En un post anterior comenté un interesante artículo titulado “Urgencias ambientales: los diez problemas que esperan solución”, donde se comentan los resultados de una investigación de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara: http://www.lanacion.com.ar/1720041-urgencias-ambientales-los-diez-problemas-que-esperan-solucion y se los compara con los del informe del Índice de Calidad Institucional 2013, que también consideraba los principales problemas ambientales: http://www.libertadyprogresonline.org/2012/07/12/indice-de-calidad-institucional-2012/
Veamos ahora el tema de la pesca comercial:
Para la Fundación:
No se controla el cumplimiento de la veda de pesca de la merluza común, una especie con «síntomas de exceso de explotación», según admite la Sayds. La Merluccius hubbsi, la merluza de cola, la anchoíta y la caballa son las principales especies de pesca comercial (en 2011 se extrajeron 700.000 toneladas y se exportó por 1300 millones de dólares). Salvo la anchoíta, que está subexplotada, las otras especies, más el calamar, el langostino y la vieira, demandan medidas de conservación.
SOLUCIÓN: Elaborar un inventario nacional de las especies de valor comercial, revisar el estado de sus poblaciones, proyectar la captura aceptable por jurisdicciones y prohibir el uso de técnicas de pesca indiscriminada.
Informe ICI 2012:
La pesca marina industrial y artesanal ha aumentado notablemente en los últimos años. En algunos casos, el acceso ilimitado a los recursos ha producido depredación y agotamiento, a pesar de ser una actividad regulada por el Estado o tal vez precisamente por ello. Los Estados, capturados por intereses asociados a la actividad, empresas o sindicatos, no han sabido limitar la pesca para que resulte sustentable. En algunos países la introducción de “derechos de propiedad” por medio de Cuotas de Captura Transferibles y el notable desarrollo de la acuacultura (también una forma de establecer derecho de propiedad), han permitido evitar la tragedia y cada vez se cultivan más especies en cautiverio. Es más, se están desarrollando ya experiencias de rotación entre cultivos y cría de peces donde éstos fertilizan el suelo para la siembra, reducen el uso de agroquímicos y la labranza (p. ej, arroz y pacú, La Nación 31/3/12).
Al leer el articulo, y en relacion a los conceptos de bienes publicos y que todos los recursos son escasos,se advierte una falta de control estrito,y su cumplimiento,para no depredar las reservas maritimas,tambien incurre en este caso,la pesca indiscriminada.Se puede tomar como ejemplo,los otros recursos naturales que posee el pais.Entonces llevado esto de la pesca,cuando es indiscriminada,puede suceder que desaparesca o se reduscan las especies maritimas,como la marluza o el calamar,y a la ahora,de colocarlas en el mercado interno,puede afertar a los consumidores,con respecto a la eleccion al producto,la escacez,las preferencias,y los precios.
El tema de la pesca indiscriminada como la caza de animales, resulta muy ilustrativo de aquella escasez de recursos que hay ante cantidad ilimitada de necesidades.
La pesca excesiva sin dudas provoca una externalidad negativa hacia 3ros ya que afecta al medio ambiente es decir a todo el mundo, pues termina forzando en un futuro a que la especie desaparezca generando una serie de desequilibrios en la flora y fauna. Esto no quiere decir que ciertas especies no desaparezcan a lo largo de la humanidad y que la culpa sea siempre de los humanos, pero en un caso como estos, acelerar la desaparición de una especie puede llegar a lograr inconvenientes.
Interesante tambien resulta, el como el consumo exagerado puede terminar en el resultado de no terminar consumiendo cierto producto. El saber que mi consumo afecta de forma ínfima al «exterminio» de la especie hace que no piense demasiado entre consumir y no y termine consumiendo, provocando a la larga la desaparacion de este tipo de pescados.
Pareciera que en casos de este estilo no puede quedar la solucion en el mercado, ya que el ajuste del precio (es decir cuando queden pocas merluzas y haya mucha demanda lo cual aumentara el precio) puede ser una solución muy tardía o incluso no solucionar nada ya que aunque decrezca el consumo es suficiente para que la especie desaparezca.
