La relación entre los políticos y el narcotráfico puede ser muy rentable para los primeros pero, cuidado, en algún punto se vuelve violenta y políticos terminan asesinados. Es lo que pasa en México y analiza este trabajo: “The role of oil theft and narcocracy and the electoral consequences of organized crime”, por Roxana Gutiérrez-Romero y Nayely Iturbe, de Queen Mary University of London: https://www.wider.unu.edu/sites/default/files/Publications/Working-paper/PDF/wp2023-7-why-Mexican-politicians-assassinated-electoral-consequences-organized-crime.pdf
“¿Cuándo recurre el crimen organizado a asesinar políticos? En las narcocracias, los grupos criminales cooptan a las élites políticas a través del soborno a cambio de protección para traficar drogas ilegales. Cuando los grupos criminales compiten, también pueden recurrir a la violencia política para influir en qué candidato gana las elecciones locales en áreas estratégicas y tomar represalias cuando la acción estatal amenaza su supervivencia. Usando nuevos datos sobre asesinatos políticos en México durante 2000–21, mostramos que es más probable que los candidatos políticos sean asesinados en áreas cercanas a los oleoductos utilizados por las organizaciones narcotraficantes para el robo de petróleo. Los exalcaldes de las zonas cercanas a los oleoductos siguen expuestos a un alto riesgo de ser asesinados. En municipios donde al menos un alcalde ya ha sido asesinado, la detención de un miembro del crimen organizado aumenta significativamente la posibilidad de que un alcalde en ejercicio sea asesinado. La violencia política está dirigida a los políticos, no a los votantes, por lo que tiene un impacto insignificante en la participación electoral.”