Con los alumnos de Escuela Austriaca de UCEMA vemos a Ludwig von Mises en “Acción Humana”, considerando el tema de los precios, su formación, la competencia en los mercados y las distorsiones de precios que pudieran existir ante la existencia de monopolios. Aquí algunos de sus comentarios:
“Suele hablarse de competencia imperfecta o monopolística cuando las mercancías ofrecidas por los diferentes productores y vendedores, si bien del mismo género, son dispares entre sí. Con arreglo a tal sistemática, la inmensa mayoría de los bienes de consumo caería en la categoría de bienes monopolizados. Lo único, sin embargo, que interesa, al abordar el problema de la determinación de los precios, es lo referente a si el vendedor se halla capacitado para explotar dicha disparidad y, mediante deliberada restricción de la oferta, incrementar sus ingresos netos. Sólo cuando ello es posible y efectivamente se practica surge el precio de monopolio diferenciable del competitivo. Tal vez el vendedor tenga una clientela tan adicta que prefiera comprar en su tienda antes que en las de la competencia, hasta el punto de no abandonarle aun cuando eleve el precio solicitado por encima del de los demás comerciantes.
Para dicho vendedor, el problema estriba en saber si el número de tales clientes llegará a ser lo suficientemente amplio como para compensar aquella reducción de ventas que la abstención de otros adquirentes inexorablemente habrá de provocar. Sólo en tal caso le resultará ventajoso sustituir el precio competitivo por el de monopolio. Gran confusión engendró torcida interpretación de eso que se denomina control de la oferta. Todo fabricante de cualquier bien participa en el control de la oferta de cuantas mercancías se ofrecen en venta. Si el interesado hubiera producido una cantidad mayor de a, habría incrementado la oferta, provocando una tendencia a la baja del precio correspondiente.
Ahora bien, la cuestión estriba en saber por qué el actor no produjo a en mayor cantidad. ¿Procuró acaso, de esta suerte, acomodar su actuación del mejor modo a los deseos de los consumidores, dejando restringida la producción de a exclusivamente a la cuantía p? O, por el contrario, ¿prefirió violentar los mandatos de los consumidores en provecho propio? No produjo más a, en el primer caso, por cuanto el fabricar a en cuantía superior a p habría supuesto detraer escasos factores de producción de otras inversiones que permitían atender necesidades más urgentemente sentidas por los consumidores; no produjo p -+- r, sino sólo p, pues dicho incremento habría reducido o incluso anulado sus ganancias, mientras todavía había otras muchas provechosas aplicaciones en que invertir el capital disponible. En el segundo supuesto, dejó de producir r porque le resultaba más ventajoso no emplear una parte de las existencias de cierto factor específico de producción, m, que monopolizaba.
Si el interesado no gozara de ese monopolio sobre m, habríale resultado imposible derivar ventaja alguna de restringir la producción de a. Sus competidores, ampliando la suya, habrían llenado el vacío, de tal suerte que no hubiera podido aquél exigir precios incrementados. Al analizar supuestos precios de monopolio resulta ineludible buscar cuál sea ese factor m monopolizado. Si no existe, resulta imposible el precio de monopolio. Condición sine qua non para la aparición de los precios de monopolio es que haya cierto bien monopolizado. Si no se detrae del mercado cantidad alguna de dicho bien m, jamás puede el empresario proceder a la sustitución de los precios competitivos por los de monopolio.
El beneficio empresarial no guarda relación alguna con los monopolios. Si al empresario le resulta posible vender a precios de monopolio, su privilegiada situación deriva de que monopoliza el factor m. La específica ganancia monopolística brota de la propiedad de m, no de las actividades típicamente empresariales del interesado. Supongamos que una avería deja a cierta localidad durante varios días sin suministro eléctrico, constriñendo a los vecinos a alumbrarse con velas. El precio de éstas se incrementa hasta $; al precio s la totalidad de las existencias se vende. Los comerciantes en velas cosechan mayores beneficios a base de vender la totalidad de su stock al precio s. Ahora bien, cabe que dichos comerciantes se confabulen y detraigan del mercado una parte de sus existencias, vendiendo el resto a un precio s + t. Mientras s es precio competitivo, s -j- / es precio de monopolio. Sólo esa diferencia entre lo ganado por los comerciantes al vender al precio s + / y lo que hubieran ingresado vendiendo a s constituye el específico beneficio monopolista. Indiferente es la fórmula que efectivamente los interesados apliquen para restringir las existencias puestas a la venta. La destrucción física de parte de las mismas constituye típica sistemática adoptada por los monopolistas. A ella, no hace mucho, recurría el gobierno brasileño quemando grandes cantidades de café. Ahora bien, el mismo efecto cabe conseguir dejando de utilizar una parte de las existencias.”