Ante estos asuntos pareciera que hay muchas soluciones, la cual se me ocurren algunas (siguiendo el ejemplo de la merluza) :
1_ Racionar el consumo de merluzas (no parece ser una solución viable)
2_ Regular la pesca, poniendo cupos máximos de cantidad de toneladas de peces, como épocas para pescar (es decir permitir al reproducción del pez, según la época de en que pongan sus huevos, desconozco si es posible en la merluza, pero entiendo que sucede así con las truchas por ejemplo)
3_ Aplicación de impuestos (seria la solución de Pigou ante una externalidad negativa), reduciría el consumo de merluzas, ya que los consumidores seguramente preferirían por un precio elevado otros pescados en general mas valorados por los consumidores en las preferencias aunque recordando que son siempre subjetivas las mismas.
La discrepancia entre lo privado y lo social constituye una falla de mercado que en términos económicos se denomina externalidad. Los pescadores no tienen incentivos para tener en cuenta la influencia de su pesca, en las oportunidades de los otros, ni en la conservación del stock de peces.
Las externalidades en la actividad pesquera se originan en la ausencia de derechos de propiedad y en los altos costos de exclusión, induciendo a excesos en inversión de flotas con relación a la capacidad de los recursos, esfuerzos de pesca excesivos, disminución de los stocks reducción de los beneficios económicos.
Existen dos enfoques económicos para corregir las externalidades: el de Pigou y el de Coase. El sector pesquero mundial configuró la estructura de funcionamiento a través de intervenciones estatales, privatizaciones y asignaciones de derechos a ciertos colectivos
En las últimas décadas se habla de otro tipo de factores de contaminación la denomina basura de desechos electrónicos y eléctricos que se encuentran en nuestros equipos de cómputo, móviles, video juegos, televisores, equipos de sonido, etc., el cual año a año aumenta de forma significativa y no es manejado de forma responsable y adecuada ¿Cuántos celulares tiene usted en su casa que ha dejado de utilizar? ¿Cuántos computadores utiliza usted actualmente y cuantos tiene en el cuarto de sal alejo?
Lo anterior gracias a los precios bajos y de fácil acceso a toda la población a la continua y muy corta actualización de quipos ha ocasionado un demedio aumento de estos aparatos en cada uno de los hogares, colegios, empresas y a su vez ha aumentado la producción de desechos de este tipo.
Pero no es la contaminación física de estos equipos el único problema, existe otros como por ejemplo el inadecuado manejo de la información almacenada en estos equipos se está convirtiendo en una contaminación informática y de inadecuado manejo de la información lo que llevado al incremento de delitos como la invasión de correos electrónicos, redes sociales, robos de las cuentas bancarias y todo esto por un mal manejo del reciclaje de los equipos de cómputo y del manejo responsable de la información de estos.
No es suficiente con dotar a las personas de tecnología es importante también darles a conocer las leyes, derechos contra el medio ambiente y también se deben capacitar en seguridad informática.
La situación de la pesca en nuestro país, y en muchos otros, es crítica, la falta de criterios de sustentabilidad en su manejo han colocado al recurso en serio riesgo. Si tomamos a la población ictícola como un bien común, vemos como cada uno de sus usuarios, persiguiendo su propio interés (a expensas de los demás), se aprovecha del recurso sacando su propia ventaja, fomentando a los otros usuarios del bien público a hacer lo mismo, y como estamos hablando de un recurso escaso, esto lleva a la depredación del mismo, lo que inevitablemente se traduce en la desaparición o extinción de la fauna acuática. Una de las soluciones a este problema,es la que menciona éste artículo, es decir la introducción de “derechos de propiedad” por medio de Cuotas de Captura Transferibles, y asi, al convertir un bien común en propiedad privada va a protegerse mas el recurso. La otra solución también fue mencionada en los anteriores comentarios, y consiste en aumentar la presencia del Estado, ya sea que establezca cupos, vedas o temporadas.
