Hayek sobre las fuentes de los valores humanos y las normas entre el instinto y la razón

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II, Escuela Austriaca, terminamos el curso a toda orquesta, con dos capítulos de Hayek sobre la evolución de las normas. Por un lado, «Las tres fuentes de valores humanos»; y el extraordinario primer capítulo del último libro de Hayek “La Fatal Arrogancia”. Ese capítulo, titulado “Entre el instinto y la razón”, consolida el vínculo entre los escoceses (Hume, Smith, Ferguson), las teorías evolutivas (Darwin) y la escuela austríaca (Menger, Böhm-Bawerk, Mises, Hayek y otros). Así comienza:

Hayek

“Como queda dicho, nuestra capacidad de aprender por imitación es uno de los logros más fundamentales del largo proceso de evolución de nuestros instintos. Tal vez la cualidad más importante del legado genético de cada individuo, aparte las respuestas innatas, sea la posibilidad de acceder a ciertas habilidades a través de la imitación y el aprendizaje. De ahí la importancia de precaverse, desde el primer momento, contra cualquier planteamiento proclive a lo que he denominado «la fatal arrogancia»: esa idea según la cual sólo por vía de la razón pueden alcanzarse esas nuevas habilidades. La realidad no puede ser más opuesta, pues también la razón es fruto de la evolución, al igual que nuestros esquemas morales, aunque con un distinto desarrollo evolutivo. No podemos, por tanto, instituir a la razón en árbitro supremo ni sostener que deben ser consideradas válidas tan sólo aquellas normas que logren superar la prueba de la razón.

Abordaremos luego más detalladamente todas estas cuestiones, por lo que en el presente contexto me limitaré a anticipar algunas conclusiones. Entiendo que el título «Entre el instinto y la razón» de este capítulo debe ser interpretado casi literalmente. En efecto, quisiera llamar la atención del lector sobre el hecho de que las cuestiones que ocupan nuestra atención deben quedar ciertamente situadas entre el instinto y la razón.

Por desgracia, la trascendencia de estos problemas suele ser minimizada por entenderse que sólo hay un espacio vacío entre uno y otro de los indicados dominios. La conclusión fundamental a la que, en mi opinión, deberá concederse especial atención es que esa evolución cultural que, según hemos señalado, desborda por completo al instinto –al que frecuentemente contradice– tampoco es, como más adelante veremos, fruto del ejercicio de la razón.

Mis opiniones al respecto, expuestas en anteriores trabajos (1952/79, 1973 1979), pueden resumirse como sigue. La capacidad de aprender es más el fundamento que el logro de nuestra razón de nuestro entendimiento. El hombre no viene al mundo dotado de sabiduría, racionalidad y bondad: es preciso enseñárselas, debe aprenderlas. No es la moral fruto de la razón, sino que fueron más bien esos procesos de interacción humana propiciadores del correspondiente ordenamiento moral los que facilitaron al hombre la paulatina aparición no sólo de la razón sino también de ese conjunto de facultades con las que solemos asociarla. El hombre devino inteligente porque dispuso previamente de ciertas tradiciones –que ciertamente hay que emplazar entre el instinto y la razón– a las que pudo ajustar su conducta. A su vez, ese conjunto de tradiciones no derivan de la capacidad humana de racionalizar la realidad, sino de los hábitos de respuesta. Más que ayudarle a prever, se limitan a orientarle en cuanto a lo que en determinadas situaciones reales debe o no debe hacer.