Aclaración. Leí por arriba e interpreté capítulos VI y VII y no XVI y XVII.
Al final intenté acomodarlo un poco a la temática de competencia porque algo mencionaba en este capítulo VI. Lo que viene a continuación es el cap VI a efectos de sumar a la clase y veré si llego a los que correspondían.
Mises comienza planteando que el actuar del ser humano a lo que llama como “acción humana” no es predecible porque si afuera así el hombre no actuaría, solo reaccionaría frente a estímulos, de manera automática.
El accionar del ser humano puede deberse al propio actuar humano y a las ciencias naturales, pero como ambos son imposible de predecir el futuro, solo la probabilidad nos permite aproximarnos a la realidad. La verdad y certeza es parte del saber humano y por otro lado la probabilidad concierne a la praxeología. Un término muy usado por él, es más cuando quise buscar si la praxeología fue empleada con anterioridad a él, sucede que Mises es el primero en emplear la terminología más allá que su significado si era algo más o menos nuevo.
Plantea que uno de los errores de la probabilidad fue que Pascal en lugar de explicar los temas más sencillos los explicó en términos simbólicos. Otro error fue confundir a la probabilidad con el razonamiento inductivo. Parece que para él un acierto es declararnos ignorantes.
Mises diferencia 2 clases de probabilidades, probabilidad de clase (o de frecuencia) y probabilidad de caso. El primero se refiere a que conocemos como opera un determinado evento. Veo que Mises ningunea a esta probabilidad y la critica varias veces, por ejemplo cuando dice ”El cálculo de probabilidades, mediante símbolos matemáticos, refleja esa aludida imperfección del conocimiento humano. Tal representación, sin embargo, ni amplía, ni completa, ni profundiza nuestro saber. Tradúcelo, simplemente, al lenguaje matemático, Dichos cálculos, en realidad, no hacen más que reiterar, mediante fórmulas algebraicas, lo que ya nos constaba de antemano. Jamás nos ilustran acerca de lo que acontecerá en casos singulares.”
En cuando a la probabilidad de caso implica conocer determinadas circunstancias/ o casos. Los cálculos están como dice él “basados en simples cálculos empiristas” que no permiten predecir sino son solo una descripción de lo que ocurre. “Todo pronóstico en medicina, basado únicamente en el conocimiento fisiológico, es de probabilidad de clase… el médico no se sirve de precisos datos estadísticos; apela tan sólo a una más o menos exacta rememoración de su propia experiencia, manejando exclusivamente el comportamiento de específica clase; la clase, en este caso, compuesta por hombres jóvenes y vigorosos al ser atacados por la enfermedad de referencia”
Para Mises la probabilidad de caso esta en el terreno de la Acción Humana, como algo único e irrepetible, que no se puede asociar con las frecuencias de ocurrencia del suceso. El suceso único constituye a la clase.
Las acciones humanas no pretenden derrocar ni perjudicar a nadie, sino que mediante ellas se intenta ser mejorar las condiciones de vida propia. Si se puede aceptar que las mejoras ocurras a costas de otros, pero ese no es planteamiento normal.
Luego relaciona estas mejoras de las acciones humanas con el término competencia. La función de la competencia consiste en asignar a los miembros de un sistema social, la tarea para la cual hay un idóneo, de esta manera existe cooperación social. La competencia deja de existir cuando alguien arbitrariamente asigna las tareas a quienes no son los más idóneos y sin que los tutelados puedan hacer valer sus méritos.
Agrega que no corresponde usar la frase “conquista de mercado” porque es un término bélico y no hay conquista cuando una empresa ofrece mejores productos y más baratos.
Lo que me llamó la atención/gustó
Me llamó la atención como filósofos rechazaban las ideas de la autonomía de la voluntad. Considerando al hombre como un sujeto esclavo por así decirlo. Vinculado creo que corresponde mencionar que hace unas semanas un docente, abogado y juez de Chubut con quien tomé unas clases de derecho un par de años atrás analizaba y criticaba el adoctrinamiento desde el derecho y precisamente desde la constitución nacional a partir del comentario de la ministra de educación del gobierno de la ciudad. El juez en su conclusión plantea el derecho de los alumnos de conocer todas las ideas o corrientes de pensamiento y que las cátedras si bien cuentan derecho de “libertad de cátedra” deben mencionar y mostrar las otras corrientes de pensamiento. Se define a favor de la libertad consagrada en la constitución nacional.
Me gusto cuando acota “Otro yerro fue el de confundir el problema de la probabilidad con el del razonamiento inductivo que las ciencias naturales emplean. Incluso un fracasado sistema filosófico, que no hace mucho estuvo de moda, pretendió sustituir la categoría de causalidad por una teoría universal de probabilidades”.
Me gusta cuando critica la simbología de la probabilidad como la intenta quitarle crédito de alguna manera así también a los matemáticos.
