Individualismo y masculinidad (?)

Estuvimos viendo la relación entre ciertos valores e ideas y la calidad de las instituciones, tomando en cuenta el análisis comparative de Geert Hofstede. Aquí van otras dos de sus categorías.

 

Individualismo, Recordemos su definición: se refiere a cuánto están los individuos integrados en grupos. Por un lado hay sociedades donde se espera que los individuos se arreglen por sí mismos y con sus familias, mientras que otros se encuentran integrados en grupos muy Fuertes y cohesivos, que los protege a cambio de su lealtad.

 

 

País Individualismo Posición ICI País Individualismo Posición ICI
Guatemala

6

108

Suiza

68

3

Ecuador

8

151

Noruega

69

8

Panamá

11

55

Suiza alemana

69

Venezuela

12

182

Irlanda

70

12

Colombia

13

83

Letonia

70

42

Indonesia

14

105

France

71

25

Paquistán

14

154

Suecia

71

5

Costa Rica

15

46

Bélgica francesa

72

Perú

16

64

Canadá francés

73

Trinidad &  Tobago

16

71

Dinamarca

74

2

Taiwán

17

21

Bélgica

75

17

Corea del Sur

18

29

Italia

76

59

El Salvador

19

94

Bélgica holandesa

78

África Occidental

20

Nueva Zelanda

79

4

Bangladesh

20

143

Canadá

80

7

China

20

122

Hungría

80

47

Singapur

20

23

Holanda

80

10

Tailandia

20

80

Gran Bretaña

89

9

Vietnam

20

138

Australia

90

6

Chile

23

22

Estados Unidos

91

11

 

Los países con mayor calidad institucional son los que tienen un índice mayor de individualismo, tal el caso de los que aparecen en la columna de la derecha. Veamos lo que el informe dice respecto a los Estados Unidos, por ejemplo: “Los Estados Unidos, con un índice de 91 en esta dimensión, es una sociedad altamente individualista. Esto se traduce en una sociedad poco estructurada en la que la expectativa es que la gente se preocupe de sí mismos y sus familias. También hay un alto grado de movilidad geográfica y la mayoría de los estadounidenses están acostumbrados a hacer negocios, o interactuar, con extraños. Por lo tanto, no son tímidos para acercarse a sus posibles contrapartes para obtener o buscar información. En el mundo de los negocios, se espera que los empleados tengan confianza en sí mismos y muestren iniciativa. También, dentro del mundo laboral basado en intercambios, las decisiones de contratación y promoción se basan en el mérito o la evidencia sobre lo que realizado o lo que puede realizarse[1]”.

En el otro extremo, respecto de Guatemala: “Con un índice de 6, Guatemala tiene el menor en términos de individualismo, es la cultura más colectivista del mundo. Como los guatemaltecos son un pueblo muy colectivista, pertenecer a un grupo inclusivo y alinearse con la opinión de ese grupo es muy importante. Combinado con altos índices de Distancia al Poder, esto significa que los grupos tienen fuertes identidades. La comunicación es indirecta y la armonía del grupo tiene que mantenerse, se evitan los conflictos abiertos. La relación tiene una base moral y esto es siempre tiene prioridad sobre el cumplimiento de las tareas. Debe invertirse tiempo inicialmente para establecer una relación de confianza. A menudo se encuentra nepotismo. La retroalimentación es siempre indirecta, también en el ámbito de los negocios[2]”.


 

[2] http://geert-hofstede.com/guatemala.html

La otra variable es la «masculinidad», que no se refiere al sexo. Su definición es: los
valores masculinos parecen diferir entre sociedades más de lo que difieren los
femeninos. Los primeros son aquellos que enfatizan una conducta decisoria y
competitiva mientras que los valores femeninos enfatizan la modestia y la
bondad. En los países “femeninos” las mujeres y los hombres comparten esos
valores de modestia y bondad, mientras que en los “masculinos” hay más diferencia
porque los hombres son más decisorios y competitivos.

Masculinidad: Esta variable presenta una compleja relación con la calidad institucional. Por un lado se encuentran países como Suecia, Noruega, Dinamarca e incluso Costa Rica y Chile, todos ellos en destacadas posiciones en el ICI, pero entre los opuestos también encontramos a Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Suiza. ¿Qué significa esto? Veamos lo que los autores dicen respecto a algunos de estos países. En relación a Suecia, el país con menores diferencias entre uno y otro sexo (aclaremos que son diferencias de valores no de trato): “un índice bajo (femenino) en esta dimensión significa que los valores dominantes en la sociedad son la bondad hacia otros y la calidad de vida. Una sociedad femenina es una donde la calidad de vida es signo de éxito y destacarse de los demás no es admirable”[1].

Respecto a Eslovaquia, en la posición más “masculina”, dice: “Con 100, Eslovaquia es una sociedad masculina – muy orientada y motivada por el éxito. Es importante ser considerado exitoso y alcanzar sus objetivos. Los símbolos de estatus como autos, imponentes casas, ropas, etc., juegan un papel importante. La gente trabaja duro para lograr un alto nivel de vida y poder ‘mostrar sus logros’. Se necesitan largas horas de trabajo y dedicación para lograr esto”[2].

No parece haber tampoco una evidente relación entre masculinidad/feminidad y la calidad de las instituciones políticas o económicas.

