¿300 años después hay que volver a presentar los argumentos a favor del libre comercio?

¿Otra vez hay que volver presentar los argumentos en favor del libre comercio? Parece que sí, y esto lo hace en forma muy clara este trabajo titulado “The (Updated) Case for Free Trade”, APRIL 19, 2022 • POLICY ANALYSIS NO. 925 del Cato Institute, cuyos autores son Scott Lincicome y Alfredo Carrillo Obregon: https://www.cato.org/policy-analysis/updated-case-free-trade

 

“El consenso bipartidista de larga data a favor del libre comercio en los Estados Unidos se ha desmoronado a medida que el compromiso de la nación con el sistema de comercio multilateral se subordina cada vez más a prioridades ideológicas introspectivas. Como todas las formas de competencia en el mercado, el comercio puede ser perturbador para algunas empresas y trabajadores, y es posible que sea necesario actualizar varios acuerdos comerciales para abordar tanto una China cada vez más autoritaria como la economía global del siglo XXI. Sin embargo, los beneficios económicos visibles e invisibles que el libre comercio ha brindado a innumerables personas, empresas y comunidades en los Estados Unidos son innegables e irreemplazables. Además, la única alternativa al libre comercio, el proteccionismo, ha demostrado repetidamente que impone altos costos por beneficios mínimos. En resumen, el caso del libre comercio es una obviedad económica.

Ese caso no se basa sólo en la economía. El libre comercio es una herramienta crítica de política exterior que promueve la paz y la cooperación, y sigue siendo un pilar del orden internacional liberal. El libre comercio también es moral: como observó Adam Smith, los humanos somos “un animal que regatea”, únicos en nuestra capacidad de prosperar a través del comercio. Las restricciones gubernamentales sobre estas transacciones naturales y voluntarias, ya sea a través o dentro de las fronteras nacionales, enriquecen a unos pocos privilegiados a expensas de todos los demás, especialmente de los pobres. El comercio también enriquece y empodera a las personas más pobres y vulnerables del mundo, especialmente a las mujeres y los niños que alguna vez vivieron en condiciones indescriptibles.

Finalmente, China representa verdaderos desafíos, pero enfrentarlos no amerita abandonar el libre comercio. En cambio, la evidencia histórica y reciente demuestra que se ha exagerado la amenaza económica de China para los Estados Unidos, que el unilateralismo agresivo resultará menos efectivo para influir en el comportamiento del gobierno chino que el compromiso multilateral, y que los Estados Unidos estarán mejor posicionados para responder a un creciente China si acepta la apertura y la confianza que hicieron de Estados Unidos una potencia económica.”

 

 

 

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