Relaciona “ingeniería social” con “dictadura”, criticándola fuertemente en el sentido que no se puede manipular la sociedad (como un ingeniero) o al menos no corresponde. Esto se presta para una discusión de la ética y moral. Y porque no de adoctrinamiento?
Preguntas.
1 – Cómo reaccionaría Mises a los dichos del presidente “que saltar la fila” no es delito. En referencia a la meritocracia.
2 – Entiendo yo, el caso Argentino (los defaults) serían una probabilidad de caso, como caso único e irrepetible en otros países, pero una probabilidad de clase para la propia Argentina?. Cómo lo analizaría Mises desde estas dos probabilidades que plantea.
3 – En referencia a conquista de mercado, entiendo que también se opondría a la terminología de “fondos buitre” lo mismo que “lawfare” no?. El juez al que mencionaba daba su punto de vista…que el lawfare muy poco se emplea en el ámbito del derecho y que se ha instalado en la escena política a lógicos efectos eleccionarios y de popularidad.
En el capítulo XVI de La Acción Humana titulado “Los Precios” Mises hace un análisis del funcionamiento del mercado abordando diversos temas. Entre ellos se encuentran el papel de los empresarios en el proceso de mercado vigilando las oportunidades para generar beneficios, algo que no tiene lugar en los modelos de competencia perfecta donde toda la información está dada y se caracteriza por equilibrios estáticos (Mises lo llama economía de giro uniforme). Lo mismo sucede con el mercado de los factores de producción. Otro tema es la crítica a los economistas matemáticos y estadísticos por su metodología. Con respecto a los matemáticos, Mises dice que por partir de falsos supuestos simplificadores terminan obteniendo conclusiones incorrectas. Y de los estadísticos critica su intención de transformar a la economía en una ciencia cuantitativa basándose en hechos del pasado para descubrir leyes económicas. Para Mises, los economistas son los que advierten y conocen las fuerzas que provocan el cambio, y tal conocimiento apriorístico es lo que permite comprender el proceso praxeológico. El resto del capítulo, el autor desarrolla su análisis de los monopolios en el mercado y termina comentando sobre el rol de los precios para una correcta asignación de la producción.
En el capítulo XVII “El cambio indirecto” Mises se dedica a estudiar al fenómeno del dinero, abordando temas como su origen, la determinación de su poder adquisitivo, la teoría cuantitativa del dinero, hasta incluso un análisis del patrón oro y los bancos centrales. Con respecto a la determinación del poder adquisitivo del dinero, esta se debe a la relación entre la oferta y demanda de dinero, en contraposición a la teoría de que en el mercado de dinero se determina la tasa de interés. El valor del dinero surge exclusivamente por el hecho de ser utilizado como medio de intercambio. La teoría cuantitativa es criticada en este capítulo a través de ejemplos desarrollados por Mises en los que concluye que las variaciones en la oferta monetaria nunca pueden impactar en la misma proporción a todos los precios de la economía, generando distorsiones de información y mala asignación de recursos que afectan al consumo y la inversión. Además, Mises menciona que los economistas matemáticos jamás llegan a comprender qué relaciones causales puede haber entre el aumento de la cantidad de dinero y la velocidad de circulación.
Me resulto muy novedoso todo el análisis de Mises sobre el mercado. Es la primera vez que me encuentro con un desarrollo tan amplio y practico de la realidad de acuerdo a como yo la percibo. Algo a destacar, en contraposición con el “mainstreem económico”, es que para él los costos son algo subjetivo, no objetivo. Sin embargo (si no he entendido mal), en el capítulo XVI, cuando Mises hace la distinción en como la formación de precios de los bienes de orden inferior está determinada por las valoraciones subjetivas de los agentes que operan en el mercado y la de los bienes de orden superior están condicionadas por los precios de estos bienes de orden inferior (o de consumo), me llamo la atención en su análisis el hecho de que si los factores de producción fueran de índole absolutamente específica, se pueden “objetivar” los precios para los factores de producción, aunque son indirectamente valorizados por la subjetividad de los bienes de consumo.
Además, derriba la discusión de si un beneficio es justo o injusto. En una economía cambiante, el beneficio no es ni justo ni injusto. La ganancia nunca es “normal”. En palabras de Mises “Donde impera la «normalidad, es decir, la ausencia de cambio, no puede haber beneficios”.
Otra cosa interesantes es la crítica de Mises a los empiristas que en base a experiencias pasadas se animan a predecir situaciones para el futuro. Mises dice que esas situaciones solo responden a hechos de tiempo y lugar determinados. Ni siquiera los bienes son los mismos hoy que hace un par de años, el producto puede llegar a ser el mismo pero los bienes, dada la concepción subjetiva de los humanos y sus valoraciones, son todos distintos ya que se venden en distinto tiempo y lugar.
