En un post anterior comenté un interesante artículo titulado “Urgencias ambientales: los diez problemas que esperan solución”, donde se comentan los resultados de una investigación de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara: http://www.lanacion.com.ar/1720041-urgencias-ambientales-los-diez-problemas-que-esperan-solucion y se los compara con los del informe del Índice de Calidad Institucional 2013, que también consideraba los principales problemas ambientales: http://www.libertadyprogresonline.org/2012/07/12/indice-de-calidad-institucional-2012/
Veamos ahora el tema de los bosques y selvas:
Para la Fundación:
En un siglo, la Argentina perdió 73 millones de hectáreas de bosques selvas. La última cifra oficial es de 2011: hay 27 millones o menos de hectáreas verdes nativas. Para la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (Sayds), esa pérdida muestra «una aceleración del proceso en las últimas décadas». En varias provincias avanzan con los desmontes más allá de las zonas aprobadas y hay ecorregiones desprotegidas, como la del monte de llanuras y mesetas (desde San Juan hasta Chubut), la espinal (llanura chaco pampeana) o los bosques de caldén (La Pampa) y de los talares (Buenos Aires).
SOLUCIÓN: Hacer cumplir la ley de bosques, respetar el presupuesto del fondo nacional para la conservación de los bosques (se cubre el 10%) y sancionar una ley para que las provincias restauren no menos de 10.000 hectáreas de áreas forestales degradadas, en especial en el Chaco húmedo, el Chaco seco, la selva misionera, la llanura chaco pampeana y el monte de llanuras y mesetas.
Informe ICI 2012:
Deforestación de bosques: América Latina cuenta con enorme cantidad de bosques y la selva más grande del mundo. Se estima que además de poseer la mayor biodiversidad y regular la temperatura global, la selva del Amazonas provee 1/5 del oxígeno del planeta, el 15% de agua dulce y la tercera parte de la madera del mundo. Desde el año 2000, se han talado aproximadamente 150.000 Km. cuadrados de selva en Brasil, mediante quemas para dejar lugar a la agricultura (sobretodo para la soja) y ganadería, o la explotación de la madera. Ayudado además por el subsidio de la construcción de carreteras, y el aumento en la densidad de población .
El gobierno da su apoyo a estas actividades de explotación mediante créditos y exenciones de impuestos lo que promueve aún más la deforestación. Asimismo, no hay derechos de propiedad claros, provocando que propietarios y ocupantes luchen por el derecho a propiedad, causando conflictos entre ellos y frecuentes ocupaciones. La mayoría del territorio Amazónico todavía no es legalmente propiedad de nadie. El sistema legal no protege a los propietarios de la expropiación por parte de ocupantes ilegales, quienes invaden la tierra, la explotan, para luego reclamar derechos de propiedad.
Según el Estatuto de la tierra de 1964 y la constitución de 1988 de Brasil, un ocupante tiene el derecho de instalarse en tierras publicas y hacer uso privado de ellas. Si explotan la tierra por un año reciben el usufructo, y si a los 5 años siguen ocupando y desarrollando la tierra, obtienen el derecho a propiedad. Pero como el proceso es lento y faltan presupuestos, muchos propietarios no están legalmente registrados. Por ello talan la selva para reafirmar su uso productivo de la tierra y evitar que alguien la reclame, porque el uso agrícola es considerado “uso productivo” pero no así el mantenimiento y explotación del bosque original. Talar es, entonces, una forma de obtener el reconocimiento.
Así, los propietarios explotan su tierra de manera que genere beneficios inmediatos, desmontando la zona para la ganadería y la agricultura impactando drásticamente al ecosistema, sin importar las consecuencias a futuro, en medio del auge de la agricultura como consecuencia del mejoramiento de los precios internacionales de productos agrícolas, como la soja. También se debe al incremento en la demanda de combustible a partir de la leña y de alimento, debido al aumento de la densidad poblacional. El subsidio a la producción de etanol, obtenido a través de la caña de azúcar también ha promovido la deforestación en Brasil, tercer productor de etanol en el mundo.
