por ejemplo controlar los precios de mercado. Sí considera que el gobierno debiera proteger a los habitantes del país contra los violentos e ilegales ataques de los bandidos y defender el país contra los enemigos extranjeros.
En la cuarta, se dedica a hablar sobre el fenómeno de la inflación, entendido como la pérdida de poder adquisitivo del dinero. Se critica a las posiciones defensoras de la inflación que tan comúnmente argumentan a favor de la inflación para lograr el pleno empleo (algo que Mises desmiente). Además, desarrolla implícitamente el concepto de la no-neutralidad del dinero.
En la quinta se aborda el tema de las inversiones extranjeras y como estas son tan importantes para lograr un mayor desarrollo en las economías. Estas permiten el proceso de acumulación de capital y por ende una mayor producción.
En la sexta y última, el tema es “Política e ideas. En líneas generales lo que se trata aquí es que las ideas que se han gestado en los últimos siglos han tenido impacto en la esfera política y significado un gran cambio para la humanidad.
En el artículo titulado “RECONSTRUCCION MONETARIA” Mises desarrolla un análisis sobre la moneda y como esta ha sido manipulada a lo largo de la historia, para luego proponer una reforma monetaria. Luego de un análisis riguroso del patrón oro y sus derivados más próximos, el autor hace una crítica a las diversas posturas inflacionistas. De acuerdo a su interpretación, el patrón oro ha sido dejado de lado por las limitaciones que impone en política monetaria. Estas limitaciones a los gobiernos restringe su poder de acción, y han sido estos los que abandonaron el patrón oro para pavimentar el camino hacia la inflación. La inflación constituye una herramienta para lograr beneficios políticos a través de la demagogia; según Mises “La inflación constituye el complemento fiscal del estatismo y el gobierno arbitrario. Es un engranaje en el complejo de normas e instituciones que nos llevan gradualmente hacia el totalitarismo.”
Lo que me ha parecido interesante de estos dos textos tratare de resumirlo en algunas frases de Mises:
“Los marxistas formulaban su teoría de esta manera: si los niveles de salario de los trabajadores van hacia arriba, y los salarios suben por encima de los niveles de subsistencia, los trabajadores tendrán más hijos; y cuando estos hijos ingreses en la fuerza laboral, incrementarán la cantidad de trabajadores hasta el punto en que los niveles de salarios caigan llevando otra vez a los trabajadores hacia abajo a un nivel de subsistencia, el mínimo nivel de subsistencia que escasamente evitará que la población trabajadora se extinga”. Pareciera que los marxistas han adoptado los conceptos desarrollados por Malthus, ya que en esta frase de Mises que se describe al marxismo podemos notar una gran relación entre las dos teorías.
Un hecho que desconocía fue la declaración del presidente Cleveland que justificó su veto escribiendo: ‘En tanto es el deber de los ciudadanos mantener al gobierno, no es el deber del gobierno mantener a los ciudadanos’. Y Mises comenta: “Esto es algo que cada estadista debería escribir en la pared de su oficina para mostrarle a la gente que llega pidiendo dinero”. Mirando la situación actual de Argentina y escuchando a lo que generalmente se dice en la opinión pública, pareciera que vivimos con una concepción totalmente opuesta en este tema.
Otro tema diferente es el que plantea Mises aquí: “No puede haber una moneda estable en un medio que se halla dominado por ideologías hostiles a la conservación de la libertad económica”. Esta frase me parece muy cierta y el caso ilustre de esto es Argentina. Es un país que está en su mayoría dominado por ideologías contrarias a la libertad económica y con altas inflaciones (dos hiperinflaciones) a lo largo de varias décadas.
Preguntas:
1) De acuerdo a lo que ha dicho en el texto sobre que las instituciones educativas, desde las universidades hasta los jardines de niños, la prensa, la radio, el teatro, lo mismo que el cinematógrafo, y las empresas editoriales se encuentran casi completamente dominadas por personas a cuyo modo de ver el capitalismo se presenta como el más espantoso de todos los males.
¿Por qué cree que los ámbitos culturales como el cine o la música están dominados por estas ideologías anticapitalistas?
2) ¿Su propuesta de reforma monetaria seria análoga a la propuesta desarrollada por Henry Simons o tiene alguna diferencia?
3) ¿Cómo reaccionaria ante el nuevo fenómeno de las cripto-monedas para poder quitarle poder a los gobiernos en materia de política monetaria?