Los resultados políticos modifican las expectativas económicas: un ejercicio con la elección entre Trump & Biden

La economía es el estudio de la acción humana, pero esta acción es motivada por valoraciones subjetivas que cada individuo tiene. Por eso es importante analizar cómo y porqué cambian esas valoraciones, las expectativas sobre el futuro y de allí las decisiones que se tomen. Es lo que trata el paper “Political Leaders and Macro economic Expectations: Evidence from a Global Survey Experiment”, por  Dorine Boumans, Klaus Gründler, Niklas Potrafke y  Fabian Ruthardt de la Universidad de Munich, publicado por CEsIfo: https://www.cesifo.org/DocDL/cesifo1_wp9974.pdf

En este caso analizan las consecuencias de ciertos eventos políticos, tales como el resultado de una elección, como la de Estados Unidos entre Biden & Trump. Y llegan a la conclusión que las expectativas mejoraron con la victoria de Biden, porque supuestamente daría como resultado menores trabas al comercio internacional. En fin, discutible. Así se presenta:

“¿Puede un solo líder político influir en las expectativas macroeconómicas a escala global? Diseñamos un experimento de encuesta a gran escala entre expertos económicos influyentes que trabajan en más de 100 países y utilizamos las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2020 como un experimento cuasi natural para identificar el efecto del cambio de titular de EE. UU. en las expectativas macroeconómicas globales. Encontramos grandes efectos de la elección de Joe Biden en las expectativas de crecimiento de los expertos internacionales, trabajando a través de expectativas más positivas sobre el comercio. El resultado electoral afectó particularmente las expectativas de los aliados occidentales y aumentó la incertidumbre económica global. Nuestros hallazgos sugieren importantes efectos indirectos políticos en la formación de expectativas macroeconómicas

¿Las «fake news» pueden alterar el resultado de las elecciones? Un experimento en México

¿Pueden las fake news afectar el resultado de las elecciones? Es el tema que tratan en un artículo titulado “Fake news and its electoral consequences: a survey experiment on Mexico”, Takeshi Iida, Jaehyun Song, José Luis Estrada & Yuriko Takahashi:

Iida, T., Song, J., Estrada, J.L. et al. Fake news and its electoral consequences: a survey experiment on Mexico. AI & Soc (2022). https://doi.org/10.1007/s00146-022-01541-9

“Este estudio examinó el efecto de las noticias falsas en los resultados electorales. Utilizando encuestas postelectorales, estudios previos encontraron asociaciones entre la exposición a noticias falsas y el comportamiento electoral, aunque estos estudios de observación no pudieron demostrar que estos cambios en realidad fueran causados ​​por noticias falsas. Para examinar si las noticias falsas realmente afectan el comportamiento electoral, necesitamos manipular experimentalmente la exposición de los votantes a las noticias falsas en elecciones reales y ver si los votantes se arrepienten de su elección de voto sabiendo que la información era falsa. Para este propósito, nuestro estudio se centró en las elecciones presidenciales de México de 2018, que proporcionaron un escenario ideal. Durante la campaña se difundió ampliamente información falsa sobre un escándalo que presuntamente involucraba a Ricardo Anaya, candidato del Partido Acción Nacional. Sin embargo, su inocencia fue reconocida oficialmente después de las elecciones. Usando esta corrección de noticias falsas como tratamiento, probamos una muestra de 1,561 personas para evaluar si la retractación de noticias falsas causó arrepentimiento postelectoral: ¿los votantes mexicanos habrían votado de manera diferente si no hubieran estado expuestos a tal información falsa? Nuestros análisis multivariados encontraron que la retractación de noticias falsas causó arrepentimiento postelectoral entre los votantes con menor eficacia política interna, pero los votantes asociados con mayor conocimiento político y eficacia política interna no se vieron afectados por la retractación y era menos probable que experimentaran arrepentimiento. Alrededor del 20 % de los encuestados (N = 168) experimentaron arrepentimiento postelectoral y, de ellos, alrededor del 35 % habría cambiado su voto a Anaya. Los hallazgos corroboran los efectos duraderos de las noticias falsas, que pueden tener efectos no despreciables en los resultados electorales.”

