Dos textos de Böhm-Bawerk sobre Marx y la teoría del valor trabajo, y la utilidad marginal

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico Económico y Social de UCEMA vemos el debate sobre las teorías del valor. En forma optativa los alumnos pueden leer otros dos textos de Böhm-Bawerk donde critica teoría del valor trabajo, pero también lo hace revisando todas las teorías del valor existentes en ese momento en un trabajo (de lectura optativa), titulado «El determinante último del valor». También puede leer el capítulo sobre Marx en su libro Capital e Interés. Aquí, del primero:

«Un sorprendente cambio de enfoque se produjo con el surgimiento de la
teoría de la utilidad marginal. Puedo suponer que los aspectos
sobresalientes de esta teoría resultan ampliamente conocidos. Su piedra
fundamental es la diferenciación entre el carácter útil en general y la muy
definida y específica utilidad que, en ciertas condiciones económicas
dadas, depende del control ejercido sobre el producto en particular cuyo
valor va a determinarse. Conforme a esta teoría, el valor surge como
norma —el hecho de que existan excepciones se subraya enfáticamente—
de la utilidad de los productos y no, sin embargo, de algún carácter útil
abstracto y siempre cambiante que no puede medirse con exactitud, sino
de ese uso o empleo útil (Nutz Verwendung), que en un caso definido y
específico depende del control que se ejerce sobre ese producto en
particular.
Como consecuencia de que de todos los usos posibles que pueden darse
a un producto el que un ser racional dejaría de lado en primer lugar no es
el más importante sino el menos importante, la utilidad determinante es la
más pequeña o menos importante entre todos los usos útiles que pueden
darse a un producto. Esto determina su valor y recibe el nombre de
utilidad marginal.
Esta forma más precisa de la teoría del valor de uso se enfrenta de
manera clara y definida con la objeción que se le hace a la antigua teoría
del valor del «uso»; es decir, que los productos libres, independientemente
de cuan útiles sean, carecen de valor. La respuesta a esto es que, como los
productos libres existen en cantidades superabundantes, no existe para
nosotros utilidad alguna que dependa de una cantidad específica de ellos,
como ejemplo un único vaso de agua o un único metro cúbico de aire. Por
lo tanto, se deduce que su utilidad marginal es cero. Además, esta teoría
de la utilidad marginal nos brinda la base de un nuevo y vigoroso ataque a
la teoría del valor del costo. Considerado desde un punto de vista, el
costo que determina el valor de cualquier producto no representa más que
el valor de los bienes del productor. Si, en este momento, tal como nos
vemos obligados a hacerlo en una investigación científica, consultamos
sobre la manera como debemos determinar el valor de estos bienes del
productor encontramos que también esto, en última instancia, está
determinado por la utilidad marginal. Por lo tanto, el costo ejercería, por
así decir, sólo una vicerregencia. No puede negarse que en ciertos casos
determina el valor de algunos productos pero,
por lo general, está en sí mismo regido por un gobernante más poderoso,
esto es, la «utilidad marginal». Por lo tanto, el costo representa en su
mayor parte simplemente una provincia dentro del reino de la utilidad y
es a esta última a la que debemos concederle el lugar del «determinante
último del valor» universal.

12 pensamientos en “Dos textos de Böhm-Bawerk sobre Marx y la teoría del valor trabajo, y la utilidad marginal

  1. Resumen
    El libro de Trotsky comienza relatando los cambios que se han generado el último tiempo en la economía capitalista, comparándola con economías anteriores a este sistema económico. Trotsky sigue con una crítica hacia economistas predecesores a Marx y define que los mismos se basaban en la errónea idea de que el ser humano es egoísta, alegando que esto es así solo en una economía capitalista. Basa toda su explicación en la idea de que el capitalismo, y lo que este genera, es temporal y más adelante será un sistema del pasado. A partir de estas premisas, Trotsky desarrolla conceptos como la desigualdad, la explotación y la lucha de clases. Por último, el autor plantea la forma de salir del capitalismo e ir hacia un sistema socialista a nivel mundial. Eugen von Boehm-Bawerk pone de manifiesto las inconsistencias de Marx y sus formas de evitar que se noten, además demuestra muchas de sus contradicciones y la falta de argumentos científicos para plantear la idea socialista.
    Algo para destacar
    Lo primero que me parece importante destacar es que en la introducción de su libro, Trotsky aclara que es difícil entender a Marx porque no se basa en los hechos científicos como el lector estaba acostumbrado. Por otro lado, me sorprende mucho que Trotsky intenta durante todo su libro idealizar a Marx como una persona de una inteligencia suprema difícil de igualar, y lo veo como uno de los principales argumentos que utiliza para justificar su obra. Eugen von Boehm-Bawerk demuestra esta estrategia en su libro mostrando como Marx y sus seguidores basan sus ideas en premisas contradictorias y erróneas pero las “patean” diciendo que son temas más complejos o las explican a través de otras premisas del mismo Marx, también erróneas o cesgadas.
    Preguntas para los autores si pudiera hacerlas hoy en día
    A Trotsky:
    1) ¿Que falló en el socialismo cada vez que se intentó implementar?
    2) ¿Por qué el ser humano tendría la intención de ayudar a 8.500.000.000 personas (población mundial) antes que a el mismo o a sus seres queridos?
    A Eugen von Boehm-Bawerk
    3) ¿Cómo es posible que una teoría con tantas contradicciones, tantas exclusiones, tan falta de hechos científicos, haya sido tomada tan en serio por tantos líderes y siga teniendo defensores en la actualidad?