El articulo lo relaciono con la Tragedia de los Comunes, en donde, los humanos son llevados por su propio egoísmo, quedándose con los beneficios de la explotación de los recursos escasos, en este caso los peces, y sociabilizando los costos, que son las externalidades que sufre el resto de la sociedad, que no obtiene beneficios sino costos. Esto es lo que sucede con la pesca comercial, en donde no se controla el cumplimiento de la veda de las pesca de la merluza común, y al ser comunes, según la interpretación del texto, se usan indiscriminadamente, los cuales terminan depredándose., y por lo tanto la solución seria la administración, la gestión de estos recursos, que en este caso seria establecer limites a la pesca, evitando que se deprede vorazmente. Otro problema que no debemos olvidar, es la falta de incentivos que provoca que los pescadores, realicen sus tareas sin medir las consecuencias, y al no ver ninguna restricción lo sigan haciendo, olvidándose que los recursos son escasos, y si se consumen sin ninguna limitación, van desapareciendo.
Leyendo el articulo también lo relacione con la tragedia de los comunes. Es increíble como la individualidad, el egoísmo, y la avaricia y codicia del hombre puede devastar todo a su alrededor sin visión de las consecuencias a futuro, en este caso los peces, pero esta regla de acabar con los bienes escasos se da todos los días. Por eso que el estado tiene que estar interviniendo, sancionando la caza indiscriminada y haciendo políticas publicas de concientizacion y educacion para la sociedad del por que debemos cuidar el medio ambiente. Y sobretodo cuando hablo de sancion , esta debe ser severa pero no solo en lo pecuniario porque hay empresas multinacionales que una simple multa no las detendría.
Además debido a que la educación y el respeto, la conciencia social no se alcanzan de la noche a la mañana, es que el estado debe invertir en infraestructura y seguridad para lograr una vigilancia y controles óptimos.
Por los temas leídos y vistos en clase puedo hacer algunas consideraciones para empezar puedo decir que genera una externalidad negativa ya que el uso abusivo, en este caso la pesca, genera un beneficio para las compañías pesqueras pero un daño hacia el medio-ambiente como dice Milko Schvartzman, de la campaña de Océanos de Greenpeace “La pesca ilegal en el Atlántico Sur no solo amenaza el futuro de las especies capturadas, como el calamar o la merluza, sino que también afecta a todas las especies de la cadena alimentaria, como ballenas, delfines y aves, entre otras”.
Por otro lado, a pesar de no haber exclusión en la pesca si hay cierta rivalidad en la competencia, es decir que lo que pesca uno no lo puede pescar el otro, entonces me pregunto si esto podemos calificarlo como un bien público porque todos tiene el derecho de pescar libremente o es un bien privado por no cumplir con las dos condiciones fundamentales para ser llamado bien público.
A su vez teniendo en cuenta la conclusión de Radford en el texto “La organización económica de un campo de concentración” donde dice que “con medios infinitos la organización y actividad económica serian redundantes, ya que toda necesidad podía ser satisfecha sin esfuerzo” y teniendo en cuenta que la realidad es otra donde los recursos para satisfacer las infinitas necesidades son escasos es necesario encontrar una política pública que regule la situación ya sea aplicando impuestos, estableciendo limites en la pesca o ciertos periodos prohibidos para permitir la reproducción de los peces, así como también tener en cuenta la solución propuesta por la fundación. Si logramos una mejor administración para cuidar más este recurso y no solo pensar en el beneficio de las empresas pesqueras estaríamos logrando un beneficio para toda la sociedad porque de seguir con esta política de pesca indiscriminada a pesar de la regulación del Estado, vamos a llegar al agotamiento del recurso o una escases de tal nivel que aumente demasiado el precio haciendo inaccesible para el consumo de la sociedad. Esto lo relaciono con el texto “El dilema del prisionero” dado que si todas las compañías hacen “trampa” arrasando con el nivel disponible de peces ya que es propiedad de todos llegara un momento en donde todo esto que ganan demás van a empezar a perderlo al tener que salir a buscar nuevos