Algo similar ocurre en la Amazonia boliviana, donde el conflicto reciente en relación al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure (TIPNIS), es una muestra más de falta de definición de derechos, incluso colectivos, entre comunidades campesinas y colonos. También en el departamento del Boquerón, en el Chaco paraguayo.
La forestación se ha visto también perjudicada por la inestabilidad jurídica y políticas macroeconómicas que reducen la preferencia temporal, impiden el cálculo económico a largo plazo, absolutamente necesario para una actividad como ésta. La falta de moneda estable concentra la actividad productiva en el corto plazo, eso no incluye a la forestación o la explotación racional de bosques nativos.
En otros países de la región la deforestación es causada por la combinación de alta densidad poblacional y pobreza, y el uso de leña como única fuente de energía. Esos bosques suelen ser propiedad pública y el Estado no actúa como un real propietario ni asigna ese derecho a los habitantes para que tomen en cuenta el daño sobre su propio recurso o tengan incentivo a cuidar y plantar, no solamente a cortar y podar.
Este articulo retoma lo que vimos en el texto “La Tragedia de los Comunes”, en donde se muestra como la falta de derechos de propiedad bien definidos hacen que recursos como la tierra, los bosques, la selva se depreden, como sostiene el articulo cuando dice “por ello talan la selva para reafirmar su uso productivo de la tierra y evitar que alguien la reclame, porque el uso agrícola es considerado uso productivo pero no así el mantenimiento y explotación del bosque original”. Además me queda la sensación que lo que sucede es que le dan primacía a la agricultura, la ganadería, la construcción de carreteras, entre otras actividades, antes que al medio ambiente, consideran mas importante producir que cuidar, y esto no ocurre solo acá sino en toda America Latina.
Coincido con lo que se sostiene en este articulo, cuando dice que los bosques mas allá de ser propiedad publica, el Estado no actúa como debería, ni como propietario ni tampoco le da la posibilidad a los habitantes que se ocupen de proteger ese bien, que es de todos. Un tema que no debemos dejar de lado son los incentivos, que motivan a hacer esto, o mejor dicho, a no hacer nada para el cuidado del medio ambiente.
Los bosques deben de ser productivos, generan riqueza. Deben de convertirse en un bien renovable, bosques sostenibles, esto quiere decir que al cortar un árbol se planten dos o más, siempre con especies autóctonas, los trabajos de extracción de la madera deben de ser lo más delicados posible para alterar lo menos posible el ecosistema forestal, arboles no maderables, arbustos y herbáceas deben de seguir haciendo su labor beneficioso al medio ambiente, a si como la fauna existente en el lugar, protección del suelo como norma generalizada. Protección escrupulosa de la biodiversidad. Con medidas de protección, los bosques mundiales tendrán futuro, garantizando al ser humano una larga existencia en el planeta tierra.
De acuerdo con las recomendaciones de las Naciones Unidas, existen diversas medidas encaminadas a frenar el proceso de deforestación. Por un lado, los programas forestales de cada país deben hacer partícipes a todos los interesados e integrar la conservación y el uso sostenible de los recursos biológicos. Asimismo, las capacidades nacionales de investigación forestal deben mejorarse y crear una red para facilitar el intercambio de información, fomentar la investigación y dar a conocer los resultados de las distintas disciplinas. Es necesario llevar a cabo estudios que analicen las causas de la deforestación y degradación ambiental en cada país, y debe fomentarse la cooperación en temas de transferencia de tecnología relacionada con los bosques, tanto Norte-Sur como Sur-Sur, mediante inversiones públicas y privadas, empresas mixtas, etc. Por otro lado, se requieren las mejores tecnologías de evaluación para obtener estimaciones fidedignas de todos los servicios y bienes forestales, en especial los que son objeto de comercio general. Mejorar el acceso al mercado de los bienes y servicios forestales con la reducción de obstáculos arancelarios y no arancelarios al comercio, constituye otra de las vías posibles, así como la necesidad de hacer un uso más efectivo de los mecanismos financieros existentes, para generar nuevos recursos de financiación a nivel nacional como internacional. Las políticas inversoras deben tener como finalidad atraer las inversiones nacionales, de las comunidades locales y extranjeras para las industrias sostenibles de base forestal, la deforestación, la conservación y la protección de los bosques.
