Con los alumnos de UCEMA analizamos casos exitosos de empresarios argentinos que desarrollan negocios Internacionales. En este caso, Clara Karzmirchuk analiza el caso de Tea Connection. Aquí algunos párrafos de su trabajo:
“En el año 2006, en la República Argentina todavía no habían arribado las tendencias a la alimentación sana o como se la llama hoy en dia “Fit”. A pesar de esto tres amigos, Pablo Lorenzo, Alejandro Cilley y Ato Vidou sin experiencia previa en el rubro gastronómico vieron esta oportunidad y crearon con US$ 100.000 a Tea Connection con el objetivo de generar hábitos saludables y sorprender en cada experiencia de visita.
Esta empresa tiene como fin conjugar tres tendencias; el desarrollo del té en hebras, la comida saludable (rica, creativa y natural) y una experiencia diferente que trae consigo el diseño.”
“En el 2011 abrieron su primero local internacional en San Pablo, Brasil, luego en el 2012, abrió en Mexico y por último en 2014 abrió en Chile. Según los dueños, no son franquicias ya que te alejan de la experiencia y es el principio del fin de una empresa.
Por el contrario, se apuesta a que sea una marca global, que con el tiempo pueda competir en el mercado mundial y llegar a tener presencia en Nueva York, Londres o Estocolmo. Existen diversas diferencias entre cada uno de los países a los cuales arribó Tea Connection.
En primer lugar, el nivel de competitividad que existe en cada país, es decir el grado de desarrollo que tienen en el rubro y la vara con la que se los mide. Esos dos factores son distintos en economías grandes como las de México y la de Brasil que si se comparan con las de Chile o Argentina. Por otro lado, existe una diferencia en la aceptación de cada país; en Chile la gente es más receptiva a marcas extranjeras que en otros países.
Buenos Aires, está más acostumbrada al desarrollo de tendencias creativas que llegan de distintas partes del mundo. Otro punto a destacar, es el nivel de adaptación que requiere cada país para que el producto “Tea Connection” sea entendido.
Por ejemplo, en Santiago de Chile no requirieron mucho esfuerzo ya que en esa región se registró el mayor consumo de té por cápita. Por lo contrario, en San Pablo y en México, son grandes productores de café y el té no les resulta muy cercano. Tampoco les fue fácil instalar la marca como un sinónimo de comida saludable porque en esos países tenían mucha competencia.
Muchas veces se encontraron que los asociaban más a Starbucks que con lo que realmente son.”