Todo ello hace que no podamos por menos de tener que sonreír al constatar cómo ciertos trabajos científicos sobre la evolución –algunos realizados por expertos de la mayor solvencia–, tras admitir que el orden existente es fruto de algún pretérito proceso ordenador de carácter espontáneo, conminan, sin embargo, a la humanidad a que, sobre la base de la razón –precisamente en momentos en los que las cosas se han vuelto tan complejas– asuma el control pleno del proceso en cuestión. Contribuye a nutrir tan ingenua pretensión ese equivocado enfoque que en anteriores ocasiones he denominado «racionalismo constructivista» (1973), enfoque que, pese a carecer de todo fundamento, tan decisiva influencia ha ejercido sobre el pensamiento científico contemporáneo, hasta el punto de quedar explícitamente recogido en el título de una obra ampliamente difundida de cierto famoso antropólogo de inclinación socialista. Man Makes Himself (v. Gordon Childe, 1936) –tal es el título de la obra de referencia–, se ha convertido de hecho en lema que ha inspirado a una amplia familia de socialistas (Heilbroner, 1970:106). Semejantes planteamientos se basan en la noción científicamente infundada –y hasta animística– según la cual en algún momento de la estructuración evolutiva de nuestra especie se instaló en nuestro organismo un ente llamado intelecto o alma, que, a partir de entonces se convirtió en rector de todo ulterior desarrollo cultural (cuando lo que en realidad sucedió fue que el ser humano fue adquiriendo poco a poco la capacidad de aprehender el funcionamiento de esquemas de elevada complejidad que le permitían reaccionar más eficazmente a los retos de su entorno). Ese supuesto, que postula que la evolución cultural es cronológicamente posterior a la biológica o genética, hace caso omiso de los aspectos más fundamentales de una evolución, a  lo largo de la cual nuestra capacidad racional fue adquiriendo su actual estructura. La idea de que la razón, fruto de ese proceso, pueda hoy determinar el curso de su propia evolución (por no aludir a las muchas otras capacidades que infundadamente le suelen ser también atribuidas) es inherentemente contradictoria y fácilmente refutable (véase, al respecto, los capítulos V y VI).

Es más inexacto suponer que el hombre racional crea y controla su evolución cultural que la suposición contraria de que la cultura y la evolución crean la razón. En cualquier caso, la idea de que, en determinado momento, surgió en la humanidad la posibilidad de establecer racionalmente el curso de su propio destino, desplazando así la incidencia de los procesos evolutivos, intenta simplemente sustituir una explicación científica por otra de carácter casi sobrenatural. La ciencia evidencia que no fue esa realidad psíquica que denominamos mente lo que originó la aparición del orden civilizado, y menos aún que, llegada a cierto grado de desarrollo, asumiera el control de su evolución futura. Lo que realmente sucedió fue que tanto la mente como la civilización alcanzaron simultáneamente su potencial actual. Eso que llamamos mente no es algo con lo que el individuo nace –como nace con un cerebro– ni algo que el cerebro produce, sino una dotación genética (p. ej. un cerebro con una estructura y un volumen determinados) que nos permite aprender de nuestra familia, y más tarde, en el entorno de los adultos, los resultados de una tradición que no se transmiten por vía genética. En este sentido, nuestra capacidad racional no consiste tanto en conocer el mundo y en interpretar las conquistas humanas, cuanto en ser capaces de controlar nuestros instintivos impulsos, logro que escapa a las posibilidades de la razón individual, puesto que sus efectos abarcan a todo el colectivo. Estructurada por el entorno en el que para cada sujeto transcurre la infancia y la pubertad, la mente va a su vez condicionando la preservación, desarrollo, riqueza y variedad de las tradiciones que otras mentes más tarde asimilarán. Al ser transmitidos en el contexto del entorno familiar, ese conjunto de hábitos queda sometido a la influencia de una pluralidad de condicionamientos morales a los que pueden ajustar su comportamiento quienes, ajenos a la colectividad en cuestión, se incorporan a ella más tarde. De ahí que pueda plantearse seriamente la cuestión de si alguien que no hubiese tenido la oportunidad de estar en contacto con algún modelo cultural habría podido acceder verdaderamente a la racionalidad.

Así como el instinto precedió a la costumbre y a  la tradición, así también estas últimas son anteriores a la  propia razón. Tanto desde el punto de vista lógico como desde el psicológico e histórico, la costumbre y la  tradición deben, pues, quedar ubicadas entre el instinto y la razón. No derivan de lo que solemos denominar «inconsciente»; no son fruto de la intuición, ni tampoco de la  aprehensión racional. Aunque en cierto modo se  basan en la experiencia –puesto que tomaron forma a lo largo de nuestra evolución cultural–, nada tienen que ver con algún comportamiento de tipo racional ni surgen porque se haya advertido conscientemente que los hechos evolucionaban de determinada manera. Aun cuando ajustemos nuestro comportamiento a los esquemas aprendidos, en innumerables ocasiones no sabemos por qué hacemos lo que hacemos. Las normas y usos aprendidos fueron progresivamente desplazando a nuestras instintivas predisposiciones, no porque los individuos llegaran a constatar racionalmente el carácter favorable de sus decisiones, sino porque fueron capaces de crear un orden de eficacia superior –hasta entonces por nadie imaginado– a cuyo amparo un mejor ensamblaje de los diversos comportamientos permitió finalmente –aun cuando ninguno de los actores lo advirtiera– potenciar la expansión demográfica del grupo en cuestión, en detrimento de los restantes.”

