Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico y Social, de UCEMA, completamos el análisis de las contribuciones de Adam Smith y los escoceses leyendo un artículo de otro Smith, Vernon, premio Nobel de Economía 2002 por sus aportes para el desarrollo de la economía experimental. El artículo se llama “Las dos caras de Adam Smith”:
“No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero, o del panadero, de quienes debemos esperar nuestra cena, sino de la preocupación de estos por sus propios intereses… Esta división del trabajo no está originada en ninguna sabiduría humana, que anticipa y procura la opulencia a la que da lugar. Lo está en la necesaria, aunque muy lenta y gradual consecuencia, de una cierta propensión que observamos en su naturaleza, que sin buscar esa utilidad generalizada, lo inclina al trueque e intercambio de una cosa por otra”. La riqueza de las naciones, Adam Smith, 1776
“No importa cuán egoísta se suponga al hombre, es evidente que hay ciertos principios en su naturaleza que lo hacen interesarse en la fortuna de los demás, y transforman la felicidad de aquellos en necesaria para él, aunque no obtenga de eso otro placer más que observarla”. La teoría de los sentimientos morales, Adam Smith, 1759
Para Vernon Smith, como para Coase en un post anterior, no hay contradicción y recurre a la antropología y la sicología evolutiva para concluir:
“Sin embargo, estas dos visiones no son inconsistentes si reconocemos como un rasgo distintivo fundamental de los homínidos su propensión universal al intercambio social. Esta propensión se expresa tanto en el intercambio personal en las transacciones sociales en pequeños grupos, como en el comercio impersonal, por medio de extensos mercados de grandes grupos. De esa manera, podemos decir que Smith tenía solo un axioma de comportamiento: “la propensión al trueque e intercambio de una cosa por otra”, donde los objetos de intercambio los interpretaré de tal manera que incluyan no solo bienes, sino también regalos, asistencia y favores, fundados en la simpatía y preocupación por los demás. Esto es, “en la generosidad, humanidad, amabilidad, compasión, amistad y estima” (Smith, 1759).”
“Como se puede observar en los registros etnográficos y en experimentos de laboratorio, ya sea que se intercambien bienes o favores, en ambos casos se producen ganancias, que son las que los seres humanos buscan incesantemente en todas las transacciones sociales. Así, este axioma de Adam Smith, interpretado de manera que incluya el intercambio de bienes y de favores -cuando éste ocurre en distintos instantes del tiempo-, así como el comercio de bienes -cuando éste es efectuado en un instante preciso del tiempo, ya sea por medio del dinero o por medio del trueque por otros bienes-, es suficiente para caracterizar la mayor parte de los emprendimientos sociales y culturales humanos. Esto explica por qué la naturaleza humana parece inducir a las personas a preocuparse simultáneamente de sí misma y de los demás, y permitiría entender el origen y fundamento último de los derechos de propiedad.”
“El derecho de propiedad es una garantía que permite que ciertos actos sean realizados por personas dentro de los marcos definidos por ese derecho. Nosotros automáticamente pensamos en el Estado como el garante contra represalias cuando los titulares del derecho lo ejercen. Pero los derechos de propiedad preceden a los estados-naciones, porque el intercambio social al interior de tribus sin Estado, y el comercio entre estas tribus precede a la revolución agrícola ocurrida hace solo 10.000 años, un mero pestañeo en la escala de tiempo de la emergencia de los humanos. Tanto el intercambio social como el comercio reconocen implícitamente derechos mutuos para actuar que se traducen en lo que normalmente llamamos “derechos de propiedad”. ¿En qué sentido son estos derechos “naturales”? La respuesta, creo, se encuentra en la universalidad, espontaneidad y valor adaptativo evolucionario de la reciprocidad. La reciprocidad en nuestro actuar, que se observa en la conducta humana (y también prominentemente en la de nuestros parientes cercanos, los chimpancés), es el fundamento de nuestro rasgo distintivo como criaturas de intercambio social, intercambio que hemos extendido para incluir el comercio con personas sin parentesco y también con miembros de otras tribus mucho antes que adoptáramos la agricultura y la ganadería como formas de vida.”
RESUMEN
Vernon Smith explica en su texto las dos versiones o caras que se le podrían atribuir a Adam Smith en su libro “la Riqueza de las Naciones” y en “La teoría de los sentimientos morales”. Por un lado explica cómo el individuo siempre actúa por su bien personal. Tratando de sacar el mayor rendimiento a los negocios y a todas los momentos de la vida en general. Por otro lado relata cómo cada persona, por más egoísta y ventajosa que sea, en el fondo siempre va a querer el bien general y se interesan por los otros.
Concluye que Smith veía un patrón en el comportamiento, “la propensión al trueque e intercambio de una cosa por otra” donde los objetos de intercambio no eran solo bienes,
sino también regalos, asistencia y favores, fundados en la simpatía y preocupación por los demás. Claro está que un intercambio se realiza buscando una ganancia personal, pero al no ser siempre los objetos intercambiables cosas, sino que favores, el beneficio recíproco también llegará a otras personas. Por lo que el autor resuelve haciendo una distinción entre el intercambio personal y el intercambio impersonal.
NOVEDOSO
Explica las diferencias entre la reciprocidad positiva y negativa y cómo estas co-existen.
Pero estos comportamientos son complementarios: la reciprocidad positiva necesita a la negativa para impedir que los free riders invadan a las poblaciones de altruistas recíprocos que sí incurren en intercambio social recíproco.
El comportamiento no cooperativo es la ausencia de reciprocidad positiva, que no es lo mismo que reciprocidad negativa, a la que se recurre como el costo necesario para castigar a quienes rechazan las ofertas de cooperación. La clave para entender esa coexistencia está en distinguir entre los mercados de intercambio impersonal y el intercambio social personal, y entender que la eficiencia del primero se basa en el comportamiento no cooperativo, mientras que la eficiencia del segundo requiere reciprocidad.
PREGUNTAS
¿Cómo explica un mundo comunista, donde el beneficio siempre es general?
¿Hay personas que actúan por interés en todo momento, o en el fondo siempre se actúa colectivamente?
¿El interés por el bien común es parte de la cultura de cada persona o es por naturaleza?
Resumen
Vernon Smith, en “Las dos caras de Adam Smith: egoísmo y altruismo”, comienza comparando dos afirmaciones célebres de dicho autor y las relaciona con “un rasgo distintivo fundamental de los homínidos”; la propensión universal al intercambio social. Vernon Smith explica que esa propensión al intercambio debería entenderse como algo que va más allá de un trueque de bienes, sino como algo que es también un intercambio de favores, regalos y asistencia, que a su vez es alimentado por la humanidad, la estima, la preocupación, etc. Nos va explicando cómo esa propensión al intercambio debe ser entendida como una capacidad de reciprocidad (positiva: “acto en que el individuo A responde, no simultáneamente y con actos similares, a los bienes o favores que el individuo le ha transferido previamente.” y negativa: “ocurre cuando los individuos son castigados por “hacer trampa” en el intercambio social, es decir, cuando no reciprocan a quienes previamente les han entregado bienes o favores.”) que a la vez puede traducirse en comercio. Se entabla una relación comercial y se genera una interdependencia simétrica entre ambas partes; uno necesita lo que el otro le ofrece, y el otro necesita lo que uno le ofrece. El texto continúa explicando la naturaleza altruista y a su vez egoísta del ser humano. Analiza, como ya había explicado Adam Smith, que la persecución de objetivos propios y la búsqueda de la maximización del beneficio individual se traducen en el cumplimiento de los objetivos colectivos (de una empresa, de un país, de un mercado, etc.). Distingue dos tipos de intercambio diferentes: el impersonal y el social personal, y cómo ambos requieren de instintos de reciprocidad distintos para tomar ciertas decisiones y sobrevivir. Para concluir, el altruismo y el egoísmo coexisten dentro del ser humano pero no son revelados en los mismos momentos (en el texto se ve claramente en la utilización de juegos como el del dictador, de confianza, etc.), sino, como concluye Vernon Smith, se diferencian en los intercambios personales y los impersonales.
