Espero recordar en nuestra próxima clase el tema que quiero plantear ahora en forma breve, sobre el poder de negociación de trabajadores y empleadores. Al margen de las herramientas que alguna legislación pueda darle a uno u otro, el análisis económico del tema sugiere que ese poder depende de la fuerza de la oferta y de la demanda de trabajo.
Es decir, cuando hay escasez de mano de obra, el «poder» estaría del lado de los trabajadores, ya que los empleadores competirían entre sí para conseguirlos y no les queda otra alternativa que ofrecer mejores condiciones que sus competidores. De esa forma los salarios suben y las condiciones de trabajo mejoran. Pero cuando lo que hay es escasez de trabajo, el poder está en los contratantes, empleadores, ya que los trabajadores tienen que competir por los pocos puestos disponibles.
Esa «escasez» de trabajo es la que se produce a largo plazo como resultado de un proceso de inversión de capital. Estas inversiones «demandan» más trabajo y, para encontrar esos trabajadores hay que ofrecerles alguna condición mejor a la que actualmente posean (que puede ser cero si están desempleados). Este proceso es el que explica el crecimiento de los salarios en los países ahora «desarrollados» y también en China, por ejemplo, donde han crecido luego de un período de décadas de alta inversión de capital.
Desde esta perspectiva, la legislación sobre huelgas aporta poco en una situación de recesión y desempleo. Los sindicatos podrán hacer todas las huelgas que quieran pero si no hay puestos de trabajo nada de eso los va a crear. En dicha situación, de mayor demanda que oferta de puestos de trabajo, el salario tiende a caer. Situación lamentable, por supuesto, pero en tal caso hay que ver a qué se debe la recesión y la teoría del ciclo económico apunta a erróneas políticas monetarias implementadas por los gobiernos que originaron el auge anterior y ahora imponen esta corrección que llamamos “recesión”.
Si, en un escenario de ese tipo, los sindicatos resisten la caída de los salarios, el ajuste se realiza por otro lado, por la cantidad de trabajo disponible. Recuerden que he planteado más de una vez que si el mercado no ajusta por precio, ajusta por cantidad. Si los salarios no van a caer en esa circunstancia, lo que va a caer es la cantidad de empleo, y esto, a la larga, forzará una caída inevitable (aunque no querida, por supuesto), de los salarios. Algo así ocurrió en la crisis del 2001: alto desempleo, caída de los salarios hasta que el ajuste de esos precios dio pie a la recuperación.
Que ese ajuste es por precio o por cantidad se puede comprender fácilmente, sobre todo para estudiantes de derecho, si se imaginan como empleadores. Ahora tienen un estudio jurídico y, digamos, 10 empleados. Como hay una recesión económica tienen menos clientes, caen los ingresos del estudio. Esos ingresos no alcanzan para cubrir los costos. ¿Qué van a hacer? Como hacen las empresas o podrían hacer ustedes mismos, en principio aguantan un tiempo, tal vez la situación se recomponga, tal vez encuentre nuevos ingresos, etc. Pero al tiempo está claro que no pueden seguir así, algo tiene que ajustar en los costos. Entonces, se enfrentan al dilema: o hablo con los 10 empleados y le digo que todos tendrán que reducir su salario pero que mantendrán su trabajo o, si no quieren o no se puede hacer esto, despediré a alguno.
En este sentido, si un sindicato o la legislación laboral impide el ajuste a la baja del salario, entonces está promoviendo el ajuste por cantidad, el desempleo.
En fin, mi punto acá para los estudiantes de derecho es que no se puede cambiar o impedir la realidad económica con leyes y normas, tarde o temprano la realidad se impone de una forma u otra. En definitiva, lo que pudieron ganar los trabajadores con el “derecho de huelga” para defender un determinado salario, es que aumenten las posibilidades de quedar desempleados, pero no cambiaron la realidad subyacente de la oferta y demanda de empleos.
