La «corrección política» busca ganar el mercado de ideas, ganando el control del lenguaje

El debate de ideas se produce utilizando una “institución” tal como el lenguaje. Por eso no extraña que se quiera controlar o modificar el lenguaje para imponer una determinada idea. Lo vemos hoy a diario con palabras que ya no se pueden decir, que son consideradas agresiones. El tema lo trata este artículo: “Evolution or Corruption? The Imposition of Political Language in the West Today”, por Jeff Deist en la revista The Austrian: https://cdn.mises.org/the_austrian_nov_dec_2022_0.pdf

“En última instancia, el lenguaje impuesto intenta controlar nuestras acciones. Cuando consideramos ampliamente las visiones del mundo políticamente correctas o conscientes, es decir, una mentalidad activista preocupada por promover una justicia social amorfa, el elemento lingüístico es sencillo: la corrección política es la manipulación consciente y diseñada del lenguaje con la intención de cambiar la forma en que las personas hablan, escriben, piensan, sentir y actuar en pro de una agenda. Las palabras son solo un medio para un fin, siendo el fin cambios reales en la forma en que vivimos nuestras vidas. Esos cambios fluyen primero de nuestros pensamientos (e incluso de cómo formulamos nuestros pensamientos), luego de nuestras palabras emitidas (habladas o escritas) y, en última instancia, de nuestras acciones. Los ejemplos proporcionados en este ensayo lo dejan claro; no existe una línea divisoria clara entre el lenguaje y la acción, entre nuestros pensamientos, palabras y actos. Todos están interrelacionados, y aquellos que buscan imponer el lenguaje lo entienden.”

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