 

País Masculinidad Posición ICI País Masculinidad Posición ICI
Suecia

5

5

Estados Unidos

62

11

Noruega

8

8

Ecuador

63

151

Letonia

9

42

Colombia

64

83

Holanda

14

10

Filipinas

64

99

Dinamarca

16

2

Polonia

64

39

Lituania

19

30

China

66

122

Eslovenia

19

44

Alemania

66

13

Costa Rica

21

46

Gran Bretaña

66

9

Finlandia

26

1

Irlanda

68

12

Chile

28

22

Jamaica

68

76

Estonia

30

20

México

69

88

Portugal

31

31

Italia

70

59

Tailandia

34

80

Suiza

70

3

Rusia

36

140

Suiza (Alemana)

72

Guatemala

37

108

Venezuela

73

182

Surinam

37

113

Austria

79

16

Uruguay

38

41

Sudáfrica (blanca)

83

Corea del Sur

39

29

Hungría

88

47

Bulgaria

40

61

Japón

95

19

Croacia

40

78

Eslovaquia

110

40

Distancia al poder y rechazo a la incertidumbre

En este intento de análisis sobre la relación entre ideas e instituciones, veremos ahora si el análisis de Hofstede y sus categorías muestra algúna relación entre el predominio de ciertos valores y la calidad institucional según la mide el Índice de Calidad Institucional. Ahora veremos dos: distancia al poder y evitar la incertidumbre.

Distancia al poder:

Recordemos la definición: se refiere a la aceptación de las jerarquías por parte de aquellos que están abajo, no en la cúspide de ellas. Podríamos interpretarlo como en qué medida se aceptan las opiniones de superiores jerárquicos sin mayor cuestionamiento o en qué medida se siente confianza para diferir con el superior.

Parece bastante evidente que aquellos países son más abiertos a diferir con los que están en posiciones jerárquicas muestras mejor calidad institucional; los otros más relacionados con regímenes autoritarios o dirigidos por líderes carismáticos populistas que se apoderan la de cúspide de una jerarquía que luego no se cuestiona:

País Distancia al poder Posición ICI País Distancia al poder Posición ICI
Austria

11

16

Croacia

73

78

Israel

13

38

Singapur

74

23

Dinamarca

18

2

África Occidental

77

Nueva Zelanda

22

4

India

77

98

Suiza (alemana)

26

3

Ecuador

78

151

Irlanda

28

12

Indonesia

78

105

Noruega

31

8

Países árabes

80

Suecia

31

5

Bangladesh

80

143

Finlandia

33

1

China

80

122

Suiza

34

3

México

81

88

Costa Rica

35

46

Venezuela

81

182

Alemania

35

13

Surinam

85

113

Gran Bretaña

35

9

Serbia

86

95

Australia

36

6

Rumania

90

65

Holanda

38

10

Rusia

93

140

Canadá

39

7

Filipinas

94

99

Estonia

40

20

Guatemala

95

108

Luxemburgo

40

14

Panamá

95

55

Estados Unidos

40

11

Malasia

104

57

Lituania

42

30

Eslovaquia

104

40

Evitar la incertidumbre

De Nuevo recordemos su definición: es la tolerancia por la incertidumbre y la ambigüedad. Las culturas que buscan minimizar estas situaciones tienen leyes y normas estrictas y la creencia en una verdad absoluta a nivel filosófico y religioso. Los opuestos aceptan la incertidumbre, son más tolerantes de opiniones diferentes, tratan de tener la menor cantidad de reglas posibles, pero cumplirlas.

En este caso los países con mayor calidad institucional son aquellos que aceptan la incertidumbre, buscan reducirla con su iniciativa individual a diferencia de los otros que lo hacen a través de normas y reglamentaciones. No extraña encontrar aquí a los países con mejores calificaciones en el subíndice de calidad de las instituciones económicas. En el otro extremo se encuentran muchas sociedades latinas y conservadoras, con menor apego al riesgo:

País Evitar la incertidumbre Posición ICI País Evitar la incertidumbre Posición ICI
Singapur

8

23

France

86

25

Jamaica

13

76

Panamá

86

55

Dinamarca

23

2

España

86

28

Hong Kong

29

15

Perú

87

64

Suecia

29

5

Eslovenia

88

44

China

30

122

Rumania

90

65

Vietnam

30

138

Japón

92

19

Gran Bretaña

35

9

Serbia

92

95

Irlanda

35

12

Surinam

92

113

Malaysia

36

57

Bélgica (francesa)

93

India

40

98

Polonia

93

39

Filipinas

44

99

Bélgica

94

17

Estados Unidos

46

11

El Salvador

94

94

Canadá

48

7

Rusia

95

140

Indonesia

48

105

Malta

96

36

Nueva Zelanda

49

4

Bélgica (holandesa)

97

Sudáfrica (blanca)

49

60

Uruguay

100

41

Noruega

50

8

Guatemala

101

108

Australia

51

6

Portugal

104

31

Eslovaquia

51

40

Grecia

112

84

 

 

 

Oferta y demanda en Manhattan

Con los alumnos de Economía Política de la Facultad de Derecho, UBA, repasamos en la primera clase el funcionamiento de los mercados.

New York

En el suplemento inmobiliario de La Nación hay un artículo que nos puede ayudar a explicarlo más. Es sobre el mercado inmobiliario en Nueva York y su título es “Altísima demanda”: http://www.lanacion.com.ar/1676189-altisima-demanda

Comenta una entrevista con un agente inmobiliario de esa ciudad, quien explica que los precios están subiendo porque hay mucha demanda. Éste dice:

«Hay que entender que la demanda es superior a la oferta porque además nos referimos a la isla de Manhattan, rodeada de agua, superlimitada. En verdad es un problema contar con esa búsqueda tan intensa frente a lo que se puede ofrecer tanto a los extranjeros como al mercado local».