  2. Resumen
    Tanto el texto de Leon Trotsky como el de Boehm-Bawerk se centran en el análisis de la teoría marxista. La relación más importante entre los dos textos se encuentra en el análisis de la teoría del valor trabajo, considerada por Marx la ley más importante que regula el sistema capitalista. Trotsky muestra que esta teoría explica como el trabajo de las personas en sociedad, motivadas por sus necesidades y por la división del trabajo, generan las mercancías que luego se intercambian. De esta manera, a partir de las necesidades de la sociedad en conjunto se determina la distribución de la fuerza de trabajo que transformará elementos de la naturaleza en mercancías a través del valor agregado del esfuerzo humano. La conclusión fundamental de esta teoría reside en que el valor de las cosas se determina por el esfuerzo social de producirlas. En su trabajo, Boehm-Bawerk presenta numerosas críticas a esta teoría, la primera siendo que no solo el trabajo (capital variable) es lo que genera rentabilidad al capitalista (Marx llama a esto plusvalía) como explica Marx, sino que el capital fijo también genera plusvalía, consecuentemente la totalidad del capital empleado genera rentabilidad al capitalista y no solo el trabajo. Otra critica que presenta el autor es que las relaciones de intercambio no se establecen solamente a partir del trabajo empeñado en la producción de mercancías, sino en otros aspectos que no tienen relación con este, como por ejemplo la utilidad que obtiene el propietario de dicha mercancía. Por último, la critica que a mi parecer logra con mayor éxito exponer las contradicciones en las cosas más fundamentales de la teoría, tiene que ver con el hecho de que los recursos naturales, que no fueron sujetos a ninguna transformación a partir del trabajo, también son mercancías y se intercambian por un valor determinado. Este último ejemplo empírico muestra contundentemente porque el trabajo no es lo único que genera valor y rentabilidad.

    Sorprendente
    Sinceramente, lo que más me sorprendió de las lecturas es la vasta cantidad de críticas a, probablemente la teoría más importante del pensamiento marxista, la ley del valor del trabajo. Especialmente lo que más llamó mi atención, es la falla de la teoría en las cosas más elementales, como lo es el intercambio de recursos naturales no transformados por el trabajo. No puedo evitar pensar realmente como, después de que pensadores anteriores a Marx hayan hallado la principal razón que explica el valor de las cosas en la utilidad que les genera a las personas y como esa utilidad no solo está representada en necesidad vital sino también en el mero ocio, Marx no se haya dado cuenta de las más básicas contradicciones en su teoría. Las ideas del valor subjetivo de las cosas vienen desde los pensadores de la antigüedad y fue posteriormente desarrollada aún más por los escolásticos en la edad media. Es sorprendente para mí como Marx de alguna manera decidió ignorar estos hallazgos en el pensamiento económico que son fácilmente observables empíricamente.
    1. ¿Qué pensaría Marx acerca de la ley cuantitativa del dinero?
    2. ¿Cómo explicaría Boehm-Bawerk el hecho de que, a pesar de tantas contradicciones, el pensamiento marxista se haya vuelto tan importante en la historia de la economía mundial?
    3. ¿Qué tendría para decir Trotsky hoy en día en cuanto al fracaso del modelo socialista soviético?

