El Banco Central está quebrado: ¿podríamos empezar con elegir la moneda que uno quiera utilizar?

Con los alumnos de la UBA Económicas, Historia del Pensamiento Económico II (Escuela Austriaca), terminamos el semestre y ellos ahora eligen el tema que les gustaría leer. Alguno pidió ver algo sobre propuestas “austriacas’ para la coyuntura. Habiendo leído a Mises en sus artículos sobre la coyuntura austriaca a fines del siglo XIX y en el XX, sugiero que toda su atención hubiera estado puesta en resolver el déficit fiscal. En el aspecto monetario, hubiera propuesto pasos para volver a un patrón oro puro, pero dado que éste sistema monetario no existe actualmente, tal vez hubiera aceptado la propuesta que hacen Nicolás Cachanosky y Adrian Ravier, comentada aquí en nuestro blog conjunto:  https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2014/01/14/a-proposal-of-monetary-reform-for-argentina-with-adrian-ravier/

Dice Nicolás:

“Argentina está pasando, nuevamente, por un momento crítico en materia económica y monetaria. Junto con Adrian Ravier escribimos una propuesta de reforma monetaria para Argentina. Esta propuesta es, de hecho, una actualización de la que Hanke y Schuler hiciesen para Argentina a fines de la década del 90.

En resumen, la propuesta consiste en una dolarización flexible más un sistema de banca libre. Por dolarización flexible queremos decir que si bien es de esperar que de cerrar el BCRA y eliminar el peso como moneda el dólar sea la moneda utilizada, haya libertad de realizar transacciones en la moneda que se desee. Es decir, en lugar de desatarse del peso para atarse al dólar, el punto es tener una libertad de elección en el uso de la moneda y se que deje el dólar si se encuentra una mejor alternativa. Por banca libre queremos decir que se de libertad al sistema bancario de emitir sus propias notas bancarias convertibles a dólares o a la moneda que consideren necesario (o intentar emitir su propio dinero fiat).

Somo conscientes que una propuesta como esta se encuentra, muy posiblemente, fuera de lo políticamente viable en Argentina. Pero el objetivo de este documento no es plantear una propuesta sujeta a lo políticamente posible, sino plantear una propuesta de reforma monetaria superadora acotada al marco institucional internacional presente. Como decía Hayek, el trabajo del economista consiste en hacer políticamente viable lo que es económicamente conveniente. Este documento es un humilde intento de nuestra parte en contribuir a que esto suceda.”

Algo del debate posterior:

Nicolas, quería consultar por que la necesidad de dolarizar y partir de una imposición? Se puede dejar el peso y que este compita con el dolar. O sea, no sería conveniente, estimular la libertad de elección de la moneda por los particulares. Si quieren que exista el peso, el BCRA y quien sea, pero que la ley permita a la gente elegir en que moneda pactar su transacciones. Obviamente que es de esperar que el dolar desplace al peso, pero esto no sería por medio de una imposición desde arriba, ya que una dolarización, según entiendo, y sino correginos, debería implementarse desde el BCRA, para luego cerrar este.

El tema es muy interesante para el debate y es son muy buenas estas propuestas para que el mismo se habrá y se llegue a la discusión de los tema de fondo. Los felicito.

Respuesta:

La única imposición es cerrar el BCRA dada su poca seriedad. No me parece realista creer que mientras haya un BCRA se lo va a forzar a competir en igualdad de condiciones.

Pero hay libertad absoluta para elegir la moneda que los agentes económicos quieras. Lo más probable es que, al menos de entrada, sea el dólar dado que ya tiene presencia en el país y es la moneda internacional de intercambio. Pero esto no es cambiar la imposición de una moneda por otra. De allí el término “dolarización flexible.”

Adrian Ravier dijo:

Buen punto el de Sergio, y coincido con Nicolás. Pero quiero agregar que de eliminarse el curso forzoso y el curso legal, el peso -bajo la Ley de Gresham- sería desplazado en el mercado por el dólar o divisas que mantienen mejor el poder adquisitivo. El resultado sería similar, aun si se permitiera que el BCRA siguiera gestionando el peso.

Pero eliminar el BCRA tiene la ventaja de que se elimina el incentivo perverso del poder político a imponer nuevamente en el futuro el curso forzoso de la moneda “nacional”. De lo que se trata es de encarecer el costo de retornar a una institución que le ha hecho mucho daño a la Argentina, como de hecho se explica en el artículo.”

-.-

A estas alturas, el BCRA no tiene con qué dolarizar, así que, por mi parte, primero permitiría el uso de cualquier moneda, luego vería cómo liquidar esa institución quebrada.

2 pensamientos en “El Banco Central está quebrado: ¿podríamos empezar con elegir la moneda que uno quiera utilizar?