Cuando puede terminar electa una candidata que presenta mayor nivel de rechazo que de aprobación

Siguiendo con el tema de los sistemas electorales y las preferencias de los votantes que comentara en el post de ayer, ahora, de la misma serie de papers, tenemos al siguiente:

Ahmad Awde, Mostapha Diss, Eric Kamwa, Julien yves Rolland, Abdelmonaim Tlidi. “Social unacceptability for simple voting procedures”. 2022. ￿hal-03614587￿

El trabajo analiza la posibilidad de que termine siendo electo una candidata que no es aceptada socialmente. (para cumplir con lo políticamente correcto, muchos autores ahora prefieren escribir los papers directamente usando sustantivos femeninos pero, claro, no siempre son esas buenas noticias, ahora le toca a la «candidata» ser socialmente rechazada). Esto tiene que ver con algo que normalmente vemos en los resultados de las encuestas que se publican en los diarios respecto al grado de aprobación o rechazo que generan los potenciales candidatos y considera la cuestión de que sea electo una candidata con mayor nivel de rechazo que de aprobación. Su resumen:

“Se dice que una candidata es socialmente aceptable si la cantidad de votantes que la ubican entre la mitad más preferida de los candidatos es al menos tan grande como la cantidad de votantes que la ubican entre la mitad menos preferida (Mahajne y Volij, 2018). Para cada perfil de votante, siempre existe al menos un candidato socialmente aceptable. Este candidato puede no ser elegido por algunas reglas de votación conocidas, lo que incluso puede conducir en algunos casos a la elección de un candidato socialmente inaceptable, siendo este último un candidato tal que el número de votantes que lo ubican entre los de la mitad más preferida de los candidatos es estrictamente menor que el número de votantes que la clasifican entre la mitad menos preferida. En este trabajo, nuestra contribución es doble. Primero, dado que la existencia de un candidato socialmente inaceptable no siempre está garantizada, determinamos las probabilidades de la existencia de dicho candidato. Luego, evaluamos con qué frecuencia la regla de Pluralidad, la regla de Pluralidad Negativa, la regla de Borda y sus versiones de dos vueltas pueden elegir a un candidato socialmente inaceptable. Realizamos nuestros cálculos bajo la Cultura Imparcial y la Cultura Anónima Imparcial.”

Aprendiendo de las derrotas: la caída del exitoso Partido Liberal de Australia

Como siempre, Quillette trae artículos bien interesantes. En esta oportunidad quiero señalar uno de Adrian Nguyen donde se analiza el resultado de las reciente elecciones australianas y la derrota del Partido Liberal, un partido moderado de centro derecha, pero que ha gobernado ese país por casi 50 años en las últimas décadas, y llevado a Australia a ser unos de los países de mejor calidad institucional y mayor nivel de vida.

El artículo se titula: “The Twilight of the Australian Liberal Party: What should a centre-right party represent in the 21st century?”: https://quillette.com/2022/05/30/the-twilight-of-the-australian-liberal-party/

“Antes de ser elegido primer ministro en 1996, John Howard dijo durante una entrevista con Four Corners que quería ver a Australia como “un país cómodo y relajado”. Al expresar esa visión, se refería a la creciente posición de Australia en la región de Asia y el Pacífico, además de ser una antigua colonia británica ligada por la cultura a la anglosfera. Pero, más importante, también se refirió a que el ciudadano australiano está en una posición única para no sentirse culpable por su historia y mirar hacia el futuro. La frase “cómodo y relajado” era lo suficientemente ambigua para los detractores de Howard, quienes creían que reflejaba su conservadurismo social. Lo interpretaron como una evasión activa de confrontar la reconciliación con los pueblos indígenas de Australia y como un impulso para que los australianos se vuelvan perezosos e ignorantes. Sin embargo, Howard gobernó durante 11 años gracias a una relación renovada con los votantes suburbanos y un superávit presupuestario de mil millones de dólares.

Si la palabra «relajado» jugó un papel importante en los 11 años de gobierno de Howard, entonces «cómodo» explicaría por qué los liberales sufrieron una derrota masiva en las elecciones federales de este año. El 21 de mayo de 2022, los liberales, liderados por Scott Morrison, fueron derrotados por el Partido Laborista Australiano, liderado por Anthony Albanese, quien proviene del flanco izquierdo del partido. Albanese es solo el cuarto líder en la historia del laborismo en ser elegido primer ministro desde que se formó el Partido Liberal en 1944. En coalición con los nacionales rurales, los liberales han dominado el período de posguerra de Australia durante un total acumulado de 50 años, lo que los convierte en uno de los partidos políticos de centro-derecha más exitosos del mundo occidental. Agregando a ese notable récord, hasta las elecciones del pasado fin de semana, los liberales estuvieron en el poder durante nueve años ininterrumpidos. Pero durante el período de poder del Partido Liberal y a través de su puerta giratoria de líderes, Australia estaba lejos de ser “cómoda” y estaba perdiendo la paciencia con las contradicciones e inseguridades del partido.”