Novedoso/sorprendente
Del texto, una de las cosas que más me llamó la atención y me pareció un gran punto de comparación, fue el paralelismo descripto por el autor entre los hombres y los chimpancés, destacando ciertos patrones en común en cuanto a la reciprocidad tanto positiva como negativa y dejando en claro que ellos también entienden las dinámicas de los intercambios, dado que aunque la reciprocidad varía y se flexibiliza dependiendo del lugar en el que estemos y de qué personas seamos, la esencia de la reciprocidad es la misma en todas partes; incluso entre humanos y monos. Esto se ve perfectamente en el ejemplo que nos da Smith en el que dos chimpancés son castigadas por los demás dado que su tardanza implicó que ninguno de ellos pudiera comer en el horario debido, perjudicándolos ya que, aunque estaban hambrientos, tuvieron que esperar una cantidad de tiempo innecesaria. También me pareció de gran ayuda el uso de juegos para poder entender más claramente la naturaleza del ser humano y en qué momentos y dependiendo del entorno toma ciertas decisiones, cómo su comportamiento varía dependiendo de si se trata de intercambios personales, como con amigos, o de intercambios impersonales, como el mercado. Ya sabemos que el ser humano tiene la capacidad de ser altruista o egoísta pero la idea de que esas dos características convivan y coexistan dentro de cada uno y varíen en el sentido de cuándo y con quién salir a la luz me pareció muy interesante.
Preguntas al autor
– El autor expone que “Sin reciprocidad negativa, los altruistas recíprocos estarían facilitando la invasión de los free riders.” ¿Esto no es una contradicción? ¿La falta de reciprocidad negativa no implica una ausencia de free riders o significa simplemente la ausencia del castigo a ellos?
– El autor especifica que el hecho de que no haya reciprocidad positiva no significa que haya reciprocidad negativa, entonces ¿la ausencia de reciprocidad positiva significa meramente una falta de cooperación?
– ¿Para Smith siempre es inviable la supervivencia de relaciones sociales cuando no hay reciprocidad altruista? ¿Qué sucede en el caso de la relación padre e hijo que carece de dicha reciprocidad? ¿Es imposible su supervivencia?
RESUMEN:
El texto de Vernon Smith se divide en dos partes principalmente: la primera hace una introducción a las ideas principales de reciprocidad positiva y reciprocidad negativa, dando ejemplos de estas en comunidades como la de los Chimpancés y los Esquimales. Explica como la reciprocidad positiva necesita a la negativa para impedir que los free riders invadan a las poblaciones de altruistas recíprocos que sí incurren en intercambio social recíproco. Ahonda en el intercambio de bienes dentro de los núcleos familiares y su “evolución” hasta convertirse en lo que hoy llamamos comercio, explicando porque naturalmente como individuos nos sentimos más inclinados a tener una relación de intercambio positiva con quienes tuviesen genes similares, y como con la aparición del comercio este intercambio social se extendió mas allá de la familia y la tribu. También explica como surgió la conciencia y como esta nos permite como seres humanos tener conciencia de uno mismo (de nuestros pensamientos y deseos), así como también nos permite entender el funcionamiento de la mente de otros y predecir su performar a partir de sus palabras y actos (capacidad intuitiva sin la necesidad de cálculos conscientes). Gran parte de lo que sabemos y podemos hacer lo hemos aprendido sin estar conscientes o tener recuerdos de ese aprendizaje. Pero algunas cosas no se aprenden naturalmente (el autor da el ejemplo del equilibrio de Nash) sin embargo, como individuos, generalmente actuamos acorde al equilibrio, aunque no entendamos su funcionamiento o hayamos leído la teoría de jugos. “Esto es así, porque las personas tienen módulos naturales intuitivos -módulos que les sirven adecuadamente en sus intercambios rutinarios- que les permiten “leer” las situaciones, intenciones y posibles reacciones de los otros sin un análisis cognitivo profundo y guiado.”
En la segunda parte del texto se dedica a entender la yuxtaposición de la reciprocidad positiva con el egoísmo y porque estas coexisten. La explicación que da es simple: “El comportamiento no cooperativo es la ausencia de reciprocidad positiva, que no es lo mismo que reciprocidad negativa, a la que se recurre como el costo necesario para castigar a quienes rechazan las ofertas de cooperación. La clave para entender esa coexistencia está en distinguir entre los mercados de intercambio impersonal y el intercambio social personal, y entender que la eficiencia del primero se basa en el comportamiento no cooperativo, mientras que la eficiencia del segundo requiere reciprocidad.”
En esta segunda parte, también, muestra distintos tipos de “juegos”. En el segundo juego titulado ‘confianza’ vemos como se es desafiada la hipótesis de la teoría de juegos, que afirma que si el juego se realiza una sola vez la gran mayoría de los sujetos jugará de manera no cooperativa. La respuesta del autor ante este desafío a la hipótesis de la teoría de los juegos es que mucha gente está programada para el intercambio social reiterado. Argumenta que es parte de sus instintos naturales y que esta reacción sirve a su propio interés ya que, en la vida cotidiana, sirve como beneficio, el tener una reputación de dar y recibir favores en los distintos momentos de la vida. Si el juego, entendido como juego y no como “vida”, se realiza una sola vez es más conveniente actuar de manera no cooperativa, en cambio si estos juegos se hacen repetidamente con los mismos pares de sujetos, la cooperación aumenta un monton, ‘de modo que claramente la repetición refuerza el resultado cooperativo, incorporando a la reciprocidad a aquellos que son más cautelosos y desconfiados en los experimentos de juego único (McCabe, Rassenti y Smith, 1996)’.
Por último, concluye que lo que en un principio parecía una contradicción del propio ser humano (esta idea de ser altruista y egoísta a la misma vez) termina teniendo sentido, ya que se observa que el ser humano distingue entre intercambio personal e impersonal.
LO NOVEDOSO:
A lo largo del texto, mas específicamente, a lo largo de la segunda parte del texto, cuando empieza a mostrar los distintos juegos, hubo algo que me llamo la atención. Esto fue el hecho que la forma/vía por donde adquirimos la ventaja en los juegos, afecta nuestra performance en ellos. En los juegos de “ultimátum” y del “dictador” los resultados se esperarían que fueran más “desiguales”. Con esto quiero decir que se esperaría que, en cualquier caso, quien tiene la ventaja obre de forma benéfica para si mismo y tenga poca o ninguna consideración ante su oponente (quien no cuenta con ventaja). Sin embargo, se muestra que, si la ventaja es obtenida de forma ambigua, ilegitima o aleatoriamente, el individuo que posea la ventaja es más generosa y actúa de manera más “justa” que si este recibiera una ventaja legitima, o a través del mérito (ya sea por inteligencia, por concurso, etc.). En este último caso, se observa que el individuo SI actúa de forma más egoísta
PREGUNTAS:
1) ¿Existen más estudios psicológicos de por que como individuos sentimos más “derecho” a ser egoístas cuando la ventaja se da de forma “legitima” a cuando esta se da de forma azarosa?
2) ¿Como analizaría una relación que dice ser desinteresada, como la relación que pueden mantener personas de un mismo núcleo familiar (ejemplo, madre e hija), donde puede no haber reciprocidad positiva?
3) Siguiendo con esta temática de “reciprocidad”, en un país como Cuba, comunista, ¿como se explica el funcionamiento del país con tantos free riders?
RESUMEN
En este texto, Vernon Smith analiza la aparente oposición entre la cara altruista y la egoísta del ser humano, que figura en dos obras de Adam Smith, «Teoría sobre los sentimientos morales» y «La riqueza de las naciones». Para explicar estas dos facetas humanas, desarrolla el concepto de «reciprocidad positiva» y «reciprocidad negativa». La primera sucede cuando dos individuos responden con actos similares a los bienes o favores que le ha hecho el otro. Según Vernon, esto sucede en todo intercambio social, pues evitamos relacionarnos con quienes no reciprocan, es decir, con quienes parecen no ser tan ‘altruistas’ como nosotros. Esto marca que este ‘altruismo’ no es totalmente puro, pues en cierta forma el interés personal de recibir el favor del otro es quien nos motiva a ser generosos en primer lugar. A través de diversos experimentos, Vernon nos explica cómo esta generosidad depende intensamente de si la interacción entre los dos sujetos se da en un entorno social o bien en uno privado, probando que la tendencia hacia la reciprocidad positiva es extremadamente mayor en entornos en los que los individuos se sienten juzgados por los demás. Incluso, muestra que tenemos más tendencia a reciprocar cuando el intercambio social es prolongado en el tiempo, versus los encuentros esporádicos, para los cuales tenemos más tendencia al egoísmo. En segundo lugar, Vernon se refiere a la «reciprocidad negativa» como el hecho de castigar a quienes no reciprocan, de forma tal que la próxima vez que realicen un intercambio sí reciproquen. Esta reciprocidad negativa constituye, según el autor, una «policía endógena» que evita la aparición de «free riders», sujetos que se aprovechan del altruismo de los demás sin reciprocar con nada a cambio.