Esa limitación que menciona sugiere lo que llamamos una oferta “inelástica”, es decir, que no reacciona produciendo proporcionalmente más cantidad con un aumento del precio y sugiere que esto se debe a que Manhattan es una isla y, como tal, la tierra para construir tiene un límite físico infranqueable.

Está claro que la construcción es una actividad que muestra esa inelasticidad en el corto plazo: si aumenta la demanda y sube el precio, pareciera que la oferta no responde en forma inmediata. Se toman tal vez dos años en construir un nuevo edificio. Pero esto no es diferente de muchas otras industrias, también se tarda años en tener un buen vino, y tres años en generar un novillo, o cinco años generar un abogado!!

Por otra parte, no todo el stock de viviendas está en el mercado en un momento dado, sólo unas pocas. Entonces, lo que es fijo en el corto plazo es el stock de viviendas, pero no la oferta. Cuando el precio sube bien puede haber gente que ahora se decide a vender y antes no pensaba hacerlo, otros que piensan que mejor venden allí y aprovechan el precio alto para comprar algo más grande en otra zona, gente que decide dejar de alquilar y poner a la venta, etc.

Asimismo, si bien la isla tiene una superficie limitada, no lo tiene tanto su “espacio”, por esa razón cuando hay una escasez de terrenos se construye hacia arriba, y Nueva York es un buen ejemplo de eso. O sea que estos altos precios serían un fuerte incentivo para construir nuevos edificios altos, pero el artículo señala que hay muchas normas que lo impiden, ya que prohíben la demolición de un edificio existente, o determinan que mantengan la fachada.

Vale la pena considerar un poco este último punto: esas normas restringen la oferta y, por lo tanto, contribuyen al aumento de los precios. Está claro que a todos nos gusta luego recorrer una ciudad y ver los edificios de otras épocas, pero no sé si somos conscientes de que hay un precio que se paga. Tal vez uno quiera pagarlo igual. Al mismo tiempo, es esto un ejemplo de cómo una regulación puede resultar expropiatoria: supongamos que he heredado un viejo edificio de mis padres; si se hace allí un edificio de 30 pisos el terreno del edificio vale, digamos, 3 millones de dólares. Ahora se aprueba una norma según la cual el edificio existente, una casa digamos, no se puede demoler porque es antigua.

Entiéndase bien, a mí también me gusta pasear por allí y ver esa casa, pero está claro que el dueño antes podía esperar 3 millones de dólares y ahora, tal vez, 300.000. La pregunta, que bien plantea el profesor Richard Epstein en su libro “Reglas simples para un mundo complejo”( http://www.amazon.es/Simple-Rules-Complex-Richard-Epstein/dp/0674808215 ), es, y esto es un buen punto para que discutan los futuros abogados, si no se trata de una “expropiación por utilidad pública” que debería ser indemnizada.

Es decir, todos los «usuarios» de esa vista, pagamos porque queremos que se mantenga, pero no le hacemos pagar por ello al propietario.

El artículo explica que la alta demanda proviene en muchos casos de ricos de todo el mundo que quieren vivir allí, y menciona otras causas:

“El impulso ascendente es también una respuesta a un sólido crecimiento del empleo en la ciudad de Nueva York en 2013, además también el efecto riqueza en relación con el mercado de valores y especialmente la percepción global que atrae inversores del mundo entero, como un destino seguro para sus inversiones. Comenta Schuff que «Manhattan es y seguirá siendo la capital de mundo, concentrando en sus escasos 59,5 km2 todos los atractivos de una ciudad sin igual. Los excedentes de liquidez de otras regiones siempre serán seducidos por una ciudad irrepetible, y que por lo mismo genera un mercado inmobiliario cuasi blindado».

Hay un par de cosas aquí que vale la pena destacar. La primera es “destino seguro” para sus inversiones, lo cual muestra la importancia del respeto a ciertas normas (derechos de propiedad, contratos), para que se produzca la inversión. La otra es en verdad, negativa: esa demanda puede ser también el resultado de una “burbuja”, que se menciona aquí como “excedentes de liquidez en otras regiones”, y uno debería agregar también en los Estados Unidos cuando menciona “efecto riqueza en relación con el mercado de valores”, ya que las bolsas sufren también los efectos de políticas monetarias expansivas que crean burbujas. Refiero para esto a un post anterior: https://bazar.ufm.edu/la-proxima-burbuja/

Educación para los pobres: ¿pública o privada?

En momentos de conflicto salarial de docentes y clases que no comienzan, es buena coincidencia tratar un tema relacionado con la educación de los pobres.

Una pausa en el tema de los valores y las instituciones.

Un alumno de la materia Applied Economics realizó la presentación de un texto de James Tooley y Pauline Dixon sobre la educación privada para los pobres, disponible aquí: http://www.elcato.org/pdf_files/ens-2006-11-15.pdf

Hace ya más de 20 años, realizando un trabajo para el Banco Mundial, Tooley descubrió, para su asombro, que los pobres del barrio más pobre de Lagos, Nigeria, enviaban a sus hijos a escuelas privadas en lugar de escuelas públicas cercanas. Se sorprendió, no pensaba que existieran. Cuando lo contó a sus compañeros del BM no le creyeron. A partir de allí recorrió los barrios más pobres del mundo, en la India, Paquistán, Ghana, China, y en todos ellos encontró escuelas privadas para los pobres. En el artículo mencionado resume las conclusiones de sus años de investigación.