Como ha dicho la compañera anteriormente, la nota nos remite al texto de la tragedia de los comunes, donde se refleja que ante las muy dudosas reglas impuestas respecto al derecho de propiedad, genera que en diversos países se desarrolle una deforestación casi irreversible de ciertos bosques y selvas, elementales para la regulación de la temperatura global, así también para la biodiversidad. Pero también se pone en tela de juicio el pensamiento de Pigout respecto a que las fallas del mercado deben ser solucionadas por el Estado mediante un sistema de impuestos y subsidios, sobre todo si el Estado, y para ser mas específicos los funcionarios políticos, no tiene un real interés en cuidar el medio ambiente, como se ve reflejado en este caso, donde los políticos no tienen un real incentivo en el bien común, sino mas bien, en engrosar las arcas estatales para financiar mas gasto público. Es otro caso mas que destierra la imagen del «gobernante benevolente», ya que, si realmente consideraran al medio ambiente un bien jurídico elemental, harían no solo respetar las leyes vigentes, las cuales son muy difusas, y como vemos, realmente incentivan a una desmedida producción agrícola en bosques y selvas naturales (sino no se puede entender que en Brasil a los 5 años de ocupación probada se de el derecho de propiedad de dicha tierra a las personas que las usurpan) sino que se deberían introducir modificaciones importantes, generando espacios de reservas naturales, y generando castigos a las personas que ocupan espacios que deberían mantenerse como reservas naturales.
Como sabemos los medios con los que contamos son escasos y debemos darle una prioridad a nuestras necesidades, ya sea que la tierra sea necesaria para hacer un uso para la agricultura o para crear nuevos espacios donde la gente pueda vivir deben tomarse los recaudos necesarios para no generar futuros problemas ambientales.
El principal preocupado debería ser el Estado, ya que es quien cuenta con el poder disciplinario y que podría imponer sanciones ya sean multas o regulaciones para hacer un uso medido y adecuado de los espacios comunes. Esto me recuerda “La tragedia de los comunes” donde al hacerse una utilización desmedida de la propiedad común terminaban perjudicándose todos por la perdida del recurso. Sabemos que esto provoca una externalidad negativa pero creo que podría ser solucionada con políticas públicas, pero políticas efectivas y principalmente que sean cumplidas, si bien en países como Brasil parece no haber normas que controlen esto sino que al contrario favorecen a los que ocupan las tierras o las explotan en nuestro país si tenemos leyes de protección ambiental pero cumplidas en su forma mínima.
A su vez en este caso se puede ver como los Estados realizan y favorecen las actividades que “se ven”, como aumentar los subsidios para estos sectores de la economía, buscando obtener beneficios inmediatos (en forma dineraria) con lo obtenido de los impuestos y ventas internacionales, pero sin medir las consecuencias que generan a futuro estas sobre explotaciones.
Si los recursos son propiedad pública deberíamos interesarnos todos y preocuparnos por el cuidado, a su vez los encargados de explotar el recurso tendrían que hacerlo dentro de ciertos parámetros y ya que no hay un único propietario encontrar una manera eficiente de garantizar el uso con las respectivas sanciones en caso de daño y a su vez con incentivos para que se cuide y foreste como si el recurso fuera propio.
La Argentina es uno de los países que ha mostrado una mayor tasa de deforestación en los últimos años.