9 pensamientos en “Hayek sobre las fuentes de los valores humanos y las normas entre el instinto y la razón

  1. Hayek – Las tres fuentes de los valores humanos
    Resumen:
    Aquí comienza hablando de la sociobiología y de cómo están relacionados los conceptos de evolución cultural y evolución biológica, en donde se refiere a la cultura como una tradición de normas de comportamiento aprendidas que los individuos generalmente no comprenden su función, siguiendo con la evolución cultural, afirma que esta ha seguido evolucionando y que la mente y la cultura se desarrollan de forma sucesiva y no separada, por lo que hay que descartar conjeturas como que el hombre ha alcanzado grados de cultura por estar dotado de razón.
    El tema siguiente son las estructuras complejas, las menciona como las que se mantienen mediante la adaptación constante de sus estados al cambio del ambiente, la persistencia de estas se mantiene por la evolución y el orden espontáneo. Para explicar los aspectos económicos de sistemas sociales más amplios, en donde también hace una crítica a las mediciones y la relevancia de la magnitud de estas. También afirmando que el hombre se hizo inteligente porque adoptó nuevas formas de conducta y no al revés.
    También habla de errores que han cometido en este campo los antiguos profetas, especialmente el que los valores eran inmutables y eternos, aquí el problema está en que este pensamiento les impide reconocer que las normas de conducta sirven a un orden de la sociedad, y que la tradición no es algo constante.
    Pero el punto más polémico es el del socialismo y como este ha influido en el orden de la sociedad al hablar del caos del capitalismo, lo que lleva a que hoy en día los marxistas a ser incapaces de comprender el orden espontaneo del mercado y son quienes han promulgado el igualitarismo, que es incompatible con la igualdad ante la ley. Y también otro en donde habla de los principios y escrúpulos de las personas, en donde afirma que por mas que una persona haya salido de uno u otro ambiente, eso no justifica sus malas acciones y que la honestidad y la moral no depende de la clase social, punto donde también el responsable es el igualitarismo ya que aquí la culpable de todo es la sociedad, y también le lanza un par de críticas hacia la figura de Freud y sus aportes, mostrándolo como una persona inmoral.
    Novedoso:
    En cuanto a lo económico, ha habido una evolución de la libertad individual, con un desarrollo de reglas que protegían al individuo en vez de solo ordenarle, pero había ciertas normas consuetudinarias que con esta evolución habían perdido su intangibilidad y al violarlas se fueron abriendo nuevos caminos que finalmente terminaron siendo aceptados por el beneficio que traían para la comunidad, por ejemplo la delimitación de la propiedad privada, la competencia con artesanos del mismo oficio, la variabilidad de los precios, etc.
    Esta evolución que ha llevado a la civilización, ha llevado al hombre a ser libre, ya que las disciplinas de la civilización y de la libertad han avanzado al mismo tiempo, pero ojo aquí, si nosotros somos libres es porque alguien se ve limitado a actuar sobre nosotros. En donde también se puede decir que es una condición necesaria, aunque no suficiente, del progreso. Este progreso tampoco puede dosificarse, lo único que se puede hacer es crear las condiciones favorables para encaminarlo.

    Preguntas:
    1- ¿Cómo se van dando progresivamente los cambios culturales? ¿Cree que es algo constante?
    2- ¿Cree que esa es la base de los errores del marxismo?
    3-¿No cree que es desacertado hablar de “nivel moral” de las clases(sea para el lado que sea)?