  3. Eugen von Boehm-Bawerk intenta explicar cómo se mantienen vigentes los escritos de Karl Marx a medida que repasa las contradicciones y omisiones que comete en sus escritos, en particular con su teoría del valor-trabajo. Esta teoría explica que el valor de intercambio de los bienes está determinado por el trabajo realizado en ellos para producirlos, y a partir de allí, la ganancia del capitalista es aquella parte no retribuida al trabajador llamada “plusvalía”. Marx se topaba con un inconveniente, su teoría omitía por completo el rol del capital, entre otros factores, y a partir de tal omisión sobredimensionaba el rol constitutivo del trabajo en el valor de los bienes para su intercambio. En sus libros póstumos Karl Marx elabora una serie de argumentaciones circulares para salvar su teoría del valor-trabajo, pero aun así Boehm-Bawerk advierte que tal teoría no tiene sustento ni desde la perspectiva empírica ni la del análisis psicológico. En particular, la notable omisión sobre lo observable, continúa desarrollando el autor, fue el intento de Marx para esconder el hecho de que su teoría había sido elaborada sobre fundamentos erróneos y parecía limitar el objeto de estudio de acuerdo con las necesidades de sus postulados, incluso plantear la conmensurabilidad de éstos de acuerdo con su mayor o menor grado de especialización hasta que finalmente ha de admitir que no era solo el trabajo lo que definía el valor intercambio de los bienes sino que, junto a ello, incide también el capital invertido y sólo se puede dar este fenómeno en un escenario de competencia, pero tal competencia que Marx describe si no existe no puede contener a la ley de valor en la realidad, y si existe, como sucede en la realidad, los precios no convergen al valor sino a los precios de producción de éstos. Estos postulados elaborados por Marx para teorizar su sistema fallan en lo más fundamental, que es explicar un fenómeno a través de la observación y corroborar tales postulados con la evidencia pertinente.
    Por otra parte, León Trotsky explica a Marx como un interesado en el sistema capitalista en particular, quien busca describirlo desde una perspectiva social y su impacto en el conjunto de la sociedad al haber irrumpido contra la tradición y la rutina; ambas características que Trotsky atribuye al sistema económico de la edad media y al de griegos y romanos. Describe al enfoque marxista como materialista y dialéctico. Enuncia la teoría del valor proclamando los mismos postulados de Marx como ciertos y describe a la plusvalía una explotación tal de la cual nacían todos los males que aquejaban a la sociedad. Al igual que Marx critica los supuestos vicios capitalistas sobre la competencia, y plantea cómo aquellos espejismos acaban por decantar en monopolios que perjudican a la sociedad y viven de ella como “parásitos” concentrando en pocas manos la riqueza, sin hacer distinción entre monopolios natural y legal. Trotsky no se encarga de marcar contradicciones ni omisiones que haya podido cometer Marx, sino por el contrario, se encarga de proveer a la teoría de casos particulares que se dan en la realidad que probarían tales teorías como ciertas, vigentes y muy lejos de ser refutables. Todas estas aparentes señales puntuales que levanta Trotsky mostrarían la fase última del sistema capitalista previa a su colapso, lo cual daría lugar a que surja un nuevo modelo más justo: el socialista.
    En lo personal, destaco como Eugen von Boehm-Bawerk plantea que los errores de la ley de valor son acarreados por Marx en sus escritos debido a que tanto Smith como Ricardo tenían una postura un parcialmente similar en cuanto a la generación de valor de los bienes como tales. Pero aún más notorio es el hecho de que Marx a lo largo de sus obras haga cambios tan drásticos en contra de su propia teoría. Por ejemplo, al momento de plantear la relación entre trabajo especializado o no especializado parece ir contra sus propios principios; si es el trabajo y su esfuerzo lo que le da valor a una mercadería, ¿por qué habría dos esfuerzos relativamente símiles conmensurarse de manera distinta por el producto final que éstos consiguen elaborar?
    Lo sorprendente de Trotsky sobre monopolios es que critica tanto monopolios naturales como legales, y los ve a ambos sin hacer distinción alguna, como dañinos para la sociedad. Pero ¿es verdaderamente nocivo para la sociedad un monopolio que nació de ofrecer un bien en el mercado a un menor precio, lo cual la competencia no pudo igual tanto en calidad como en precio? Además, si el bien producido tiene una cantidad de trabajo socialmente necesaria para ser producido y tales precios (menores a los de su última inmediata competencia que dejó el mercado) tienden al valor de intercambio definido por la ley de valor, tal diferencia se le habría quitado al capitalista en beneficio del conjunto de la sociedad.
    Trotsky en un pasaje de su obra dice “por grandes que puedan ser las diferencias entre los precios y los valores de las mercancías en los casos individuales, la suma de todos los precios es igual a la suma de todos los valores, pues en último término únicamente los valores que han sido creados por el trabajo humano se hallan a disposición de la sociedad, y los precios no pueden pasar de estos límites”. Entonces planteando un caso extremo también se podría analizar el caso en que tan solo hay un oferente en todo un mercado que produce absolutamente todos los bienes y servicios de la economía; la suma de todos esos precios seria igual a la suma de todos los valores de intercambio: un juego de suma cero. De ser así, la plusvalía de tal monopolio sería entonces cero.

    · ¿Cree el autor que el tiempo transcurrido entre la publicación y estudio entre la primer y tercer obra de Marx, casi tres décadas, acabó por contribuir a su vigencia en el tiempo?
    · Notando las notorias contradicciones del sistema de Marx y su incongruencia con la realidad, ¿cómo puede explicarse el fenómeno social detrás de tales ideas y su inquebrantable apoyo de tal teoría? ¿En qué falló o falla la “buena” ciencia en intentan de convencer a los adeptos a estas ideas que éstas son equivocadas?
    · Si la suma de todos los precios no puede ser mayor que la suma de todos los valores en una economía, y si nos encontramos en un caso extremo en el cual un solo oferente produce todos los bienes y servicios de la economía, ¿podría decirse que hay plusvalía?