Greenpeace advirtió que la inusual crecida de los ríos Iguazú y Paraná se debe principalmente a la alarmante deforestación que sufrió la Selva Paranaense o Selva Misionera, donde en Brasil y Paraguay fue prácticamente destruida, lo que no permitió absorber el enorme caudal de agua.
«Los bosques y selvas, además de concentrar mucha biodiversidad, juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Son nuestra natural esponja y paraguas protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones», señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.
http://www.greenpeace.org/argentina/es/noticias/Greenpeace-La-deforestacion-es-la-principal-causa-de-las-crecidas-de-los-rios-Iguazu-y-Parana/
Coincido con lo señalado en comentarios de mis compañeros, la ausencia de derechos de propiedad bien definidos llevan a la depredación del recurso, tal como vimos en “La tragedia de los comunes”.
Considero también, que ningún gobierno se ocupa seriamente de los problemas ambientales, ya que están orientados al corto plazo, sin importar las consecuencias futuras.
Me parecen apropiadas las recomendaciones de las Naciones Unidas al respecto; se requieren las mejores tecnologías de evaluación para obtener estimaciones fidedignas de todos los servicios y bienes forestales, en especial los que son objeto de comercio general. Mejorar el acceso al mercado de los bienes y servicios forestales con la reducción de obstáculos arancelarios y no arancelarios al comercio, constituye otra de las vías posibles, así como la necesidad de hacer un uso más efectivo de los mecanismos financieros existentes, para generar nuevos recursos de financiación a nivel nacional como internacional. Las políticas inversoras deben tener como finalidad atraer las inversiones nacionales, de las comunidades locales y extranjeras para las industrias sostenibles de base forestal, la reforestación, la conservación y la protección de los bosques.
Como ya lo han mencionado, este articulo nos deriva a la «la tragedia de los comunes», donde la falta de propiedad privada, hace que se genere la depredacion de la cosa comun. El punto es que el estado es quien debe no solo hacer cumplir la ley de bosques sino darle mas tratamiento legislativo. Coincido con los comentarios y me parecio de lo mas acertado, como hacen en otros paises, por la tala de un arbol que se plante otro, o dos. Entonces que haya sectores donde este permtido la tala pero q a su vez ese sector se convierta en area de recuperacion. Por otro lado deberian hacer mas hincapie en los castigos. Es una de las formas mas efectivas de hacer cumplir las leyes porque ademas es aplicable a cada individuo. Para no ir mas lejos, en la provicia de mendoza el gobierno y cada municipio son muy rigurosos. Tienen conciencia de lo ecologico y sancionan sin excepcion a quien haga un rasguño a un arbol. Como hace el estado para controlar a cada individuo? Gracias a la educacion. Alla son los mismos habitantes los que ejercen la presion social. Mendoza es un claro ejemplo de como siendo una provincia organizada y pro ecologica su ecosistema se encuentra en perfecta armonia. Otro ejemplo es el agua. Alli tienen una gran cultura de ahorro y no derroche. En verano esta prohibido hasta lavar un auto. Y los campos, debido a las sequias, tienen un sistema moderno de riego de dar a cada cultivo la gota justa. Esto es algo donde el gobierno otorga subsidios o prestamos para que todos puedan tener ese sistema. Y de esa forma se benefician todos. El punto es que no es imposible hacerle frente a los problemas ambientales. Solo hace falta un pais con un gobierno se ocupe de la cuestion.