  2. RESUMEN

    La evolución cultural no es el resultado de unas instituciones conscientemente construidas por la razón humana, sino que es un proceso en el que la cultura y la razón se han venido desarrollando al mismo tiempo. Las estructuras formadas por las prácticas humanas tradicionales no son ni naturales, en el sentido de estar genéticamente determinadas, ni artificiales en el sentido de obedecer a un plan racional, seleccionadas a través de las diferentes ventajas que obtienen los distintos grupos al adoptar diversas prácticas por razones desconocidas y acaso puramente accidentales. Resumiendo, la mente y la cultura se desarrollaron simultáneamente y no de forma sucesiva.
    Por otro lado, el concepto de razón, apareció cuando ciertas reglas aprendidas, que comportaban la clasificación de diversos tipos de objetos, comenzaron a incluir una especie de modelo del ambiente que permitía al hombre predecir y anticipar en la acción sucesos externos.
    Luego el autor expone todas las estructuras estables por encima del nivel de los simples átomos hasta el cerebro y la sociedad son resultado de procesos de evolución selectiva y sólo pueden explicarse en términos de dicha evolución; y las estructuras más complejas se mantienen mediante la constante adaptación de sus estados internos a los cambios del ambiente. Estos cambios en la estructura son causados por sus elementos que poseen tales regularidades en su comportamiento, o tales capacidades de adaptarse a unas reglas, que el resultado de sus acciones individuales será restablecer el orden global cuando éste es perturbado por influencias externas. Estos cambios en la estructura son causados por sus elementos que poseen tales regularidades en su comportamiento, o tales capacidades de adaptarse a unas reglas, que el resultado de sus acciones individuales será restablecer el orden global cuando éste es perturbado por influencias externas.
    Posteriormente, Hayek, expresa que las diferencias entre las normas que se han desarrollado según cada uno de los tres distintos procesos ha originado una sobre-imposición no simplemente de tres estratos de reglas sino de muchos más, según cómo las tradiciones se conservaron en los sucesivos estadios por los que pasó la evolución cultural. En primer lugar, encontramos impulsos instintivos, es decir, heredados genéticamente, y determinados por la estructura fisiológica. Están después todas las demás tradiciones adquiridas en los tipos sucesivos de estructuras sociales por las que el hombre ha pasado. Y, en tercer lugar, y por encima de todo esto, existe un estrato de normas deliberadamente adoptadas o modificadas para servir a fines conocidos.
    Con respecto a las reglas consuetudinarias, quien no las respetaba, simplemente daba comienzo a unas prácticas ventajosas para sí mismo que, luego, se mostraron también beneficiosas para el grupo en que se afirmaron. Es decir, El hombre no adoptó nuevas reglas de conducta porque fuera inteligente, sino que se hizo inteligente porque adoptó nuevas reglas de conducta.
    Con relación a la libertad, lo que la hizo posible fue la gradual evolución de la disciplina de la civilización que es al mismo tiempo la disciplina de la libertad. Esta disciplina protege al hombre, mediante normas abstractas impersonales, de la violencia arbitraria de los demás, y permite a todo individuo tratar de construirse un dominio protegido en el que a ningún otro se le permite interferir y en el que puede emplear sus conocimientos para perseguir sus propios fines.
    Por último, Hayek analiza dos posturas diferentes, la de Marx y por otro lado la de Freud. Con respecto a Marx, el socialismo es el resultado de aquel resurgimiento de los instintos primordiales, y esos viejos instintos pueden satisfacerse restaurando las normas que gobernaban el comportamiento del hombre primitivo. Así, estos reincidentes se unen al ala opuesta y tratan de construir nuevas formas de moral que sirvan a los añorados instintos. Sobre Freud, Hayek dice que el positivismo lógico ha tratado de demostrar que todos los valores morales carecen de significado; desprecia totalmente la concepción de que incluso respuestas emotivas seleccionadas por la evolución biológica o cultural pueden ser de la mayor importancia para la cohesión de una sociedad avanzada

    SOPRENDETE / NOVEDOSO

    Es interesante como el ser humano fue evolucionando no solo biológicamente, sino también como individuo en una sociedad. Aprendiendo de los errores del pasado para no volver a caer en ellos en el futuro. Por otro lado, me sorprendió el concepto de Reglas consuetudinarias y su trasfondo dentro de una sociedad.
    Por último, encontré interesante de leer, las posturas sobre las normas y los valores de Marx y Freud que Hayek expone.

    PREGUNTAS AL AUTOR

    1) ¿Es posible el funcionamiento de una sociedad sin normas y valores actualmente?
    2) ¿El egoísmo constante en una sociedad traería consecuencias a futuro?
    3) ¿Un mal funcionamiento institucional que consecuencias traería en una sociedad?