Vernon considera que la clave para entender la coexistencia entre la cara altruista y la cara egoísta del ser humano es entender la diferencia entre mercados de intercambio impersonal y el intercambio social personal. Con esto me remito a lo que escribí un par de líneas más arriba, donde comentaba que la generosidad de un sujeto se relaciona a la privacidad o no de su interacción con el otro. En el caso del intercambio impersonal, la eficiencia del mismo se basa en la no cooperación (lo que maximiza las ganancias personales), mientras que en el social personal, la reciprocidad es lo que lo hace eficiente.
Diversos experimentos que menciona el autor han probado que la comunicación social es lo que da más posibilidad de ocurrencia a la opción cooperativa, y lo inverso sucede en intercambios anónimos. Vernon también comenta sobre los derechos a disponer de ciertos bienes y cómo esta percepción afecta nuestra predisposición a compartirlos con los demás. La conclusión a la que se llega es que nuestra preocupación por los demás proviene de nuestro egoísmo, ya que si nadie más que nosotros puede saber lo que estamos haciendo, pierde el sentido actuar en favor del otro y en detrimento de nosotros mismos.
ALGO NOVEDOSO/SORPRENDENTE
Me pareció interesante la distinción que hace entre las acciones que llevamos a cabo en ámbitos privados versus aquellas que realizamos en un contexto social en donde podemos ser juzgados por los demás. Siempre sostuve la hipótesis de que la beneficencia era en realidad una forma de consolarnos a nosotros mismos ante un mal ajeno que nuestra moral nos pide resolver: en el fondo, creo que la beneficencia en el sentido de devoción y entrega gratuitas y desinteresadas, no existe. Leyendo a Vernon Smith, encontré algo de sustento a esto que vengo pensando desde hace varios años, sustento que me fue dado en la concepción del altruismo producto del egoísmo, tal y como lo plantea el autor al final del apartado «Juego del Dictador».
PREGUNTAS AL AUTOR
1. ¿Cree que es posible evitar la existencia de «free riders» en contextos como el estatal, en donde el altruismo de los gobernantes no es en cuanto a sus recursos privados sino sobre los del Estado?
2. ¿Cómo podría practicarse una reciprocidad negativa en el caso estatal, mencionado en la pregunta anterior?
3. ¿Cree que hay algún caso bajo el que pueda darse una preeminencia de la cara altruista por sobre la egoísta, en un contexto de intercambio impersonal?
Guía Vernon Smith
Las dos caras de Adam Smith: Egoísmo y Altruismo
Resumen:
La necesaria comparación inicial del texto (entre TSM y RN) ilumina el camino a seguir a través del comportamiento humano y una explicación a la natural inconsistencia del pensamiento sobre esta naturaleza dentro de Adam Smith. El autor detalla de manera histórico – inductiva y empíricamente la evolución del comercio y los razonamientos humanos detrás de la imperante reciprocidad de la sociedad en torno al individuo. La historia denota como, desde las antiguas familias tribales, el instinto evolutivo de supervivencia de la especie llevo a la humanidad a una naturaleza de intercambio que permitía obtener los bienes necesarios para vivir mejor y mas seguros mediante el trueque entre grupos familiares y de parentesco que, a través de la especialización obtenían excedentes en su producción y avalaban mediante valoraciones subjetivas el intercambio de productos. Toda esta inducción que realiza Vernon Smith, denota el sentimiento y la expectativa de una conducta social reciproca (instalándolo en el texto como reciprocidad positiva) y la confianza en la misma sensación de la otra parte del intercambio. Todo esto lleva a Smith a explorar en lo mas profundo de la psiquis humana y encuentra allí, tanto esta composición natural al intercambio, brindada por siglos y siglos de experiencia ‘mercantil’ automatizada y la existencia, en sus distintas formas, de una autoridad que impusiese las reglas de juego y obligase a la cooperación.
Aquí se hace necesario mencionar también, como el autor hace una tajante diferenciación para ‘salvar’ las distinciones altruistas y egoístas de la humanidad propuestas por Adam Smith. El mismo considera necesario presentar los dos marcos conceptuales sobre los cuales funciona cada una de estas propiedades de la mente humana. Esto es, la personalización o impersonalización del intercambio. Observamos aquí como el conocimiento, o la identificación, de la otra parte del intercambio genera en la conducta humana esa necesaria extrapolación de los sentimientos y deriva en un imperante sentimiento de solidaridad, que lleva a que estos sean mas propensos a cooperar y a ser más generosos con aquello que se ha de repartir u otorgar. Lo contrario sucede cuando se trata de una impersonalidad mayúscula, derivando en un egoísmo mayor debido a la búsqueda del beneficio propio. Finalmente, Vernon Smith concluye el escrito unificando estas aparentemente contrarias doctrinas smithsonianas encauzando el amor propio de la maximización del interés privado, con las expectativas y sentimientos de reciprocidad presentes en la naturaleza humana. Aquí es donde el autor muestra que el proceso de la mano invisible que guía a los mercados es esa conducta humana individual, contenida dentro de los sentidos de intersubjetividad del marco social, y que provoca que la búsqueda del interés individual sea la búsqueda del interés público.
Novedad:
Para este punto de la guía, quiero resaltar tanto la detallada descripción de la naturaleza humana como el recuento histórico de la misma que lleva al autor a concluir que la conducta humana egoísta y altruista es parte común de un sentimiento de beneficencia propia en la beneficencia ajena. Esto deriva también en una corrección sociológica muy interesante. Sobre este punto, se considera en un inicio cómo, utilizando los axiomas de la Otredad de Todorov, el grupo endógeno rechaza y mira con recelo al grupo exógeno, derivando en un sentimiento de altruismo con el propio grupo y en un sentimiento de egoísmo con el ajeno. Aquí vemos cómo, en un primer punto, Adam Smith nos lleva a comprendernos y entender nuestros sentimientos de solidaridad para con nuestros parientes comparados con aquellos que no lo son, nos reconocemos en la distinción, y, por ende, reconocemos nuestras condiciones de grupo por sobre las condiciones del otro grupo. Como segundo punto, considero importante resaltar el hecho de que es este mismo intercambio egoísta y por amor propio entre grupos, lo que termina llevando a que estos se integren y obtengan un nuevo sistema de sentimientos compartidos que avalen el altruismo entre ellos. Ya sea, como se plantea en el escrito, mediante lazos de parentesco, o mediante la búsqueda del interés personal, que sirve el impersonal interés público. Finalmente añado que, es sumamente interesante la reflexión final del Vernon Smith, la desconfianza innata en los mercados, que deriva en una regulación. Contemplando los expuestos de la reciprocidad positiva y negativa, vemos como al no poder ver la acción social del interés privado, tendemos a creer que no existe tal y que por ende hay que regularlo para que este sí lo haga de manera activa. Nuestro natural miedo a los free raiders y a la no cooperación entre lo que consideramos nuestro grupo social, hace que la sociedad como conjunto exija de esta demostración de beneficencia pública en la beneficencia privada y nos lleve a, en una primera instancia, desconfiar de este supuesto, y luego, a imponer que el beneficio público sea mayor que el privado.
Preguntas:
¿La naturaleza evolutiva del comportamiento humano no hace que necesariamente debamos velar por el interés de la especie entera, y no solo por el del grupo social cercano?
