El proceso de globalización, o la movilización de recursos por todo el mundo, plantea, para algunos autores, no solo la necesidad de bienes públicos nacionales, sino también “globales”. Sus características principales serían (Kaul et al 1999, p. 2) las ya mencionadas de no exclusión y no rivalidad en el consumo, y que sus beneficios sean “cuasi universales” en términos de países —cubriendo más de un grupo de países—, pueblos —llegando a varios, preferiblemente todos—, grupos poblacionales y generaciones —extendiéndose tanto a generaciones presentes como futuras, o por lo menos cubriendo las necesidades de las generaciones actuales, sin eliminar las opciones de desarrollo para generaciones futuras—. En tales circunstancias, pocas cosas quedan fuera de esta definición y la lista de bienes públicos aumenta considerablemente.
Estos autores clasifican a los bienes en públicos puros y públicos impuros. Los primeros fueron definidos antes y a nivel global se presenta como ejemplo la paz, ya que, “cuando existe, todos los ciudadanos de un país pueden disfrutarla y su gozo, digamos, por poblaciones rurales no reduce los beneficios de las poblaciones urbanas”. Ya hemos comentado antes el grado de colectividad de la defensa; ahora se suman también en esta categoría la provisión de la ley y el orden, y un buen manejo macroeconómico. En cuanto a los bienes públicos impuros, serían aquellos que cumplen parcialmente con las características mencionadas: es decir, son parcialmente no rivales o parcialmente no excluyentes. Como ejemplo, Kaul y otros plantean el caso del consumo de una comida nutritiva, que a primera vista parece ser un bien privado, pero que también brinda beneficios públicos, ya que mejora la salud y con ella la posibilidad de adquirir habilidades para desempeñar un trabajo productivo, lo cual beneficiaría no solamente a la familia, sino también a la sociedad en su conjunto, pese a que los beneficios inmediatos sean mayormente privados.
Está claro que con esta definición no hay bien o servicio alguno que no tenga algún tipo de impacto en los demás. Y en tanto vivamos en sociedad, parece que esto es inevitable. La discusión no es que produzcan o no produzcan algún tipo de impacto, sino cómo considerar si ese impacto es negativo o positivo, siendo que las valoraciones son subjetivas, y si el Estado es el único capaz de proporcionar determinados bienes. Así, “males” públicos demandarían soluciones colectivas que serían “bienes” públicos, incluyendo, según Kaul y otros, las crisis bancarias, crímenes y fraudes en Internet, problemas sanitarios debidos al mayor comercio y transporte de personas, y también del incremento de actividades riesgosas, como el abuso de las drogas y el tabaquismo.
Un programa para aliviar la pobreza en África, por ejemplo, sería un bien público global si, además de mejorar la situación de esa población contribuyera también a prevenir conflictos, o a fortalecer la paz internacional, o a reducir el deterioro ambiental, o a mejorar las condiciones sanitarias globales. Las organizaciones internacionales y las ONG internacionales serían las que proporcionan este tipo de bienes públicos globales (Martin 1999).
Pero si se pudiera justificar la existencia de cualquier bien o servicio con efectos para terceros por el hecho de ser proporcionado por el Estado, o a través de organismos internacionales financiados por los Estados, o en última instancia por contribuyentes nacionales, entonces prácticamente “todo” tiene características de bien público. Un bien público “puro” no sería ya un bien económico, como en el caso del aire puro; y todos los demás serían “impuros” y sujetos a ser proporcionados mediante decisiones políticas, y no por la decisión de los consumidores tomadas en el mercado.
Stiglitz (1999), por ejemplo, considera que el “conocimiento sobre el desarrollo” es un bien público que debería ser provisto por instituciones como el Banco Mundial. Es cierto que las ideas tienen características de bien público, ya que, una vez producidas, su costo de reproducción es mas bien bajo. Esto lleva a dicho autor a pensar que serán “subproducidas” en el mercado, problema que se puede superar con la provisión pública. Sin embargo, el ejemplo no podría ser peor elegido: una gran cantidad de autores han escrito sobre el tema y propuesto enseñanzas sobre el mismo, desde Adam Smith en La riqueza de las naciones hasta una gran cantidad de autores contemporáneos. ¿Por qué hacen eso, si luego, cuando un país se desarrolla —siguiendo, por ejemplo, las enseñanzas de Adam Smith— este o sus sucesores no pueden excluir a quienes implementaron esas ideas y no pagaron por esos beneficios? En otros términos: una vez que dicen cómo se desarrolla un país, nadie parece que les va a pagar por ello; entonces no habría propuestas y el mercado fracasaría en proporcionarlas.