  3. Resumen:
    En “Las tres fuentes de los valores humanos” de Hayek, el autor comienza hablando de los errores de la sociobiología y la cultura. Para el, la cultura no es ni natural ni artificial, ni algo genéticamente transmitido o racionalmente diseñado, sino una tradición de normas de comportamiento aprendidas, que jamás fueron inventadas y cuya función generalmente no comprenden los individuos.
    Luego, el autor habla sobre la evolución cultural, menciona que no es el resultado de unas instituciones conscientemente construidas por la razón humana, sino fruto de un proceso en el que la cultura y la razón se han venido desarrollando al mismo tiempo.
    Para el autor hay normas que se han desarrollado. En primer lugar, la fundamentación sólida, poco cambiante, de impulsos instintivos, heredados genéticamente y determinados por la estructura fisiológica. En segundo lugar, las morales que mantienen la sociedad abierta. En tercer lugar, existe un estrato de normas deliberadamente adoptadas o modificadas para servir a fines conocidos.
    Para Hayek, fue la evolución de una tradición la que hizo posible la civilización, la evolución espontánea es una condición necesaria, aunque no suficiente, del progreso.
    Por otro lado, habla acerca de los líderes filósofos sociales reaccionarios que son naturalmente todos los socialistas. Menciona a Marx y luego a Freud. Finaliza indicando que el hombre no es ni será jamás el dueño de su propio destino, es su propia razón progresa siempre llevándole hacia lo desconocido e imprevisto, donde aprende cosas nuevas.
    Interesante:
    Es interesante pensar que, según lo planteado por Hayek, la mente se halla inserta en una estructura tradicional e impersonal de normas aprendidas, y su capacidad para ordenar la experiencia es la repetición adquirida de un modelo cultural que toda mente individual se encuentra como algo dado. El cerebro es un órgano que permite absorber, pero no proyectar, la cultura.
    Por otro lado, el hombre no adoptó nuevas reglas de conducta porque fuera inteligente, sino que se hizo inteligente porque adoptó nuevas reglas de conducta, no se ha desarrollado en libertad. Como miembro de aquella pequeña tribu a la que tenía que pertenecer para sobrevivir, el hombre era todo menos libre. Lo que hizo posible la libertad fue la gradual evolución de la disciplina de la civilización que es al mismo tiempo la disciplina de la libertad.
    Por último, me parece llamativa la afirmación de Hayek “la gente descubrirá que las ideas de una economía planificada con una distribución justa de la riqueza, y de la liberación de nosotros mismos de la represión y de la moral tradicional, de una educación permisiva como camino hacia la libertad, y de sustitución del mercado por un dispositivo racional formado por un órgano con poderes coactivos, se basaban totas ellas en supersticiones en el sentido propio del término”.

    Preguntas al autor:
    1. ¿Se puede decir que fue la cultura la que generó la civilización?
    2. ¿La cultura condiciona la libertad?
    3. ¿Cómo se puede pensar la libertad viviendo en sociedad? ¿No habrá siempre algún tipo de coerción?

  4. Resumen:
    En el capitulo: Las tres fuentes de valores humanos, Hayek plantea que la cultura no es parte de ninguna de los dos tipos de valores humanos planteados por la sociobiología, estos son los primarios que están determinados por la genética, y los secundarios que surgen del pensamiento racional. El autor argumenta que la cultura surge de una tradición de normas de comportamiento que no fueron diseñadas racionalmente y que por supuesto tampoco determinadas por la genética. Por otro lado, las estructuras sociales se adaptan a los estados que se producen en el entorno gracias al orden espontaneo entre los agentes. Los cambios sociales o avances a lo largo de la historia surgen de esta manera a diferencia de lo planteado en relación a características genéticas o del pensamiento racional.

    Lo novedoso:
    Un concepto que encuentro novedoso en el texto es que Hayek plantea que la libertad de los individuos es alcanzada a través de constantes restricciones de libertades a lo largo de la historia. Con la civilización vino la libertad, la gradual evolución de la disciplina en la civilización hizo posible la libertad. Las estructuras sociales a través de la civilización marcan las normas que se van creando mediante el orden espontaneo y es a lo que los humanos obedecen.

    Preguntas:
    ¿Qué rol cumple el estado en cuanto a los cambios de normas sociales?
    ¿Es necesario entender las diferentes culturas a la hora de analizar la situación política o económica de los países?
    ¿Existen culturas superiores a otras?