  4. Resumen
    Eugen von Boehm-Bawerk, el autor de “Una contradicción no resuelta en el sistema económico marxista” plantea que los escritos de Marx se encuentran vigentes pero a su vez que dicha teoría económica se contradice. Esto se puede verificar en la teoría del valor-trabajo, donde explica que el valor de intercambio de los bienes está determinado por el trabajo realizado en ellos para producirlos y a su vez que la ganancia del capitalista es aquella parte no retribuida al trabajador llamada “plusvalía”. Pero el inconveniente en esta teoría es que omite el rol del capital y se magnifica el rol del trabajo en el valor de los bienes para su intercambio. Posteriormente se comprobó que no era solo el trabajo lo que definía el valor intercambio de los bienes sino también lo hace el capital invertido y sólo se puede dar este fenómeno en un escenario de competencia. En donde los precios no convergen al valor sino a los precios de producción de éstos. Por lo que quedaría demostrado que sus teorías fallaron.
    A la hora de analizar los postulados de Marx, Trotsky se centra en demostrar que el difunto autor desarrollo a través del método materialista y dialectico, la evolución de las sociedades y de la naturaleza atravesando luchas constantes. También reflexionaba que los precursores de la economía clásica (Smith y Ricardo) basaron sus teorías considerando al capitalismo como existencia normal de la humanidad en todas las épocas, y esto llevaría a un colapso del sistema. Propone que la ley del trabajo impuesta por Marx es la que podría regular la economía capitalista, en ella se propone que los productos toman forma de mercancías y su propiedad esencial es el trabajo invertido en ellas. Además mediante la explotación de la fuerza de trabajo lleva a la desigualdad social, a raíz de esto se genera el concepto de plusvalía siendo la base de la desigualdad.

    Lo novedoso
    En el texto “Una contradicción no resuelta en el sistema económico marxista”, el autor propone que existe una errónea conclusión de Marx en cuanto a considerar al trabajo como el único factor común en las mercancías. Esta conclusión de Marx es debido a que utilizo el único argumento negativo, es decir que el valor de uso no es el principio de valor de intercambio, argumentando que el valor de uso vale de igual manera como cualquier otro. Se pueden comparar los diferentes valores de uso en las diferentes actividades. Además explica que con la naturaleza útil de los productos del trabajo, desaparece el carácter útil del trabajo que lleva hacerlo. Pero el autor contrargumento haciendo referencia a que el valor de uso es cualitativamente diferente en cada objeto y así también el trabajo para realizar cada objeto, por lo que podría tomarse al valor de uso como determinante.
    Por otro lado en “El pensamiento vivo de Karl Marx”, Trotsky explica que hay una creciente decadencia del capitalismo, ya que el progreso humano se ha ido deteniendo debido a que diversas industrias como la de la construcción se han estancado. Estas industrias significan un aumento en los impuestos, y una renta nacional sin trabas destinada a objetos bélicos. Además plantea que la propiedad privada es un obstáculo para la agricultura, debido a las limitaciones que esto trae y las diversas medidas legislativas que hay. A su vez hace una comparación entre el fascismo y el New Deal, tomando como los únicos dos sistemas que podrían salvar al capital. Trotsky, plantea que el fascismo se constituye como un sistema donde se destruyen las organizaciones sociales, reformas sociales y derechos democráticos para impedir la lucha del proletariado. En este sistema hay una degradación de los trabajadores y clase media. Por su parte, el New Deal se explicaría como un sistema que solo puede realizarse, ya que diversas naciones han acumulado grandes cantidades de riqueza. Este sistema tendería a salvar a la democracia capitalista a través de regalos a los trabajadores, políticas de redistribución y aumentar la posibilidad de compra.

    Preguntas
    1. Eugen ¿Qué ventajas y desventajas se obtuvieron a raíz de que algunos países optaran por el marxismo en vez del liberalismo o de otros pensamientos económicos?
    2. Trotsky. ¿Cómo afecto económicamente la revolución rusa y que ventajas se obtuvo de la misma?
    3. Eugen ¿Por qué cree usted que Marx no pudo terminar de solucionar el problema que el planteaba? ¿Qué medidas tendría que haber planteado para poder solucionarlo?

  5. El Determinante Último del Valor – Eugen von Böhm-Bawerk
    Resumen:
    En el texto “El Determinante Último del Valor” analiza los determinantes del último valor, llevando a cabo un recorrido en la historia de las diferentes teorías que propusieron importantes pensadores. Durante mucho tiempo, la teoría del costo tuvo ventaja debido a las muestras que la apoyaban. Sin embargo, se produjo un cambio de enfoque en el momento que apareció la teoría de la utilidad marginal, la cual expresa que el valor surge de la utilidad marginal de los productos, es decir, que ocurre con la utilidad cuando se agrega una unidad extra de algún bien. El texto concluye planteando el concepto de costo, el cual dirige al autor hacia donde, el mismo, responde la pregunta central del texto. Para Bohm-Bawerk, el determinante del último valor es el bienestar humano y es por eso, que expresa que le damos valor a algún bien ya que estos bienes, nos devuelven algún tipo de satisfacción. Entonces podemos concluir que la valoración sobre la última unidad de bien es la que le da valor al producto y por lo tanto, al resto de la cadena de producción.
    Novedoso:
    Me resulto novedoso como explica la ambigüedad del concepto de costo. Primero, menciona que existe el costo sincrónico, que es el valor agregado de los medios de producción que han sido utilizados para realizar la producción. Además, el sostiene que puede utilizarse el costo histórico, que interpreta al trabajo como el representante principal de todos los costos de producción. Sin embargo, lo que me llamo la atención es como Böhm-Bawerk deja de lado el factor económico, a la hora de determinar el último valor de algún producto, donde el bienestar humano termina siendo el poseedor de la “última palabra”.
    Preguntas:
    Si consideramos al determinante del ultimo valor como el bienestar humano; entonces, ¿Cómo podemos encontrar el ultimo valor si el bienestar es relativo a cada individuo?
    ¿Cree que Marx fue importante, aun con sus graves errores, para la formulación de la teoría económica?
    ¿La economía en negro se ve aumentada ante la instalación de salarios mininos?