Nada de eso sucede en la realidad, sino todo lo contrario: hay un sinnúmero de libros y artículos sobre las causas del desarrollo económico; un activo mercado de ideas donde compiten las propuestas de Stiglitz con muchas otras. ¿Por qué ofrecen los autores estas ideas, si luego no pueden cobrar por ellas? Existe una gran cantidad de incentivos para hacerlo: el autor cobra un porcentaje por las ventas de sus libros; es invitado a conferencias donde recibe honorarios, viaja a lugares que nunca conocería de otra forma y se aloja en los mejores hoteles; puede llegar hasta recibir el Premio Nobel, que, además de ser un premio suculento, le garantiza un flujo de ingresos asegurado de ahí en adelante, como sabe muy bien el mismo Stiglitz, que lo ha recibido[1].
[1]. “Gran parte del conocimiento que se necesita para el desarrollo exitoso no es patentable; no es el conocimiento que subyace en nuevos productos o procesos. Más bien, es conocimiento fundamental: cómo organizar empresas, cómo organizar sociedades, cómo vivir vidas más saludables de forma que ayudan al medio ambiente. Es conocimiento que afecta la fertilidad y el conocimiento acerca del diseño de políticas económicas que promueven el crecimiento económico” (Stiglitz 1999, p. 318). “Las ideas presentadas hasta aquí dejan en claro que ese conocimiento es un bien público, y sin un apoyo público activo, habrá una sub-provisión de ese bien. Las instituciones internacionales, incluyendo al Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) cumplen un papel especial en la producción y diseminación de este conocimiento” (p. 319).
El mercado, como toda obra humana, tiene imperfecciones, algunas de estas pueden intentar resolverse a través del Estado como pueden ser las externalidades siempre que se tenga en cuenta que la intervención (o el propio Estado) también tienen imperfecciones. Entre lo que se conoce en terminología económica como fallos del mercado encontramos alguno que se debe a un error del paradigma empleado en el estudio de la economía como es la competencia imperfecta; hablar de competencia perfecta en un modelo con unas condiciones que son imposibles de cumplir en la realidad es como pedirle peras al olmo, lo real es la competencia imperfecta en la que la amenaza de nuevos competidores modera el precio del único productor de un bien. Del mismo modo la regulación enfrenta problemas que han sido estudiados por la escuela Public Choice que estudia además la influencia de los grupos de intereses en materia legislativa y de la acción de gobierno.
La crítica a los bienes públicos es muy interesante ya que realmente es una definición que podríamos tildar de bien público (o de mal en virtud de la teoría subjetiva del valor) a muchos bienes que no llamaríamos bienes públicos a priori (un perfume o un desodorante). Un error muy interesante del mercado es el que se ejemplifica con el teclado QWERTY, este teclado se debió a un problema con las varillas que ha provocado que en casi todo el mundo usemos un teclado cuyas primeras letras son esas cuando podría haberse puesto todo en orden alfabético si el Estado hubiera intervenido (aquí en mi opinión la intervención habría sido deseable). Me parece también muy pertinente la crítica a las políticas de defensa de la competencia tanto americanas como europeas que han sido mas dañinas que beneficiosas para la sociedad. Igualmente desconocía los datos sobre la calidad del aire de América Latina lo que se es que en España, concretamente en Madrid nos tienen hartos con la regulación del uso de los coches.
¿Cree que se debe fomentar la competencia como propone la Escuela de Chicago o únicamente eliminar barreras puestas por el Estado (si existiesen)?
Suponiendo que de verdad hay un problema climático. ¿Cómo cree que debería ser la intervención del Estado si es que debe haberla?
¿Cree que debería haber un nuevo parámetro para medir la prosperidad de un país distinto al PIB?
GUÍA DE LECTURA – SESIÓN 3
CAPITULO 2 – LAS FALLAS DEL MERCADO
Los mercados tienden al equilibrio, considerando al equilibrio como “el óptimo de la eficiencia”, sin embargo, dicho óptimo es en todo caso una utopía, pues en el mercado se presentan diversas fallas que entorpecen el funcionamiento de los mercados, dentro de las falla podrían mencionarse la competencia imperfecta, las externalidades, los bienes públicos y la información asimétrica. Todo esto provoca una ausencia de “la mano invisible” en muchos casos ocasionada por la búsqueda egoísta del interés personal, sin importar los perjuicios a terceros (ausencia de libertad), por lo tanto no se alcanza el bien común. En principio se podrían solucionar las fallas por medio de Políticas Públicas integrales, que coadyuven al desarrollo sostenible de un país, que para su debida planificación, elaboración y ejecución necesita de instituciones públicas robustas, estables, transparentes y eficientes, empero, éste ideal no siempre es alcanzable, por lo que se hace necesario tomar en cuenta soluciones alternas que tiendan al equilibrio del mercado.