¿Qué rol juega la simpatía y la solidaridad tanto en el altruismo con el grupo propio como con el egoísmo hacia el grupo ajeno?
¿Se puede explicar las guerras entre Estados – Nación con el principio de egoísmo entre individuos que maximizan sus intereses privados? Si es así, ¿Podemos explicar la ayuda humanitaria mundial sobre la base de ese altruismo natural de la conducta humana?
Resumen:
Lo que Vernon Smith quiere lograr con este texto es ilustrar claramente las inconsistencias en las publicaciones de Adam Smith, como presenta al inicio donde incluye citas de La Riqueza de las Naciones y la Teoría de los Sentimientos Morales. Con esta contraposición introduce el tópico de la reciprocidad tanto en el nivel sentimental como su influencia en lo económico y cómo las relaciones humanas afectan a nuestras decisiones que impactan en nuestras finanzas, nuestra situación económica. Aquí es donde surge la pregunta: ¿entonces conviene ser egoísta y obtener más ganancias, o arriesgar el mayor beneficio posible por el bien de crear relaciones humanas que se convertirán en relaciones que reciprocarán? Vernon desarrolla mayormente el aspecto de la psicología que explica la conducta del hombre, y es entonces que vemos un paralelismo con lo que nos intenta transmitir Adam Smith en la contraposición de sus publicaciones. A pesar de estas afirmaciones que algunos podrían llamar hipócritas, Vernon termina por encontrar un punto en común de por qué Adam Smith establece ambas afirmaciones, por más que propongan posturas distintas. Encuentra que, en el intercambio, la reciprocidad (el acto que incluye ambas acciones de dar y recibir), en el trueque (origen del comercio), ambas afirmaciones pueden ser ciertas simultáneamente y que son necesarias una para la otra (en especial en el caso de la reciprocidad positiva y negativa).
Novedoso/interesante:
Hacia el final del texto Vernon propone, parafraseando, que “siempre queremos la mayor ganancia posible, pero queremos cooperar con el otro” implicando que no podemos llevarnos todas las ganancias. Pero basado en su conclusión, podemos también extraer de esta que económicamente conviene ser egoísta y velar por los intereses propios ya que esto dará lugar al fenómeno de la “mano invisible” de Adam Smith, lo cual finalmente beneficia a todos los involucrados. Entonces nos encontramos en una nueva contraposición que nace de las afirmaciones propuestas al principio por Vernon, ya que a lo largo del texto podríamos decir que toma la perspectiva de la solidaridad sentimental, la reciprocidad, pero viéndolo desde el punto de vista económico, llega a la misma conclusión que Adam Smith y es en este punto donde el autor se da cuenta de la contradicción con la que acusaba casi de hipócrita a su sujeto de estudio en un inicio y entiende el pensamiento que llevó a Adam Smith a defender tanto la postura de la simpatía y la reciprocidad (básicamente la Teoría de los Sentimientos Morales) como las afirmaciones establecidas en La Riqueza de las Naciones simultáneamente. Lo que me parece interesante es que los primeros fragmentos de Vernon son en cierto punto acusatorios, pero a mitad de su estudio se da cuenta por sí solo y a través de dicho estudio de cuales eran la razón y propósito detrás de las afirmaciones de Adam Smith.
3 preguntas al autor:
1) ¿Entonces qué nos conviene en la vida, la reciprocidad y la solidaridad sentimental o el egoísmo e ir por el camino que nos lleva a un sistema donde se encuentra presente la “mano invisible”?
2) En el peor caso posible, ¿qué tanto impacto cree usted que tendrían los free riders si no se les impusiera el freno que suponen las consecuencias de la reciprocidad negativa dentro de la reciprocidad positiva?
3) Entonces, a fin de cuentas si tuviera que elegir una de las dos, en su opinión, ¿Adam Smith era egoísta o altruista?
Resumen/desarrollo
En el presente texto, intentare resumir algunas de las explicaciones que el autor Vernon Smith nos ofrece en su estudio sobre Adam Smith y la Riqueza de las Naciones. El texto “Las dos Caras de Adam Smith, Egoísmo y Altruismo” es una interpretación sobre algunos temas o aristas que Smith no demuestra con claridad en su respectivo escrito. Vernon Smith, intento interpretar y entender el rol o importancia que le otorgan los individuos a sus prioridades inmediatas, ¿Cuál es el interés principal de los seres humanos? ¿Cómo explica Smith que los seres humanos son seres racionales? ¿La prioridad principal de las personas es obtener la mayor utilidad posible? ¿Hasta qué punto las personas permiten que sus beneficios maximizados se coloquen por encima de sus valores morales o que sean más importantes que sus relaciones sociales más cercanas?
El autor, comienza demostrando la importancia del intercambio, lo que no es una novedad ya que Adam Smith construye su teoría en base a la importancia de la especialización y la interdependencia de todos los sectores de producción y de la sociedad en general para sobrevivir con las transacciones de bienes y servicios. Aquí hay que hacer un importante punto y aparte, ya que el autor introduce un concepto importante, el cual es explicado mediante experimentos con chimpancés. El termino reciprocidad, puede definirse como: “Correspondencia mutua de una persona con otra”. Vernon, divide la reciprocidad en dos especies de conductas, positiva y negativa. Cuando mencionamos una reciprocidad positiva estamos hablando de una tendencia de intercambiar bienes en cantidades similares u ofrecer lo mismo o más que me ofreció otra persona en otro momento determinado. En el caso de una reciprocidad negativa, es justamente el razonamiento inverso, un intercambio irregular entre dos individuos, lo que puede llevar a la anulación de un tratado comercial entre dos países, por ejemplo (país A tiene una actitud positiva hacia un país B, ofreciéndole ayudas financieras para colaborar con su desarrollo, abriéndole sus mercados para que coloque sus bienes y permitiéndole instalación de bases militares en su territorio, aunque esto lleve a una pérdida de soberanía. El país B decide colocarle un arancel de 40% de aumento de precios a los productos del país A, junto a la anulación de todos los acuerdos comerciales que poseían. Esto es un caso claro de reciprocidad negativa, lo que va a ocasionar una mala relación diplomática entre estos dos países). Si leemos con detenimiento, podemos considerar que así funciona el intercambio, bien mencionado por Vernon Smith.
El mundo ha progresado en muchos ámbitos, hay nuevas formas de gobierno, nuevas formas de organizar económicamente una sociedad, se puede decir que el comportamiento humano se moldea y se transforma, pero hay conductas que tienen miles de años de antigüedad, el intercambio es uno de ellos y esto es una clara demostración de que los seres humanos tenemos un instinto de reciprocidad desde la evolución, la cual también poseen los chimpancés como demuestra la investigación citada por el autor. En la antigüedad, las personas se regalaban bienes a cambio de otros regalos, como el ejemplo de las pieles, pero esto también tuvo su proceso evolutivo, siendo el puntapié de una actividad fundamental para las comunidades, llamada comercio. Aquí cabe mencionar varios puntos fundamentales que Adam Smith escribía en 1776 pero que los seres humanos ya practicaban con anterioridad: la especialización de tareas, que con una reciprocidad correcta y con términos de comercio llevarían a una comunidad a tener mayor variedad de bienes y servicios. Una persona que fabrica lanzas necesita de una persona que conozca de cerámica, ambos tienen el capital humano para la especialización en una rama de producción, para luego intercambiar bienes. Luego se crearían las reservas de valor, como el dinero, lo que agilizaría los términos de comercio, además de hacerlo más dinámico y permitir mas tipo de transacciones. Ahora bien, ¿Qué agrega el autor a lo ya mencionado por Smith?
