- Aprobación electoral de nuevos impuestos o alícuotas
La limitación para crear nuevos impuestos está en la raíz de la historia de la república moderna y la limitación del poder absoluto del gobernante. Formaba parte de la Carta Magna (1215) aquél famoso principio “no habrá impuestos sin la aprobación de los representantes”. En casi todas las constituciones, los impuestos tienen que ser aprobados por el Congreso, por los representantes de los votantes.
En las democracias modernas esta restricción funciona cuando el poder se encuentra dividido, por ejemplo, cuando el parlamento está controlado por un partido político o coalición diferente al control del poder ejecutivo. Un ejemplo en Estados Unidos es cuando el presidente es demócrata y el Congreso está controlado por los republicanos. Cuando ambos poderes se encuentran controlados por la misma mayoría el control se diluye o directamente no existe.
Es por eso que se sugiere como mecanismo de control del gasto que cada vez que se quieran crear nuevos impuestos o subir las alícuotas se las someta a la consulta de los votantes por medio de un referéndum. La ventaja de este procedimiento es que los votantes pocas veces están dispuestos a pagar más impuestos a menos que el servicio que a partir de ellos se obtenga sea realmente apreciado y no pueda producirse con los recursos existentes. El problema que puede presentar es que la mayoría abuse de la minoría aprobando impuesto sobre ésta que ella misma no pagaría. No es de extrañar que muchas veces los representantes hayan incluido a los impuestos dentro de una lista de temas que no pueden ser sometidos a consulta popular.
- Impuestos explícitos
Relacionado con el punto anterior, las dificultades que tiene cada individuo para evaluar el verdadero costo del gasto público le impiden evaluar su verdadero peso. Resulta casi imposible para un individuo determinar cuál es la real carga impositiva que está sufriendo, porque el “precio” resulta borroso. En un intercambio normal de mercado existe un precio directamente visible y el costo resulta claro. Si consideramos en cambio una compra que se realiza mediante una cuota mensual (la cuota de un club, el pago de un seguro) la relación no es tan directa pero aún es fuerte. Sería comparable a que un ciudadano recibiera una factura mensual por todos los servicios que le brindara el Estado.
En cambio, si esos pagos se deducen de su recibo mensual de sueldo, la relación es un poco más débil, ya que no hay un acto de “pago”, no hay que tomar una decisión positiva para realizarlo.
Algo similar sucede con los impuestos: los indirectos son menos obvios y evidentes que los directos, sobre todo si es necesario preparar una declaración anual y pagar un determinado monto. Menos lo son sin esos pagos se deducen directamente del salario. En cuanto a los indirectos, menos evidentes son si aparecen como parte del precio y no en forma separada. Y menos aún si el gasto se financia vía inflación, considerada a menudo como un “impuesto”[1].
Con esas percepciones debilitadas, terminará aceptando niveles de gasto más altos de los que estaría dispuesto a pagar. No extraña que el crecimiento del gasto público haya llegado con la multiplicación de estos modos de esconder su verdadero peso.
Por eso, una alternativa para facilitar la evaluación de costos y beneficios del gasto público es explicitar los impuestos: que el impuesto indirecto aparezca separado del precio del producto o servicio y haga evidente ese pago adicional. Imaginemos un conductor que llena su tanque de combustible y recibe el siguiente mensaje: “$30 de combustible y $ 70 de impuesto”; que el impuesto directo demande un acto explícito de pago; que distintos servicios gubernamentales demanden un pago directo para recibirlos.
[1] “Una persona no recibe un paquete divisible y transferible de servicios gubernamentales. Y no paga un precio “directo” por el acceso o uso de servicios públicos provistos por el gobierno. Tampoco recibe una factura mensual o trimestral como las que recibe de electricidad o teléfono. Los pagos para los servicios provistos públicamente son extraídos de distintas formas. Sus ingresos o ganancias pueden recibir impuestos, los productos que compra pueden estar sujetos a impuestos indirectos; su propiedad puede estar tasada con objetivos fiscales y una cantidad de otras actividades estar sujeta a impuestos. En definitiva, cada persona, por supuesto, deberá entregar algo a cambio de los servicios gubernamentales. Pero este valor total no será independiente de su propia conducta reactiva o de la conducta de otros en la comunidad. Más aún, el individuo nunca recibirá una estimación externa y experta del valor que paga. Debe, a tientas, evaluar ese total, un proceso que será mucho más costoso, y dimensionalmente diferente, del que se requiere para evaluar los precios y el costo de los bienes que compre en mercados privados” (Buchanan & Wagner, 2000, p. 135).