CAPITULO 3 – LA MANO VISIBLE: POLÍTICAS PÚBLICAS
El Estado con el objetivo, en principio, de solucionar las fallas del mercado implementa políticas públicas y emite legislación que tienden a: i. Equilibrar la Competencia en el mercado, buscando evitar daños a los consumidores y promoviendo la eficiencia, ii. Las Externalidades, que se refiere a los efectos contra terceros por las acciones de sujetos en el mercado, pretende compensarlas a través de impuestos (negativas, que significarían costos) y subsidios (positivas, que se traducen en beneficios). Además, el Estado debe de proveer de ciertos servicios que no podrían darlos personas privadas (quienes atienden sus propios intereses), servicios sin los cuales no podría existir vida en común, tales como la seguridad y la justicia. Del mismo modo al Estado le corresponde la tutela y administración de los bienes públicos, cuyas características principales son la no exclusión y la no rivalidad. Sin embargo, el Estado también falla, pues no es una inteligencia objetiva y supra humana, sino se conforma de seres humanos que pretenden impregnar al mismo de su ideología, por lo que en ocasiones en los aspectos en donde existe intervención del Estado usualmente se distorsionan los mercados, y en todo caso tiende a inmiscuirse progresivamente en la vida y libertad de los individuos, lo que hace necesario la existencia de lobbies por medio de los cuales determinados grupos buscan beneficiarse políticamente, a costa de otros.
NOVEDOSO O IMPORTANTE
-Las políticas públicas, en todo caso deberían detectar si existen barreras a los mercados y eliminar dichas barreras, especialmente en políticas y legislación Antitrust.
-Los impuestos Pigouvianos, cuyo objetivo principal no es la captación de dinero para el gasto público, sino con el objetivo principal es el de modificar conductas, que en principio, si dichas conductas se modificares, el impuesto no se cobraría.
-En cuanto los limites por motivos medio ambientales, la necesaria una evaluación costo-beneficio total para el conjunto de la sociedad y con base en esa información y análisis, tomar la decisión adecuada.
– El problema del monopolio “legal”, principalmente el estatal, que reduce los incentivos de nuevas tecnologías o como el caso de los servicios de salud, la calidad del servicio.
3 PREGUNTAS
1. ¿A su criterio, qué país posee las mejores Políticas e Instituciones Públicas y por qué?
2. ¿Cree que el Estado y el Mercado funcionarían mejor, si el Estado sólo interviniera en “Seguridad y Justicia”?
3. ¿Cree que exista la forma o fórmula para que las Políticas Públicas coadyuven al desarrollo de un país, en lugar de ser una imposición subjetiva de lo que se cree que es mejor para el país?
GUÍA DE LECTURA – SESIÓN 4
CAPITULO 4 – EL CAMINO DE LA POLÍTICA: ¿VOTANTES DESINFORMADOS O IGNORANTES?
El Estado, además de poseer el monopolio de la coerción, es supuestamente quien debe de proveer la solución de todos aquellos problemas o situaciones en las que los particulares no deben o no quieren involucrarse. El sistema político de la democracia tiene imperfecciones, sea cual fuere el sistema electoral, es imperfecto, pues las preferencias de los votantes no son exactamente reflejadas en los resultados, si la información es imperfecta, la solución será necesariamente imperfecta y en casos hasta perjudicial. Debido a que el voto de una persona no es determinante en el resultado final, es un desincentivo para estar informado de los perfiles, planes y políticas de los candidatos electorales.
En principio el ser humano persigue su propio interés tanto en el mercado como en la política, sin embargo, es probable que en la esfera política, la persona derivado de la ausencia de un verdadero interés personal, se incline hacia lo que percibe como bien general.
Considerando entonces las fallas de la política, siempre habrá un porcentaje de la población cuyas necesidades no se satisfagan, por lo que, mientras se encuentre otra forma de gobierno que atienda mejor las necesidades de las personas, deberán de fortalecerse las instituciones y los mecanismos existentes.