El enigma de Smith planteado por Vernon es, ¿Existe la cooperación y la no cooperación? Lo que personalmente comprendí de las conclusiones que el autor menciono en su texto es que depende en qué tipo de circunstancia intentes descifrarlo. En el caso de un mercado de intercambio impersonal, el ser humano tiende a tener una actitud que priorice mucho más su utilidad personal que en un intercambio social. Por ejemplo, en el primer caso, del intercambio impersonal donde prioricen las actitudes más egoístas, puede ser un negocio de criptomonedas en una plataforma digital. No conozco al otro usuario, simplemente coloco mis criptomonedas en venta esperando una oferta, suponiendo que exista la posibilidad de negociar el precio de las mismas, yo no voy a vender por menos del valor que me costaron en un principio o por menos del valor que le doy, sino hasta que la oferta del otro usuario sea suficiente, el comprador opinara lo mismo sobre el precio que le coloco, priorizando su bolsillo, adquiriendo mis bitcoins al precio que considere adecuado y bajándose de las negociaciones cuando crea que el valor que le coloque sea excesivo. En este ejemplo vemos que no hay situaciones de actitudes cooperativas, nadie va a pagarme más dinero del que pido simplemente por pedirlo. Por el contrario, hay otras pruebas realizadas y citadas por Verner que muestran otro tipo de escenario, donde las personas otorgan la confianza a otros jugadores teniendo actitudes de reciprocidad y absolutamente cooperativas, ofreciéndoles una parte de la riqueza que hay en juego, aunque esto luego les cueste toda su utilidad o ganancia esperada.
La pregunta es, ¿Por qué estos jugadores tienen una actitud que no es racional? Para Vernon influye el comportamiento para el intercambio social reiterado. El autor explica brevemente a que se refiere, lo que comprendo que quiere decir es que desde que nacemos hasta que morimos, usualmente, nos han inculcado que dar está bien, que hacer favores es lo correcto además de que sabemos la utilidad que otorga que nos den o nos hagan un favor a nosotros. El autor en otra parte del texto menciona que las personas también tienen instintos de reciprocidad dependiendo del contexto en el que se encuentren, además de que intentan hacer una lectura de la otra persona, sabiendo en qué momento se debe cooperar.
Para concluir con el resumen acotado del texto, interpreto que el autor hace una lectura equilibrada de Smith e intenta concluir que los seres humanos estamos en el medio entre ser egoístas y no serlo. Que una persona coopere o que no lo haga va a depender del momento de los sucesos, además de la persona a la que se le ofrezca el trato de reciprocidad, el contexto y la utilidad final de hacerlo o no. En síntesis, las personas quieren recompensas, tener ganancias en un intercambio, pero también quieren cooperar con sus semejantes. Lo que no queda muy claro es la explicación sobre la beneficencia humana, no está muy desarrollada la explicación del autor sobre este tema.
Interesante/llamativo:
Personalmente, hay dos puntos que me han llamado potencialmente la atención. En primer lugar, al principio del texto, el autor menciona el derecho de propiedad. O sea, el derecho de disponer y de utilizar aquello que te pertenezca. Actualmente, como bien menciona el autor, el Estado debe ser garante de la defensa ante violaciones de propiedad, en el día de hoy todos conocemos los derechos a la propiedad privada, declarado en numerosos tratados y constituciones a lo largo del mundo. Pero, el derecho de propiedad, es anterior a este tipo de existencias ya que el intercambio de “cosas” ya que existía, Vernon lo menciona como un derecho natural. Las personas ya “poseían” e intercambiaban estas posesiones. Por eso somos criaturas que históricamente han utilizado el intercambio social como método de subsistencia, que luego muto al comercio, en principio como trueque o mediante otras vías y se fue moldeando poco a poco con la llegada de las distintas monedas.
Otro punto muy llamativo e interesante es la parte final de la conclusión, cuando el autor divide intercambios personales de impersonales. La diferencia entre ver el progreso en relaciones diarias o cercanas, como un familiar o un amigo, o una persona por fuera de su círculo. Vernon le agrega la expectativa de obtener algún tipo de beneficio de la satisfacción del aumento de utilidad ajena, lo cual me parece una conclusión muy acertada. Los seres humanos se alegran de que a otra persona le vaya bien siempre y cuando obtenga una contraprestación por esto.
Preguntas:
¿Qué sentido tendría para Smith el simple hecho de observar el aumento de utilidades ajenas sin obtener una contraprestación a cambio?
¿Si dos personas que no se conocen, en términos reciproco positivos, deciden coludir en la entrega de riqueza mitad para cada uno, no están tomando una decisión poco racional teniendo en cuenta el contexto del intercambio?
¿A qué se quiere referir Vernon con la explicación que da Adam Smith sobre cuál es el rol de la beneficencia humana?
RESUMEN
En su texto sobre Adam Smith, Vernon Smith comienza citando dos fragmentos de un par de obras contrapuestas del llamado “padre de la economía”. Allí cita un extracto del libro “La Riqueza de las Naciones” y otro sobre “La Teorías de los Sentimientos Morales”, donde demuestras que A. Smith había escrito dos obras que no tenían una concordancia entre sí, es decir, como si las hubieran escrito dos personas diferentes. Según Vernon, Adam no llegó a dar un cierre o una conclusión entre ambas obras.
Durante la extensión del artículo, el premio Nobel describe el parecido entre los humanos y chimpancés que luego utiliza para hablar acerca de la reciprocidad. Además de contar que existen dos tipos de reciprocidad, positiva y negativa, las cuales son necesarias que se complementen para un buen funcionamiento de la cooperación en el intercambio social. Pero el punto para comprender las diferencias de Adam Smith con el desarrollo hecho por Vernon, está en entender y distinguir la diferencia entre intercambio impersonal e intercambio personal ya que allí es donde se puede ver lo que Adam decía sobre el egoísmo de los hombres y en contraposición sobre la necesidad de intercambio y cooperación de los seres humanos.
NOVEDOSO / SORPRENDENTE
Lo novedoso o sorprendente de este texto fue que Vernon Smith utilizó las relaciones existentes en los chimpancés para comparar y explicar la reciprocidad que también existe en los seres humanos. Llamó mi atención el ejemplo de la actuación de los chimpancés cuando dos hembras jóvenes del grupo llegaron dos más tarde al edificio donde estaban sus habitaciones y al día siguiente todos les dieron, como dice Smith, una paliza. Esto último se dio gracias a que la regla en ese lugar es que hasta que no estén todos los chimpancés dentro del edificio, ninguno va a comer, por lo tanto la tardanza de dos horas de las hembras hizo enojar a los demás.
PREGUNTAS AL AUTOR
1- ¿ Es realmente efectivo castigar a los free riders? Luego de recibir el castigo, ¿ hay seguridad de que deje de haber una reciprocidad negativa y se de una positiva?
2- ¿ Cómo uno se da cuenta cuando la reciprocidad dentro de un grupo familiar es débil?
3- ¿Cuál es la razón por la cual la reciprocidad en los chimpancés nos puede ayudar a entender mejor a Adam Smith y sus dos obras opuestas?
Resumen
En su ensayo, “Las dos caras de Adam Smith: egoísmo y altruismo”, Vernos Smith analiza la supuesta contradicción que existe entre las ideas de Adam Smith en “La Riqueza de las Naciones” y “Teoría de los Sentimientos Morales”. En la primera, Adam Smith asegura que el ser humano es egoísta y que su comportamiento se caracteriza por ser individualista, utilizando la famosa frase “No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero, o del panadero, de quienes debemos esperar nuestra cena, sino de la preocupación de estos por sus propios intereses”. Sin embargo, en “Teoría de los Sentimientos Morales” parece plantear absolutamente lo contrario, explayándose sobre la simpatía y altruismo del hombre. Para explicar esta contradicción, Vernon Smith distingue entre dos tipos de intercambio en el participan los hombres, uno que es más personal y social y otro impersonal (relacionado con el comercio). Dos conceptos importantes que utiliza el autor para analizar el intercambio son la reciprocidad positiva y la negativa. La positiva es la respuesta con actos similares, no simultanea, de un individuo a los favores y bienes que le ha dado otro; mientras que la negativa se trata de un castigo por no responder a estos favores o bienes de la manera adecuada. El origen del comercio está relacionado con la reciprocidad, ya que esta es universal, se observa de una manera u otra en todas las culturas, y su intercambio da pie al comienzo del trueque. Este origen se da cuando la reciprocidad sale del núcleo familiar o tribal y se extiende al intercambio entre grupos (tribus) distintas. El establecimiento del comercio da lugar al derecho de propiedad, al cual V. Smith define como “garantía que permite que ciertos actos sean realizados por personas dentro de los marcos definidos por ese derecho”.
