Los alumnos de la materia Public Choice, leen a Thomas Mann, director del Programa de Gobierno de la Brookings Institution respecto al financiamiento de las campañas y, en particular, el caso de Italia, tal vez parecido a otros países latinoamericanos:
“—Italia es un caso que hace volver a la cordura a los reformadores del financiamiento de campañas electorales. Cualquiera que se proponga establecer nuevos reglamentos debiera familiarizarse con la experiencia de países como Italia para comprender que las reglas del financiamiento político no podrán terminar por sí solas con la corrupción, ni aumentar la competencia, ni devolver la legitimidad al sistema político. Recordemos que en 1974 el gobierno italiano aprobó una serie de regulaciones al financiamiento político que resultaron ser una burla. Éstas incluían el financiamiento público de los partidos políticos, restricciones a las donaciones individuales y al gasto electoral total, y publicidad obligatoria de quién donó cuánto a quién. Nadie acató las dos últimas. Pero sí se cumplió el financiamiento público, que vino a agregar un poco más de dinero al ‘botín’ a repartirse.
En particular, permitió satisfacer la demanda de los socialistas, ya que Craxi se transformó en un participante clave que pudo exigir su parte del botín. Si observamos la experiencia italiana, nos damos cuenta de que la única esperanza de cambio llega cuando suceden hechos mucho más dramáticos.
Ciertamente, no sólo se requirió el esfuerzo de los magistrados italianos, la llamada operación ‘manos limpias’, sino también un cambio en el sistema electoral —la substitución de un estricto sistema de representación proporcional por un sistema en que el 75% de los escaños se elige en distritos uninominales— para lograr que un sistema corrupto, clientelístico, que había operado durante décadas, pusiera en marcha una serie de fuerzas que están comenzando a producir un patrón de competencia entre las dos principales alianzas.
Por consiguiente, lo que se puede rescatar de la experiencia italiana es que los reglamentos del financiamiento político han tenido un efecto relativamente pequeño en la configuración de la democracia italiana y en el desempeño del gobierno. Las prácticas de financiamiento político incentivaban la corrupción, pero las regulaciones impuestas para reformar el sistema lo empeoraron en vez de mejorarlo. Fue una burla de reforma. Mis conclusiones son: primero, no siempre hay que comenzar por cambiar las reglas del financiamiento de las campañas cuando se está tratando de lograr objetivos más amplios en una democracia. Es más importante comenzar por la independencia de la prensa, el fortalecimiento del poder judicial, la integridad del servicio público, el régimen de sueldos de los funcionarios públicos, el sistema constitucional y el sistema electoral. Mi segunda conclusión es que las reglas y reglamentos del financiamiento político deben redactarse con pleno conocimiento del modo en que actúan realmente los distintos actores involucrados. Es decir, hay que ser pragmáticos y es necesario tener un conjunto de reglas y un aparataje administrativo que sea capaz de hacerlas cumplir, de lo contrario sólo se empeora aún más la situación.”
TEMAS NUEVOS / IMPORTANTES
Mann menciona que los votantes no invierten mucho tiempo y energía en temas políticos y mientras más información se propaga acerca de los procesos electorales, sobre el candidato, sobre las raíces históricas de los partidos y sus ideologías, etc., más escéptico se vuelve el electorado. En mi opinión particular, sí debiera fomentarse el conocimiento político entre la ciudadanía con el fin de fomentar la participación y propuestas de los votantes, así como desarrollar un mayor conocimiento de cómo podría manejar al gobernante que fue su elección. También creo que este conocimiento político provocaría más la preocupación de los aparatos políticos para prepararse mejor profesionalmente y obligadamente responsable con el servicio público, con el fin de diseñar propuestas de política y administración pública que realmente coloquen al país en un nivel competitivo.
PREGUNTAS AL AUTOR
1) En diversos países se ha incrementado la publicidad de las campañas políticas a través de los medios de comunicación (TV, Prensa, Radio). Cuando se trata de lograr objetivos más amplios en una democracia, el Profesor Mann propone enaltecer la independencia de la prensa. Como esperaríamos lograr esto si la política sabe bien que la manipulación al votante por esta vía le ha dado cada vez mejores resultados?