CAPITULO 5 – INCENTIVOS E INFORMACIÓN DE POLÍTICOS Y FUNCIONARIOS
Los políticos y funcionarios públicos, supuestamente electos por voluntad del pueblo, persiguen como cualquier persona su interés personal, o el interés del grupo al que pertenecen el cual puede o no estar alineado a determinada ideología. A diferencia de los votantes, quienes no tienen incentivos claros o directos para informarse, los políticos y/o funcionarios, sí tienen incentivos, pues sus acciones generan consecuencias que podría afectarles o beneficiarles de acuerdo al interés de cada uno, aunque existen ocasiones en que el “deber ser” se cumple y anteponen el bien común al particular. En la democracia, debido a, entre otras cosas, la temporalidad y corto plazo de los mandatos, los funcionarios y votantes, prefieren beneficios de corto plazo. Con la división de poderes, se pretende la no concentración de poder y una mayor protección a las garantías y derechos individuales, sin embargo, por medio de Lobbys, en donde se beneficia o privilegia a minorías en contra del interés de mayorías puede darse el caso de Logrollings, que en ocasiones tiende a restringir la libertad de mercado en detrimento del crecimiento económico.
NOVEDOSO O IMPORTANTE
-La frase de Winston Churchill en donde expresa que la democracia es imperfecta al igual que las otras formas de gobierno que han sido implementadas.
-El Ciclo Político Presupuestario, como la manipulación a conveniencia de las instituciones y figuras jurídicas y económicas para la obtención efectos específicos del beneficio de quién lo impone.
-La Enfermedad Holandesa, como la revaluación de la moneda local derivado del ingreso de divisas por exportaciones de commodities, dicha revaluación sólo beneficia a dichas commodities perjudicando otros bienes.
-La expresión del autor en donde manifiesta que una democracia que limita progresivamente la libertad de las personas se convierte en una dictadura de la mayoría.
3 PREGUNTAS AL AUTOR
1. ¿Qué sistema electoral cree que sea el que mejor transfiera la información de la preferencia de los votantes?
2. ¿Cómo se podría incentivar a los políticos/funcionarios y a los votantes a que tengan preferencia por beneficios de mediano y largo plazo?
3. ¿Por qué cree que a pesar de que se ha comprobado que la ideología de la redistribución de riqueza no provoca crecimiento económico o desarrollo en general, se pretende seguir aplicando en algunos países?
Los economistas teóricas formulan la teoría del equilibrio y competencia perfectos. Al demostrarse que la economía real no se comporta de esa manera achacan ese desajuste a supuestos fallos del mercado. Asimismo, la actividad económica de los individuos genera una serie de externalidades positivas y negativas sobre los demás que han de ser tratadas y analizadas. Por tanto, para paliar las externalidades negativas y estimular las positivas se hace necesaria una intervención del estado. También para solucionar los fallos del mercado y gestionar adecuadamente los bienes públicos algunos autores sostienen la idea de que deben ser provistos por el estado. Esto conlleva muchos problemas puesto que no está claro qué es un bien público y además normalmente la libre acción del mercado es suficiente para solucionar estos supuestos problemas.
Me ha interesado el análisis sobre la contaminación y el problema de la asimetría de información. Se citan ejemplos que no conocía y se presentan argumentos nuevos que ayudan a estructurar mejor la teoría.
Al autor le preguntaría:
¿Existen realmente los bienes públicos?
Si hay bienes públicos, ¿existe el disfrute colectivo o todo disfrute es siempre subjetivo e individual?
Si hay bienes públicos, ¿hay males públicos?
RESUMEN
Quienes defienden la visión de un orden social planificado desde el Estado encuentran en el modelo de equilibrio ideal de competición perfecta las razones por las cuales el mercado (el intercambio libre y voluntario entre individuos) falla en alcanzar este estado óptimo de eficiencia paretiana. Como la realidad no se ajusta al modelo, el Estado debe intervenir para solucionar las fallas del mercado (competencia imperfecta, externalidades, bienes públicos e información asimétrica) y lo hace mediante políticas públicas: regulaciones, impuestos y subsidios. Pero su actuación es limitada y a menudo ineficaz, y puede privilegiar intereses de grupos particulares. Existen soluciones alternativas, muchas de ellas basadas en la asignación de derechos de propiedad que obliguen a ‘internalizar’ las externalidades, incluyendo en los costes de transacción el impacto de los contratos.