Para ilustrar cómo funcionan todos estos conceptos y su relación con la yuxtaposición de Adam Smith, el autor presenta distintos estudios y juegos. En primer lugar, para justificar la teoría de A. Smith sobre como el individualismo y la no cooperación maximiza los resultados en un mercado impersonal, muestra un experimento que utiliza las reglas del remate doble (mecanismo que se utiliza en el mercado de commodities y de activos financieros). El comportamiento en este experimento es egoísta y, gracias a ello, se maximizan las ganancias. Luego, brinda un ejemplo de la reciprocidad en el intercambio personal a través del “juego de confianza”, en el cual dos jugadores pueden elegir entre actuar cooperativamente o no. El resultado de este juego demuestra que en la mayoría de los casos se actúa con reciprocidad, como si fuese un “instinto natural”. Para analizar los derechos de propiedad, el autor utiliza los juegos “ultimátum” y “dictador”. En estos se otorgan derechos de propiedad a uno de los jugadores (jugador 1) para repartir U$S10, en el de ultimátum el jugador 2 puede elegir si acepta la oferta (si la rechaza ambos obtienen U$S0), mientras que en el del dictador no tiene la opción de rechazarla. Un aspecto muy importante que se busca analizar con estos juegos es la diferencia que puede haber en el resultado del juego la manera en la que se asignan los derechos de propiedad. El jugador 1 tiende a ser más “generoso” o “justo” cuando los derechos son asignados al azar que cuando se ganan en algún tipo de competencia. Por último, el autor describe un juego en donde se introduce un elemento de status, para analizar la cooperación y reciprocidad con los miembros de un endogrupo y con los de un exogrupo. Además, se demostró que los individuos que eran parte del grupo de alto estatus tenían retornos mayores que aquellos que formaban parte del de bajo estatus.
Novedoso
El análisis en general que realiza Vernon Smith de las obras de Adam Smith y su supuesta contradicción me parece sumamente novedoso, ya que incorpora no solo conceptos económicos, sino también psicológicos y sociológicos. Me resultó muy interesante cómo diferencia tan claramente el mercado personal del impersonal y la incorporación de regalos, favores y asistencia, en conjunto con los bienes, al intercambio entre hombres. El autor explica perfectamente por qué es beneficioso actuar con simpatía en el mercado personal y con egoísmo en el impersonal, por eso me sorprende que hoy en día sigan existiendo medidas económicas que buscan limitar el individualismo en el comercio y argumentan que la empatía es necesaria en este. Otro aspecto de la obra que me llamó la atención y me pareció muy original es la utilización de los distintos juegos para explicar los conceptos teóricos desarrollados. Los juegos permiten observar en un plano más real lo que se desarrolla en la primer parte de la lectura y ayudan a que se entienda con más claridad como funcionan ciertos conceptos en la empírea.
Preguntas al autor
1. En su obra “La lógica de la acción colectiva”, Mancur Olson argumenta que los incentivos selectivos sociales (reciprocidad negativa) únicamente se podían aplicar a los grupos pequeños, ¿considera usted que exista una manera de aplicar la reciprocidad negativa a grupos numerosos y resolver de esta manera el problema de la acción colectiva?
2. ¿Por qué la manera de adquirir los derechos de propiedad (azar o competencia) afecta el comportamiento de los jugadores y no lo hace la manera de adquirir el estatus?
3. Si se confeccionará el sistema de pensamiento coherente que menciona Vernon Smith en su conclusión, ¿sería necesario cuantificar los favores y regalos que se intercambian en el mercado personal?, ¿de qué manera se realizaría esta cuantificación?
Vernon Smith a lo largo del texto toma los escritos de Adam Smith en “La Riqueza de las naciones” y en “La teoría de los sentimientos morales” y busca la manera de relacionar y explicar las ideas de ambos textos. Estas ideas son contradictorias en cuanto al tópico principal que es el cómo se comporta el humano, por una parte Adam Smith en La Riqueza de las naciones plantea que el humano acciona en base a sus propios intereses, mientras que en su otra obra lo pone al hombre bajo la naturaleza del hombre, un hombre empático en la que los sentimientos de uno se ven afectados por los sentimientos del otro. Con esto en mente Vernon tiene la visión de que estas dos ideas si se relacionan ya que partimos de la idea de que el humano tiene la característica de estar propenso al intercambio social. Entonces, si se es en paralelo egoísta y se vive con empatía, el autor plantea que esto es gracias al intercambio personal e impersonal, en ambos casos se necesita la reciprocidad, de distintas maneras, para lograr sobrevivir y tomar decisiones, ya que esta reciprocidad es la que tiene la influencia en el intercambio del humano, donde se busca maximizar la utilidad. Es aquí, explica Vernon, donde nace la idea de una relación de intercambio y comercio, naciendo a su vez los beneficios que luego van a darle pie al derecho de propiedad. Ambos individuos van a querer saber lo que exporta e importan los individuos. En conclusión, el autor plantea que el egoísmo y el altruismo viven paralelamente en el hombre, coexisten, y se manifiestan de distintas maneras.
Lo que más me llamó la atención fue la manera en que el autor plantea el intercambio como un juego de suma positiva. En este punto es donde destaca como se crea la riqueza limitada dentro de un mercado con un específico tamaño. Me sorprende el hincapié que hace el autor sobre los factores que afectan la reciprocidad del intercambio. Hay un derecho que funciona sobre el bien, y dependiendo de qué manera sea, los humanos consideran que es justo y que no, cuándo es mérito o cuando es ambiguo, que se reparte a quien. Destaca también el sentimiento de pertenencia, un factor que afecta la manera en que un individuo decide ser recíproco, en mayor cantidad con su grupo y en menor con aquellos a los que no pertenecen al mismo.
En el contexto que nos encontramos hoy en día mundialmente con la pandemia, ¿existe una reciprocidad negativa?
En cuanto a los free riders, ¿responderían estos completamente a las reciprocidades negativas?¿Cómo abordaría el tema de los free riders?
El Estado, ¿tendría que hacerse cargo de la reciprocidad negativa?
Resumen
En el texto “Las dos caras de Adam Smith: Egoísmo y Altruismo”, el autor propone que Adam Smith realmente no se contradijo. El principal argumento para apoyar esto es el concepto de reciprocidad, cualidad humana que Vernon Smith considera ser heredada a partir de la evolución y universal. A partir de nuestro impulso a reciprocar, entendemos que el humano tiene una propensión al intercambio, ya sea de carácter social y de favores o de bienes. Sin embargo, ambos intercambios parecen tener motivaciones completamente diferentes: los sociales se basan en la simpatía y los de bienes en el egoísmo. Esto lleva a preguntarse, ¿es posible que coexistan en un individuo los sentimientos de egoísmo con los de cooperación? La respuesta del autor es simple: no debemos agrupar ambos tipos de intercambio, sino distinguirlos y entender cómo funcionan independientemente. Por un lado, en los intercambios sociales nos alegramos por el otro y esto nos da placer porque, por la inherente reciprocidad de la humanidad, esperaremos que se nos devuelva lo mismo en su momento. El beneficio es claro. Por otro lado, en los intercambios impersonales el beneficio común no es tan evidente pero como dice Adam Smith, actuar por interés propio (egoísmo) lleva a la realización del interés común. En pocas palabras, no es que Adam Smith se haya contradicho, sino que son intercambios de diferente naturaleza y se realizan en diferentes contextos, por lo que los intercambios impersonales no tienen por qué estar motivados por la simpatía y viceversa, pero eso no significa que el individuo sea solo egoísta o solo altruista; ambos pueden coexistir. Por último, Vernon Smith reconoce que intercambiamos porque ambas partes involucradas obtienen ganancias, que únicamente pueden ser aseguradas mediante los derechos de propiedad. Estos últimos protegen los bienes de ambas personas y establecen pautas sobre cómo actuar en intercambios.