  5. Resumen
    En este texto, Hayek expresa su disconformidad con el pensamiento contemporáneo, especialmente con uno que parte desde la sociobiología, el cual sostiene un supuesto explícito que se basa en que solo existen dos tipos de valores humanos: “primarios” y “secundarios”, los primeros genéticamente determinados y los segundos son producto del pensamiento racional. Esto implicaba a su vez, un proceso de evolución selectiva.
    Para Hayek, el proceso de evolución cultural es mucho más complejo, debido a que la cultura no es ni natural ni artificial, ni de transmición genética o de un diseño racional. Es una tradición de normas de comportamientos aprendidas, que jamás fueron inventadas y cuya función generalmente, no comprenden los individuos. La cultura y la razón se han desarrollado simultáneamente, lo que provocó la evolución cultural. Rechaza la dicotomía entre natural y artificial. Y así también, afirma que la evolución espontánea es una condición necesaria del progreso.
    Por último, una de las principales preocupaciones del autor se debe a la progresiva destrucción de valores insustituibles debido a errores científicos. Donde esta destrucción no incluye específicamente a socialistas (algunos podían serlos), sino a intelectuales abocados a los campos de la filosofía, sociología, derecho y psicología (a este último lo sentencia con mayor firmeza). La desacreditación de los valores morales, y la propaganda para formar un ejército de individuos alienados, son parte de los efectos más devastadores que enuncia el autor.

    Novedoso:
    Me resultó extramadamente interesante la sección donde define a Sigmund Freud como el mayor destructor cultural. Creo que son palabras muy fuertes, en comparación a lecturas anteriores que hemos recorrido de Hayek, donde ni al máximo exponente de sus antípodas Karl Marx, lo describe con tanto desprecio. Aún así, considero muy interesante a lo que apunta: ese sistema de alienación, desprecio por los valores morales y por una sociedad integrada; creo que sintetiza perfectamente con hechos contemporáneos. Muchos individuos, sin entender el mensaje de Freud, respetan estos ideales sin ver más allá de todas las consecuencias que pueden significar para el orden social.
    También, resulta interesante siempre una lectura que recuerda que el hombre nunca fue libre (del todo), y mucho menos hace miles de años. Siempre dependió desde el lider de una tribu (obligado a compartir el fruto de su trabajo), hasta la época de los señores feudales o de algún líder comunista. La evolución siempre ha girado en dirección a la libertad, pero no tuvo sus inicios en ella.

    Preguntas.
    1) ¿Cómo cree que ha evolucionado el sistema educativo (digamos, en Estados Unidos) respecto al aprendizaje de los individuos y a su evolución cultural? ¿Cree que el hombre está evolucionando a un ritmo por encima del esperado gracias a que goza de mejores condiciones físicas o porque la libertad permite este ritmo?
    2) ¿Por qué la doctrina de Freud (que ha sido tan destructiva para la cultura según su opinión), ha sido mundialmente aceptada y se ha ganado el respeto popular, tanto de académicos como de individuos sin ninguna especialización?
    3) ¿Cree que Adam Smith con su teoría de los sentimientos morales, logra explicar con mayor precisión los procesos de evolución cultural que cualqueir otro autor? ¿Existen otras teorías que usted comparta?