TEMAS NUEVOS
La clasificación de los tipos de bienes, la dificultad real para clasificarlos.
PREGUNTAS
– ¿A qué obedece que la distribución de renta se considere una falla que el mercado debe resolver? Entiendo la manipulación política, pero no veo el razonamiento económico basado en el modelo de equilibrio perfecto
– Respecto de las externalidades, puesto que toda acción sin excepción tiene un impacto, ¿qué teorías existen acerca de dónde debe colocarse el límite de lo que representa un impacto social y lo que no debe considerarse como tal? ¿No se ha perseguido un consenso en este sentido que priorice los elementos (por ejemplo, impacto para el individuo, para el barrio, para la ciudad o para el planeta)?
– Si no existe un beneficio (mayores ingresos que costes) derivado de una asignación de derechos de propiedad ¿qué otro mecanismo posee el mercado para evitar las externalidades negativas?
RESUMEN DEL TEXTO
Es imposible construir un modelo que represente perfectamente la realidad. El «modelo de equilibrio» es útil para explicar y entender ciertos mecanismos que sí se dan en la realidad. Al usarlo es imprescindible ser consciente de que, como todo modelo, no representa fielmente la realidad. Tiene muchas limitaciones, entre ellas hay que destacar que el equilibrio es un punto hacia el que se tiende, pero el punto concreto es desconocido, cambiante e inalcanzable.
Llamar «óptimo» a ese punto ha llevado al error de muchos economistas de considerarlo como la situación deseable. En otras palabras, a considerar que debe ser la realidad la que se comporte como el modelo y no al revés. La consecuencia de ello es, primero, tachar de «falla de mercado» a todo elemento que separe a la realidad de ese punto imaginario –típicamente externalidades, bienes públicos e información asimétrica– y, después, intentar combatir esas «fallas», generalmente mediante la intervención estatal.
Quienes defienden esta intervención estatal suelen proponer políticas tales como impuestos a las externalidades negativas y subsidios a las positivas, así como la provisión estatal de los bienes considerados «públicos» –no exclusión y no rivalidad– y de la información precisa para evitar los casos de información asimétrica. Al hacerlo, normalmente no tienen en cuenta la existencia de «fallas del Estado».
TEMAS NOVEDOSOS O IMPORTANTES
1. El modelo de equilibrio general es útil como herramienta para entender ciertos mecanismos, pero no como objetivo a replicar en la realidad.
2. Algunos modelos han intentado endogeneizar el coste de adquisición del conocimiento. Al hacerlo han incurrido en el error de considerar implícitamente que se trata de un proceso dirigido o planificado, pero la realidad es que, en general, no se sabe lo que no se sabe.
3. «como dijo Hayek, no es cuestión de que exista planeamiento o no, sino de quién hace la planificación: los funcionarios gubernamentales, con las dificultades que encuentran, o los individuos guiados por el sistema de precios, haciendo uso de la información dispersa, que no está disponible de manera que permita su transferencia a una autoridad central»(1).
TRES PREGUNTAS AL AUTOR
1. ¿Cree que existen monopolios naturales (i. e. no creados por el Estado)? ¿Cree que toda situación en que exista un solo vendedor debería denominarse monopolio?
2. ¿Cree que existen (o pueden existir siempre) sustitutos directos perfectos (iguales)? En los casos en que no sea posible, ¿no sería arbitrario el límite entre lo que es y no es sustituto?
3. Alguien podría decidir dedicar algo menos de tiempo a trabajar (aun viendo reducido su salario) para dedicar algo más, por ejemplo, al ocio. Esta decisión podría reducir marginalmente la cantidad de bienes y/o servicios de los que podría disfrutar el resto de la sociedad. ¿Debería ser esto considerado una externalidad negativa según las definiciones que comúnmente se dan? En tal caso, para ser coherente, ¿debería la intervención con el objetivo de reducir las externalidades negativas (o aumentar las positivas) obligar a trabajar un cierto número de horas a esa persona?
(1) Krause, Martín. El foro y el bazar: Economía, instituciones y políticas públicas (Spanish Edition) (Posición en Kindle1743-1746). Universidad Francisco Marroquín. Edición de Kindle.