Impecable explicación de los vaivenes* de la política fiscal, financiera y económica de todos los gobiernos democráticos desde 1983 hasta la fecha. Podríamos analizar la situación desde la gran recesión de 1930.
* Vaivén según el Diccionario de la R.A.E. : «1. m. Movimiento alternativo de un cuerpo que después de recorrer una línea vuelve a describirla, caminando en sentido contrario.
2. m. Variedad inestable o inconstancia de las cosas en su duración o logro.»
Cualquiera de las dos acepciones puede aplicarse para definir los desatinos económicos de un país que podría ser potencia americana -ya no Sudamericana- y que lamentablemente junto con otros nueve son los que tuvieron mayor inflación durante 2013. (Deberían tomar razón de con cuales países estamos compitiendo para ser los peores de la clase). http://fortunaweb.com.ar/2013-10-09-129165-los-10-paises-con-mayor-inflacion-del-mundo/
Considero muy oportuno su análisis teniendo en cuenta los hechos sucedidos el jueves pasado. Al margen de ésto, creo que hoy en día la demanda de trabajo por parte de la población no es homogénea: parte de la población busca un empleo que medianamente pueda cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias de una forma honesta,trabajadora y perseverante y que en algún momento le permita ascender y poseer un futuro dentro de él más redituable; y ,por otro lado, se encuentran aquellos que buscan «eludir» los trabajos mas laboriosos y buscan centralizarse en conseguir dinero como sea ,holgazaneando y no buscando mejorar su día a día. Sin importar rubro, profesión, título o practicidad en la labor asignada, considero que esta subjetividad afecta al mercado de trabajo.
Creo que este punto es importante ya que en el caso de Argentina, el Gobierno se ha encargado de proteger a los sectores que generalmente no poseen un empleo estable con planes sociales que, a mi modo de ver, fomentan muy poco la oferta de trabajo. Con ésto no quiero decir que aquellos están mal, sino que creo que su teoría está bien pero su práctica no. No obstante, la realidad es que un individuo que busca empleo para mejorar su calidad económica social de forma «honesta» y correcta, raramente concluye en algún empleo que coopere en su bienestar general y le abra nuevas posibilidades de ascender socialmente, ya que el mercado alrededor suyo impacta directamente en su economía (inflación, suba de transportes, impuestos,etc.). En pocas palabras y ya conocidas «argentinamente»: «TODO SUBE MENOS LOS SUELDOS». Tal vez desvié un poco el tema pero al vivir en una ciudad muy chica , creo que ésto se ve muy reflejado.
Esta claro que el sistema y la economía funcionan así, tarde o temprano la realidad se impone, pero incluso sabiendo esto, los trabajadores, sea el área que sea , no tienen otros medios que una huelga para sus reclamos.
Dicho de otra forma, si el trabajador analiza y comprende esta situación planteada, que podría hacer él desde su lugar? No lo encuentro en una posición donde pueda cambiar una política o una crisis a nivel macroeconómico, lo único que hace, al igual que el resto de la sociedad es pensar en su propio bolsillo( Aunque, irónicamente, bien explicado en el articulo, demandar mas salario, podría significarle mas posibilidades de perder su trabajo). Lo único que la gente percibe y busca son soluciones inmediatas, aunque traigan (casi siempre) peores resultados a la larga, y esto creo que ya es un problema social.
Estoy de acuerdo en que la huelga como medida de presio es inutil y crea muchos mas inconvenientes para los mismis trabajadores. Pienso que lo que falta en este pais es el trabajo interdisciplinario pata atacar las crisis con medidas o regulaciones que permitan y promuevan una mayor inversion de lss empresas para crear empleo. El gobierno es autista y mefiante medidas tradicionales a las que disfraza con conceptos caprichosos profundiza un ajuste que siempre ataca a los que menos tienen. Vease la ultima medida de quita de subsidios tomada sin una contrapsrtida de reduccion de impuestos que sumira en lis proximos meses a una reduccion mucho mss agravafa del ingreso de los trabajadores en general.
Muy buen artículo, a veces nos empapamos tanto en lo que debería ser, y en la forma de conseguirlo que no vemos justamente lo que es, la realidad. La huelga laboral de todas formas considero que es útil como elemento de presión y de especulación. Hay sectores sobre los que recaen estas influencias y pueden llegar a cambiar lo que Es hacia lo que debería, porque considero que si bien en la situación extrema de una crisis y ante la situación de tener que reducirle el sueldo a mis 10 empleados o despedir a alguno, si voy a tener que elegir entre una y otra opción porque no tengo opción. Pero hay veces que los empleadores ESPECULAN, pagan menos, dan condiciones malas de trabajo, tiran de la soga a ver en que momento se corta, pero antes de llegar a ese lugar, sueltan un poco más esta «soga imaginaria», les aumentan el sueldo un poco, les dan algún beneficio, les pagan quizá los viáticos, o les dan el almuerzo, etc. Más que todo en profesiones donde no se tiene mucho conocimiento y teniendo en cuenta que hay muchas personas que sienten y piensan que si dejan un trabajo, al menos a corto plazo, no van a conseguir otro, y en ese tiempo ¿con qué mantienen a la familia?. Su medio de negociación es su trabajo, pero también es su medio de vida, y hay veces en las que hacer presión implica riesgos, y no todos están dispuestos a sufrirlos. Entonces considero que las empresas y los empleadores especulan con esto, como son los que tienen el capital, empiezan el juego con un punto a favor.
Concuerdo con lo que explicó Maria Laura. No creo que el derecho de huelga sea un derecho de caracter «negativo» que a fin de cuentas no sirve para nada. Existen circunstancias que llevan a un trabajador a parar su actividad a costas de que puede perder su puesto de trabajo con el fin de obtener una mejora. Cuando los reclamos «civilizados y en buenos términos» no dan sus frutos y frente a situaciones que realmente lo meritan, no creo errado poner en practica este derecho. Que se llegue luego a una solución para el problema…ahi ya es otro tema.
Este artículo me ha llevado a ver un plano del derecho a huelga que anteriormente no había llegado a analizar. Coincido en que este derecho garantizado plenamente por nuestro ordenamiento al fin de cuentas no logra llegar a una buena solución sino que a empeorarla, dando mayor posibilidades al despido de los empleados. Esta problemática debería, como bien se explica, solucionarse mediante la oferta y la demanda espontánea y no implementando normativas que imponen barreras a este orden natural.
En mi opinión respecto a la realidad que se esta viviendo hoy en día en nuestro país referente principalmente al último paro docente y al paro general sufrido el jueves pasado, creo que el derecho a huelga se esta planteando y llevando a cabo desde una dimensión equivocada, ya que tanto los sindicatos como los trabajadores buscan llamar la atención perjudicando al resto de la sociedad, generando al final, un mal a si mismos o a su familia, como así habrá sucedido con el paro docente, ya que muchos de los maestros deben tener hijos, sobrinos , nietos que concurren al colegio público. Comprendo que de esta forma reciben mayor atención y hay mayor interés de solucionar la cuestión por parte de quien corresponde, pero creo que cada vez hay menos limites a la hora de ejercerse la huelga y se intenta en cada ocasión generar más malestar en el resto de la sociedad. El fin del derecho a huelga se distorsiona violando otros derechos de los ciudadanos, planteando el derecho a huelga de algunos contra varios de otros derechos del resto de los habitantes. Entonces aun mas llamativo se me hace saber y comprender que llevar a cabo este derecho no cumple con los fines principales que se propone.
Me gusto mucho el articulo. En numerosas oportunidades escucho no solo de la gente sino de los actuales dirigentes politicos, frases como «deberia haber una ley» ·»tendrian que cambiarse las normas» en temas economicos, y lo cierto es que en materia economica no se puede cambiar o impedir la realidad con intercenciones regulatorias , tarde o temprano la realidad arrolla y obliga a tomar medidas.