  1. El Banco Central es una estructura retrógrada, que ha limitado el progreso de la Argentina y ha servido de instrumento para mantener a políticos en el poder, encubriendo con consumo y deficit el daño que ha causado a nuestra economía. En eso estamos de acuerdo.

    Ahora bien, no olvidemos, que toda moneda, incluso el dólar, tiene una entidad emisora. Es decir, al permitirle la libertad en el uso de la moneda, nos liberamos de nuestro tirano nacional, pero también entramos a jugar en base a las reglas de otros organismos que no son nacionales. Pese a la eficiencia o no, con la que se puedan manejar dichos organismos, creo que la cuestión planteada es que los sujetos tengan libertad a la hora de elegir con que valor desean intercambiar otro valor. Ya que el trueque no parece una medida que se adapte a la comodidad de los tiempos modernos, estoy seguro que si bien la medida es muy válida, lograriamos la superación de las barreras reguladoras estatales, si volviesemos a utilizar el oro o, mejor inclusive, el bitcoin. Pero, si obligásemos a ese tipo de curso forzoso, pecaríamos de querer imponer lo mismo que buscamos liberar.

    Una contradicción producto del contexto internacional en que vivimos, donde las divisas son altamente reguladas. No obstante, sería un gran paso para la Argentina, tal vez, ?ejemplo para el mundo?

  2. 1) Los autores Nicolás Cachanosky y Adrián Ravier proponen en su paper una reforma monetaria para la Argentina, donde los dos ejes a desarrollar son una dolarización flexible junto a un régimen bancario libre. Respecto a lo primero, se refieren a que el peso es reemplazado por el dólar como medida inicial, y que luego el mercado mismo elija libremente cual es la moneda con la que manejará sus términos de intercambio. De esta manera, señalan los autores, Argentina no queda pensando en términos de dólar (como ocurre actualmente) y tiene una moneda (la que el mercado elija) libre. Por “régimen bancario libre” se refieren a que las instituciones financieras deberían dar permiso para emitir sus propias notas bancarias convertibles a dólares, o bien a la moneda que el mercado elija. En definitiva, ambos ejes de la propuesta tienen como columna vertebral a los mecanismos propios de ajustes del mercado, lo que eventualmente dará competitividad a la moneda.

    Hacen también en el documento un análisis de la política monetaria en la era de la convertibilidad y su comparación con la actualidad, remarcando en esta ùltima los dos puntos claves, en 2007 y 2011: la expansión monetaria, la devaluación por debajo del índice inflacionario y el conocido “cepo cambiario” con sus restricciones al mercado externo e interno, con la posterior caída de la demanda de pesos y el auge del “mercado negro” de dólares. Ambas medidas fallaron en brindar una estabilidad monetaria.

    2) Es interesante y atractivo poder ver un enfoque “austríaco” en la coyuntura de nuestro país, ya que el presente de Argentina representa el desafío de afrontar una crisis económica e institucional. Es de público conocimiento y la mayoría de los indicadores y analistas coinciden que, acentuándose en los últimos cuatro años, la economía ha dejado de crecer, se ha estancado, a la vez que los niveles de inflación han llegado a cifras alarmantes. La crisis no solamente pasa por una ineficiencia en el manejo de las políticas públicas, sino también por los desaciertos en términos de política monetaria, con el Banco Central de la República Argentina como principal protagonista de la debacle. La utilización desmedida del BCRA como una “máquina de imprimir billetes” está teniendo consecuencias catastróficas en lugar de defender la moneda y generar un mercado interno competitivo. Igual no hay que olvidarse que la ineficiencia en el manejo monetario no es sólo responsabilidad de un gobierno, sino que, como también marcan los autores, es una tendencia histórica que se remonta a la creación del BCRA en 1935.

    Sin embargo, aún los mismos autores coinciden que su propuesta como esta se encuentra fuera de lo políticamente viable para la Argentina en su situación actual. Coincido con Cachanosky cuando cita a Hayek diciendo que “el trabajo del economista consiste en hacer políticamente viable lo que es económicamente conveniente”. Considero que para la grave situación no solo económica sino política e institucional de la Argentina (más allá de los vientos de cambio que se avecinan tras la derrota electoral del oficialismo) una política monetaria de estas características representaría un shock difícil de proponer como medida y hasta quizás de poder ser llevado adelante (si bien haría falta un análisis más detallado de las posibles consecuencias).

    3) ¿Hasta que punto es importante la estabilidad política e institucional para que una política monetaria de estas características sea efectiva?

    ¿Podría ocurrir en esta situación una “corrida bancaria” abrupta hacia el dólar, teniendo en cuenta la histórica desconfianza hacia la moneda local?

    ¿Cuáles son los desafíos en términos no solo monetarios y cambiarios sino de inversión y producción de cara a los próximos años?

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