Capítulo 2 y 3: Fallas de mercado
Resumen
La ciencia económica se ha volcado a buscar el óptimo de eficiencia, óptimo paretiano. Sin embargo, esta es una situación inalcanzable. Existen varias razones del por qué el equilibrio general con competencia perfecta no se cumple. Por ejemplo, se puede mencionar la asimetría de información, innovaciones tecnológicas, descubrimiento empresarial, emprendimiento, etc. Al no alcanzarse ese equilibrio, se dice que el mercado tiene fallas y que es deber del Estado solucionarlas. Algunos argumentan además que el Estado lo puede hacer sin costo alguno y que las personas dentro del mismo actúan por el bien común. Asimismo, existen las externalidades concebidas como un efecto a terceros de las acciones de los individuos en el mercado. Éstas pueden ser positivas o negativas. En los casos de externalidades negativas, sobre todo, se aboga por políticas públicas para solucionar esos efectos. Los últimos conceptos que parecen importante también señalar son los bienes públicos y los free riders. Los bienes públicos se definen como aquellos bienes que no se pueden excluir del consumo a los individuos y que no tienen rivalidad al consumo. Por su parte, los free riders son aquellas personas que disfrutan de algún beneficio sin haber incurrido en algún costo por obtenerlo. Un ejemplo podría ser, trabajar en grupo algún proyecto en clase y no ayudar al grupo pero sí sacar buena nota.
Conceptos nuevos o interesantes
• Monopsonio: Situación comercial en que hay un solo comprador para determinado producto o servicio.
Por lo general, se le presta bastante atención al monopolio y sus consecuencias en precio y eficiencia, pero muy poco al monopsonio.
• Bien económico vs bien libre: un bien económico es escaso y valorado, generalmente se le asigna un precio monetario. Por otro lado, el bien libre es abundante (el aire, por ejemplo) y no requiere un precio para adquirirlo.
Es importante saber la diferencia, ya que pueden surgir malos análisis al respecto.
Preguntas
• ¿Qué utilidad tendría saber el “precio final”? Si nunca será alcanzado, ¿para qué aferrarnos a él? ¿No es solo una distracción?
• ¿Terminaría el problema de bienes públicos si el Estado dejara de proveer/ofrecer bienes (privados o de uso común)? ¿Es el Estado realmente capaz de solucionar las fallas de mercado? Si no lo es, ¿por qué continúa?
• ¿Puede haber otro mecanismo ajeno al sistema de precios que pueda cumplir esa función?
CAPÍTULO 2
Se podría pensar que la coordinación de las acciones y voluntades de los individuos son precisas y en general carente de errores, equilibrado y posiblemente sin mayor necesidad de mejorar dicha coordinación; sin embargo nada está más alejado de la realidad. La mano invisible que debía manejar el desarrollo de los mercados, se ve frustrada por fallas como las externalidades, la competencia imperfecta y la aparición de los bienes llamados públicos y especialmente por la información incompleta. que solucionase estos problemas.
Las fallas en la llamada mano invisible supone que podría existir una mano “visible “que solucionase estos problemas inicialmente. Es común pensar que este camino sea la intervención estatal a través de políticas públicas, sin embargo para que esto fuera una solución viable y menos fantasiosa, se tendrían que establecer así mismo instituciones públicas sólidas, tendientes al bien común y no al engrandecimiento del poder de quienes las ejercen. Nuevamente, nada más alejado de la realidad. Sin embargo, haciendo honor al elemento esencial de la voluntad, podemos ver que las políticas públicas no son ni la única ni la mejor alternativa.
CAPÍTULO 3
El Estado, a través de las políticas públicas como “mano invisible “y reguladora de las fallas de mercado, tendería entonces a darle solución,/ buscando el equilibrio en la competencia y minimizando o evitando al máximo los posibles daños por parte de empresas o productores , a quienes requieren o desean de sus bienes o servicios. /Administra los bienes de índole pública / Compensa los efectos de las acciones de los individuos en el mercado a través de impuestos y/o subsidios. / Provee los productos o servicios que los entes privados no pueden proveer y por los cuales supuestamente se ve afectado el bien común como lo son la seguridad, la administración de la justicia.
Empero las soluciones que la mano visible podría brindar en sí mismas presentan fallas . Son creaciones ideológicas que se imponen a otras y que terminan incrementando los problemas de los mercados, transformándolos en ideas muy diferentes a lo que la libre voluntad propondría. El Estado se presenta como una intervención sistemática en la libertad de los individuos y de la cual sacan provecho determinados grupos a costa precisamente del bienestar común.