  6. Friedrich Hayek: “La Fatal Arrogancia: Entre el instinto y la razón” & “Derecho, Legislación y Libertad: Las tres fuentes de los valores humanos”
    Resumen: Estos dos últimos textos de la materia van de la mano no solo porque el mismo autor es quien los escribe, sino que tratan también sobre la evolución de las normas. Por un lado, vemos el primer capítulo del libro final de Hayek -Entre el Instinto y la Razón- donde se comienza explicando cómo se llevaba a cabo la vida en una sociedad originaria, como los individuos regían exclusivamente bajo instintos y como se da el proceso hacia la sociedad moderna en la que vivimos, donde existe una característica distintiva que es propia de cada agente. Según el autor, una especie de pasos intermedios llamados tradiciones o costumbres clasificadas entre la razón y el instinto fueron los que nos permiten explicar las interacciones en la sociedad compleja moderna, a diferencia de aquellas en las sociedades primitivas. La cooperación y la comunicación fue la base de una cohesión grupal que derivó en un comportamiento adecuado para poder evolucionar de manera adecuada a lo largo de los años, sobreviviendo a amenazas tanto naturales como ambientales. Estas concepciones entonces rechazan rotundamente las ideas de los filósofos que afirmaban que el hombre es un ser egoísta por naturaleza, ya que los patrones de conducta dejan en evidencia una forma de vida que hoy podemos ver plasmada en las organizaciones que nos rodean. La sociedad entonces se forma gracias a este conjunto de aprendizajes colectivos que son posibles gracias a los instintos colectivistas y sociales del ser humano, direccionados por normas que evolucionan a la par nuestra.
    Por otro lado, al referirnos al segundo texto de Hayek que estudiaremos hoy – Las tres fuentes de los valores humanos- podemos hacer hincapié en como el autor hace una crítica a la sociobiología al mencionar que esta solo considera dos tipos de valores humanos, designados como primarios (aquellos genéticamente designados) y secundarios (producto del pensamiento racional). Para Hayek la evolución cultural es un derivado de un proceso en el cual la razón y la cultura se desarrollaron al mismo tiempo: una tradición de normas de comportamiento que no pudieron ser inventadas, no son ni naturales ni artificiales, ni algo trasmitido o diseñado. Es decir, la mente y la cultura humana compartieron un desarrollo continuo, no sucesivo, ni tampoco es que una fue producto de la otra. Es por esto que el individuo hoy en día se sigue apoyando mas en sus creencias y costumbres que en su propia capacidad de comprensión, ya que este orden de ideas y experiencias repetidas dentro de un modelo cultural ya está asentado en su cabeza. Según el autor, lo que transformó al hombre no fue mas que la tradición, bien por encima de su naturaleza o hasta su propio uso de la razón.

    Novedoso o sorprendente: Lo que me parece sorprendente es el pasaje que se puede evidenciar en el segundo de los textos. “El hombre era todo menos libre. La libertad es una construcción de la civilización, que ha liberado al hombre de los obstáculos y límites del pequeño grupo. Lo que hizo posible la libertad fue la gradual evolución de la disciplina de la civilización, que es al mismo tiempo la disciplina de la libertad” haciendo referencia que el hombre se vuelve libre y puede construir su vida a su merced, ya que cuenta con disciplina que de algún modo lo protege (mediante normas) de las decisiones de los demás.

    Tres preguntas al autor: Refiriéndonos al primero de los textos estudiados: ¿Hacia donde se dirige nuestra sociedad? ¿Existe un paso posterior a lo que es el capitalismo actual? ¿O estamos estancados con pocas chances de progresar? Y, con respecto al segundo pasaje: ¿Es realmente la libertad el principal motor de una sociedad? ¿Si esto es así realmente, porque en algunas sociedades hay minorías que quedan totalmente excluidas? ¿Derivaría el problema a asuntos culturales/religiosos?

  7. Resumen

    “Hayek, Las tres fuentes de los valores humanos”

    El autor explica que la cultura no es ni natural ni artificial, ni algo genéticamente transmitido o racionalmente diseñado. Es una tradición de normas de comportamiento aprendidas, que jamás fueron inventadas y cuya función generalmente no comprenden los individuos. Tan justificado está hablar de sabiduría de la cultura como de sabiduría de la naturaleza, salvo que, acaso, debido a los poderes del gobierno, los errores de la primera pueden corregirse menos fácilmente.
    El autor asegura que la civilización ha sido de hecho posible esencialmente sometiendo los instintos animales innatos a aquellos usos no racionales que hicieron posible la formación de grupos ordenados de dimensiones cada vez mayores.
    Se habla sobre todo el proceso de la evolución cultural

    Novedoso

    Me resulta novedoso cuando el autor plantea “ El cerebro es un órgano que permite absorber, pero no proyectar, la cultura”. Popper planteaba que aunque en todo momento se mantenga en existencia por millones de cerebros distintos que de él participan, es fruto de un proceso de evolución diferente de la evolución biológica del cerebro, cuya elaborada estructura resultó útil cuando hubo una tradición cultural que absorber

    Preguntas

    ¿ se puede cambiar el comportamiento de las personas, por ejemplo cuando ya están acostumbradas a convivir con la inflación?

    ¿cree que los estados toman las decisiones políticas y económicas en base a la cultura de cada país?

    ¿Cuánto se demora una persona en tomar conductas adaptativas?