Escribió recientemente un libro donde comenta todas sus experiencias:

The beautiful tree

En el contexto de los temas que estamos viendo en las clases la investigación es importante por lo siguiente:

–          En la visión predominante, los bienes y servicios se clasifican como privados o públicos según dos características:

  • La capacidad de excluir a los que no pagan
  • La rivalidad en el consumo

–          En cuanto a la exclusión se refiere, si no se puede excluir a quienes no pagan, no habría incentivo para proveer ese bien o servicio a través del mercado. Imaginemos una cafetería en la universidad, si pudiéramos simplemente pasar y llevarnos el café sin pagar, al día siguiente el dueño no estaría allí; para qué comprar café y otros insumos si luego no puede recuperar esos costos y ganar algo.

–          La rivalidad en el consumo se refiere a que un mismo bien o servicio no puede ser consumido por varias personas al mismo tiempo. EL café que yo me tomo, no lo puede tomar otro al mismo tiempo.

–          Según Samuelson, los bienes que tienen características de exclusión y rivalidad, son “privados”, y pueden ser provistos por el mercado; y los que no, son “públicos” y deberían ser provistos por el estado, ya que todos tenderíamos a ser usuarios gratuitos, “free riders”, siendo que todos valoramos pero no nos pueden obligar a pagarlo. El ejemplo más emblemático es el de un faro, que luego Ronald Coase discutiría (se trata este caso en el libro con mucho detalle).

En general, la gente afirma que la educación debería estar a cargo del estado o que éste debería cumplir un papel importante en ella. Pero atengámonos a la clasificación de Samuelson: ¿es la educación un bien público o privado? Bueno, es privado, ya que se puede excluir al que no pague (si no paga no puede ingresar al aula), y hay rivalidad en el consumo (en un aula entra un cierto número de alumnos, luego se produce congestión).

La prueba de que es un bien “privado” en este sentido es que el mercado lo provee sin inconvenientes. Entonces, ¿cuál es el carácter “publico” que justificaría el papel del estado como proveedor?

Tal vez podrúa argumentarse que el mercado puede proveer educación, pero que no va a proveer educación para los pobres. Este es el punto que contradice la investigación de Tooley: el mercado también provee educación para pobres.

Entonces, el problema a discutir tal vez sea otro, no ya si la provisión es posible o no; si no su financiamiento. Tooley muestra que los padres pobres están dispuestos y pagan la educación de sus hijos. En fin, pero son pobres, entonces el tema a considerar sería ése. En tal sentido, remito a los posts anteriores sobre soluciones a la pobreza.

Asimismo, puede ser que estas escuelas sean de muy Baja calidad. Esto es lo que resume el alumno en su presentación:

•Este paper trata sobre una investigación hecha en Ghana, Nigeria, Kenya e India para determinar que tan buena es la calidad de las escuelas privadas –y muchas veces clandestinas- dirigidas a las clases pobres, y que tanta penetración de estas instituciones existe en ese estrato social.
•A su vez, la idea es contrastar estos datos con los obtenidos sobre el sistema publico gratuito, y comparar las preferencias del usuario
•El hecho de que existan un gran numero de escuelas privadas, no registradas, podría ser una fuente de errores en el studio.
•Existe un gran interés en la población de escasos recursos en matricular a sus hijos en escuelas privadas
•Las escuelas privadas no registradas tienden a tener menores precios que las registradas
•Existe una tendencia de las escuelas privadas no registradas a ser fundadas después de la aparición de las escuelas privadas registradas, lo que sugiere una reacción a la falta de oferta.
•Las escuelas tienden a ser administradas por sus propietarios
•Los incentivos de cambiar a un hijo a una escuela publica, ej. la gratuidad de la primaria, no es muy potente en lograr un fuerte numero de cambios, y que estos cambios sean permanentes.
•Como una generalidad, las escuelas privadas –registradas o no- tenían mejor infraestructura que las publicas, y mayor presencia de docentes.
•En exámenes de desempeño la tendencia era clara a que hubiese mejores calificaciones en los alumnos de escuelas privadas
•Contrastando con estos resultados, los docentes de las escuelas publicas recibían salarios varias veces mayores que los docentes en escuelas privadas –ambos mostraron satisfacción con sus niveles de ingresos-

Ideas e Instituciones: elites o masas

He tratado en posts anteriores distintas teorías sobre el origen de las instituciones, para terminar con una de ella que afirma la importancia de los valores e ideas determinando el destino de una sociedad. Más sobre el asunto:

Continuando con el vínculo entre ideas e instituciones buscaremos, entonces, analizar la relación que pueda existir entre el predominio de ciertas ideas y la existencia de ciertas instituciones. La tarea, sin embargo, es muy difícil ya que, ¿qué significa que ciertas ideas predominan en una sociedad? ¿Debemos tratar de analizar las ideas y valores que predominan en toda la población o solamente en las élites?

Este es uno de los tantos dilemas que se presentan y no es menor. Converse (2006) en un trabajo seminal en la materia señala, precisamente, que los sistemas de convicciones nunca han se han rendido fácilmente al estudio empírico y la cuantificación y han llevado a decir que lo que es importante para estudiar no es medible y lo que es medible no es importante para investigar. La tesis de este autor es que existen claras diferencias en la naturaleza de los sistemas de convicciones entre las elites políticas y las masas. En forma similar a la planteada por Rose y Milton Friedman sugiere una descripción basada en una pirámide que se extiende desde un vértice pequeño hasta una base amplia, con distintos niveles basados en el nivel de conocimientos.