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    Böhm-Bawerk, Eugen, Capital e Interés, “Marx”, Libro VI, Capítulo III
    Resumen:
    En este texto, Böhm-Bawerk se concentra en refutar la definición de la teoría del valor-trabajo la cual padeció distintas modificaciones por importantes pensadores como lo son: Adam Smith (primero en dar su aporte), David Ricardo y finalmente, Karl Marx. El autor sostiene que tanto Smith como Ricardo, no intentaron demostrar ni contrastar empíricamente, esta teoría, sino que las tomaron como si fueran admitidas y no hiciera falta una demostración, es decir, como si fueran axiomas. Luego, muestra como Marx también arrastraría algunas incongruencias en la teoría, sin embargo, este había ejemplificado con tres ejemplos que luego, el autor, probaria las incoherencias que estos poseen. Böhm-Bawerk demuestra que lo que planteaba Marx era tan particular que era muy complicado demostrar, por lo que volvía a la teoría como un caso hipotético y además, sostiene que el mismo pensador, era consiente que poseía algunos errores pero los eludió.
    Novedoso:
    Lo que me resulto interesante es como el autor nos hace ver que estos puntos se tratan de conclusiones que tienden a incitar a la clase baja a levantar voz para realizar reclamos en contra de las personas ricas. Es por ello que hay tanto entusiasmo en hacerlo ya que es compatible con su ideología, y genera un gran movimiento entre las masas. Y finalmente, Böhm-Bawerk nos explica que no debemos creer todo lo que dice algún autor por su relevancia o por su “nombre”, sino que debemos identificar sus errores de razonamiento cuando los realizan, esto es un claro ejemplo de lo que hace en este texto.
    Preguntas:
    ¿Considera que los seguidores de Marx pueden responder a estas refutaciones?
    ¿Considera que se puede rescatar algo de esta teoría del valor? ¿O se debe desacreditar totalmente?
    ¿Qué rescata el autor de las teorías de los primeros dos pensadores?

  6. «El determinante último del valor» -Eugen Von Bohm-Bawerk

    Resumen:
    Eugen Von Bohm-Bawerk sostiene que el determinante último del valor será siempre el “bienestar humano”, por lo que defiende la teoría subjetiva del valor. Sin embargo, analiza la disputa entre la utilidad y el costo como determinantes del valor.
    En cuanto a los costos, existen dos formas de medirlos. Por un lado, el costo sincrónico, en el que se toman una unidad del total de los sacrificios para producir la mercancía como base para la estimación. Por el otro, el costo histórico en el que se toman en cuenta los sacrificios históricos que tuvo que hacer la humanidad en períodos de tiempo sucesivos para reproducir una determinada mercancía. Estos costos históricos se pueden simplificar en: el trabajo, la abstinencia (o costo de oportunidad) y el “valioso poder natural original”. La ley de costos, por su parte, puede aplicarse únicamente al trabajo, pero no afecta en ninguna medida a los otros dos determinantes del costos histórico. En definitiva, afirma que el precio del producto está determinado por la suma del trabajo realizado, medido en términos del valor de ese trabajo, lo cual no quiere decir que los precios estén determinados por la cantidad de sacrificio implícito en la producción.
    La ley de costos, entonces, cumple otra función para Bohm-Bawerk: “alinear a todos los productos de igual origen”, aunque sin informar cuál será el precio en el que se alinea. De esta forma, representaría el límite entre aquellos que estén dispuestos y puedan comprar a ese precio y aquellos que lo desean pero no pueden.
    En cuanto a la utilidad, destaca el concepto de utilidad marginal. Según esta corriente, el valor viene dado por la utilidad que reporta la unidad adicional del bien.

    Novedoso
    En primer lugar, es sorprendente las implicancias que tiene que el determinante último del valor sea el “bienestar humano”. Cambia por completo la visión acerca de las cosas y su valor. De hecho, ya no se trata de que cierta mercancía vale una cantidad de dinero determinada, sino que esa mercancía puede tener o no un valor para mí y según la ley de costos, habrá personas que lo desean y pueden acceder a ello y otras que no lo desean directamente.
    Por otro lado, me parece interesante la forma en la que este texto se complementa con “Una contradicción no resuelta en el Sistema Económico Marxista” también del mismo autor. Aquí verdaderamente ahonda en los errores que tiene la concepción habitual de la ley de costos mientras que en el otro estudia las implicancias de esta equivocación en la ley de valorización del trabajo de Marx. Sin embargo, es evidente que es un texto poco entendido y difundido.

    Preguntas al autor:
    – ¿Cuál es el motivo por el cual los economistas se rehusan tan fehacientemente a aceptar una teoría subjetiva del valor y se obnubilan con un valor objetivo? ¿El hecho de que sea subjetivo lo haría menos científico? ¿Cómo sería posible determinar un valor objetivo a algo tan subjetivo como lo es la preferencia del consumidor?
    – ¿Cuál es el mecanismo a través del cual la valoración subjetiva termina siendo reflejada en un precio?
    – ¿Cómo es posible que, tratándose de una teoría tan refutada como la del marxismo, sigue siendo tan trascendente y generalmente aceptada?