Resumen:
En términos generales el capítulo 3, La mano visible: políticas públicas de (Krause, 2013) expone como el monopolio, sea este legal público o privado, busca obtener beneficios a través del poder regulatorio del mercado manteniéndose al margen de las preferencias de los consumidores, convirtiéndose así en una actividad parasitaria y no productiva y a su vez hace evidente que el ente regulador no tiene la capacidad para cumplir con el papel que se le adjudica debido al simple hecho de que el conocimiento no es perfecto. Esto causa, muchas veces, que la competencia en mercados regulados se vuela una “cacería de brujas” con el afán de proteger a los que se dicen menos afortunados de aquellos que han logrado tener una cuota de mercado significativa. Esto a través del poder de policía, ya sea restringido o amplio, bajo el argumento del “interés público”. La creación de normas de forma exponencial por parte del estado, con intenciones proteccionistas de aquellos menos afortunados, limita la libre locomoción de la competencia en un mercado con tintes regulatorios, reduciendo así la seguridad jurídica. Se habla sobre las externalidades, negativas y positivas, y como estas pueden ser aplicadas aunque presenta dificultados debido a que no existen límites claros para su ejecución, esto incluso podría generar monopolios favoreciendo a algunos sobre otros debido a que se torna de carácter público y por ende debe de quedar en manos del estado.
Puntos importantes:
Uno de los puntos importantes, desde mi punto de vista, es lo planteado por Ludwing von Mises (1949) en donde hace ver que no existe mercado para los medios de producción de propiedad colectiva debido a que sin propiedad privada no puede haber intercambios, y sin intercambios no puede haber relaciones relativas entre factores, esto es, los precios. También rescato el punto de desequilibrio por defecto y por exceso, es interesante ver la relación que se plantea entre la economía informal y la imposición de normas reguladas por el estado. Así como también el tema de externalidades positivas y negativas, es interesante ver como el estado sería capaz de regular aspectos tan importantes como el impacto ambiental a través de impuestos para aquellas externalidades negativas y subsidios para aquellas positivas pero la falta de incentivos del mismo hacen que en vez de ser un punto a su favor como ente regulador sea un punto en contra por la cual siempre es criticado.
Dudas/preguntas:
1. ¿Se puede argumentar el desequilibrio por defecto como algo espontaneo?
2. ¿Puede el “impuesto pigouviano” ser un medio para contrarrestar los efectos negativos que tienen el narcotráfico hoy en día? ¿Es la regulación del cannabis en Uruguay un ejemplo de aplicación de externalidades?
3. ¿Qué tipo de incentivos encontraría el estado factibles para promover el uso de externalidades para cambiar estructura, conducta y desempeño en mercados regulados?
Coincido con los comentarios anteriores respecto a que este artículo nos remite al tema de la tragedia de los comunes que describe Garrett Hardin en el año 1968. Los individuos, ante la falta de derechos de propiedad bien definidos, no tienen incentivos para el cuidado de los distintos recursos, los cuales termina dilapidando. Tienen en cuenta solo el beneficio a corto plazo, pues en el presente caso la tala de la selva les sirve para reafirmar sus derechos de propiedad por el uso productivo de la tierra con miras a obtener beneficios con el uso agrícola, considerado productivo, a diferencia de los beneficios muy a largo plazo que podrían obtener a través del mantenimiento y explotación de las selvas o bosques regionales, y por lo tanto, prefieren los primeros. Todo esto afecta al medio ambiente y el Estado, por ejemplo en el caso de Brasil explicado en el artículo, tampoco está tomando las medidas necesarias y efectivas para proteger los recursos y evitar su dilapidación, por ejemplo en lo referente a los derechos de propiedad, al cuidado de zonas protegidas, o a hacer efectivo el cumplimiento de las normas existentes. Evidentemente no están resultando eficientes las medidas tomadas por parte de las autoridades, porque los políticos parecen estar más preocupados por los beneficios que a corto plazo les puede brindar, por ejemplo, la construcción de una carretera (…quizás pensando en las próximas elecciones…), que el cuidado del medio ambiente, cuyos beneficios, más aún en el caso de la preservación de bosques y selvas, se podrían ver a largo plazo…
Leyendo este artículo todos remontamos, como anteriormente lo dojeron mis compañeros, al texto de «La tragedia de los comunes». Esmas que claro que cuandk estamos frente a territorios donde no estan claros los derechos de propiedad, sea por parte de un oarticular o del estado nadie dediende esas tierrasy mucho menos se preocupa por su cuidado y mamanutención. De alguna manera, aunque no estoy de acuerdo, podriamos decir que Brasil al otorgar a aquellos que mantiene el terreno el derecho de propiedad, de algún modo se lo otorga a alguien que al menos desea cuidarlo o se ocupa de él tramsmitiendo la respinsabilidad mediante el derecho a quien realmente le interesa explotar esa parcela de tierra. ¿Porqué digo no estar de acuerdo aunque me parece mejor eso que librarlo al azar de cada uno? porque como leimos en el texto de la tragedia de los comunes al que todos hacemos mención: si no hay un derecho de propiedad otorgado y cada quien explota el terreno sin importarle cuánto afecta esto tanto al medioambiente como a la sociedad, estamos provocando la depredacion de un recurso que no es ilimitado y mucho menos reparable desde el punto de vista del daño.
