Seguramente conocerán a Cass Sunstein, co-autor con Richard Thaler, del best seller sobre behavioral economics, Nudge.
En fin, podríamos conversar sobre esto, pero ahora me quiero referir a este paper:
“Epistemic Spillovers: Learning Others’ Political Views Reduces the Ability to Assess and Use Their Expertise in Nonpolitical Domains”, por Joseph Marks*,1, Eloise Copland*,1, Eleanor Loh1, Cass R. Sunstein2, Tali Sharot1^
- Affective Brain Lab, Experimental Psychology, University College London, London, UK
- Harvard Law School, Harvard University, Cambridge, MA, USA
Marks, Joseph and Copland, Eloise and Loh, Eleanor and Sunstein, Cass R. and Sharot, Tali, Epistemic Spillovers: Learning Others’ Political Views Reduces the Ability to Assess and Use Their Expertise in Nonpolitical Domains (April 13, 2018). Harvard Public Law Working Paper No. 18-22. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=3162009 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3162009
Esto dice el resumen:
En cuestiones políticas, muchas personas son especialmente propensas a consultar y aprender de aquellos cuyas opiniones políticas son similares a las suyas, creando así un riesgo de cámaras de eco o capullos de información. Aquí, probamos si la tendencia a preferir el conocimiento del políticamente afín se generaliza a dominios que no tienen nada que ver con la política, incluso cuando la evidencia indica que la persona tiene menos habilidades en ese dominio que alguien con opiniones políticas diferentes. Los participantes tuvieron múltiples oportunidades para aprender sobre los demás (1) opiniones políticas y (2) capacidad de categorizar formas geométricas. Luego decidieron a quién pedir consejo al resolver una tarea de categorización de forma incentivada. Encontramos que los participantes concluyeron falsamente que otros con ideas afines políticamente eran mejores para categorizar formas y, por lo tanto, eligieron saber de ellos. Los participantes también fueron más influenciados por ideas políticamente de afines, incluso cuando tenían buenas razones para no serlo. Los resultados demostraron que conocer las opiniones políticas de los demás interfiere con la capacidad de aprender sobre su competencia en tareas no relacionadas, lo que lleva a una búsqueda de información subóptima ydecisiones y errores de juicio. Nuestros hallazgos tienen implicaciones para la polarización política y el aprendizaje social en medio de divisiones políticas.”
Claro, es como escuchar las opiniones políticas y económicas de Diego Armando Maradona y entonces pensar que son correctas, tal vez porque fue el mejor jugador de fútbol de la historia.
Por otro lado, el paper parece presentar esto como si fuera un sesgo más de todos los que encuentra la behavioral economics, pero en verdad puede que sea un resultado desafortunado de una “heurística” resultado de la evolución y que resulta muy útil en muchísimos campos: esto es, imitar a los que les va bien. Es decir, no somos tontos, aunque la herramienta a veces no funciona.