productos o invertir en la cría de peces en cautiverio, es decir tendrían que recurrir a la propiedad privada para cuidar y realizar un uso adecuado y eficiente del recurso. Por otro lado leyendo una nota del diario Cronista del 24 de julio de este año donde se anunciaba que “el Ministerio de Agricultura anunció ayer recursos por 445 millones de pesos para el programa Fortalecimiento del Desarrollo Pesquero y Acuícola, con el objetivo de potenciar la expansión productiva del sector. Del total de este financiamiento, 243 millones de pesos serán desembolsados a través de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras que los otros 202 millones de pesos serán fondos del Estado nacional. “La iniciativa apunta a favorecer el sostenimiento y la expansión de la producción nacional de pescado, a partir de la preservación del recurso pesquero y la promoción de los sistemas acuícolas como fuente proveedora de alimentos (para el mercado interno y de exportación)”. Entonces creo que si falla el control del estado después es necesario utilizar recursos económicos para promover y desarrollar nuevas alternativas para la preservación del recurso mal cuidado, y si destinamos los fondos en esto que es algo que puede ser controlado con mejores políticas públicas no se podrán desarrollar otras áreas, por lo que me pregunto ¿si el Estado falla entonces es necesario que el mismo se encargue de solucionar esos problemas con inversiones y sin castigar a las empresas, hay alguna forma de que con incentivos o sanciones siga siendo libre la pesca pero que se cuide lo que es de todos o lo dejamos en manos privadas para que hagan una utilización eficiente del recurso y a su vez obtenemos más ganancias para el arca estatal? Como Garrett Hardin dice “Si el gobierno concediera la propiedad de los peces dentro de un área determinada, de modo que un propietario pudiera denunciar a aquellos que se inmiscuyeran en ellos, los pescadores tendrían un incentivo para refrenarles de pescar en demasía. Pero los gobiernos no hacen eso.” A mi entender con una política como la recién mencionada lograríamos el cuidado del recurso pero sin embargo estaríamos perjudicando a los usuarios y consumidores que tendrían que pagar más por lo mismo por lo cual creo que es difícil encontrar un punto de equilibrio donde todos salgan ganando.
Sin dudas la depredación de los recursos de la pesca se realiza sin limitaciones, porque como vimos en clase, “lo que es de todos, no es de nadie” y no existen incentivos para que como en este caso, ciertas especies marinas no desaparezcan por su uso ilimitado. Claramente la existencia de incentivos genera eficiencia, y que los pescadores actúen de manera mutuamente beneficiosa.
Es aquí, donde interviene el Estado para regular lo que los individuos por no ser un bien de propiedad privada, no están incentivados a conservar. Este, debe realizar una buena gestión de los recursos mediante políticas públicas, que no terminen en su mandato sino algo que se mantenga en el tiempo, ya que sino el gobernante de turno solo estaría incentivado durante su gobierno y luego la sociedad se vería perjudicada ante la falta del recurso nuevamente.
Basándonos en que los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas lo que yo creo que debería hacerse, al ser ésta una actividad regulada por el Estado o por una empresa, establecer un limite en cuanto espacio (Respetando la Propiedad Privada), y en cuanto a cantidad, pudiendo así establecer mínimos y máximos y no poner en peligro la especie, dándole un mejor uso al recurso para que no se agote y no se produzca una sobrexplotacion del mismo.
Con respecto a lo que nos cuenta este articulo, en cuanto hace referencia a que «la pesca marina industrial y artesanal, se encuentra regulada por el Estado Nacional y o bien por una empresa», pienso que para tratar de solucionar el problema de depredación y agotamiento de esta actividad, es el propio Estado o la Empresa, los cuales tendrían que generar un control de limitaciones sobre la pesca y ademas, actualizarse los factores sobre ésta industria, para generar nuevos incentivos y también respetar el derecho de propiedad.
Es evidente que la pesca indiscriminada de merluza, caballa, calamares, langostinos, etc., es consecuencia de las necesidades ilimitadas que tiene el hombre o la sociedad en si.