¿Qué deberíamos considerar entonces, las convicciones de las elites o las de las masas? En el primero de los casos el sistema de convicciones es más coherente, en el sentido de que podríamos más fácilmente predecir que si un individuo de la elite tiene una cierta convicción, seguramente tendrá otras que normalmente forman un conjunto funcional, mientras que esta coherencia se va debilitando a medida que se baja de la pirámide. Converse (p. 8), menciona este ejemplo: si un legislador se destaca por su insistencia en reducir impuestos y tener un presupuesto balanceado, se puede predecir con cierto grado de éxito que también se opondrá a cierto aumento del gasto público. En el caso del votante común, sin embargo, esto es mucho menos probable. Es más, sería de esperar que apoyara tanto una reducción de impuestos como un aumento del gasto social al mismo tiempo. En su investigación toma en cuentas las opiniones sobre “gasto/ahorro” como indicativas de una visión más amplia “liberal/conservadora” (“liberal” en el sentido usado en Estados Unidos, más cercano a socialdemócrata) y sugiere que un 17% formaría parte del estrato I, con una clara comprensión de la diferencia que captura casi toda su extensión, 37% en los estratos IV y V con un concepto totalmente vago, y un 46% que se divide en dos estratos, el III que presenta mucha incertidumbre y conjeturas en relación a los términos y el II, el que define bien los términos pero en un sentido muy estrecho.

Hofstede

Geert Hofstede

A este problema se le suma la falta de fuentes de datos que permitan un análisis comparativo en cualquiera de esos estratos. Tomemos el caso de las investigaciones realizadas por Gert Hofstede, un sicólogo social pionero en la realización de estudios culturales comparativos. En base a los datos de una investigación realizada originalmente por IBM para entender las diferencias culturales entre los agentes de la empresa en distintos países desarrolló luego un extenso trabajo comparativo que, si bien se basa principalmente en el análisis de los valores de personas como miembros de organizaciones, establece diferencias a nivel nacional. Es decir, el trabajo evalúa las diferencias entre un país y otros, no entre una organización y otras dentro de un mismo país.

Información muy completa, incluso con los resultados por país, aquí: http://geert-hofstede.com/

El universo de las consultas realizadas no se corresponde con las elites que menciona Converse, quien considera principalmente a las elites políticas, pero nos dará una primera vista de las ideas y valores que predominan en algunos estratos medios.

En un primer momento desarrolló cuatro categorías:

  1. Distancia en el poder: se refiere a la aceptación de las jerarquías por parte de aquellos que están abajo, no en la cúspide de ellas. Podríamos interpretarlo como en qué medida se aceptan las opiniones de superiores jerárquicos sin mayor cuestionamiento o en qué medida se siente confianza para diferir con el superior.
  2. Evitar la incertidumbre: es la tolerancia por la incertidumbre y la ambigüedad. Las culturas que buscan minimizar estas situaciones tienen leyes y normas estrictas y la creencia en una verdad absoluta a nivel filosófico y religioso. Los opuestos aceptan la incertidumbre, son más tolerantes de opiniones diferentes, tratan de tener la menor cantidad de reglas posibles, pero cumplirlas.
  3. Individualismo: se refiere a cuánto están los individuos integrados en grupos. Por un lado hay sociedades donde se espera que los individuos se arreglen por sí mismos y con sus familias, mientras que otros se encuentran integrados en grupos muy fuertes y cohesivos, que los protege a cambio de su lealtad.
  4. Masculinidad: los valores masculinos parecen diferir entre sociedades más de lo que difieren los femeninos. Los primeros son aquellos que enfatizan una conducta decisoria y competitiva mientras que los valores femeninos enfatizan la modestia y la bondad. En los países “femeninos” las mujeres y los hombres comparten esos valores de modestia y bondad, mientras que en los “masculinos” hay más diferencia porque los hombres son más decisorios y competitivos.

Luego se agregaron otras dos categorías:

  1. Orientación hacia el largo plazo: Las sociedades orientadas al largo plazo fomenta virtudes pragmáticas como el ahorro, la persistencia, y la adaptación a circunstancias cambiantes. Las orientadas al corto plazo, en cambio, hacia virtudes relacionadas con el presente y el pasado como el orgullo nacional, respeto por la tradición y cumplir ciertas obligaciones sociales.
  2. Indulgencia versus contención: en ciertas sociedades se permite la libre gratificación de ciertos impulsos relacionados con el disfrute de la vida y el entretenimiento y las otras las suprimen y regulan con normas sociales muy estrictas.

Antes de intentar trazar una relación entre estas categorías y distintos niveles de calidad institucional, veremos qué países se encuentren entre unos y otros tipos (Hofstede et al, 2010).

Converse, Philip E. (2006 [1964]) “The nature of belief systems in mass publics”, Critical Review, 18: 1-3, 1-74.

Hofstede, Geert, Gert Jan Hofstede & Michael Minkov (2010); Cultures and Organizations: Software of the Mind, Third Edition; (McGraw-Hill).

Concentración en los mercados y el libro en París

En distintas clases, alumnos han planteado una preocupación por el “poder” de las grandes empresas, en particular, para manipular la economía según sus conveniencias. Esta idea, contradice una vieja tradición en economía que la competencia en el mercado fuerza a los productores a ofrecer a los consumidores lo que éstos necesitan y prefieren, motivándolos a innovar en forma permanente. En una versión más amplia, es una teoría de origen marxista que plantea que el capitalismo tiende a la concentración inevitablemente, terminando en grandes corporaciones que manejan al mundo.

Como primer comentario sobre esta preocupación quisiera presentar un dato: desde el año 1957 hasta el 2011, el 87% de las empresas que figuraban en el Fortune 500 (es decir las 500 más grandes), no existen más!!!