Por último, destaco la observación de Mises: “lo que para el técnico es lo óptimo, posiblemente no coincida con lo que el empresario, mediante el correspondiente cálculo económico, considere lo mejor, dada su previsión de las futuras condiciones del mercado”.
PREGUNTAS:
1) Dado que las deflaciones son consideradas un mal para la economía por muchas personas ¿cree que esta observación surge de entender que la tasa de interés se determina en el mercado de dinero?
2) ¿Considera beneficioso volver a implementar en una economía moderna como la de hoy un patrón oro?
3) A pesar de todo lo desarrollado en esta obra ¿Cree que hayan cosas útiles para rescatar de la matemática para entender la economía?
Resumen:
En el capítulo XVI, “Precios”, Mises explica que son los empresarios quienes advierten (mejor que el resto, dado el conocimiento disperso y dispar) las discrepancias entre los precios de los factores de producción y el precio del producto terminado, o sea, beneficio monetario de algún empresario (que es producto, a su vez, de su fructuosa actividad empresarial previa, al haber sabido adaptar la producción futura a las más urgentes necesidades de los consumidores), y actúan en consecuencia para obtener ellos beneficio monetario (achicando consecuentemente tal margen de diferencia entre precio del bien final y costo de producción). Así, desatan una tendencia a la igualación (que nunca se alcanza, dado que las preferencias cambias constantemente) de los precios de las mercancías idénticas entre sí. Los precios relativos de los bienes de consumo están determinados por las valoraciones subjetivas de los consumidores; los empresarios tasan los que prevén serán aquellos precios futuros. Estos últimos compiten entre sí planteando diferentes fórmulas (determinados factores de producción, y no otros, empleados en la producción de determinados bienes de consumo, y no otros) que satisfagan las distintas necesidades de los consumidores. Así, podemos ver que, en definitiva, las valoraciones subjetivas de los consumidores definen las decisiones de consumo (y abstención de consumo), y estas determinan los precios de los bienes de consumo y, consiguientemente, los precios de los factores de producción (con la actividad empresarial como el “nexo” que da lugar a esto).
En el capítulo XVII, “Cambio Indirecto”, Mises explica cómo es que surge el cambio indirecto, esto es, el intercambio entre bienes con el dinero como medio de intercambio. Al igual que el resto de los bienes, el dinero tiene su respectiva oferta y demanda y, por tanto, un precio (su poder adquisitivo). Expone el llamado “teorema regresivo del dinero” que explica que la demanda monetaria de dinero no surgió por decreto gubernamental, sino por su poder adquisitivo previo, el cual, si nos remontamos al inicio de la cadena, devino en última instancia de su demanda no-monetaria originaria (por ser relativamente más “colocable” que los demás); así, dada la oferta del mismo, se determina su poder adquisitivo. Menciona, también, que las variaciones en la demanda de dinero y en la oferta de dinero modifican, naturalmente, los precios relativos (la estructura de precios), y no todos los precios por igual (nivel de precios), por lo que concluye que el dinero es no-neutral (afecta y se ve afectada por las variaciones “reales”). Por último, establece la distinción entre: “Commodity-money”, que sería el dinero “real”; “Credit-money”, que serían los “money substitutes”, categoría que contiene los “money certificates” o “commodity credit” (proporción de los substitutos con 100% de respaldo en “commodity-money”) y la “fiduciary media” o “circulatory credit” (proporción sin reserva); y, por último, el “Fiat-money”, que es básicamente la categoría en que se transforma el “Credit-money” cuando el gobierno decreta curso forzoso.
Sorprendente/interesante:
Nuevamente, me sorprendió la claridad expositiva del autor y la coherencia con que interconecta todos sus planteos.
Respecto a los temas expuestos, me resultó interesante su introducción de un elemento esencial para entender el rol coordinante del mercado y creo que personifica así, de alguna manera, el rol que Hayek le adjudica a la competencia en “The Meaning of Competition”. Creo importante resaltar, también, la introducción de otro elemento esencial para entender la importancia que tiene la actividad empresarial en la tendencia a la coordinación, y que va de la mano con ella, a saber, la incertidumbre. Me pareció, además, interesante su exposición de la teoría del origen del dinero y de su demanda, claramente basada en la exposición previa de Menger, pero me surgieron dudas respecto a su universalidad, en tanto no me queda del todo claro como podría explicarse el surgimiento de las cryptomonedas.
3 preguntas:
1) ¿Cómo explicaría, si es que es posible, el surgimiento de las cryptomonedas a partir del teorema regresivo del dinero?
2) ¿Qué opina del “Free Banking” y del “100% Reserve”?
3) ¿Qué opina de los planteos de la “Modern Monetary Theory”?