¿La austeridad fiscal genera un mal resultado electoral? Subiendo impuestos -7%; bajando el gasto no

Alberto Alesina, profesor de Harvard, falleció en 2020. Dejó contribuciones en muchas áreas distintas. Curiosamente, el FMI publica ahora un paper que escribiera junto a otros autores: ALBERTO F. ALESINA, Harvard University – Department of Economics, Centre for Economic Policy Research (CEPR), National Bureau of Economic Research (NBER); GABRIELE CIMINELLI, Asia School of Business in collaboration with MIT Sloan; DAVIDE FURCERI, International Monetary Fund (IMF) y GIORGIO SAPONARO, Harvard University. El paper se titula “Austerity and Elections”, y sus conclusiones son importantes para todos nuestros países que necesitan con urgencia una reforma fiscal que incluya la reducción del gasto.

Alesina, Alberto F. and Ciminelli, Gabriele and Furceri, Davide and saponaro, giorgio, Austerity and Elections (April 1, 2021). IMF Working Paper No. 2021/121, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4026297 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4026297

“La sabiduría convencional sostiene que los votantes castigan a los gobiernos que implementan la austeridad fiscal. Sin embargo, la mayoría de los estudios empíricos, que se basan en medidas de austeridad anuales ex post, no encuentran evidencia que las respalde. Este documento revisa el tema utilizando medidas ex ante de austeridad fiscal basadas en la acción y en tiempo real, así como una nueva base de datos de cambios en la proporción de votos de los partidos en el poder. El análisis enfatiza la importancia del ‘cómo’, ya sea que la austeridad se lleve a cabo mediante aumentos de impuestos o recortes de gastos, y el ‘quién’, ya sea que la lleven a cabo gobiernos de izquierda o de derecha. Nuestro principal hallazgo es que la austeridad basada en impuestos conlleva grandes costos electorales, mientras que el efecto de las consolidaciones basadas en el gasto depende de la inclinación política del gobierno. Un paquete de austeridad por valor del 1% del PIB, llevado a cabo principalmente a través de aumentos de impuestos, reduce la participación de votos del partido del líder en aproximadamente un 7%. Por el contrario, la austeridad basada en el gasto es perjudicial para los gobiernos de izquierda pero beneficiosa para los gobiernos de derecha. También encontramos que el costo electoral de la austeridad, especialmente los aumentos de impuestos, puede contenerse si se implementa durante buenos tiempos económicos.”

El viejo truco de hacer obras viales antes de las elecciones…., o simplemente anunciarlas

  • El viejo truco de hacer obras viales antes de las elecciones 

No habrá país en donde no podamos reconocer esto: se acercan los elecciones y se multiplican las obras viales locales, o tal vez los carteles que anuncian esas obras. Massimiliano  Ferraresi,  European  Commission,  Joint  Research Centre  (JRC),  Ispra Leonzio  Rizzo,  Università  di  Ferrara  e  Institut  d’Economia  Barcelona  y Riccardo  Secomandi,  Università  di  Ferrara, analizan esto en un paper publicado por la Societá Italiana de Economía Púbblica, cuyo título es “Electoral Incentives, Investments in Roads and Safety in Local Roads: http://d.repec.org/n?u=RePEc:ipu:wpaper:107&r=&r=cdm  