Nombres que nos son comunes hoy como grandes empresas (Facebook, Google, Twitter, Amazon, Ebay, etc.), no existían hace 20 años, algunas hace 10 años!

La teoría de la continua concentración está equivocada.

Ahora quiero plantear algunas cuestiones respecto a porqué en base a este artículo de La Nación que comenta sobre el mercado editorial en Francia con motivo de la Exposición del libro en París: http://www.lanacion.com.ar/1674846-el-mercado-editorial-frances-se-concentra

El título parece plantear una preocupación y afirmar esa tendencia: el mercado se concentra. Es más, la directora de una editorial “independiente” (¿de quién?), dice que son una de las últimas. A todos nos causa simpatía un pequeño que se ve amenazado por los grandes, pero cuando veamos Public Choice tenemos que entender también que los pequeños pueden quejarse o plantear estos escenarios para obtener subsidios, crédito barato, que efectivamente reciben en Francia.

Cortazar

Otra dato: la famosa editorial Hachette factura 2000 millones de Euros, “una cifra superior al conjunto de los diez siguientes en la lista”. Todo esto parece estar planteando un escenario preocupante, con grandes editoriales que se apoderan el mercado, desplazan a los pequeños y, tarde o temprano, abusarán de los lectores.

Pero el mismo artículo presenta algunos datos que muestran otro panorama. Dice: “El universo francés está compuesto por unos 10.000 editores”. No es un número pequeño, pero tal vez, las grandes ocupan todo. Luego dice: “Las 20 grandes maisons reúnen cerca de 5000 títulos cada una”, pero antes mencionó que el “universo editorial francés” es de 600.000 títulos. Quiere decir que las 20 editoriales más grandes tienen 100.000, o sea tan solo un 16,6% del total. Lejos está esto de ser concentración.

Incluso si hubiera concentración, ¿por qué no debería preocuparnos? La concentración en un mercado puede darse por barreras al ingreso de competidores. Estas barreras pueden ser de dos tipos: regulatorias o tecnológicas.

Las primeras las impone el estado. En tanto exista un mercado desregulado que no ponga trabas regulatorias al ingreso la sola amenaza de ingreso de competidores pondrá a los grandes en guardia y los hará comportarse competitivamente. Y, claramente, habría que remover esas regulaciones que estorban, encarecen o impiden el ingreso de nuevos competidores: ya sea otras grandes editoriales de otros países o pequeños nuevos emprendimientos.

Las barreras tecnológicas (pueden ser necesarias inversiones muy altas para comenzar a operar), suelen ser derribadas por la innovación. Hoy, los libros se pueden imprimir a pedido, cualquiera puede hacerlo. Montar una editorial es sumamente sencillo. Los ebooks son incluso de más fácil acceso. Una prueba es mi propio libro, se vende en Amazon, la librería más grande del mundo. Cualquiera puede acceder a vender un libro de esa forma.

Entre las 10.000 editoriales francesas y estas posibilidades está claro que no nos debería preocupar tal cosa como una “concentración” en grandes empresas.

Derechos de propiedad sobre los dominios en Internet

El tema del registro de los dominios en Internet plantea una interesante cuestión a discutir en relación a los derechos de propiedad.

El derecho de propiedad es una institución de origen evolutivo perdido en la historia en el momento en que dos personas decidieron realizar un intercambio, y al hacerlo en lugar de tomas violentamente el bien del otro, aceptaron de facto un derecho de posesión que el otro tenía. Luego este derecho se formalizaría a través de la propiedad registrada y los contratos.

El derecho de propiedad es, tal vez, la institución más importante en la sociedad, que incluye a todos los derechos humanos ya que comienza con la propiedad que tenemos sobre nuestro cuerpo y persona. Este derecho continúa en evolución, especialmente en las fronteras de la tecnología, tal el caso de los dominios en Internet, que muy se trata en La Nación: http://www.lanacion.com.ar/1674840-punto-ar-mas-control-oficial-sobre-los-dominios-de-internet

El cambio que se introducirá es el pago por la solicitud de dominio a un organismo público que depende de la Cancillería y se llama NIC.ar.

No obstante, creo que es un tema menor y quisiera plantear algunas reflexiones, no desde el derecho, sino tal vez desde la filosofía política y la economía. El sistema actual parece “generar” el derecho a partir del registro, luego el problema de que algunos registran muchos registros, por las dudas o anticipando a marcas o nombres reconocidos.

Locke

¿Cuál es el origen del derecho de propiedad? Quiero hacer aquí referencia al filósofo John Locke (1632-1704), quien sostuvo que ocurre cuando alguien “mezcla su trabajo” con algún recurso que no tiene propietario. Es decir, una tribu ocupa una tierra que no es de nadie, siembra, cerca, cría ganado, etc. No es cuestión de que alguien llega, a la Luna por ejemplo, y dice, todo esto es mi propiedad, hágase una escritura. Solamente puede reclamar aquella parte con la que mezcló su trabajo de alguna forma, el resto sigue estando abierto hacia todos los demás.

Luego, esa posesión se transforma en “derecho de propiedad” cuando los demás aceptan ese carácter. La última etapa es la formalización a través de títulos, su registro, catastro, etc. La importancia de este último paso en el desarrollo económico de Occidente fue destacado por Hernando de Soto en su libro, El Misterio del Capital.

En un primer libro en conjunto con Enrique Ghersi y Mario Ghibellini, El Otro Sendero, ya habían destacado la importancia del derecho de propiedad y las dificultades para acceder a él por los pobres de Perú, quienes se veían forzados a desempeñarse en la informalidad.