Lo novedoso
Me pareció muy novedoso el cruce que hace el autor de investigaciones de distintas disciplinas, argumentando que la reciprocidad es algo que heredamos evolutivamente desde los experimentos a los chimpancés y sacando de la psicología la idea de que ser conscientes de nuestros propios pensamientos nos permite “leer la mente” de los otros para saber cómo actuarán. Con esto último, el autor puede probar que la reciprocidad es básicamente un instinto y natural para nosotros. Algo más que me pareció interesante es el hecho de que las personas cooperan en juegos donde el derecho a controlar la cantidad de dinero es obtenido al azar, lo que va en contra de la teoría de juegos. En definitiva, me pareció nuevo el hecho de que la generosidad disminuye a medida que los jugadores consideran que la persona que debe repartir el dinero lo ganó por mérito propio y no por azar. Por último, lo que considero más importante del texto es la manera que el autor prueba que Adam Smith no se contradijo, sino que los intercambios sociales y de bienes tienen diferentes motivaciones y no por eso implica que somos egoístas o altruistas, sino que podemos ser ambos al mismo tiempo.
Preguntas
¿Existen otros mecanismos viables para castigar a los free riders de la sociedad además de la reciprocidad negativa?
¿Los derechos de propiedad son garantizados únicamente por aquellos involucrados o hacen falta otros poderes del Estado que los hagan cumplir?
¿Existen instituciones estatales dedicadas a buscar y castigar a los free riders? ¿Podrían existir en el escenario internacional?
(Smith se refiere a Adam Smith, Vernon a Vernon Smith)
El texto comienza diciendo que para muchos el Smith de la Riqueza de las Naciones y el Smith de los Sentimientos Morales son opuestos e incompatibles debido a sus visiones sobre la naturaleza humana: en uno los humanos son egoístas e individualistas, en el otro son altruistas y considerados. Vernon dice que no son incompatibles, ya que en el trueque también se pueden intercambiar regalos, asistencia y favores. En estos trueques ambos reciben ganancias, ya sean materiales o emocionales. El texto luego dice que los derechos de propiedad son derechos naturales, ya que el concepto de propiedad y el derecho que su dueño tiene por ella preceden a las sociedades civilizadas; los hombres estaban intercambiando y utilizando su propiedad privada antes de la invención de la agricultura. Vernon también explica que el derecho de propiedad es una parte importante de la sociedad de chimpancés. Esto se ve con la reciprocidad positiva: un chimpancé reconoce cuando otro comparte algo con él. El Chimpancé A le da su propiedad al chimpancé B. B sabe que esa propiedad era de A, y sin embargo decidió compartirla de todas formas, lo que resulta que en el futuro B quiera compartir su propiedad privada con A.
Más adelante en el texto Vernon explica que la evidencia señala que los humanos son egoístas y altruistas al mismo tiempo. Claramente, uno puede ser considerado sin tener que abandonar completamente sus intereses individuales. Uno puede sentirse bien por el beneficio social que su trabajo provee sin tener que hacerlo a cambio de nada.
Vernon concluye que las dos caras de Smith, la sentimental solidaria y la competitiva egoísta se resuelve haciendo una distinción entre el intercambio personal y el intercambio impersonal. Según Smith el intercambio es un juego de suma positiva, que crea riqueza y está limitado solo por el tamaño del mercado. Vernon dice que las actitudes de beneficencia no son 100% altruistas, y no está mal que no lo sean. El que actúa de forma altruista forma un pacto silencio con el otro de reciprocidad positiva; ambas partes entienden que se espera que el que recibió el beneficio altruista ahora está en deuda al otro partido, y en algún momento debe devolver el favor. Además, el benefactor recibe a cambio de sus actos un sentimiento de haber hecho algo bueno que los hace sentir bien, lo que también es algo valioso para el actor. Vernon llega a la conclusión de que como no es aparente lo útil que es el egoísmo en los mercados para aquellos que desconocen de economía básica, y lo bien que nos hace sentir ser generosos con nuestros amigos, aquellos que son ignorantes de los conceptos básicos como el trueque y los incentivos quieren intervenir en los mercados para forzar su generosidad en otros, más allá de los resultados catastróficos que esto tiene.
2)
Me pareció muy interesante como Vernon cuenta que hay académicos que creen que estas dos versiones de Smith son totalmente incompatibles. Desde la primera vez que lo leí, para mi era completamente compatible, y es más, tiene sentido. Es claro que una persona tiene un beneficio al hacer un acto altruista, todos se sienten bien al hacer uno y los hace felices. Me gustó mucho lo que agregó Vernon sobre la reciprocidad positiva, ya que demuestra aún más cómo son compatibles. No había considerado lo que propone Vernon, que al hacerle un favor al otro pasamos a tener una especie de crédito positivo con él, y que en el futuro es probable que se devuelva el favor. Me gusta como crea una conexión entre ambas obras que no era tan clara y como explica la razón por la que el socialismo/comunismo tiene tanto sentido para aquellos que desconocen de economía, claramente es una respuesta a cómo los hace sentir ser buenos como el otro, y creen erróneamente que esas acciones se pueden traducir al ámbito de los mercados para generar una especie de economía “altruista.”
También me gustó cómo usa el ejemplo de los chimpancés para probar que el derecho a la propiedad es un derecho natural y como demuestra que, argumentalmente, el derecho y el concepto de propiedad privada es el instinto más natural que tienen los animales.
3)
¿Cree que la propiedad privada es un concepto natural social base para los humanos?
¿Cree que enseñar obligatoriamente economía en los colegios puede resolver el problema de mezclar el altruismo con el mercado?
¿Cree que el altruismo está basado más en el interés individual que en la empatía?
El texto plantea la duda: ¿Son contradictorias las posiciones de Adam Smith? Y prosigue con una interesante explicación que combina antropología, sociología y posología evolutiva. La explicación podría resumirse en que los seres humanos, al ser animales sociales, creamos instintivamente métodos de cooperación entre nosotros para sobrevivir, primero en el mundo salvaje, y hoy en día en el mundo civilizado. Para esto, en primer lugar, diferencia dos formas de reciprocidad, la positiva y la negativa; la primera hace referencia al apoyo mutuo que proporcionan los miembros de una comunidad, es un hecho básicamente instintivo que se refleja en el préstamo y devolución de favores que ocurre entre individuos, la segunda quiere decir alguna forma de castigo a los free raiders, aquellos reciben favores y no los devuelven.
De estas dos formas de reciprocidad nacen los derechos de propiedad y el comercio, como formas de intercambio de favores, en forma de regalos, en el momento, y el dinero sería el medio de cuenta para intercambiar regalos de una forma más cómoda. Por lo que se podría decir que Adam Smith, en lo fundamental, estaba en lo cierto, solo que no logró entender el origen del por qué los seres humanos actúan así.
Lo que particularmente me interesó fue el uso dado a la teoría de juegos, pero sobre todo en el que se llegaba a la conclusión de que, para los participantes, era “justo” tener una distribución equitativa de los recursos.
¿Cree que esa búsqueda instintiva de altruismo reciproco, entre los miembros de una comunidad, sea también el origen de las ideologías colectivistas?
¿Cree que Adam Smith hubiese relacionado ese instinto natural con el gran plan de Dios, de haberlo conocido?
¿Hubiese Adam Smith cambiado algo de sus teorías de haber tenido estos datos?
En el texto de Vernos Smith “Las dos caras de Adam Smith: egoísmo y altruismo” el autor comienza con una frase de “La riqueza de las naciones” en donde se define al hombre como un ser que actúa en base a sus propios intereses. Mientras que en “La teoría de los sentimientos morales” el sujeto es empático, los sentimientos de uno se ven afectados por los sentimientos del otro. Al compararse ambas visiones se observa una contradicción sobre la naturaleza humana. Pero de todas formas el autor nos dice tienen un punto en común, y es que en los dos casos hay una propensión a trueque o intercambio de una cosa por otra.
Vernon Smith nos lleva por un recorrido histórico hacia los orígenes del comercio desde las comunidades de chimpancés hasta nuestros ancestros homínidos que vivieron como cazadores- recolectores. Así como también, por una serie de estudios respecto como la modularidad del cerebro permite aprender sin estar conscientes de la acción, a diferencia de cuando se requiere de una acción consiente de la actividad mental. Y por último experimentos en donde a los sujetos se les presenta el juego del ultimátum y el juego del dictador para ver si hay reciprocidad o no entre los jugadores.
Los estudios mencionados llevan a Smith a pensar que Adam Smith había descubierto dos tipos de comportamientos en los seres humanos. La reciprocidad positiva en los intercambios personales y el egoísmo en intercambios impersonales. Siendo ambos comportamientos coexistentes en los seres humanos. Cuando se trata de conocidos, aparecen los sentimientos de altruismo. En cambio, cuando el comercio no es cara a cara, los individuos miran por propio interés.
Lo novedoso
Me pareció interesante el respaldo que le da el autor a su trabajo, mediante una serie de estudios etnográficos, sociológicos y psicológicos, ya que ayudan a la comprender el accionar del sujeto, asimismo, como es llevado a cabo el texto. Comienza con los orígenes del comercio y luego por los estudios, para finalizar con una conclusión que termina siendo clara debido a la gran cantidad de información bien organizada que provee para llegar a la misma.
Preguntas al autor
En el texto menciona que una vez que dos amigos toman consciencia de una asimetría en la reciprocidad, la amistad se ve amenaza ¿Es posible decir que la relación pasaría a ser de intercambio impersonal? ¿De qué forma se ve amenazada?
Los sociópatas al no poseer la capacidad inconsciente y la intuición de reciprocidad ¿son considerados free riders? ¿La reciprocidad negativa hace que estos sujetos reciproquen a futuro?
Resumen:
Las dos caras de Adam Smith: Egoísmo y altruismo – Vernon Smith
A lo largo de este texto, Vernon Smith desarrolla cómo es no contradictoria la concepción de la naturaleza humana que describe Adam Smith en sus principales obras, por un lado, una concepción aparentemente egoísta expuesta en la riqueza de las naciones, y por el otro, una concepción altruista en la teoría de los sentimientos morales. El autor deshace esta aparente contradicción apoyándose en lo ya desarrollado por Adam Smith que es la natural inclinación a la simpatía y al intercambio que presentan los seres humanos. Así, a partir de Adam Smith, explica como el comercio siempre tiene una lógica de suma positiva, por lo que todo intercambio voluntario genera ganancias mutuas, de esta manera para el ser humano siempre es conveniente el comercio. A su vez, Vernon logra ir más allá, e introduce la distinción entre intercambios personales y los intercambios impersonales. Con lo cual logra explicar cómo en los intercambios impersonales, la lógica egoísta es la que genera un orden espontaneo que beneficia a todos mientras que en los intercambios personales es quizás la lógica empática la que nos permite alcanzar el mejor resultado. Gracias a esta natural tendencia al intercambio y reciprocidad en las relaciones humanas es como se explica el origen de los derechos de propiedad que sostienen al funcionamiento del mercado.
Al desarrollar esta tesis, Vernon Smith brinda también un sustento empírico, apoyándose en experimentos económicos realizados, logrando sostener como es la reciprocidad la que mantiene los intercambios personales, mientras que la lógica egoísta es la que prima en los intercambios impersonales, haciendo a su vez un gran hincapié en el contexto social en el que se enmarcan los intercambios. Conjunto a ello, hace también un recuento histórico y evolutivo sobre la capacidad de los seres humanos y sus antepasados evolutivos de intercambiar y mantener una reciprocidad.
Lo novedoso:
Me parece muy interesante el desarrollo de Vernon Smith trayendo así los desarrollos de Adam Smith con un tono refrescante y apoyándolo con los desarrollos de las ciencias de los últimos tiempos. A su vez, me sorprende como es capaz de hacer una nueva interpretación del autor escocés y romper con una de las más grandes aporías en su obra de una forma brillante. Además logra ir más allá y explica cómo es que el contexto social de los intercambios influye en las motivaciones de los actores sociales.
Preguntas para el autor:
¿Cómo explicaría la gran tendencia a su vez presente en los seres humanos a la violencia y la intervención por la fuerza?
¿Usted cree que el ser humano está dotado de libertad de elección?
¿Qué implicancias cree que este paper tendría en el derecho?
Resumen:
El texto consiste en un análisis de las dos visiones del ser humano que tenia Adam Smith (altruista y egoísta) y analizar si existe una contradicción o no entre estas dos. El autor reconoce al hombre como un ser que tiene una “tendencia al intercambio” instintiva producto de un proceso evolutivo de supervivencia: el trueque de bienes y favores beneficiaba a ambas partes. Estas reconocian derechos naturales derivados del intercambio: los derechos de propiedad. Estos consistían en una reciprocidad en el accionar: si yo te hago un favor, espero que en el futuro me lo devuelvas. Esto es la base de la doble visión del hombre: se preocupa por el otro, ya que en su egoísmo busca su propio interés que se logra en la reciprocidad en el intercambio social. Esta es la base del desarrollo de las relaciones de amistad, de pareja, de comprador-vendedor, etc. Si fuéramos altruistas desinteresados, estaríamos permitiendo una invasión de los free-riders y por ende, se romperían las bases de la organización social..
Nuevo :
Fue de mi interés la interacción comercial de la cultura esquimal, donde usar el argumento de desprecio a lo propio produce el preámbulo necesario para generar la sensación de un gran hallazgo en los comerciantes involucrados en la transacción o trueque. Este tipo de interacción es similar a las teorías aristotélicas, dado que los agentes al exponer sus excedentes consiguen el beneficio mutuo.
Además, es nuevo para mí el resultado que ofrece el experimento “doble ciego”, donde no solo resalta el egoísmo natural, sino que es el único que devela la naturaleza egoísta del hombre, demostrando de qué forma se comporta el hombre fuera del contexto social estándar, con el objetivo de velar por sus intereses, sin pensar en el beneficio común. Dichos resultados apoyan la premisa del egoísmo descrita por Nash y refuta la teoría de la mano invisible de A. Smith.
Preguntas:
¿Cuán próximos a la realidad se encuentran los experimentos de laboratorio?
¿Cómo sería una sociedad con actitudes de los individuos muy altruistas o egoístas?
¿Existen ejemplos de sociedades así?
Resumen:
El texto busca dar respuestas a la contradicción que existe entre dos obras de Adam Smith acerca de la naturaleza humana, estas obras son La Riqueza de las Naciones y Teoría de los Sentimientos Morales. En la primera explica la naturaleza egoísta del hombre y la búsqueda por la utilidad individual, mientras que en la segunda hace referencia al interés del individuo por la suerte o felicidad del resto. Plantea una diferenciación entre el intercambio personal e impersonal; y en esta misma línea habla sobre la reciprocidad positiva que refiere al acto de responder, no simultáneamente y con actos similares, a ciertos favores que otro individuo le haya transferido previamente. Por otro lado, cuando los individuos son castigados en el intercambio social, no reciprocando a quienes previamente les hicieron favores, se trata de reciprocidad negativa.
Luego analiza los derechos de propiedad y explica que su origen se encuentra en la universalidad, espontaneidad y valor adaptativo evolucionario de la reciprocidad: una vez que se establece una relación de comercio, los beneficios recíprocos del intercambio proveen el fundamento para los derechos de propiedad autoimpuestos.
Lo novedoso:
Una de las cosas que más me llamo la atención son los experimentos sociales mencionados, que aportan la evidencia experimental para analizar la naturaleza humana y así buscar corroborar o refutar hipótesis planteadas por los pensadores de la economía, como por ejemplo Smith o Nash. A partir de ciertos experimentos como el del remate doble o el del ultimátum, se muestra cómo el hombre en distintas circunstancias actúa distinto lo que dice la teoría, la cual en muchos casos puede estar sistemáticamente equivocada.
También me resulto interesante como el autor une ambos libros de Adam Smith partiendo de la base que siempre va a depender de si se trata de un mercado personal o impersonal. El autor agrega que el placer de observar la felicidad de los otros deriva de las expectativas de recibir beneficios recíprocos de esa actitud altruista en un futuro, a lo que denomina reciprocidad positiva.
3 preguntas:
1) ¿Qué tan importantes son las instituciones para garantizar el funcionamiento de la reciprocidad?
2) ¿Cree usted que los agentes solo se comportan de manera egoísta cuando se encuentran fuera de contexto?
3) ¿Es necesario que el Estado garantice el derecho a la propiedad, o este problema lo podría resolver el mercado?