“Es ampliamente reconocido que los políticos asignan deliberadamente bienes y servicios justo antes de las elecciones, y podría decirse que las inversiones en carreteras se encuentran entre las infraestructuras más visibles para influir en los votantes. Utilizando un conjunto de datos completo sobre municipios italianos durante el período 2010-2015, probamos si las inversiones en carreteras y servicios de transporte se ven afectadas por manipulaciones políticas cercanas a las elecciones utilizando como variables independientes las variables ficticias anuales. Aprovechamos el tiempo escalonado de las elecciones locales para mostrar, de hecho, que el gasto de inversión en carreteras y transporte en el año anterior a las elecciones es un 30% más alto que en el año electoral. Análisis posteriores sugieren que nuestros resultados son más marcados (i) en ciudades guiadas por un alcalde que puede postularse para la reelección y (ii) en municipios con una menor proporción de votantes educados. …No detectamos ninguna relación entre el aumento de las inversiones en servicios viales inducido por el ciclo político y la necesidad local de seguridad vial, ya que la probabilidad de tener un accidente en las carreteras locales se mantuvo sin cambios. En conjunto, estos hallazgos sugieren que los políticos manipulan el presupuesto solo con fines reelectorales. Por lo tanto, se necesita una regla que vincule los gastos visibles, como los de servicios viales, del año anterior a la elección, o que permita que los gastos visibles no excedan los del año anterior dentro del mandato del alcalde. Dichas reglas permitirían evitar o al menos reducir el gasto ineficiente estimado al programar adecuadamente la inversión de acuerdo a las necesidades reales y no a la conveniencia electoral.” 

¿»Superpronósticos» para las elecciones al Congreso de EE.UU. y las presidenciales en Colombia y Brasil?

Pronósticos para las elecciones 2022 en la región 

Hay varios modelos distintos para realizar pronósticos acerca de futuras consultas electorales. El primero es conocer la opinión de algún experto; una segunda es estudiar las encuestas; luego el desarrollo de mercados predictivos, donde los participantes apuestan por un cierto resultado. Ahora aparece el que denominan “superpronosticadores», donde primero se detectan aquellos que hayan realizado los pronósticos más acertados y luego se promedian sus opiniones. Éste es el método utilizado por Good Judgement, quienes muestran estos resultados (hasta el momento, por supuesto). Está propulsado por Adam Grant, profesor de la Wharton School en la Universidad de Pennsylvania, la revista The Economist, y el Mack Institute de esa misma Universidad.  

  1. ¿Qué partido controlará la Cámara de Representantes luego de las elecciones de este año en Estados Unidos? Republicanos 
  1. ¿Qué partido controlará el Senado luego de esas elecciones? Republicanos 
  1. ¿Quién ganará las elecciones presidenciales en Colombia? Gustavo Petro 
  1. ¿Quién ganará las elecciones presidenciales en Brasil? Lula da Silva 

¿Qué es superforecasting? https://www.bbc.com/news/uk-politics-51545541  

Esas y otros pronósticos de los “superpronosticadores” se pueden ver aquí: https://www.gjopen.com/questions/  

La victoria de Bolsonaro en Brasil y las verdades o mentiras en la política. ¿Es mejor que los candidatos nos digan la verdad?

Artículo publicado hoy en el diario La Tercera, de Chile: https://www.latercera.com/opinion/noticia/bolsonaro-mentiras-verdades-politicas/390975/

Bolsonaro: mentiras y verdades políticas

  MIE 7 NOV 2018 |  09:15 AM
LOS MOMENTOS EN LOS QUE LLEGARON AL PODER BOLSONARO Y CHÁVEZ SON SEMEJANTES. GETTY IMAGES

En 1976 tuvo lugar un debate entre dos grandes escritores, Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato. Cuando surgió el tema de la política y los políticos, Borges dijo: “creo que ningún político puede ser una persona totalmente sincera. Un político está buscando siempre electores y dice lo que esperan que diga. En el caso de un discurso político, los que opinan son los oyentes, más que el orador. El orador es una especie de espejo o eco de lo que los demás piensan. Si no es así, fracasa” (Diálogos Borges-Sábato, compaginados por Orlando Barone, Buenos Aires; Emecé, 1976; p. 75).

La elección de Jair Bolsonaro en Brasil plantea este tema, pero desde una perspectiva diferente. El mundo “políticamente correcto” se ha escandalizado por sus declaraciones, pero, tal vez, aun estando en desacuerdo con algunas de ellas o repudiando otras, deberíamos aceptar que le hace bien a la democracia que un candidato diga lo que piensa, que no mienta.