Estos problemas, que exceden a particulares deberian ser resueltos por el Estado, la externalidad negativa ante la cual estamos no deberia importar solo al país que ve depredado su recurso forestal, sino a la comunidad internacional, dado que como bien aclara el texto el Amazonas es uno de los principales proveedores del oxígeno mundial.
Deberían ser en mi opinión los organismos internacionales los quienes protejan semejante recurso a través de sanciones a los Estados y los Estados por su parte, tener el derecho de propiedad sobre estas tierras para el mejor control de deforestación.
El artículo me remite directamente al texto titulado «La Tragedia de los Comunes». Nuevamente nos encontramos ante el fenómeno de la falta de derecho de propiedad, la consecuente ausencia de incentivos, y la depredación del medio ambiente como resultado de la deforestación de la selva amazónica. Lo que me resultó más impactante es la frase «Talar es, entonces, una forma de obtener el reconocimiento.», ya que aquellos propietarios que no son registrados como tales, recurren a dicha práctica a fin de ser reconocidos como titulares de los derechos de propiedad. En este sentido, esta práctica lamentable y poco sustentable, surge de la ineficiencia de la gestión del Estado y de la falta de proyección característica de su conducta: la visión del corto plazo. El corto plazo no solamente surge del egoísmo de los seres humanos, sino del desarrollo de políticas públicas que promueven beneficios inmediatos y costos futuros.
Asimismo, haciendo alusión al trabajo desarrollado por Bastiat, tenemos «lo que se ve» y «lo que no se ve». En el caso de la deforestación, lo que se ve es el desempeño de prácticas como la agricultura, la ganadería,que se ven promovidas por el incremento de los precios internacionales. El Estado acompaña dicha actividad, con incentivos tales como la concesión de créditos o la exención impositiva, promoviendo la deforestación aún más. Por otro lado, en relación a «lo que no se ve», encontramos la devastación de la tierra, la expropiación ilegítima de las tierras, el drástico impacto sobre el ecosistema.
Frente a dichos conflictos, Coase propondría que haya algún tipo de negociación. Y la pregunta que me surge instantáneamente al evaluar dicha opción es, quiénes intervendrían en dicha negociación. El Estado y… Me pregunto si las tribus y los pueblos originarios tendrían algún rol por cumplir en la negociación, y opino que sería muy interesante y fructífero, ya que quienes mejor que ellos para expresar su admiración y el valor de la tierra. En contraposición, Pigou propondría la implementación de políticas públicas, pero teniendo en cuenta que el Estado promueve la deforestación, sería extraño exigirle políticas que restrinjan dicha práctica.
En este articulo se ponen en evidencia las consecuencias que tiene la depredación de los recursos cuando estos no son privados, sino que por el contrario son «de todos» por el hecho de ser públicos. Esta cuestión se expone, como mencionaron anteriormente, en el texto «La tragedia de los comunes» visto en clase y de donde surge cuando los bienes son públicos, los individuos buscan maximizar beneficios y por ende tienden a sobre explotar el recurso hasta su agotamiento. La propiedad privada aparece como la solución mas efectiva a esta problemática, en tanto una de las características distintivas de los bienes privados es su exclusividad, y por ende será el propietario el que use y administre el bien a su antojo, pero sabiendo que deberá soportar las consecuencias si no lo usa correctamente.