  7. Resumen:
    En este fragmento de uno de sus libros, Bohm-Bawerk comienza destacando lo que él considera un error esencial en la “ley de valor” de Marx, y se propone a continuación estudiarlo detenidamente. El error, para Bohm-Bawerk, radica en el hecho de que la “ley de valor” estipula que es la cantidad de trabajo invertida en la producción, únicamente, lo que determina, en último término, los precios (o costos) de producción, y en consecuencia también los precios de las mercancías, mientras que en la realidad se ve claramente que la cantidad de trabajo es solo un determinante de los precios de producción (e influye solo en el componente de salarios, pero no en el de la “rentabilidad media del capital invertido”), junto con otros factores (y por tanto no es el único), así como también se ve que los precios de las mercancías gravitan en torno a los costos de producción, en su totalidad, y no a la cantidad de trabajo. Dado que esta ley constituye la base de su sistema y es a partir de ella que deduce sus conclusiones más importantes (su teoría de la plusvalía y su denuncia de la organización capitalista de la sociedad), el hecho de que esta no sea plenamente válida, que es lo que va a dejar en evidencia el autor a lo largo del artículo, implica que todo su sistema está construido, en cierta forma, sobre una “torre de naipes”.
    En su artículo de 1939, Trotsky ofrece una defensa y “puesta al día” de las doctrinas económicas fundamentales de Marx, fiel al propio Marx, pero también aplicado al contexto y circunstancias de la época, a saber, las recientes WWI, Crisis del 30 y “New Deal” en E.E.U.U., y surgimiento del fascismo en Italia y Alemania. Aún casi 100 años después, el autor considera la doctrina de Marx la teoría más acertada para explicar el capitalismo, en tanto pudo, según él, estimar correctamente el curso de la evolución del sistema y prever el futuro mejor que el resto de teorías alternativas, acertando esencialmente en: la miseria creciente del trabajador asalariado, la consecuente concentración general de la riqueza en las pocas manos de los monopolistas explotadores, y el inevitable colapso catastrófico del capitalismo (cuyo detenimiento y decadencia, que ya habían comenzado a partir de la crisis del ‘30, era evidenciado por el estancamiento de la economía mundial y aumento de la desocupación, y por la aparente rivalidad entre el fascismo y el “New Deal” con la bandera de la “democracia”, que no era más que una lucha entre dos sistemas que buscaban, ambos, salvar al capitalismo; el primero mediante la supresión total de cualquier consideración hacia el proletariado, y el segundo mediante el otorgamiento a este de “regalos”, para controlar las tensiones de clase, pero que solo era posible gracias a la riqueza acumulada por pasadas generaciones y que era por tanto insostenible). Así, la solución sería el surgimiento, tras el colapso del capitalismo y de la mano de la revolución socialista, de la economía socialista, basada en la socialización de los medios de producción, que permitiría la explotación sistemática de todos los recursos del planeta, generando así un tremendo beneficio económico general.

    Sorprendente/Novedoso:
    De Bohm-Bawerk, me sorprendió la profundidad y meticulosidad a lo largo de todo su análisis. Si bien resulto difícil de seguir en un principio, al ir avanzando en la lectura iba quedando más clara el hilo conductor de toda su aguda argumentación. Me sorprendió, y resultó novedoso a la vez, el vasto número de estratagemas que tanto Marx como sus seguidores emplearon para intentar sortear las críticas al sistema que se les iban presentando, resultándome en muchos casos increíble lo cerca que estaban de rozar el absurdo y la tozudez para no ceder ni en tales casos.
    De Trotsky me resultó novedoso e interesante, pero en cierta medida cómico (por la extrapolación tan forzada que, ante las evidentes contradicciones del sistema original de Marx, se vio obligado a enunciar), el hecho de que, además de la clásica teoría de la explotación entre clases, el autor presenta al imperialismo como la explotación entre países (igualmente deduciendo a partir de la ley de valor de Marx), lo cual aparentemente explicaría porqué en algunos países (las metrópolis) el proletariado no se encuentra en la miseria (gracias al pago a su proletariado local de algunos superbeneficios obtenidos de las colonias), sin estar esto en contradicción, entonces, con las predicciones de Marx. También me resultó novedosa e interesante su explicación de porqué no es el proteccionismo lo que da lugar a los monopolios, sino el capitalismo en si mismo en última instancia, dado que el marxismo concibe que la tendencia natural del capitalismo es a la concentración monopolista y es, por tanto, inherente al este sistema el proteccionismo (para proteger a los monopolios de la competencia externa), de lo que se concluiría entonces que es el capitalismo la causa última de que existan y sigan en pie los monopolios, puesto que sus tendencias inherentes conducen al surgimiento de estos y a su aludida necesaria protección mediante aranceles.