El estado no tiene un incentivo fuerte que genere la provisión de los bienes y servicios de una sociedad, al contrario, se impulsan políticas que favorecen a grupos pequeños por encima de los intereses generales. Un claro ejemplo está dado en el manejo y gestión frente a la contaminación ambiental, irrisoria, en comparación con las necesidades comunes de preservar los bienes naturales.
CAPÍTULO 4
La idea del dictador benevolente se presenta en una figura que ejerce coerción, administra justicia y seguridad, ejerciéndolas en pro del bien común.
En general, los elementos fundamentales para tener en cuenta en La política, son los incentivos y la información. De hecho, la llamada teoría de la elección Pública o Public Choice , se centra en los incentivos , en la búsqueda de un mejor bienestar particular siempre .
Los principales problemas del funcionamiento de la política, se generan en la imposibilidad de conocer la información sobre las preferencias de las personas y sus medios para satisfacerlas y sobre los incentivos de los políticos, como foco de las acciones de quienes la representan. Y es precisamente más problemático, el hecho de que el ser humano siempre vaya en búsqueda de su propio beneficio y no el del común, en el mercado y en la política, cuestión que podría ser clave para el manejo de ambos.
Los votantes no son una fuente de información indefectible para el proceso. De hecho un voto por ejemplo, no genera la información sobre las intensidades de las preferencias , por ende no se obtendrá el resultado real ,porque incluso, la manifestación de estas, están distorsionadas y determinadas por el sistema electoral .
CAPÍTULO 5
En cuanto a los incentivos, por supuesto también están los de los políticos. La elección de los políticos, debe convertirse en la directriz de las acciones tendientes a la provisión de servicios que la ciudadanía en el momento de la elección manifestó como deseo, general, la educación, seguridad, regulaciones etc. Sin embargo por regla general, los políticos actúan en pro de sus intereses y persiguiendo sus preferencias, además con la información de las consecuencias de sus decisiones, en contraposición a la de los electores, quienes no cuentan con un incentivo preciso sobre la información de sus decisiones y se basan en intereses a corto plazo. Precisamente el corto plazo de los mandatos de los elegidos, es una de las causas que incentivan los beneficios a corto plazo, aún a costa de localidad institucional, pero sí que ofrezcan beneficios visibles en corto tiempo.
La concentración del poder, como es el caso de las monarquías, aumentaría el riesgo de las externalidades. Aunque los costos de las decisiones pudieran ser bajos, las consecuencias podrían ser mucho más perjudiciales, a menos que quienes están en la cabeza de las monarquías tuviesen un poder limitado. Esto haría pensar que la democracia podría ser menos perjudicial, sin embargo no lo es. Una democracia limitada que le deja parte de las decisiones a unas pocas personas y el resto a las mismas personas de siempre, no pretende la búsqueda de la guardia de las garantías generales. Incluso, el autor menciona que una democracia entrometida en la vida de las personas se convierten dictadura.
TEMAS IMPORTANTE
La meditación de los verdaderos objetivos que persiguen los funcionarios públicos .
La poca o nula acción de los votantes , cuando en el mandato político no se coinciden las acciones de los representantes con los deseos de quienes los eligieron.
Las preferencias cambiantes de los electores. Casi hay que tratarlos como consumidores de un producto, desde el área de mercadeo de una empresa.
PREGUNTAS.
1. Cuáles podrían ser las compensaciones que obtenga un elector o un grupo de electores cuando el elegido no actúe en dirección a sus preferencias ¿
2. cuáles son las preferencias de la mayoría ¿ Las mismas de las del elegido ¿
3. Podría existir genuinamente un interés particular en la búsqueda del bien común?
4. Los bienes públicos en realidad son públicos o son de la minoría que los administra?
5. Los bienes públicos tienen una tendencia marcada a ser foco de mala utilización y falta de cuidado por quienes no tienen derechos explícitos de propiedad sobre estos. Esto tiene que ver con la valoración o con el esfuerzo, o con ambos ¿?
6. Cuál podría ser un ejemplo de buena administración de políticas y bienes públicos ¿ Qué hace la diferencia ¿?
Resumen Capítulos 2 y 3
El mercado en la realidad puede llegar a aspirar al equilibrio general competitivo, sin embargo, esto no se cumple en la realidad. Dicho modelo es útil para el estudio y análisis económico, pero no es un supuesto que en realidad se cumpla. Los problemas en el mercado real, han tendido a ser llamados como «fallas de mercado», tales como la competencia imperfecta, las externalidades, los bienes públicos y la información asimétrica. Dichas fallas han sido la justificación de muchos para que el Estado intervenga dentro del mercado para corregir estas fallas.