Ademas, el estado debería orientar sus políticas publicas en vistas a solucionar estas fallas que son tan recurrentes en nuestra sociedad hoy en dia. Pero la realidad demuestra que los políticos tienen intereses a corto plazo y muchas veces priorizan el buscar beneficios visibles a la corta, cuando probablemente tendrían que invertir en mejorar el funcionamiento de las instituciones.
Como dijeron anteriormente, este artículo nos remite al texto «La tragedia de los comunes» en donde se expone que ante la propiedad comunitaria de un determinado sector, lo que termina sucediendo es que el recurso de agote, se deprede, ya que no hay control del Estado sobre el mismo y las personas, siguiendo a su propio egoísmo, lo utilizan hasta alcanzar sus beneficios. Entonces la cuestión en este tipo de propiedad es la administración, la gestión de los recursos. Una de las soluciones que propone es que los que acceden al recurso deben ser inferiores en cantidad que el recurso en si.
La otra solución es la propiedad privada. Siguiendo el texto «Derecho de propiedad» de Alchian, los efectos de la propiedad privada son: 1) internaliza las externalidades (al tener exclusión, es el propietario el que administra y él recibe los beneficios y se hace cargo de los costos); 2) no permite la depredación de los recursos; 3) elimina la discriminación.
Por otro lado, el Estado debería implementar políticas públicas para así obligar a que se cumplan las distintas leyes y reglamentaciones sobre los bosques y selvas. Se deberían dar incentivos para que haya cooperación entre el Estado y los individuos.
Dicha cuestión, como se mencionó en anteriores comentarios está íntegramente relacionada con el texto «la tragedia de los comunes», al no existir una clara delimitación respecto a los bienes comunes, el hombre tiende a depredar los recursos , persiguiendo cada uno su propio interés en una sociedad que cree en la «libertad de los bienes comunes». Por otro lado encuentro una vinculación con el «dilema del prisionero», ya que tal explotación de recursos vitales para la humanidad podría catalogarse como un «juego no cooperativo» en el que «estrategias individualmente racionales conducen a resultados colectivamente irracionales», ya que cada uno persigue su beneficio sin tener consideración del daño que se está produciendo a la sociedad. También encuentro relación con el texto «lo que se ve y lo que no se ve», ya que se estaría primando las consecuencias más próximas en contraposición al futuro advenidero, al no existir una concientización global sobre la importancia de la restauración de estos recursos.
Los árboles ayudan a mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad, es muy importante protegerlos y es una lástima que sólo se ponga atención a este problema cuando nos vemos afectados por inundaciones, sequías, etc.
Con la deforestación solo consiguen beneficios inmediatos, generalmente es para sembrar monocultivo de soja. Como comentaron anteriormente, se refleja en el texto “La tragedia de los comunes”, unos pocos pensando en el beneficio propio y a corto plazo hacen que se socializan las consecuencias. Además, al no tener derechos de propiedad bien definidos ayuda a que se deprede el recurso.
Con la Ley de Bosques vigente en Argentina el problema de la forestación se amplió más. Me acorde cuando en clase vimos que la regulación y la imposición de impuestos aumenta la economía informal, acá pasa lo mismo con la regulación la deforestación es aún mayor que antes de la ley.
También es un ejemplo de bien público global, Greenpeace ha realizado campañas para alertar sobre este problema en nuestro país y en mundo. No sólo se beneficia la localidad, provincia o país sino que evitar el exceso de forestación de bosques contribuye a las condiciones ambientales a nivel internacional.
