¿Contra quién debería competir un atleta «trans»? ¿Con los de su sexo original o su sexo elegido?

Ahora todo se centra en la inclusión, en la integración y en los derechos de ciertas minorías. No está mal, una sociedad liberal se caracteriza por la protección de los derechos de las minorías, pero a veces las cosas no son sencillas. Michael Shermer escribe un artículo en la revista Skeptic sobre la cuestión de los atletas trans: ¿deben o pueden competir con los del sexo que han elegido?

El artículo se titula: “Trans Athletes and Conflicting Rights: Male-to-Female transgender swimmer Lia Thomas from the University of Pennsylvania is crushing the female competition. Is that her right? Is it right? No. Here’s why.”: https://www.skeptic.com/reading_room/trans-athletes-conflicting-rights/?mc_cid=96cfa7b8c4&mc_eid=68a911e24d

Este es el tema en discusión:

“En el ciclismo, como en la natación, las diferencias biológicas entre hombres y mujeres son simplemente demasiado sustanciales para justificar la eliminación de las divisiones de sexo/género, y mucho menos que los hombres biológicos compitan contra las mujeres biológicas en una división de mujeres, independientemente de cómo se identifiquen. El valor predeterminado debería ser que las divisiones de género permanezcan vigentes a menos y hasta que haya evidencia extraordinaria para disolverlas o permitir la competencia entre divisiones. (De manera reveladora, no parece haber una avalancha de atletas trans de FTM ansiosos por competir en las divisiones de hombres, al igual que no hay una avalancha de reclusos de FTM que soliciten ser transferidos de prisiones de mujeres a prisiones de hombres).

Aparte de todo eso, y tomando una visión más amplia, no debemos confundir las cuestiones de las diferencias biológicas con las de los derechos. Por supuesto, debemos apoyar los derechos de las personas trans por la misma razón por la que apoyamos los derechos de las personas de color, las mujeres y los homosexuales: es inmoral (y en muchos casos ilegal) discriminar a alguien en función de características tan inmutables como el color de la piel, el género, la y preferencia sexual, por lo que la identidad de género debe incluirse en nuestro círculo moral en constante expansión y en nuestro arco moral en constante cambio. El problema surge cuando hay reclamos de derechos en conflicto.”

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