No debemos olvidar que es el Estado el que tiene que controlar este tipo de situaciones graves, ya que sino en muy poco tiempo, estas especies podrán desaparecer y serán otras las que se consuman de la misma manera. Cómo puede el Estado vigilar y restringir esta actividad? A través de impuestos, vedas, prohibiciones por temporadas, etc. Son muchos los caminos que llevan a que estas especies puedan seguir subsistiendo.
Por otro lado, el informe del Índice de Calidad Institucional acerca de los derechos de propiedad por medio de Cuotas de Captura Transferibles y el desarrollo de la acuacultura está muy relacionado con el texto «La tragedia de los comunes» en donde se establece que todos quieren obtener su propio beneficio en las tierras que no son de nadie ya que cada persona está guiada por su egoísmo. Por ende, si se privatizara la captura de los peces, se eliminaría la competencia destructiva por el control de los recursos económicos.
Este artículo es una muestra más de que, en la práctica, no se verifica la teoría de “La mano invisible” de Adam Smith.
Todos los individuos persiguen su interés personal, con lo cual, la economía tiene que estar regulada por un ente superior, que es el Estado.
Podemos notar acá también un claro ejemplo de externalidades negativas, al ser un bien público, el cual responde al principio de no exclusión, los individuos lo utilizan indiscriminadamente, sin importar el efecto negativo que esto trae a la sociedad, y por supuesto, al medio ambiente. Si uno no es propietario del bien, no tiene grandes incentivos para cuidar el mismo.
Considero que una de las posibles soluciones a esta problemática, es colocarle a esta actividad un impuesto, lo suficientemente elevado como para desalentarla; y garantizar el efectivo cumplimiento del mismo, con los controles correspondientes.
Todo lo contrario, es una muestra de que la «mano invisible» no llega a actuar porque no hay derechos de propiedad definidos, y entonces sucede la «tragedia de los comunes». Precisamente la propuesta de establecer esos derechos tiene como objetivo generar las condiciones para que esa «mano» haga su tarea y proteja el recurso.
Con respecto a la pesca comercial indiscriminada hay suficientes mecanismos y organismos que establecen temporadas de veda (destinadas para que estas especies nombradas en el articulo y muchas otras puedan desovar y reproducirse lo que permite que el recurso no se agote y sea sustentable) medidas reglamentarias, (la medida minima que debe tener cada pieza de pescado segun la especie) impuestos, y diferentes regulaciones. Sin embargo a pesar que todo esto exista no logran aplicar eficientemente estos controles, y por parte del estado se deberian invertir mas fondos y mas esmero en conseguir que sean respetadas las medidas y no se coloque a las especies y a este recurso en peligro de extincion
La propiedad común no proporciona un fuerte incentivo para conservar los recursos. Un pescador que devuelve al agua los peces pequeños para aguardar a que crezcan es poco probable que obtenga beneficio de esa espera. Esto produce la pesca en exceso.
Si se imponen derechos de propiedad eliminarían la competencia destructiva por el control de los recursos económicos. Estos derechos bien definidos y protegidos reemplazarían la competencia violenta por una pacífica.
La pesca en nuestro mar se realiza mediante métodos que generan gran cantidad de descartes (especies no deseadas que son arrojadas sin vida al mar) y limitan la capacidad reproductiva.
El sector pesquero da empleos a miles de personas, si dejan de existir las especies más consumidas también dejarían de existir estos puestos de trabajo. Las empresas pesqueras no tienen una visión de futuro y no piensan en los beneficios de un desarrollo sustentable. Sería mejor reducir un poco el porcentaje de pesca hoy y no reducirlo en un 100 % en pocos años.
El Estado argentino debería asegurar, mediante medidas adecuadas de conservación y administración, que la preservación de los recursos vivos no se vea amenazada por una sobre-explotación. Además, debería cumplir y hacer cumplir medidas vigentes como por ejemplo el artículo 41 de la Constitución Nacional.