  8. Entre el instinto y la razón – Hayek

    La tradición y las costumbres definen a una sociedad. El capitulo que aquí se trata establece una relación entre estos factores y la sociedad extensa en la que hoy nos hallamos. Se pasó de pequeños grupos, donde los instintos regían el accionar individual y colectivo, a una sociedad a gran escala, donde reina la propiedad privada.
    El surgimiento de la moral comenzó a restringir el dominio de los impulsos. La moral se transmite gracias al aprendizaje imitativo de ciertos patrones de comportamiento.
    Hayek rechaza la idea de Hobbes, y otros filósofos, en la cual afirman que el hombre es egoísta (“El hombre es el lobo del hombre”), puesto que el desarrollo en sociedad que ha experimentado la humanidad se explica, para Hayek, gracias a la transmisión de enseñanzas colectivas de comportamientos que hoy consideramos intrínsecos al hombre.
    La civilización de hoy en día es producto, entonces, de la supresión progresiva de instintos y su reemplazo por normal grupales impersonales con una extensión grupal cada vez mayor.

    Novedoso / Interesante

    Me parece interesante el planteo de Hayek sobre el surgimiento de la moral, como un instrumento para el proceso evolutivo de la sociedad. Lo que mas me llama la atención se relaciona con otro texto del autor: “Justicia social o distributiva”, en el cual se empieza a considerar a la “justicia social” como un aspecto nuevo en la moral del hombre. Hayek en ese capitulo de su obra critica dicha concepción. Sin embargo, me pregunto ¿Por qué critica dicho aspecto? Es decir, comprendo que no este de acuerdo en las ideas que la “justicia social” acarrea, pero considero que el no estar de acuerdo no necesariamente significa que no estemos en un proceso de evolución de la moral en el cual se adopta ese termino.
    Por último, me parece interesante la relación evolutiva que establece. Usualmente, las ciencias sociales y las exactas, como la Biología, no se tratan en conjunto. Sin embargo, el planteo de una teoría evolutiva, propia de Darwin, sobre el fenómeno de la formación de la sociedad moderna me parece muy llamativo.

    Preguntas al autor

    . ¿Considera que en la sociedad actual los instintos están suprimidos en su máxima expresión?
    . La actitud egoísta que Hobbes plantea, ¿no tiene al menos un grado de verdad desde el punto de vista económico?
    . Se suele asociar la palabra evolución con el progreso, ¿esta de acuerdo con la el paralelismo entre estos dos términos? ¿cree usted que la sociedad puede evolucionar hacia una supresión cada vez menor de sus instintos?

  9. RESUMEN
    En este texto Hayek critica la sociobiología resaltando sus errores y dice que existen 3 fuentes de valor humano; de origen biológica, del acto racional, y el producto de la evolución cultural, respecto a este último lo define como el proceso mediante el cual la razón y la cultura se desarrollan simultáneamente, es decir, que una persona puede desarrollar una cultura porque está dotada de razón.
    La evolución de un individuo de una pequeña sociedad a una civilización dentro de una sociedad se logra cuando el hombre abandona sus instintos como guía principal y comienza a ajustarse a estándares comunes. Una persona no aplica nuevas reglas de comportamiento porque sea inteligente, sino que se vuelve inteligente porque aplica nuevas reglas de comportamiento. Por tanto, las herramientas básicas de la civilización son el resultado de una evolución espontánea. Todo progreso debe basarse en la tradición porque el orden de todas las sociedades se logra mediante reglas que él no comprende.

    NOVEDOSO
    Me parece novedoso cuando plantea que la cultura no es ni natural ni artificial, ni genéticamente transmitido o racionalmente diseñado. Es una tradición de reglas de comportamiento aprendidas que nunca fueron «inventadas», y su función a menudo no es bien comprendida por los individuos. Hayek afirma que el hombre de hoy se guía más por sus hábitos que por su comprensión de los hechos. Así, varias reglas de comportamiento comenzaron a guiar la vida humana, estas reglas existen independientemente de las personas que las aprendieron.
    También es interesante que para él la libertad es la construcción de la civilización misma, y el hombre no siempre vive en libertad, liberando al hombre de los obstáculos y limitaciones del pequeño grupo primitivo. La disciplina de las libertades protege a las personas, en términos abstractos e impersonales, de la violencia arbitraria de los demás

    PREGUNTAS
    • ¿Qué opina ante la existencia de culturas diversas?
    • ¿Qué cree que puede suceder en un futuro con el desarrollo cultural?
    • ¿Cuál es la función que debe cumplir el Estado para el establecimiento de las “reglas” y el poder influir en el comportamiento humano?

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