Observando el comentario con respecto a la negociación de los trabajadores, todo torna en relación a las distintas clases que tuvimos,1) uno de los primeros comentarios es sobre la política del estado en materia económica, en buscar soluciones en lo inmediato pero a largo plazo ocurren situaciones como las que estamos viviendo hoy en día, inflación, ajustes, quita de subsidios;2) el segundo de los comentarios es la política implementada sobre los distintos planes que lo único que fomentaron en la sociedad es » para que buscar trabajo si el Estado te da dinero», por medio de este sistema de subsidios y para mantenerlos es necesarios buscar fuentes de ingreso lo que hace que la sociedad sufra nuevos impuestos lo que hace que el salario no alcance para cubrir las necesidades básicas de un trabajador, por lo que no tiene otra alternativa que presionar por medio de las huelgas, lo que lleva a que los empleadores presionen al Estado para que tengan menos impuestos que pagar para afrontar la demanda de su empleados y al no haber una política de Estado se implementara una solución inmediata, pero que a la larga provocara en lo mediato otro nuevo problema. 3) en definitiva es un sistema encíclico donde todo se vuelve a repetir.
Como toda disputa de oferta y demanda, no escapa a esa tendencia natural que tienen de buscar un punto de equilibrio entre ambas y como se expresa en el artículo de como serán las características de cada una de ellas. Es verdad que las políticas que se quieran implementar como paliativo a esa recesión que se materializa con el aumento de desempleo, terminan retrasando o produciendo otro camino para el mismo fin. Cuestión que debe plantearse es si dichas políticas contra la recesión deben surgir cuando ya se encuentra el problema o bien intentar de la manera más fehaciente de anticiparse a la misma y constituir por medios de los recursos que un Estado presenta para producir una alternativa, y que no resulte de manera directa o indirectamente lo que toda recesión lleva que es el desempleo.
Por su lado el mecanismo de la huelga puede servir como mecanismo de protección del trabajador cuando exista cierto grado de equilibrio entre la oferta y demanda de empleo, pudiendo generar mejoras en los derechos del trabajador y entre ellos el aumento no solo de su salario, sino de su poder adquisitivo.
Pero es obsoleto cuando esa balanza de oferta y demanda pierde su equilibrio. Inclinándose para el aumento de la oferta frente a una demanda estática, porque como bien se explica en el texto conllevara a un aumento de desempleo (ya sea por el aumento de salarios que luego no podrán ser sostenidos y ergo conlleva al despido; o bien por una disminución directa de la actividad económica) siendo aquí la huelga un instrumento poco adecuado para la protección de los derechos del trabajador, teniendo el Estado dos caminos por un lado la regulación propia del mercado que por las experiencias históricas llevan a un proceso de perjuicio para el trabajador por un prolongado tiempo o una intervención del Estado para que ello no suceda y que mediante políticas económicas se incremente la demanda.
La cuestión es que las políticas Económicas cuando sucede ese desajuste de oferta y demanda se aplican cuando el problema ya esta concreto y no se producen con un grado de anticipación para que ello no suceda, marcándose una desprotección del trabajador que no tiene otro camino que recaer en el derecho de huelga (aun cuando se explico que muchas veces es mas contraproducente que eficiente).
La economia es un juego de suma cero, como la vida, alguien tiene que perder siempre. En este punto me dejo pensando que tan solidarios pueden ser los trabajadores para con sus compañeros frente a una situacion como esta, perder todos un poquito (baja de salarios) o quedarse con lo que tienen a costa de la cabeza de uno o mas (despidos). Por otro lado el triste panorama de que por mas huelas y manifestaciones que se hagan, cuando no se puede no se puede, desgraciadamente siempre el trabajador, el ciudadano, termina siendo victima de malas medidas economicas, y penoso es tambien que frente a estos hechos que se reiteran a lo largo de la historia y con gremios cuyos representantes tambien se reiteran a lo largo de la historia, porque la mayoria de ellos son presidentes de los gremios por hace mas de veinte años, no tienen memoria o no tienen olfato o no quieren tenerlo, para intentar evitar ciertos hechos que es sabido que van a ocurrir, ni puedan preveer y evitar llegar a tales instancias. Lamentablemente la realidad es la que vale siempre, ningun artificio puede con ella.