Capítulo 8: Límites al Oportunismo Político
Lo más Importante
Al inicio de las sociedades parecía que no existían límites al poder. Inclusive, no existían Estados como los que se conocen hoy en día, esto implica también que no había una clara diferencia entre quién gobernaba y quién no. Sin embargo, con el tiempo se fueron creando mecanismos de control y gestión que fueron permitiendo la vida en una sociedad. Y así surgen dos formas de dividir los poderes: horizontal, que es básicamente la forma de gobierno que se conoce como “República” y sus características. Asimismo, surge la democracia como herramienta de la república para la selección y renovación de los gobernantes. Por otro lado, la forma vertical es las conocidas federaciones o confederaciones. Con ambas formas el objetivo principal siempre fue limitar el abuso de poder y garantizar las libertades de los individuos.
Una forma más de limitar el poder, pero que depende en su mayoría de la sociedad, es la revolución, pacíficas o violentas.
Conceptos
La doble administración como mecanismo creativo de auditoría y fiscalización del uso de los recursos (Egipto).
La alteración del artículo 28 que se menciona es claro ejemplo de lo que aún sigue sucediendo. Las leyes se interpretan según intereses particulares y se aplican de igual manera, no se puede frenar ni la manipulación ni el que existan ideas distintas.
La separación y división de poderes aumenta los costos de hacer lobby, el lobby se puede considerar como uno de los orígenes de la corrupción hoy en día. A través de esa “herramienta” se intercambian favores y privilegios particulares.
“La evolución cultural es lo que en última instancia determina las limitaciones al poder”, esto refleja la situación de muchos países de LA, hasta que los valores y principios de una sociedad no demanden ni lideren cambios sociales, no podrá haber limitaciones al abuso de poder.
Preguntando
1. ¿Podría ser el lobby el origen de lo que se conoce como corrupción? ¿valdría la pena pensar en crear candados contra el lobby en lugar de pensar en corrupción? De manera que se tapen los hoyos que permiten este mal tan aborrecido. ¿Se podría aplicar el tercer control mencionado en el Congreso de la República?
2. ¿Qué hay de los mecanismos de control? Cada poder debiera tener un contrapeso que lo audite, como el ejemplo de la doble administración.
3. ¿En qué países hay barreras de entrada estrictas para incursionar en la competencia política? Porque en Guatemala no hay barreras difícil de superar.
Krause, El Foro y el Bazar, Calidad Institucional y Límites al Oportunismo Político
Resumen
Ante las conductas monopólicas del Estado, y ante los problemas de información e incentivos, en el capítulo se analizan diversas opciones para limitar el abuso público. Se revisa primero, las condiciones de diseño institucional donde se separan al gobierno y al gobiernante (gobiernos republicanos y democracia limitada) y posteriormente se estudian las diversas opciones que se han generado para proteger al individuo: carta de derechos individuales (considerando la presenciad de Corte Suprema), la separación de poderes (visto como mayores costos para influir en el actor político), el federalismo (sin que exista evidencia empírica de que sea mejor opción), la revolución o resistencia civil (con el potenciador actual de las redes sociales) y diversas heramientas de política económica y fiscal (déficit cero, tope al gasto, referendum para nuevos impuestos, mayorias especiales, limites de deuda, etc) y el control del cabildeo. Se cierra el capítulo con un análisis de organización jurisdiccional, revisando las propuestas de diversos autores (Hayek, Buchanan, Rothbard, Friedman).
Temas de Interes
La definición de Estado y la no aplicación del concepto a tribus o ciudades estado. Para organizaciones terroristas o criminales de la actualidad sería un ejemplo de ello. El debate entre gobierno federal o central. En el caso mexicano, fue una discusión de origen desde la independencia. Coparticipación inversa es un ejemplo interesante de granular o individualizar el tejido social en la toma de decisiones en materia de impuestos o gasto. Finalmente, el tema de la oferta de seguridad social, con base al principio de discriminación perfecta, en función de la demanda.
Preguntas
¿La decisión de federación o confederación debe considerar la cultura de las sociedades para su buen funcionamiento?
¿Las mayorías especiales pueden conducir a la inmovilización política y por ende, frenar la innovación y la destrucción creativa mediante vías pacíficas?
Con relación a la propuesta de Frey, para una mayor descentralización en la toma de decisiones, ¿que papel jugará el desarrollo tecnológico (votar por celular, por ejemplo)?