Este es un caso de externalidades negativas eb el cual, El gobierno brasilero por ejemplo, en vez de castigar con multas e imposiciones tributarias ( como vimos en clase) hace exactamente lo contrario propendiendo dichas actividades. A mi entender todas las externalidades que afectan el medio hambiente son de urgente tratamiento por parte de los gobiernos ya que son quienes deben y pueden regularlo y el hambiente es un bien publico internacional. En este caso en el que creo q la comunidad internacional debe participar e instruir activamente en el tratamiento de dichos problemas y propender a las soluciones.
esto es un problema institucional ya que no se crean las politicas necesarias para regular el problema
tambien es una externalidad negativa que trae consecuencias hacia terceros que en el futuro se transformaran en costos para estos
en cuanto propiedad privada, el propietario de las tierras al tener la administracion de las mismas y disponer de ellas puede hacer lo que desea, pero al mismo tiempo deberian aplicarsele impuestos elevados como el daño que producen
Desde hace una decada la Argentina esta asistiendo a una transformacion sin precedentes en su agricultura. Una transformacion que ha cambiado calidad por cantidad, puestos de trabajo por tecnologia y seguridad alimentaria por dependencia tecnologica. La agricultura argentina se ha transformado en una agricultura industrial dependiente de la industria a expensas del hambre de su pueblo, del deterioro ambiental y un desarrollo economico y social cada vez mas lejano. …. El negocio de la soja beneficia cada vez mas a menos personas, atentando contra el suelo, el medio ambiente y las fuentes de trabajo. … La indiferencia total del gobierno parece estar por encima de las consideraciones cientificas, ambientales y sociales.
Las externalidades son aquellos efectos externos asociados con la producción o el consumo que no se reflejan en el precio de los productos y que por tanto pueden influir en la asignación de recursos y así en el crecimiento y bienestar económico. Los gobiernos, a pesar de la responsabilidad que sobre ellos pesa, tienden a ignorar los efectos externos negativos. Esto es un error, porque el soslayar hoy los efectos colaterales negativos de la producción sobre el ambiente, puede limitar el crecimiento y el bienestar en el futuro. China es actualmente el principal comprador de la producción de soja argentina. ¿Podrá China proporcionarnos el agua que necesitamos para asegurar el crecimiento de nuestra economía y el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra población? ¿Qué pasaría si el daño que ya hemos causado a nuestro medio ambiente por falta de una política adecuada ha llegado a un nivel de peligro tal que si no se hace inmediatamente algo para revertirlo, esta omisión puede ocasionar una situación fuera de control o directamente una catástrofe? ¿Por qué, a pesar de ser un país agroproductor, no hemos advertido lo que ha pasado en los EEUU con la producción de etanol a partir del maíz?. El gran aumento de la siembra de maíz en los EE.UU para producir etanol ha llevado a que allí se siembre menos soya con afectación en el nivel de precios. El aumento resultante en los precios de la soya ha impulsado no solo a la deforestación del Amazonas para que los agricultores brasileños siembren soya (ampliación de la frontera agropecuaria) sino también la del norte argentino para que los agricultores argentinos hagan lo mismo. Sabido es que la selva amazónica y la selva de yungas del noroeste argentino ayudan al proceso del ciclo del agua en la naturaleza. Los aparentes beneficios de la deforestación no contabilizan que se recicla menos vapor de agua, afectando negativamente la producción de nubes y disminuyendo la cantidad de lluvia. La deforestación es además la responsable del aumento de la emisión del carbono que provoca el efecto invernadero. Nadie ha estudiado si el aumento de la producción de soya argentina tuvo algún efecto sobre la sequia que afecta actualmente al pais o si podría incidir en el aumento de la frecuencia o gravedad de los incendios forestales o en otros males. Parecería que eso no importa, que lo verdaderamente relevante es la maravillosa perspectivas del crecimiento interminable de la demanda China y que el grano aumente de precio. Este es el efecto de las externalidades asociados con el aumento de la producción de soja.