¿Cómo se aplicaría el principio “lockeano” a los dominios en Internet? Por supuesto que esto es un ejercicio conceptual, tal vez no aplicable, o erróneo, pero va: la propiedad sobre un dominio sería reclamara por alguien que lo hubiera “ocupado” y estuviera sin dueño, es decir que no hubiera otro igual en funcionamiento. ¿Qué significa “ocupar” en este caso? Algo así como tener una página web que sostenga cierto tráfico o uso. Luego vendría el registro tanto sea local, en el extranjero, o en los sitios que ofrecen espacios en la red y menciona el artículo.

En este sentido funcionaría también la “prescripción adquisitiva”. El no uso o falta de funcionamiento del sitio por un cierto tiempo podría dar paso a su ocupación y reclamo de propiedad por otro.

Las disputas sobre la propiedad se solucionarían en la justicia, y como esta es lenta, podrían imaginarse mediaciones, arbitrajes, tribunales privados en Cámaras o Asociaciones, etc.

En fin, el asunto es que el “mero registro” no parece un buen principio para originar el derecho de propiedad, es burocrático y promueve la registración indiscriminada. De la otra forma, habría que tener los registros en funcionamiento, habría que “ocuparlos”. Tal vez esto sería más costoso y engorroso que pagar por el simple registro.

Tal vez esto no sea “práctico”, pero creo que sería bueno discutir el principio de origen del derecho de propiedad sobre estos recursos.

La próxima burbuja

La revista Inversor Global, reproduce un artículo del consultor de inversiones Bill Bonner, quien analiza los mercados desde una perspectiva teórica basada en la Teoría Austríaca del Ciclo Económico, desarrollada principalmente por Mises y Hayek. En esencia, la teoría sostiene que el origen de los ciclos económicos (auges y caídas) se encuentra en las políticas monetarias implementadas por los gobiernos a través de los bancos centrales. Estos manipulan la tasa de interés, reduciendo la tasa por debajo de su tasa «natural» o de Mercado, y esa menor tasa ocasiona el boom de inversiones que genera una «burbuja». Tarde o temprano, como los ahorristas no han decidido ahorrar más sino que el Nuevo crédito es articialmente creado por la autoridad monetaria, la puja por entre los consumidores y los inversores hace subir la tasa y la burbuja estalla (los consumidores no han dejado de consumir, quieren más crédito, y los inversores también quieren más con esa Baja tasa).

SI la banca central convalida esa puja con más crédito barato (emisión monetaria) se avanza hacia la hiperinflación; si se frena, la tasa sube y el ciclo gira hacia la caída (recesión o depresión). Por esa razón, los economistas austríacos proponían eliminar la posibilidad de manipulación de la moneda, ya sea a través del patrón oro entonces existente, o de la competencia de monedas después.

Oro

«Política monetaria»: nada bueno ha resultado de la mezcla entre moneda y política.

Aquí el texto del artículo.

La caída ha comenzado

Los primeros desajustes económicos ya se empiezan a notar como   consecuencia de la burbuja de deuda que de forma negligente Gobiernos y   grandes corporaciones han inflado. En este artículo analizamos las futuras   consecuencias, tanto para la economía como para los mercados. 

El fin del gran mercado alcista estadounidense y de la burbuja de deuda llegará, tarde o temprano. Pero no ha llegado esta semana. ¿Llegará la próxima semana o este año?

Hoy, exploramos el tiempo que la gente olvida. Esta frase no tiene mucho sentido, pero queríamos compartirla de cualquier manera. Estamos hablando de ese espacio en el calendario al que nos referimos con un «eventualmente» o con un «tarde o temprano», esa parte del futuro en el que las cosas que no pueden durar para siempre finalmente paran.

Específicamente, nos preguntamos sobre cuándo y cómo la mayor burbuja de deuda de la historia reventará. Recuerde que el «Planeta Deuda» añadió 30 billones de dólares a sus cargas en los últimos 6 años, un incremento del 40%. Eso no puede continuar para siempre. ¿Pero cuándo terminará? ¿Y cómo terminará? ¿Inflación, deflación, hiperinflación, hiperdeflación?

Para hacer corta una historia larga, una burbuja no puede explotar sin hacer mucho daño. Y con una burbuja tan grande, el resultado será devastador. Probablemente, veremos inflación en toda su forma conocida; y tal vez en formas de las que nunca hemos oído hablar.

Uno puede discutir sobre el efecto que las políticas de expansión monetaria han tenido en la economía estadounidense, y el efecto que tendrán cuando se retiren definitivamente. Pero no hay duda de que las tasas de interés microscópicas han hecho su trabajo. La gente podía pedir prestado a unas tasas de interés históricamente bajas, y así lo hizo.

Los gobiernos se endeudaron más intensamente que nunca, sólo para cubrir los costos operativos de la gigantesca maquinaria. Las grandes corporaciones se endeudaron para expandirse, para comprar más inmovilizado, para refinanciar viejas deudas y para recomprar acciones (incrementando el precio de las acciones, coincidiendo casualmente con mejores bonus a sus directivos).

Las últimas cifras que tenemos son del tercer trimestre de 2013. En esos tres meses vimos recompras de acciones por 123.000 millones de dólares, un 32% más que en el mismo período del año anterior. Si esta tasa de crecimiento se prolongara este año, estaríamos hablando de medio billón de dólares de beneficios destinados solamente a incrementar el precio de las acciones, viniendo de las propias corporaciones.