No creo que el derecho de huelga haya que verlo con un tinte tan negativo como se lo ve. Son los mismos trabajadores los que, hartados de sus condiciones laborales, ejercen un derecho que saben que puede tener como consecuencia extrema su despido y sin embargo optan por asumir el riesgo. Pero también entiendo que existen circunstancias extremas que requieren medidas de este tipo cuando el dialogo no funciona.
Luego de leer el articulo pude ver un aspecto del derecho a huelga que nunca habia analizado.Para que exista la huelga es necesario que haya trabajo y las condiciones del trabajo o del salario en si mismo depende de la oferta y la demanda de la mano de obra, es claro que si la mano de obra es escasa la competencia entre los empleadores por obtener esa mano de obra va ser mayor y por ende van a tratar de ofrecer las mejores condiciones de empleo a los trabajadores.
Teniendo en cuenta los episodios que han ocurrido en estas ultimas semanas tanto el paro docente como el paro general del jueves pasado creo que es importante resaltar que el derecho de huelga es fundamental en la sociedad, pero como todo derecho tiene limites y no debe ejercerse desmedidamente y violentar otros derechos, por que como existe el derecho de huelga tambien existe el derecho a trabajar. Pienso que la regulación del derecho a huelga debería modificarse para que se lo garantice pero que a la vez no se violen otros derechos a través del ejercicio de aquél.
Este tema Trae aparejada varias discusiones. En primer lugar el paro del jueves fue un reclamo salarial y por la desocupación o fue un paro político para ejercer presión sobre un gobierno que sin dudas esta en crisis por varias de las políticas implementadas en estos años. También es cierto que muchos de los trabajadores no estaban de acuerdo con adherirse al paro, pero por la presión sindical no tienen alternativa.
La inflación nos afecta a todos y sólo determinados sectores pueden ejercer su derecho a huelga sin ser despedidos. Y ese derecho a huelga de algunos perjudica a otros. Entonces donde empiezan y donde terminan los derechos de cada individuo?
Por otro lado es cierto que la realidad y la econonomia se nos opone a todos. Si no hay fuentes de trabajo por mas paros que hagan la situación no se va a ver modificada. Es el estado el que debe tomar las políticas correspondientes para reactivar la economía y generar mas fuentes de trabajo, a la vez que reducir la inflación ya que la perdida del valor economico del salario hace que estos reclamos sean cada vez mas frecuentes.
Creo también que hay puestos de trabajo, no los necesarios para erradicar la desocupacion, pero que muchos de los argentinos no tienen en cuenta ya que con los subsidios que obtienen por parte del estado ganan lo mismo o mas. Es claro que los subsidios no van a poder existir para siempre, cuando al estado se le acaba la plata, este fenómeno se va a terminar y en ese momento vamos a estar frente a un gran problema.