Porque termina habiendo un cierto sesgo en las evaluaciones. Resulta que Bolsonaro es condenado por ser honesto y otros son alabados aunque nos hayan mentido. Me refiero sobre todo a algunos líderes progresistas. ¿Qué es mejor, que Fidel Castro no dijera que iba a terminar imponiendo un régimen comunista, o que Hugo Chávez se manifestara un demócrata para hacer luego todo lo contrario? ¿No son mucho peores estas mentiras? Y digo peores, no por el contenido de las mismas, sino porque nos toman como estúpidos, y tal vez lo somos. Y tampoco es algo solamente de la izquierda: Carlos Menem fue presidente en Argentina, o Fujimori en Perú en los 90, sin haber dicho una palabra de lo que luego iban a hacer.

La honestidad parece mejor, de nuevo, al margen de su contenido, porque al menos podemos decir que los votantes sabían lo que estaban votando; el mandato del gobernante es más legítimo. En todo caso, el problema son los votantes. ¿Por qué no se arma el mismo revuelo con López Obrador en México, de quien poco sabemos qué es lo que realmente quiere hacer y si va a mantener todas las opiniones que tuvo en el pasado?

Por otra parte, en el caso de Bolsonaro, sería bueno que en algunos casos sus declaraciones terminen siendo efectivamente mentiras, que no cumpla con su palabra, no tanto en el campo de las reformas económicas sino en el respeto de los derechos individuales.

En definitiva, en un caso como en el otro, tanto el daño de algunas verdades como el de todas las mentiras, será mayor o menor según existan instituciones que limiten el poder de los gobernantes para hacer daño, incluso cuando nos dicen que buscan nuestra felicidad.

Primera vuelta de las elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile: análisis de Libertad y Desarrollo

Análisis de Libertad y Desarrollo:

 Tras las elecciones del 19 de noviembre se ha producido un reordenamiento político. A pesar de la clara mayoría de Sebastián Piñera, quien llega con la primera opción de triunfo a la segunda vuelta, los resultados muestran que se abre un cuadro de una elección competitiva, donde el desafío de movilización y diversificación de las bases de apoyo será trascendental en el resultado.

 En el terreno parlamentario, no caben dos lecturas en relación al positivo resultado de Chile Vamos, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. No obstante, preocupa la fragmentación de la izquierda en la medida que desplaza el eje programático ordenador hacia posiciones más próximas a las de una izquierda maximalista.

 En este nuevo escenario, parece importante indagar en las causas de la mayor polarización y del impulso de renovación que se observa a la luz de una lectura de los resultados, teniendo en cuenta los efectos en la gobernabilidad que producirán en el mediano y largo plazo estas nuevas dinámicas y la forma de comprensión de lo político.

“Los resultados de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales celebradas el pasado domingo arrojaron sorpresas, pero también ratificaron ciertas tendencias previas. A nivel presidencial, Sebastián Piñera obtuvo una clara primera mayoría, con el 36,64% de las preferencias, no obstante obtener una votación por debajo de la expectativas generadas por los sondeos de opinión pública en la antesala de la elección.

Pero el resultado es alentador en la medida que Piñera logra imponerse en todas las regiones del territorio nacional y en el 88% de las 345 comunas. Con una distancia respecto de su más cercano contendor, Alejandro Guillier, de 14 puntos porcentuales. Por su parte, las elecciones reflejan de manera consistente una clara derrota de la Nueva Mayoría, quien de la mano de Alejandro Guillier pierde un 50% de la votación obtenida por Michelle Bachelet en la primera vuelta de 2013 y experimenta el mayor retroceso en el ámbito parlamentario desde 1989 a la fecha, pasando desde un 55,80% a un 36,10% de la representación de la Cámara de Diputados y de un 55,3% a un 46,5% de los escaños en el caso del Senado.

Pero la gran novedad de la elección ha sido la irrupción del Frente Amplio, que de la mano de la votación de un 20,27% de Beatriz Sánchez logró también proyectar una relevante bancada parlamentaria con 20 diputados y 1 senador, capitalizando directamente el retroceso electoral del oficialismo.

Así las cosas el panorama político se re baraja con posterioridad a los comicios de primera vuelta. El principal hito de la elección del 19 de noviembre es haber dado forma a una segunda vuelta competitiva, que demandará tanto un esfuerzo adicional de movilización como de diversificación de apoyos para que la centro derecha vuelva al gobierno. Mientras en el plano legislativo, la mayor fragmentación de la izquierda y el peso específico del Frente Amplio dentro de esa correlación de fuerzas orientará el eje ideológico del parlamento hacia posiciones más radicales, con repercusiones para la futura gobernabilidad que ofrezca la administración entrante.”

