Cuando algunos (Kiciloff, por ejemplo), niegan el origen monetario de la inflación, Mises sobre la teoría cuantitativa

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II, Escuela Austriaca, de Económicas, UBA, vemos a Mises en Acción Humana. Un capítulo que se titula “Intercambio Indirecto” y que, trata gran parte de los temas relacionados con la moneda. Mises, por supuesto, entendía que la inflación es un fenómeno monetario, pero era crítico de muchos aspectos de la llamada “teoría cuantitativa del dinero”. Aquí algunos comentarios:

Mises1

“Si tantos economistas no hubieran tan lastimosamente errado en estas materias atinentes a los problemas monetarios, aferrándose después con obcecación a sus yerros, difícilmente podrían hoy prevalecer todas esas perniciosas prácticas, inspiradas en populares doctrinas monetarias, que han desorganizado la política dineraria en casi todos los países.

Error, en este sentido, de grave trascendencia fue el de suponer constituía el dinero factor de índole neutral. Tal idea indujo a muchos a creer que el «nivel» de los precios sube y baja proporcionalmente al incremento o disminución de la cantidad de dinero en circulación. Olvidábase que jamás puede variación alguna que las existencias dineradas registren afectar a los precios de todos los bienes y servicios al mismo tiempo y en idéntica proporción. No se quería advertir que las mutaciones del poder adquisitivo del dinero forzosamente han de ser función de cambios sufridos por las relaciones entre compradores y vendedores. Con miras a demostrar la procedencia de esa idea según la cual la cantidad de dinero existente y los precios proporcionalmente han de aumentar o disminuir siempre, adoptóse, al abordar la teoría del dinero, una sistemática totalmente distinta a la que la moderna economía emplea para dilucidar todos los demás problemas. En vez de comenzar examinando, como la cataláctica invariablemente hace, las actuaciones individuales, pretendióse estudiar el tema analizando la economía de mercado en su total conjunto. Ello obligaba a manejar conceptos como la cantidad total de dinero existente en la economía; el volumen comercial, es decir, el equivalente monetario de todas las transacciones de mercancías y servicios practicados en la economía-, la velocidad media de circulación de la unidad monetaria; el nivel de precios, en fin.

Tales arbitrios aparentemente hacían aceptable la doctrina del nivel de precios. Ese modo de razonar, sin embargo, meramente supone lucubrar en típico círculo vicioso. La ecuación de intercambio, en efecto, presupone la propia doctrina del nivel de precios que pretende demostrar. No es más que una expresión matemática de aquella —insostenible’— tesis según la cual existe uniforme proporcionalidad entre los precios y las variaciones cuantitativas del dinero.

Al examinar la ecuación de intercambio, presupónese que uno de sus elementos —la cantidad total de dinero, el volumen comercial, la velocidad de circulación— varía, sin que nadie se pregunte cuál sea la causa motivadora de tal cambio. Esas mutaciones indudablemente no aparecen, en la economía, por generación espontánea; lo que cambia en verdad es la disposición personal de los individuos que en la correspondiente economía actúan, siendo las múltiples actuaciones de tales personas lo que provoca las aludidas variaciones que la estructura de los precios registra. Los economistas matemáticos escamotean esa efectiva demanda y oferta de dinero desatada por cada una de las personas en la economía intervinientes. Recurren, en cambio, al engañoso concepto de la velocidad de la circulación basado en ideas tomadas de la mecánica.

No interesa, de momento, discutir si los economistas matemáticos tienen o no tienen razón cuando proclaman que los servicios que el dinero presta estriban, exclusivamente, o fundamentalmente al menos, en el rodar del mismo, en su circular. Aun cuando el aserto fuera cierto, no por ello dejaría de resultar ilógico pretender basar en tales servicios la capacidad adquisitiva —el precio— de la unidad monetaria. Los servicios que el agua, el whisky o el café prestan al hombre no determinan los precios que el mercado efectivamente paga por tales mercancías. Dichos servicios nos hacen comprender por qué las gentes, una vez advierten las propiedades de aquellas mercancías, demandan, en específicos casos, cantidades determinadas de las mismas. Es invariablemente la demanda, no el valor objetivo en uso, lo que determina los precios.