    3 preguntas:
    1) (a Trotsky) Si usted y el marxismo en general ven con tan malos ojos a los monopolios que «naturalmente se originen bajo el capitalismo», ¿cómo podría justificar el monopolio absoluto sobre todos los medios de producción de que debería gozar el estado para llevar a cabo su doctrina (al evitar así «la explotación del proletariado por el capitalista, dueño de los medios de producción»)?
    2) (a Trotsky) Omitiendo las crisis del 2008 y la reciente crisis económica producto de la pandemia, a día de hoy ¿Seguiría manteniendo los postulados que en el artículo defiende, aún a la luz del constante crecimiento económico y la notable reducción de la pobreza relativa y absoluta, así como también de la desigualdad, que el mundo ha venido experimentando luego de la WWII?
    3) (a Trotsky) A la luz del debate sobre la posibilidad o imposibilidad del cálculo económico bajo el socialismo (esto es, en ausencia de propiedad, por tanto de mercado, y por tanto de precios de mercado, de los medios de producción) y los argumentos de autores como Mises y Hayek en favor de la imposibilidad de la misma, ¿Cómo se le ocurre, entones, que podría el gobierno socialista (esencialmente tecnócrata, según su propia descripción) solventar dicho problema, y no acabar, por tanto, con el mismo tipo de inconvenientes que se le presentaron al politburó de la U.R.S.S.?

  8. RESUMEN
    Böhm Bawerk en este texto hace un análisis completo de las teorías planteadas por Marx y sus seguidores, haciendo hincapié en todas sus inconsistencias. Según Böhm Bawerk, estas no solo carecen de lógica y método, sino también de contrastación empírica, y derivan en todo tipo de contradicciones. Destaca en la lectura lo argumentado sobre la teoría del valor-trabajo, la conformación del precio en la relación con la plusvalía y la función de la oferta y la demanda. Según Marx, el factor más relevante a la hora de determinar el precio de un bien es la cantidad de trabajo invertido en él. Asimismo sostiene que el monto de la plusvalía obtenida por el empresario no es fijado en proporción al capital invertido, sino al monto de la parte “variable”, es decir los salarios. El capital físico no aumenta la plusvalía. Böhm Bawerk responde que la teoría del valor-trabajo se contradice tanto en la lógica como en los hechos. Señala que el monto de la plusvalía no puede depender únicamente de la fuerza de trabajo, porque los costos se componen tanto de capital variable como de capital fijo. También habla de que homogeneizar los diferentes tipos de trabajo es un error, el marxismo plantea que todos los trabajos producen en mismo valor agregado, y esto no es posible ya que un trabajo especializado no vale lo mismo que uno simple. Respecto a la oferta y la demanda, Marx plantea que se anulan mutuamente en un punto de equilibrio. Böhm Bawerk explica que no existe tal punto. El que haya un equilibrio es consecuencia de que ambas fuerzas actúen constantemente, con tendencia a un precio en el cual todos los bienes ofertados sean a su vez demandados, eliminando los excesos.
    DESTACADO
    El análisis de Böhm Bawerk es muy riguroso. Quisiera destacar la relación que Böhm Bawerk establece entre las primeras teorías clásicas (Smith, Ricardo) con el posterior desarrollo de la teoría marxista, por el hecho de que deja en claro los puntos que Marx tomó, los que criticó y los que omitió. También me gustó el inicio de esta misma lectura, su convincente explicación de por qué el marxismo sigue siendo difundido por sus defensores a pesar de que sus contradicciones han sido expuestas, y la suposición que hace el autor de por qué Marx decidió hacer de sus textos una lectura difícil de comprender. Particularmente siempre me pregunté por qué, aunque falla contra el testeo empírico, los marxistas se esfuerzan en mantener su versión de un socialismo que funcione, y Böhm Bawerk me dió una respuesta.
    PREGUNTAS
    1. A Marx: ¿Que diferencia su pensamiento de las otras corrientes socialistas “utópicas”? ¿Qué tomó de ellos?
    2. A Marx: ¿Por qué no incluye a los llamados “dones naturales” en su análisis?
    3. A Böhn Bawerk: Si Marx no entiende la psicología de la gente, ¿Cual es la forma correcta de entenderla? ¿No fallan también los austríacos en entenderla a la hora de difundir ideas?

  9. “Marx”, Libro VI, Capítulo III de “Capital e interés” por Bohm-Bawerk

    Resumen:
    En este capítulo Eugen Von Bohm-Bawerk pone en tela de juicio la plusvalía y busca dar una explicación al irreprochable éxito de la teoría marxista considerando sus profundas contradicciones.
    Por un lado, Marx entiende que el valor de cambio de todos los bienes dependen enteramente del costo del trabajo utilizado en su producción. De esta manera, la jornada laboral queda divida en dos partes: una primera remunerada y una segunda no remunerada que representa la plusvalía del capitalista. No obstante, tanto Marx como Rodbertus ignoran el hecho de que el tiempo tiene una influencia sustancial en el valor: no es lo mismo recibir la remuneración en el período de producción que cuando este producto terminado finalmente se vende, meses o quizás años más tarde. Asimismo, otro punto fundamental que remarca es la contradicción del marxismo: esta plusvalía guarda una proporcionalidad directa a la cantidad total de capital, el “capital constante”, una contradicción que él mismo remarca y nunca llega a resolver.
    Por otra parte, halla dos circunstancias que favorecieron la difusión de la teoría marxista. En primer lugar, se ha trasladado el conflicto a una esfera donde se apela no solo a la razón, sino también a las emociones. En segundo lugar, a la debilidad de los oponentes del marxismo y la teoría de la explotación.

    Aspectos novedosos/sorprendentes:
    Este capítulo resulta un complemento fundamental para comprender “Una contradicción no resuelta en el Sistema Económico Marxista” del mismo autor. Esto se debe a que ahonda en la plusvalía, de igual forma que lo hizo en “El determinante último del valor”, pero aquí intenta contestar a la otra gran pregunta: habiendo tantas contradicciones en la teoría marxista, ¿cómo pudo haber prevalecido a través del tiempo y readaptarse? La apelación a las emociones me parece una respuesta sumamente acertada. Por lo tanto, guarda una esencial relación con “Teoría de los sentimientos morales” de Adam Smith y su noción de “simpatía”. Esta teoría fue formulada en plena revolución industrial, la cual permitió novedoso en la historia: la comparación. Marx señala “Sea grande o pequeña una casa, mientras las que la rodean son también pequeñas cumple todas las exigencias sociales de una vivienda, pero, si junto a una casa pequeña surge un palacio, la que hasta entonces era casa se encoge hasta quedar convertida en una choza.” Evidentemente, el factor psicológico es el que permite simpatizar con la “explotación” porque es lo más visible y logra conquistar el enojo del trabajador y, muchas veces, la empatía del empresario Bastiat indicaría que la “plusvalía” o la “explotación» es lo que “se ve”. ¿Entonces qué es lo que “no se ve”? Aquí hace un punto fundamental Bohm Bawerk: el tiempo. El empresario es quien asume el riesgo y esa incertidumbre debe ser remunerada. En este contexto, señala la gran debilidad de los oponentes del Marxismo para enfrentarse con una teoría de estas características.

    Preguntas
    -¿Cómo pueden los “oponentes” de la teoría marxista probar incorrecta una forma de pensar en la sociedad que apela a las emociones en lugar de la razón?
    -¿Considera que el factor tiempo y el factor incertidumbre son de difícil comprensión y les preferida la explicación de la “explotación”?
    -¿Considera que la «fe ciega» de los seguidores del marxismo es tan poderosa como para hacerlos ignorar esta contradicción tan profunda? ¿La apelación a las emociones les ha quitado perspectiva a los teóricos? ¿De qué forma se les puede hacer ver esta contradicción?

  10. Este texto es sobre el prefacio de «Natural value», de von Wieser, para la materia Historia del Pensamiento Económico 2 de la UBA. Lo envío por acá porque este fin de semana no voy a poder entrar a internet.
    Resumen:
    El autor plantea una breve historia de la teoría del valor. Comienza con Adam Smith, con sus dos teorías contradictorias (la «filosófica» – trabajo genera valor- y la «empírica» – trabajo, interés y renta generan valor-). Ricardo intenta resolver la contradicción, aduciendo que la renta y el interés pueden reducirse a trabajo. Finalmente, llega a la nueva teoría: el valor surge de la utilidad (satisfacción de necesidades que aseguran los bienes), que es personal y dependiente de la cantidad de bienes. Menciona a Gossen, Walras, Jevons y Menger como impulsores de esta nueva teoría, considerando a Menger como el más correcto en su análisis y a Gossen como el más imperfecto. También critica el exceso de matemática en la formulación de Walras.

    Novedoso:
    El autor plantea que la contradicción entre sus dos teorías del valor se da porque parte de una abstracción imaginaria (sociedad primitiva y/o natural) a la hora de desarrollar su teoría filosófica, mientras que parte de la observación de la realidad cuando desarrolla su teoría empírica. También critica a Ricardo y los clásicos por priorizar la abstracción en vez de lo empírico, cayendo en análisis no científicos. Finalmente, el planteo de que Ricardo no intenta analizar lo que el valor debería ser sino lo que el valor es supongo que intenta ser una crítica a los socialistas ricardianos y sus sucesores. También hace hincapié en la observación empírica para extraer leyes científicas, lo cual considero positivo en relación a otros representantes de la Escuela Austríaca.
    Preguntas:
    El autor enfatiza que es necesario explicar la realidad por la realidad misma (no a partir de abstracciones de sociedades primitivas imaginarias). Sin embargo, esto es justamente lo que hace cualquier manual básico de economía (e incluso el mismo Menger) cuando plantean modelos tipo Robinson Crusoe, mundos simplificados, etc. ¿Qué piensa de esto el autor?
    Si la historia del Estado, la ley positiva y la economía cotidiana son los objetos e instrumentos de investigación de la economía política como ciencia, ¿qué piensa el autor de la posición austríaca «oficial» respecto a la inutilidad de la estadística como herramienta de análisis?
    El autor plantea una correlación entre la hostilidad a las lecturas individualistas de la concepción del valor y la lucha contra las tendencias individualistas en la economía, ¿acaso no es peligroso y anticientífico adscribir una motivación política a los críticos de una determinada teoría económica?

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