Hayek sobre el liberalismo y la democracia, y una cita de David Hume sobre la importancia de la opinión pública

Con los alumnos de la UFM vemos principios de filosofía política siguiendo la filosofía de Hayek en su libro “Los fundamentos de la libertad”. Respecto a la democracia y el gobierno mayoritario:

“El egoísmo, desde luego, influye de modo señalado sobre el actuar de los hombres; ahora bien, es la opinión pública la que determina las manifestaciones de tal egoísmo y, en general, todos los negocios humanos.

DAVID HUME

El gobierno mayoritario

La igualdad ante la ley conduce a la exigencia de que todos los hombres tengan también la misma participación en la confección de las leyes. Aunque en este punto concuerden el liberalismo tradicional y el movimiento democrático, sus principales intereses son diferentes. El liberalismo (en el sentido que tuvo la palabra en la Europa del siglo XIX, al que nos adherimos en este capítulo) se preocupa principalmente de la limitación del poder coactivo de todos los gobiernos, sean democráticos o no, mientras el demócrata dogmático sólo reconoce un límite al gobierno: la opinión mayoritaria. La diferencia entre los dos ideales aparece más claramente si consideramos sus oponentes. A la democracia se opone el gobierno autoritario; al liberalismo se opone el totalitarismo. Ninguno de los dos sistemas excluye necesariamente al opuesto. Una democracia puede muy bien esgrimir poderes totalitarios, y es concebible que un gobierno autoritario actúe sobre la base de principios liberales.

La palabra democracia, al igual que la mayoría de los términos utilizados en nuestro campo de estudio, se usa en un sentido más amplio y vago; pero si se emplea estrictamente para describir un método de gobierno, a saber, el de la regla de la mayoría, hace clara referencia a problema distinto del liberalismo. El liberalismo es una doctrina sobre lo que debiera ser la ley; la democracia, una doctrina sobre la manera de determinar lo que será la ley.

El liberalismo considera conveniente que tan sólo sea ley aquello que acepta la mayoría, pero no cree en la necesaria bondad de todo lo por ella sancionado. Ciertamente, su objetivo consiste en persuadir a la mayoría para que observe ciertos principios. Acepta la regla de la mayoría como un método de decisión, pero no como una autoridad en orden a lo que la decisión debiera ser. Para el demócrata doctrinario, el hecho de que la mayoría quiera algo es razón suficiente para considerarlo bueno, pues, en su opinión, la voluntad de la mayoría determina no sólo lo que es ley, sino lo que es buena ley.

Existe un extenso acuerdo acerca de la anterior diferencia entre el ideal democrático y el ideal liberal. Sin embargo, también hay cierto sector que utiliza la palabra «libertad» en sentido de libertad política, lo que le conduce a identificar liberalismo con democracia.

El concepto de libertad para quienes así opinan en modo alguno puede predeterminar cuál debe ser la actuación de la democracia; por el solo hecho de ser democrática, cualquier institución, por definición, deviene liberal. Parece que tal actitud no pasa de ser un mero juego de palabras. El liberalismo constituye una de las doctrinas referentes al análisis de cuáles sean los objetivos y esfera de acción de los gobernantes, fines y ámbitos entre lo que elegirá la democracia; en cambio, esta última, por ser un método, no indica nada acerca de los objetivos de quienes encarnan el poder público. Aun cuando en la actualidad se utiliza muy a menudo el término «democrático» para describir pretensiones políticas específicas que circunstancialmente son populares y en especial ciertas apetencias igualitarias, no existe necesariamente relación entre democracia y la forma de utilizar los poderes de la mayoría. Para determinar lo que queremos que acepten los otros precisamos de un criterio distinto del de la común opinión de la mayoría, factor irrelevante en el proceso mediante el cual la opinión se forma. La democracia, ciertamente, no da respuesta al interrogante de cómo debería votar un hombre o qué es lo deseable, a menos que demos por sentado, como lo hacen muchos de los demócratas, que la posición social de una persona le enseña a reconocer invariablemente sus verdaderos intereses, y que, por lo tanto, el voto de la mayoría expresa siempre los mejores intereses de tal mayoría.