Los invito a ver un documental ganador del premio Impacto Creativo. El documental – película “The end of the line” (El final de la línea – un mundo sin peces) reparte la responsabilidad entre los consumidores que compran especies en peligro, los políticos que ignoran las advertencias y los pescadores que incumplen las normas. Advierte un mundo sin peces para el año 2048. Pero a pesar de las advertencias, el film deja lugar a la esperanza y señala que es un problema que se puede solucionar si todos los ciudadanos y los responsables de la industria pesquera contribuyen en la tarea. Les dejo el link http://www.youtube.com/watch?v=P9X-2jW625U
Comparto un comentario que realicé en el Post https://bazar.ufm.edu/los-diez-problemas-ambientales-ahora-el-agua-y-los-glaciares/#comments y que aplica perfectamente en la presente, realizando algunos agregados.
En la revista Fortune, grandes economistas y profesores han publicado distintos papers, los cuales lo dejan a uno reflexionando. Leer este post me llevó a relacionarlo con “La tragedia de los comunes” de Garrett Hardin, del cual citaré algunos aspectos del artículo que pueden resultar oportunos para el presente debate, a saber:
“En un mundo en el que todos los recursos son limitados, un solo no-ángel en los comunes estropea el entorno para todos. (…) Unos comunes no gestionados en un mundo de riqueza material limitada y deseos ilimitados termina inevitablemente en la ruina. (…) Bajo circunstancias especiales, incluso unos comunes no gestionados pueden funcionar bien. El requisito principal es que no haya escasez de bienes. (…) La relación entre oferta y demanda es de importancia crítica. La escala de los comunes (el número de gente que los usa) también es importante. (…) Incluso cuando se comprenden las limitaciones de los comunes, hay áreas en las cuales la reforma es difícil. Nadie es propietario de la atmósfera de la Tierra. En consecuencia, ésta es tratada como un basurero común en el cual todo el mundo puede descargar sus desechos. Entre las consecuencias no deseadas de este comportamiento están la lluvia ácida, el efecto invernadero, y la erosión de la capa protectora de ozono de la Tierra. Las industrias e incluso las naciones consideran el limpiar las descargas industriales como algo prohibitivamente caro. Los océanos también son tratados como un basurero común. Sin embargo, seguir defendiendo la libertad de polucionar conducirá finalmente a la ruina para todos.”
Y Tyler Cowen en “Bienes Públicos y Externalidades”, ¿plantea una posible solución?. Antes de leer este paper jamás se me hubiese ocurrido esta posibilidad, pero respetando todo tipo de posiciones al respecto, su postura por más que nos suene criticable, se encuentra bien fundamentada. Tyler Cowen dice:
“Otros problemas con los bienes públicos pueden resolverse definiendo los derechos de propiedad individual en el recurso económico apropiado. Limpiar un lago polucionado, por ejemplo, implica un problema de usuario gratuito si nadie es propietario del lago. Los beneficios de un lago limpio son disfrutados por mucha gente, y a nadie pueden cobrarse estos beneficios. Una vez existe un propietario, sin embargo, esa persona puede cobrar precios más altos a pescadores, boteros, usuarios de instalaciones recreativas y otros que se benefician del lago. Las masas de agua de propiedad privada son comunes en las Islas Británicas, donde, y no es sorprendente, los propietarios de los lagos mantienen su calidad.” “Unos derechos de propiedad bien definidos pueden resolver los problemas de los bienes públicos en otras áreas medioambientales, como el uso de la tierra y la conservación de las especies.” “Los derechos de propiedad son sin embargo una solución menos efectiva a los problemas medioambientales relativos al aire, puesto que los derechos sobre el aire no pueden definirse ni protegerse con facilidad. Resulta difícil imaginar, por ejemplo, cómo únicamente los mecanismos del mercado pueden impedir la disminución de la capa de ozono de la Tierra. En tales casos, los economistas reconocen la probable necesidad de una solución reguladora o gubernamental.”