2 pensamientos en “Cuando algunos (Kiciloff, por ejemplo), niegan el origen monetario de la inflación, Mises sobre la teoría cuantitativa

  1. En este capítulo Mises critica a los economistas matemáticos que utilizan la teoría cuantitativa del dinero. Con este fin, comienza definiendo al dinero como el medio de intercambio de uso generalizado, por lo tanto es un bien económico, es escaso y los individuos lo adquieren no para consumir ni para emplear en actividades productivas sino para cambiarlos por otras mercancías. Entonces, los cambios registrados por la demanda y por las existencias de dinero alteran la razón de intercambio entre el dinero y los bienes, pero al mismo tiempo resulta imposible que afecten a todos los precios de bienes y servicios al mismo tiempo y en idéntica proporción.

    De esta forma el autor niega la neutralidad del dinero, pues todo cambio en las cantidades monetarias modifica la estructura de los precios, con independencia de que, en términos monetarios, todos ellos se hayan incrementado en distintos periodos y proporciones. Por esta razón Mises establece que en vez de provocar un alza o baja en el nivel general de precios, se produce una convulsión de precios.

    Luego describe como los procesos inflacionarios generados por políticas de expansiones monetarias, si no son detenidos a tiempo, terminan provocando que todo el mundo pretenda cambiar su dinero por bienes reales, los precise o no, cuesten lo que cuesten. Por consiguiente, aquello que se utilizaba como dinero deja de emplearse como medio de intercambio y se transforma en sucio papel. De un modo similar establece como el dinero crédito y las monedas fraccionarias, dependerán de la convicción de los poseedores de que en cualquier momento y sin gasto alguno, el valor de los mismos coincidía con su valor nominal y puedan canjearlo por dinero.

    Me resulto novedosa la explicación de los efectos de la política monetaria en los distintos precios de la economía, a través de la interacción de los distintos sectores, que genera “ganadores” y “perdedores” debido a las distintas proporciones y tiempos, de aumentos de precios. También la solución al teorema regresivo que propone Mises y que escapa del supuesto problema lógico circular.

    -¿Cree que se equivocó al establecer que la única función del dinero es el medio de intercambio?
    -¿Qué opina de los efectos que pueden generar las nuevas criptomonedas? ¿Reemplazaran a los billetes como medio de intercambio?
    -¿Qué opina usted de la neutralidad del dinero en el largo plazo?

  2. SINTESIS
    Para Mises, fue un error de grave trascendencia suponer que el dinero es un factor de índole neutral, idea que indujo a muchos a creer que el «nivel» de los precios sube y baja proporcionalmente al incremento o disminución de la cantidad de dinero en circulación. Para el, jamás puede variación alguna que las existencias dineradas registren afectar a los precios de todos los bienes y servicios al mismo tiempo y en idéntica proporción.
    Los servicios que el agua, el whisky o el café prestan al hombre no determinan los precios que el mercado efectivamente paga por tales mercancías. Dichos servicios nos hacen comprender por qué las gentes, una vez advierten las propiedades de aquellas mercancías, demandan, en específicos casos, cantidades determinadas de las mismas. Es invariablemente la demanda, no el valor objetivo en uso, lo que determina los precios.

    QUE ME LLAMO LA ATENCION
    Al examinar la ecuación de intercambio, presupónese que uno de sus elementos —la cantidad total de dinero, el volumen comercial, la velocidad de circulación— varía, sin que nadie se pregunte cuál sea la causa motivadora de tal cambio. Esas mutaciones indudablemente no aparecen, en la economía, por generación espontánea; lo que cambia en verdad es la disposición personal de los individuos que en la correspondiente economía actúan, siendo las múltiples actuaciones de tales personas lo que provoca las aludidas variaciones que la estructura de los precios registra. Los economistas matemáticos escamotean esa efectiva demanda y oferta de dinero. Recurren, en cambio, al engañoso concepto de la velocidad de la circulación basado en ideas tomadas de la mecánica.

    3 preguntas para Mises
    1) ¿Puede explicar mas la teoria cuantitiva del dinero?
    2) ¿Si el gobierno aumenta la cantidad de dinero emitiendo, aumenta los precios de los bienes si o si a la larga?
    3) ¿Esto tiene efectos en el empleo y cuales?

Responder a Juan Pablo Gianatiempo Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *