Un orden espontáneo dentro de una ciudad planificada: el caso de los pueblos de Shenzhen

La Zona Económica de Shenzhen, situada al lado de Hong Kong, fue donde se iniciaron todos los cambios económicos en China promovidos por Deng Xaoping. Pero en ese invento de una gran ciudad sobrevive un “orden espontáneo”, que es comentado en este articulo de la muy interesante Journal of Special Jurisdictions: “Unexpected Laboratories Within the State-Sanctioned Laboratory:  Shenzhen’s Urban Villages”, po Michael Castle-Miller, de Politas Consulting: http://ojs.instituteforcompgov.org/index.php/jsj/issue/view/5

“Cuando Deng Xaoping anunció su “experimento” de zona económica especial en 1979, pocos podrían haber predicho el sorprendente crecimiento que ocurriría en Shenzhen. En poco más de tres décadas, el conjunto de pueblos pesqueros y agrícolas en la frontera de Hong Kong creció de una población de 300 000 a 14 millones (Feng, 2011). Sorprendentemente,  el  crecimiento  de  Shenzhen  no  se  produjo  a  expensas  del  desplazamiento  de  la  población  original. como lo han hecho zonas en la India y muchos otros países (p. ej., Cook, 2013). En lugar de aplastar las pequeñas aldeas rurales basadas en clanes, la ciudad se vio obligada a construir alrededor de ellas y los aldeanos se convirtieron en una clase rara de terratenientes de élite en un país en el que se supone que todas las tierras ur-banas son propiedad del gobierno. los esfuerzos del gobierno por borrarlos y absorberlos en su propia visión de la civilidad  de  la  ciudad,  los  aldeanos  resistieron  y  se  aferraron  a  sus  tierras,  transformándolas  en  chengzhongcun,  o “pueblos urbanos”. Los pueblos urbanos se convirtieron en enclaves experimentales accidentales dentro del en-clave experimental planificado más grande de la ciudad. En la actualidad, alrededor de siete millones de aldeanos indígenas y arrendatarios migrantes habitan las 318 aldeas urbanas restantes. Este documento argumenta que, de acuerdo con el espíritu experimental de Shenzhen, las aldeas urbanas deben verse como sus propios experimentos involuntarios  que  demuestran  la  capacidad  de  las  regulaciones  relajadas  de  planificación  y  residencia  para  promover la equidad, la inclusión y el desarrollo económico. La primera parte describirá el rápido crecimiento de la ciudad de Shenzhen  y la formación de sus aldeas urbanas. La segunda parte discutirá los discursos dominantes sobre los pueblos urbanos. La tercera parte explorará los efectos de las aldeas urbanas como medios de crecimiento económico e inclusión tanto para los habitantes indígenas como para los migrantes.”

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