Me parecen dos papers muy interesantes, y que de algún modo se complementan. Hardin explica el problema del sistema de propiedad común, y Cowen nos resalta los beneficios que podría traer el convertir los bienes públicos en bienes privados. Además, ambos tratan el tema del medioambiente, y Cowen plantea una posible solución respecto a los lagos, por ejemplo, citando un ejemplo de las Islas Británicas, donde se practica la propiedad privada de las masas de agua y donde son ostensibles los beneficios que conlleva dicho sistema. Cabe aclarar, que en cuanto a la polución del aire, Cowen admite la imposibilidad de que mediante únicamente los mecanismos del mercado se pueda llegar a una solución, sino que se requerirán soluciones de otra índole, ya sea medidas reguladoras o gubernamentales. Viendo los informes y estudios ambientales, algo hay que hacer, eso está claro. Pero, ¿qué?. O mejor dicho… ¿Cómo?…
Lo propuesto por Cowen va en el mismo sentido que el Informe ICI 2012
«En algunos casos, el acceso ilimitado a los recursos ha producido depredación y agotamiento, a pesar de ser una actividad regulada por el Estado o tal vez precisamente por ello. Los Estados, capturados por intereses asociados a la actividad, empresas o sindicatos, no han sabido limitar la pesca para que resulte sustentable. En algunos países la introducción de “derechos de propiedad” por medio de Cuotas de Captura Transferibles y el notable desarrollo de la acuacultura (también una forma de establecer derecho de propiedad), han permitido evitar la tragedia y cada vez se cultivan más especies en cautiverio. Es más, se están desarrollando ya experiencias de rotación entre cultivos y cría de peces donde éstos fertilizan el suelo para la siembra, reducen el uso de agroquímicos y la labranza (p. ej, arroz y pacú, La Nación 31/3/12).»
Parece que esta es una posible solución.
En Bariloche he visto que se utilizan piletones (de propiedad privada) para la cría de salmón y otras especies que realmente resulta muy provechoso, ya que no se depredan los recursos, como sí se hace en los recursos de propiedad común, sino que se manejan de tal modo que no sólo no se agoten los recursos, sino que en un futuro se puedan maximizar los beneficios que dan aquellos, invirtiendo sin miedo que luego se apropie otro común del esfuerzo de uno.
Tomando como referencia los textos de Hardin y Alchian hago énfasis en lo que menciona el post sobre la introducción de derechos de propiedad para evitar la tragedia, reflejando la finalidad de los mismos que es eliminar la competencia destructiva por el control de los recursos económicos ya que la propiedad común de los recursos no proporciona a nadie un fuerte incentivo para conservarlos.
Los derechos de propiedad privada protegen la libertad individual por lo que la libertad de los mares no incluye un derecho ilimitado a pescar.
Si consideramos los tres elementos básicos de la propiedad privada (exclusividad de los derechos de elección del uso de un recurso; exclusividad de los derechos de los servicios de un recurso; y derecho de intercambiar el recurso bajo unos términos mutuamente aceptables), tienden a volver una economía más o menos efectiva pero el peor de los resultados se produce cuando los derechos de propiedad son abolidos.
La pesca es un ejemplo claro de bienes públicos, en lo que refiere a la no exclusión y no rivalidad. Estas características hacen de esta actividad, una actividad peligrosa en cuanto el Estado no interfiera en la creación de normas que la regulen, ya que predispone a la sobreexplotacion del recurso hasta su extinción dandose asi «La tragedia de los comunes». Estas requeridas políticas publicas deben darse en un contexto de ausencia de fallas de la política (en analogía de fallas del mercado), para asi evitar la aparición de lobbies que menoscaben los derechos de la mayoría para satisfacer necesidades de un gobierno carente de incentivos para proveer estos bienes. Las fallas de la política se dan cuando no se da una existencia de una calidad institucional que derive en abuso de poder y una inestabilidad de normas. Por lo tanto, en mi opinión, una calidad institucional que le de incentivos al Estado para proveer y regular estos bienes libre de intereses particulares por sobre los de la mayoria, es la solución al consumo y depredación de tales recursos.