La discriminación racial, el uso de estadísticas, y un banco que discrimina en sus préstamos

El tema de la discriminación ha aflorado nuevamente, luego de las noticias que llegan desde los Estados Unidos. Desde los años 1960 se ha impulsado distintas políticas que buscan “compensar” la discriminación que hubieran sufrido ciertos grupos en el pasado. Pero definir esos grupos en el presente, y en qué grado son discriminados no parece nada sencillo

Comenta el profesor de economía de Stanford, Thomas Sowell, en su libro “The Quest for Cosmic Justice”:

Sowell

“Hemos visto cuán fácil es equivocarse por amplio margen cuando se trata de interpretar la historia. Es igualmente fácil hacerlo con las estadísticas contemporáneas. Si uno busca suficientes números, eventualmente se encontrará con alguna estadística que parezca confirmar su propia visión. Estas son las llamadas ‘estadísticas ¡Ahá!’ Otras estadísticas, que sugieren conclusiones opuestas no generan ningún ¡Ahá!, pero es más probable que sean pasadas por alto y olvidadas.”

“Un conjunto de estadísticas originó una tormenta periodística y política en 1993; mostraba que los solicitantes negros de créditos hipotecarios eran rechazados a una tasa superior que los solicitantes blancos. El Washington Post declaró que ‘existe un sistema de crédito hipotecario racialmente sesgado’, y otras numerosas publicaciones, políticos y activistas se sumaron al coro de denuncias. Sin embargo, el mismo conjunto de estadísticas mostraba que el porcentaje de solicitantes blancos rechazados era mayor que el de los asiáticos americanos. Sin embargo, estas estadísticas no generaron ningún ¡Ahá!, ninguna queja de que los blancos eran discriminados en favor de los asiáticos americanos, porque no era ésta la visión prevaleciente. En síntesis, los números son aceptados como evidencia cuando acuerdan con los preconceptos, y rechazados cuando no.”

“Las comparaciones estadísticas asumen implícitamente que los grupos siendo comparados son realmente comparables en las variables relevantes. Sin embargo, muy a menudo ni siquiera están cerca de ser comparables. Por ejemplo, un análisis más profundo de las estadísticas sobre créditos hipotecarios muestra que los solicitantes de préstamos para vivienda, de grupos minoritarios, tienen mayores niveles de endeudamiento, peores historias crediticias, solicitaron el préstamo para cubrir una mayor porcentaje del valor de la propiedad en cuestión, y también era más probable que buscaran financiamiento para unidades de habitación múltiple en vez de casas unifamiliares, siendo las primeras consideradas como una inversión más riesgosa. Aun así, se aprobó el 72% de las solicitudes inmobiliarias de miembros de grupos minoritarios, comparado con el 89% de las aplicaciones de blancos. Esta diferencia de 17 puntos porcentuales cae a 6 puntos porcentuales cuando variables relevantes se mantienen constantes. Más aun, todas las diferencias estadísticas que permanecen pueden ser rastreadas a una tasa de aprobación en un solo banco. ¿Por qué el gobierno no inició ninguna acción legal contra este único banco blanco racista? Pues porque no era ni blanco, ni racista. Era un banco propiedad de negros.”

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