Con los alumnos de UCEMA analizamos casos exitosos de empresarios argentinos que desarrollan negocios Internacionales. En este caso, Pablo Gora analiza el increíble caso de Satelllogic. Aquí algunos párrafos de su trabajo:
“Satellogic es una empresa argentina fundada en 2010 por Emiliano Kargieman. Desde chico Kargieman ya se caracterizaba por su inquietud y la búsqueda por crear objetos. Empezó programando y a los 15 años armó una pequeña empresa con compañeros del secundario para hacer software que vendían a pequeños negocios que estaban empezando a utilizar computadoras personales para llevar la contabilidad.
A los 17, lo contrataron en la AFIP dentro de un grupo que hacía investigación en seguridad. Y a los 19, mientras estudiaba matemática en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, fundó Core Security, una compañía de seguridad informática. La empresa facturó en 2014 34 millones de dólares.
Kargieman logró ingresar a Singulary University, un centro de estudios que queda en Silicon Valley, ahí es donde Emiliano comienza a relacionarse con satélites. Se le ocurre la idea de crear una empresa de nanos satélites que podría ayudar a millones de personas. Al volver a la Argentina, consiguió $ 6 millones del Ministerio de Ciencia de la Nación, el apoyo del INVAP y así empezó todo.
El 26 de abril de 2013 puso en órbita un pico-satélite. Fue lanzado desde el Centro Espacial de Jiuquan en China y su nombre oficial es CubeBug-1, pero fue apodado «Capitán Beto», como la canción del grupo Invisible, en referencia al ídolo de River Plate, Beto Alonso. Solo tiene dos kilos de peso.
Implicó una inversión de 1,06 millones de U$S. El lanzamiento del nanosatélite lo realizó un cohete chino tipo Larga marcha 2. El “Capitán Beto” es monitoreado desde el Radio Club Bariloche. Orbita la Tierra cada 93 minutos a una altitud de 650 km permitiendo que radioaficionados de todo el mundo descarguen los datos que genera y transmite. Se lo concibió con fines educativos.
El satélite posee tres equipos de estudio: una rueda de inercia (para controlar comportamiento), un startracker (obtiene fotos para determinar su posición) y una computadora para su navegación. En intervalo de 15 o 30 segundos emite un paquete de datos denominado baliza o ‘beacon’.
El 21 de noviembre de 2013 se puso en órbita el nanosatélite también conocido como «Manolito», por el personaje de la tira cómica Mafalda. Fue lanzado a las 4:30 de Argentina desde una plataforma en Rusia en un cohete Proton. Está fabricado con más de 80% de componentes argentinos entre los que se cuentan los paneles solares y la computadora de a bordo. Posee una cámara fotográfica de 20 megapíxeles para obtener fotografías de la Tierra, un GPS desarrollado por la empresa argentina y una carga para que los radioaficionados puedan localizarlo y dejarle mensajes. Será monitoreado desde dos estaciones terrestres ubicadas en Bariloche y en Tortuguitas (provincia de Buenos Aires).
Los ÑuSat 1 y 2 son dos satélites idénticos, apodados «Fresco» y «Batata», se lanzaron el 30 de mayo de 2016 desde China a bordo de un Long March 4B. Están diseñados para la observación terrestre y su uso será comercial, son los primeros de este tipo en Argentina.
En estos seis años, Satellogic creció y hoy emplea a 63 personas que trabajan en seis países. Son físicos, ingenieros y especialistas en ciencias de la computación cuyo promedio de edad ronda los treinta años.
“Born Global”
Desde sus comienzos la compañía conto con equipos tanto en argentina como en USA, Francia, Israel y el Reino Unido. Trabajan con una red de proveedores estratégicos de más de diez países.
Si bien la compañía recién está comenzando a comercializar sus servicios, las aspiraciones dentro del rubro internacional son muy grandes. Satellogic ya firmó cartas de intención con 10 clientes que comprarán estos servicios para monitoreo diario de campos y cultivos, y de infraestructura crítica para gobiernos. También, para control de seguridad en la industria petrolera y en el medio ambiente. Con este método se podrá reducir el impacto de los desastres naturales, por ejemplo, identificando el desarrollo de un tsunami.
Sus aplicaciones pueden ir de gobiernos y grandes industrias a un pequeño empresario que quiere tener una seguridad satelital de su empresa o el dueño de un estacionamiento que quiere tener un control de los autos que lo están ocupando
Otras 45 compañías, en el país y en el mundo, se aprestan a recibirlos una vez que ambos satélites estén activos. Sus clientes pueden ser Organizaciones gubernamentales, Industrias, compañías como individuos de todo el mundo.”