2) En diversos países existe la reelección de candidatos ganadores y en otros no. En opinión de Mann, en que consiste que un país adopte la reelección? No considero que sea cuestión de consistencia en la aplicación de políticas públicas, ya que eso proviene de la ideología del partido al que está adscrito el candidato.
3) Cuál es la diferencia entre elecciones primarias y convenciones de partido?
El texto lo puedo relacionar con lo visto clases anteriores, específicamente en el capitulo 8 del libro “El Foro y El Bazar”, que habla sobre el gasto publico, competencia y división de poderes, en donde menciona las diferentes formas que el Estado tiene para financiar su gasto, ya sea por medio de impuestos, deuda, venta de activos, etc, y específicamente lo relaciono ya que el post en cuestión trata un tema importante que es la necesidad de que exista un conjunto de reglas y un aparataje administrativo que sea capaz de hacer cumplir las reglas que deben regular todo el financiamiento por el cual es Estado se abastece, ya que sino muchas veces no sabríamos como es que el Estado obtiene dinero para poder cumplir con las demandas de la sociedad, si lo hace forma legal o no, y esto también favorecería los incentivos de los votantes, que hasta ahora resultan ser nulos o débiles, por todo lo visto , y por lo tanto la existencia de reglas practicas sobre el financiamiento favorecería a los ciudadanos a saber que están votando, a quien están votando.
El sistema de elecciones tiene un defecto intrínseco que es que se llega al poder como un fin en si mismo y lo que en realidad debería ser es un medio para poder satisfacer necesidades y orden publico. Partiendo de esa noción es donde el financiamiento de la política es por mero interés económico y da lugar a los incumplimientos éticos que todo político afronta para llegar a un cargo publico. De mas esta en destacar que la carrera política no se construye sobre bases de igualdad, la democracia asume la igualdad (al menos en apariencia) entre los ciudadanos y cuando uno observa el dinero que mueve la democracia, esto es, el financiamiento de las campañas electorales , la igualdad pasa a un segundo plano , deja de ser un cimiento del sistema. Esta claro , y hay que asumir que el electorado esta conformado con cuidadanos ricos y pobres, y los que están dispuestos a afrontar y construir la imagen de un político participaran de forma mas activa a partidos políticos cuyas promesas favorecerán a estos sectores. Ademas quien llega al gobierno tiene la posibilidad de despegar, de aislarse de su potencial competidor, pues también el estado es una herramienta para mantenerse en el mismo , ya no solo hablamos de dinero sino la utilización de los medios de prensa.
Con una constitución fuerte que limite el poder , y haga mas transparente los fondos con que se financian las campañas , la no periodicidad de los cargos públicos y fortalecimiento de instituciones que controlen el ejercicio del poder; probablemente podamos mantener la legitimidad del sistema, y ejercer nuestro derecho a ser representados de forma real de tal manera que quien llegue al gobierno no se olvide que el poder yace en el soberano.
Existen seis formas diferentes de ingresos fiscales. La primera, son los impuestos. La posibilidad de su cobro, o el nivel de presión fiscal, tiene un límite, que se expresa gráficamente en la “curva de Laffer”. La misma, nos demuestra que la recaudación fiscal aumenta a medida que se eleva la tasa de un impuesto por encima de cero, pero que en algún punto comienza a caer hasta llegar nuevamente a cero, con una tasa del 100% de los ingresos de los contribuyentes. Esa curva está determinada por la calidad de los servicios que los contribuyentes reciben, principalmente. La segunda es el endeudamiento, lo que significa la postergación del cobro de impuestos hacia generaciones futuras. Luego tenemos la venta de activos del Estado, la expropiación de activos privada, la venta de servicios y la emisión monetaria.
Lo que se debe destacar es que, los recursos mencionados, se pueden administrar con distintas estructuras estatales, que pueden ser más o menos descentralizadas. Éstas otorgan ventajas como un mayor grado de competencia interjurisdiccional, debido a la movilidad de los recursos. Sumado a ello, permite el análisis comparativo de distintas políticas y la evaluación de sus resultados sin someter a toda la población a la misma prueba.