Sin embargo, sin bien el Estado teóricamente tiene la capacidad para solucionar dichas fallas de mercado, esto no implica que así lo sea, ya que también pueden darse fallas políticas. El Estado no tiene mayores incentivos para el eficiente cubrimiento de las fallas de mercado. Dicha situación suele ocasionar el surgimiento de lobbies por ciertos actores para implementar políticas favorecedoras a sus interéses.
CONCEPTO NUEVO/INTERESANTE:
Rent seeking: La acción de grupos de presión para obtener una legislación que les favorece.
Impuesto pigouviano: No pretender recaudar fondos sino evitar cierto tipo de comportamiento por parte de las personas.
SESIÓN SEGUNDA: “La Teoría de las fallas de Mercado”
RESUMEN
Desde la aparición del óptimo de Pareto, la economía neoclásica no ha cejado en su empeño en la modelización matemática del entorno económico en la búsqueda de la obtención del punto de equilibrio. Hecho, realmente paradójico, pues dicho óptimo encierra en sí mismo una imposibilidad en una economía libre de mercado. Desde la perspectiva de teoría económica, el alcance de dicho equilibrio viene a ser la igualdad ROIC=WACC, lo que viene a decir que no existen beneficios extraordinarios. Llegar a este punto es negar la acción del emprendedor que busca desequilibrar esta igualdad para obtener una rentabilidad por encima del mercado. Lo que se nos viene a decir es que, si bien la teoría neoclásica utiliza modelos de equilibrio, es falaz pensar que su uso puede representar la realidad. Las suposiciones que asumen son demasiado irreales como para aseverar que el mercado, o la sociedad, van a tener un comportamiento en una oportuna dirección simplemente porque el modelo matemático teórico expresa su optimización.
Como se llega a demostrar, el modelo adolece constantemente de errores. Este punto ha llevado a muchos economistas a establecer una justificación al fallo del modelo de la realidad a lo que se ha venido denominando como “fallo de mercado”. Esto es querer forzar al océano a entrar en una caja pequeña de papel. Achacar su constante desbordamiento a la salinidad del mar es, simplemente, ser un mentecato. Sin embargo, se ha agudizado tanto el término que se permite al Estado a intervenir para arreglar dicha falla con, por consiguiente, todos los errores que se derivan de su manipulación.
Todos los agentes que justifican la intervención del Estado en la economía, exhibiendo un marco regulador mayor plagado de impuestos a externalidades negativas y subsidios a positivas, adquisición y uso monopolístico de bienes o industrias de importancia estratégica estatal, simplemente están negando la realidad de que la economía está caracterizada por la información asimétrica. Permitiendo la acción avasalladora del Estado, está otorgado un imaginario en el que no se tiene en cuenta las “fallas del Estado”; aunque personalmente este apoyo tiene que ver más con intereses personales de grupos de presión que con un convencimiento real de que la economía se canaliza mejor con un incremento exponencial de la acción coercitiva del Estado.
TEMAS NOVEDOSOS O IMPORTANTES
1. El modelo del óptimo de Pareto sirve para teorizar y explicar, hasta cierto punto, tendencias de la economía. No puede considerarse un axioma irrefutable
2. Los modelos que persisten en creer en la planificación y en la dirección de la economía, basan sus argumentos en la falacia de asumir que la información está dada. Nada puede ser más insensato que pretender creer conocer y saberlo todo. No solo es insensato sino estúpido.
TRES PREGUNTAS AL AUTOR
1. ¿Por qué los fundamentos de la Escuela Austríaca no han penetrado más en la sociedad y la comunidad académica cuando sus razonamientos presentan fuertes evidencias?
2. ¿Cómo podemos hablar de sustitutos perfectos siendo que las utilidades individuales no son comparables por ser razones identitarias de cada sujeto o agente?
3. Una fábrica con una externalidad negativa se la obliga a establecerse siempre lejos de núcleos urbanos de tal forma que esta externalidad no afecte, siendo entonces considerada pasiva. Sin embargo, la Historia está plagada de casos en los que los individuos terminan estableciéndose justo al lado de esa fábrica por lo que la externalidad negativa que, en un principio, había sido desactivada al imponer la residencia de la fábrica fuera de los núcleos de población; de repente, se activa porque los individuos se asientan a su alrededor. ¿Cómo se puede justificar la externalidad negativa y su impuesto si el causante de su actividad es el individuo que la denuncia?