Sea lo que sea, estoy en contra. Nada más retrógrado que el «progresismo» en las universidades

Muchas universidades norteamericanas tienen un reconocido prestigio, pero no deja de generar debates. En este libro se presenta uno de ellos. Se trata de “Whatever It Is, I’m Against It”: Resistance to Change in Higher Education, por  Brian Rosenberg: https://a.co/d/aa9CXlB

“En «Whatever It Is, I’m Against It», el presidente emérito de Macalester College, Brian Rosenberg, se basa en décadas de experiencia en educación superior para exponer las estructuras, prácticas y culturas arraigadas que inhiben una reforma postsecundaria significativa, incluso cuando las instituciones enfrentan serios desafíos para sus modelos financieros y educativos. El libro, un animado relato de un experto, señala factores que obstaculizan la capacidad de los colegios y universidades estadounidenses de ser creativos y emprendedores en medio de llamados a mejorar la asequibilidad, el acceso y la equidad para los estudiantes.

A través de concisas historias personales de reuniones municipales divisivas, batallas de gobierno universitario de varios años e intentos de reforma curricular, Rosenberg ilustra las dinámicas internas y externas que impiden la evolución institucional. Presiones como la disminución de la matrícula, el aumento de los costos y un exceso de oferta de doctorados en el mundo académico han señalado desde hace tiempo una grave necesidad de reforma dentro de una profesión que, como reconoce con pesar Rosenberg, carece de flexibilidad organizacional, depende en gran medida de la reputación y la clasificación, y conserva tradiciones, desde el calendario académico a los sistemas de calificaciones, que han permanecido esencialmente iguales durante décadas.

Rosenberg mira fuera del sistema estadounidense para encontrar posibles antídotos en modelos innovadores de educación superior, como los enfoques de aprendizaje experiencial y centrados en el estudiante. Este trabajo que invita a la reflexión ofrece amplia evidencia para que los presidentes, rectores, decanos, rectores y profesores la consideren al planificar sus misiones para lograr la transformación institucional.”

Y Tyler Cowen comenta:

“Rosenberg intenta, en este libro, responder una serie de preguntas:

¿Por qué una industria tan poblada por personas que se consideran progresistas es tan profundamente conservadora en lo que respecta a su propio trabajo?

¿Por qué los académicos cuyas disciplinas están en constante evolución se resisten tanto a la evolución institucional?

¿Por qué a los colegios y universidades que casi siempre hablan en sus declaraciones de misión sobre el poder transformador de la educación les resulta tan difícil transformarse a sí mismos?

¿Por qué prácticamente ninguna práctica fundamental dentro de la educación superior (calendario, procesos de titularidad, modo de impartición, calificación) ha cambiado de manera significativa durante décadas, si no siglos?

Según Rosenberg, las respuestas están en las estructuras, prácticas y culturas que se han desarrollado dentro de la educación superior. Es decir, hay razones para la incapacidad de cambiar que van mucho más allá del temperamento o la competencia de individuos concretos. Si el objetivo es mantener el status quo, la educación superior ha logrado crear el sistema ideal.»

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