Excelente explicación sobre un concepto básico pero seguramente desconocido por mucha gente. Nuestra sociedad tiende a buscar soluciones a corto plazo con consecuencias inmediatas, empezando por nuestros gobernantes desde siempre. Nunca existió una verdadera política a largo plazo siempre se buscan resultados dentro del ejercicio de sus funciones para conseguir perpetuarse en el poder. De esta manera se «bicicletean» las consecuencias desagradables y que esto le toque al siguiente de turno. Lo que se planteo en la huelga es una realidad, los sueldos no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. Pero también hay una realidad, no hay plata para aumentar los sueldos, entonces vemos reflejado lo que explica en su articulo, poder mejorar los sueldos implica que un porcentaje de trabajadores pasen a estar desempleados. Se debe fomentar la confianza para generar inversiones y emplear políticas publicas tendientes a crear puestos de trabajo que perpetúen en el tiempo. El aumento de salarios, sin acompañarlo con otras políticas por parte del estado, hace que sea una solución a corto plazo ya que generara una mayor inflación y los sueldos volverán a ser insuficientes y así de forma sucesiva
Creo que el poder está en los contratantes desde siempre. El trabajador siempre está en un pie de desigualdad frente al empleador. Esto lo veo asi porque el empleador sabe bien las necesidades que el trabajador tiene y creo que, como dijo mi compañera, especula o juega con eso. Mientras que el empleador tiene todas las herramientas en una negociación, el trabajador sólo cuenta con la necesidad de trabajar razón por la que, aún teniendo un título acepta, las condiciones laborales ofrecidas aunque éstas sean malas, precarias, o abusivas ya sea porque le pagan poco, no le dan el aumento cuando hay que darlo, o le dan un aumento a antojo y conveniencia del empleador etc. Cabe también destacar que muchas veces el trabajador es perjudicado no sólo por el empleador (por lo dicho anteriormente) sino también por situaciones como las del jueves pasado donde se ejerció el derecho a huelga. Medida donde muchos trabajadores por su voluntad hicieron paro, pero a otros los perjudicó ya que, si no se querían adherir al paro, tenían que hacerlo en contra de su voluntad quedándose en la casa porque les fue quitado todos los medios para movilizarse o si querían ir a trabajar igual debían caminar muchísimas cuadras. Viendolo entonces de otra manera: se le impuso a ejercer el derecho a huelga .Creo que se tiene que tener en cuenta que el derecho a huelga es importante pero no más que otros derechos.
Mi punto es que el poder de negociar depende de las alternativas existentes, y eso no está directamente relacionado con el hecho de ser empleador o empleado. Por ejemplo, puede ser que un tornero especializado en una tarea muy específica sea el único que una empresa pueda contratar, pero que éste tenga, por su lado, diez empresas que lo buscan por la habilidad específica que posee. En ese caso, el poder está del lado del trabajador.
El poder del empleador es nulo si el trabajador tiene posibilidades de encontrar otro empleo fácilmente. En cuanto quiera abusarse, simplemente se va a otro lado.
Entonces, dependerá de si hay una situación de desempleo o no, en la primera hay más poder por los empleadores, pero en la segunda es al revés.
¡Excelente articulo! Me resultó muy interesante poder analizar un tema tan actual, como es el «derecho de huelga» desde una perspectiva económica, pues, como estudiante de derecho, tiendo a plantearme temas como el mencionado desde un punto de vista jurídico (qué debería hacerse; qué derecho prevalece, etc); por lo cual considero oportuno este articulo en la medida que concuerdo en que la realidad, finalmente, termina imponiéndose. Actualmente vivimos en un contexto de escasez de trabajo, ergo políticas económicas que no contribuyen; entonces si entendemos que el mercado si no ajusta por precio, ajusta por cantidad, me planteo si debería concluir que los trabajadores deben «esperar» a que la situación cambie, y mientras tanto sus salarios cada vez les alcancen para cubrir menos necesidades. Con respecto a ello, me cuesta pensar que no se puede impedir la realidad económica mediante leyes o normas; y sean los miles de trabajadores quienes deban sufrir las consecuencias; las cuales tienen origen en políticas ineficientes que debieron implementarse en un momento determinado; y hoy, no nos ha quedado otra alternativa que vivir en una realidad que día a día nos repercute económicamente.
Interesante que se aborde la problemática laboral desde esta perspectiva económica.
En los países como el nuestro, claramente la oferta y la demanda de empleos no se encuentran equilibradas. De manera que, aquí el trabajador se vé en una situación en la cual no tiene real posibilidad de negociar frente al empleador a la hora de contratar. Ahora bien, en otros Estados, tales como en Norte América; o algunas Naciones europeas la situación es diferente. Tal vez en ciertos estratos más bajos en estos países ocurra lo mismo; o algo similar, pero en lo que respecta a los empleos profesionales, en muchas oportunidades las empresas compiten entre sí para ofrecer mejores condiciones laborales a ciertos profesionales que pueden brindarles un aporte de utilidad en sus procesos productivos. En general esto sucede en las grandes corporaciones que producen tecnologías. Por otra parte, es sabido que muchos empleos son despreciados por nacionales de esas tierras, y prefieren dejarles esas oportunidades a los inmigrantes de países subdesarrollados, los cuales poseen menores herramientas competitivas a la hora de buscar empleos.