A su vez, se establece un marco normativo para la asignación de distintas funciones a los diferentes niveles de gobierno, las cuales serían: la función de estabilización macroeconómica, la función de redistribución de ingresos, y la provisión de bienes públicos. En el de la política fiscal, se estima que deben centralizarse los componentes principales de la función de estabilización macroeconómica, porque si fueran asignadas a niveles subnacionales de gobierno generarían las condiciones para la desestabilización económica. A pesar de ello, la descentralización genera un mayor grado de “disciplina de mercado”, basada en la movilidad de los recursos y las posibilidades de “salida”, que actúan como una seria sanción a la inadecuada administración de los recursos.
En cuanto a la función de redistribución, se sostiene que es necesaria, porque la descentralización generaría el ingreso de quienes buscan esos beneficios y la salida de quienes pagan impuestos para sostenerlos, comprometiendo su estabilidad fiscal. Por último, la descentralización tiene un impacto favorable en el tamaño del Estado, por lo expuesto, con lo cual creemos que es muy importante dirigir las políticas hacia la descentralización para lograr un menor gasto público y una menor presión impositiva.
Claramente una regulacion al financiamiento de la politica puede servir para tener solo un poco mas de informacion acerca de donde provienen los ingresos y hacia donde se dirigen los gastos, sin embargo si pensamos que esto es la solucion a los problemas de corrupcion que derivan de los ingresos del Estado estamos equivocados. Como muestra el ejemplo italiano, no solo no sirvio para mejorar la situacion sino que agravo los problemas de corrupcion.
Creo y coincido que si queremos efectuar un verdadero cambio debe haber una restructuracion a nivel institucional mejorando todas las instituciones sociales mediante las cuales se pueda garatizar el control que se efectua sobre las campañas electorales y sobre donde provienen y hacia donde van los gastos que realiza el Estado.
Si esto se lograse de forma exitosa, no solo estariamos ante una maximizacion de la eficiencia de los recursos sino que tambien el votante podria verse mas involucrado con la actividad politica debido a que tendria mayores incentivos para hacerlo a diferencia de lo que sucede en la actualidad donde el votante no tiene incentivos para estar informado.
El conjunto de gastos de los partidos políticos, sobre todo para los procesos electorales, en un momento especial de desprestigio de la clase política, de presencia del narcotráfico en el financiamiento y de aumento del abstencionismo plantean problemas ligados a la democracia y a la gobernabilidad. Sin duda, el financiamiento público y privado requiere en la actualidad una regulación cuidadosa. Esa regulación responde a una necesidad democrática; involucra una solución integral del proceso político; reclama capacitación para la dirigencia de los partidos; acepta prohibiciones para determinadas fuentes; exige la transparencia en el proceso, con registros de contribuyentes e indicación de dónde provienen sus recursos; aboga por un equilibrio en las fuerzas para que la competencia se desarrolle en condiciones de igualdad entre partidos nuevos frente a los tradicionales; abre las puertas a organizaciones no partidarias que también piden financiamiento para ayudarse a conquistar un espacio en sus comunidades; supone que a estas alturas de la evolución, la sociedad civil pueda saber qué medidas se adoptan y cuáles no en razón de los intereses y criterios de las personas que financian y finalmente impone la necesidad de sanciones más drásticas para combatir la corrupción del financiamiento ilícito, pero por sobre todo esa regulación hay que ser capaz de hacerla cumplir.
No existen soluciones perfectas. Temas controvertibles, por ejemplo, la publicación de los gastos y las fuentes de financiamiento pueden ser concebidas como violación al voto; pero también como una garantía de la transparencia de la vida política y sobre todo el derecho del ciudadano a saber si determinada contribución se relaciona con decisiones adoptadas que le perjudican. Las contribuciones ilícitas, por una parte y la incidencia en la toma de decisiones por la otra, justifican la transparencia y la publicidad de las contribuciones. También la prohibición de contabilidades paralelas así como también impedir que reciban directamente una ayuda los candidatos , todo ello busca cerrar caminos del financiamiento ilícito y de la corrupción política.