Volviendo a nuestra realidad, respecto a la posición de los sindicatos en esta materia, claro está que debe existir una entidad que tienda a fortalecer a los intereses de los trabajadores, frente al poder económico de las empresas. Aunque, también es muy cierto que ello no debería producir un empeoramiento económico a nivel general. Ahora bien, sin la existencia de este tipo de mecanismos protectorios para el trabajador, difícilmente estos puedan hacer valer sus derechos frente al empleador. Teniendo en cuenta el exceso de oferta de trabajadores, frente a la escasez de puestos disponibles para ser cubiertos, seguramente las condiciones laborales empeorarían. Tal vez debería ser el Poder Público el que interceda frente a situaciones de crisis económicas, priorizando el mantenimiento de los puestos laborales y sus condiciones, frente a otra políticas publicas de menor importancia –al menos en el plano de una crisis económica-. De manera que, tanto las empresas productoras de puestos de trabajo como sus empleados puedan sostener su nivel económico; y de esa forma sostengan la economía en general.
Igualmente estoy bastante de acuerdo con la forma de exposición de este artículo. Con las ideas plasmadas, y con sus explicaciones. Creo que en este caso no poseo demasiadas herramientas de conocimiento económico –ya que mi orientación es jurídica- como para argumentar algo más elaborado.
Saludos.-
Luego de leer el articulo, me permito a decir que el derecho a huelga es una de las pocas herramientas que tiene los trabajadores para reclamar y pelear por algo, como en este caso su salario. Si bien aveces estas huelgas tiene un fin paralelo que no tiene que ver con algún derecho del trabajador, en el sistema actual no existen otra posibilidad de expresión tan rotundas.
En lo que coincido con el articulo es el hecho que si existieran mas ingresos para los empleadores , estas huelgas o paros no se darían con la frecuencia actual.
Creo que respecto a una regulación respecto a medidas mas favorables respecto a el no despido por reajuste económico y darle la posibilidad previa al trabajador de optar por una disminución de su salario provisoria hasta que esa situación económica de la empresa o fabrica cambie y vuelve a la normalidad. Creo yo, que en la situación actual del país es mejor conservar el trabajo , soportando un ajuste en el salario que como lo establecería la ley sea provisorio y acompañado al mayor ingreso y progreso de la empresa/fabrica.
Intervengo nuevamente para compartir un articulo respecto del tratamiento normativo que los países latinoamericanos le dan a los piquetes y protestas: http://www.infobae.com/2014/04/18/1558157-que-dicen-las-leyes-los-paises-la-region-las-protestas-y-los-piquetes
Es muy interesante lo que plantea el artículo, la realidad refleja que el poder de negociación depende siempre de la oferta y demanda de trabajo. No estoy de acuerdo, ya que la ley no hace diferencias entre mayor o menor demanda de trabajadores al momento de contratar con el empleador.
La ley ampara los derechos de todos los trabajadores por igual sin distinción de oportunidades al momento de incertarse en el mercado laboral.
Los empleadores, muchas veces apuntan a su propio beneficio, toman ésta «realidad» para aprovecharse e imponer los modos y condiciones en el cual el trabajador debe trabajar y casi siempre no son las más óptimas.
Me parece que debería haber más control y regulación para que haya una igualdad de condiciones entre el trabajador y el empleador, ya que ambos son importantes en producir la fuerza de trabajo y no que el trabajador se termine adhiriendo a lo que impone el empleador. Ambos deberían pactar sus propias condiciones laborales para generar una relación óptima laboral y por consecuencia también beneficios.