¿Son los directivos estúpidos o simplemente avariciosos? El sabio consejo «compra barato, vende caro» no parece haberles llegado. En la parte más baja del Crash del 2008, prácticamente ninguna compañía de Estados Unidos se dedicó a recomprar acciones cuando cotizaban por un precio de ganga. Ahora que las acciones vuelven a estar al alza, casi todas las corporaciones están comprando sus propias acciones.

Seguro, esto es algo que algún día terminará. Pero no exige demasiada imaginación predecir lo que pasará cuando esto ocurra: el precio de las acciones se hundirá.

Primero, el crédito se expande y los precios de las acciones suben. Entonces, el crédito se encoge y los precios de las acciones caen. Los precios de las acciones suelen anunciar la dirección que tomarán los precios al consumo.

Después de tanta inflación del crédito, esperamos que haya una deflación tremenda cuando la burbuja explote. De repente, el «efecto riqueza» se convertirá en el «efecto pobreza», con gente reduciendo sus gastos personales, inversiones y lujos.

Esto sería normal, natural y saludable. La deflación de la deuda no crea deuda tóxica o malas inversiones, obliga a la gente a asumir la culpa por sus errores. Las empresas quiebran; ya no pueden pedir prestado fondos casi ilimitados a tasas de interés casi inexistentes. La gente puede declararse en quiebra una vez más y tendrán mucha compañía. Los cinco billones de dólares que por arte de magia aparecieron mientras la Bolsa subía súbitamente desaparecen por donde vinieron.

No hay misterios sobre el ciclo de deuda. La riqueza creada sobre el crédito desaparece cuando el crédito se corta. Es entonces cuando uno se da cuenta de quién cometió los mayores errores.

La gran pregunta es: ¿cuán grande puede llegar a ser esta burbuja antes de que explote? ¿Y cómo se las arreglarán los bancos centrales cuando esto ocurra?

La primera pregunta tiene una respuesta obvia: ¿quién sabe? Y respecto a la segunda, los bancos centrales están trabajando en ello, con Estados Unidos y Japón a la cabeza. Y gracias a ello las corporaciones y los gobiernos todavía se están endeudando a buen ritmo.

Las corporaciones aún están recomprando sus acciones. Y los precios de las acciones, hasta donde podemos ver, aún siguen subiendo. Y podría seguir siendo así durante un tiempo; nadie sabe cuánto tiempo.

Otro día nos haremos esta otra pregunta: cuando el fin llegue, ¿qué tipo de fenómeno económico tendremos? ¿Inflación? ¿Deflación?

Saludos,

Bill Bonner.

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros «Financial Reckoning Day» y «Empire of Debt» que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos. Sus columnas hacen parte de la Revista InversorGlobal. Puede suscribirse haciendo click aquí.

El mejor vino tinto del mundo… y barato

Excelente artículo sobre el vino Famiglia Bianchi Malbec, que acaba de ganar un concurso en Francia como el mejor vino tino del mundo y que, sin embargo, es barato, ya que su precio es (hasta ahora) de 96 pesos, o unos 10 dólares.

http://www.lanacion.com.ar/1674347-puede-un-vino-de-96-pesos-ser-el-mejor-del-mundo

El artículo presenta algunos comentarios muy útiles para explicar el papel que cumplen los costos en la formación de los precios. Hemos señalado en las clases que el valor es algo subjetivo, no objetivo, que depende de las valoraciones “subjetivas” de demandantes y oferentes, y que no puede explicarse a través de teorías que señalan al valor como originado en el trabajo o el costo de producción, o a la utilidad en la demanda y los costos en la oferta.

Sin embargo, la experiencia diaria pareciera indicar lo contrario: uno ve que el verdulero compra su mercadería, luego le agrega un porcentaje que cubra sus costos y le genere una ganancia y así establece su precio de venta. Algo similar plantea el artículo cuando se pregunta si un vino bueno es necesariamente caro o, como en este caso, resulta elegido como el mejor del mundo, pero es barato.

En primer lugar, el artículo señala que, en términos generales, existe un vínculo entre precio y calidad:

«A la hora de catar a ciegas, es posible que un vino de 80 pesos esté a la par de uno de 500, o uno de 40 con uno de 300. Todos pueden obtener buenos puntajes. Sólo que en la media, los vinos elaborados en gamas mayores de precios, y, por lo tanto, más cuidados, ofrecen mayor cantidad de matices y, por ende, suelen obtener puntajes más altos, porque se acercan más a la experiencia tope que busca un catador», agrega Hidalgo, creador de Vinómanos, la primera wine app de la Argentina.”

Este malbec ganó la competencia, ciega, es decir, los jueces cataban los vinos sin saber cuáles eran, pero el consumidor no va “ciego” a comprar, y por eso hay otros factores que entran en juego.

Ahora viene el argumento respecto a los costos:

“… hasta cierto punto el precio del vino refleja el costo de elaboración y, a mayor costo, es de esperar mayor calidad. «Hay una franja en la que el precio tiene justificación de costos: uvas más caras, barricas más caras, botellas más caras, enólogos y profesionales altamente remunerados, bodegas costosas. Esa cuenta se verifica siempre por debajo de los 50 o 60 pesos. Ahí, cada peso de aumento en los costos se traduce en un aumento del precio del vino. Esa brecha se estira hasta los 100/120 pesos hoy, aunque con la inflación es difícil establecer una barrera. De ahí en más, el precio no responde al costo, sino a un planteo comercial: si es más o menos exclusivo, a quién le habla la marca y quiénes son sus consumidores», explica Hidalgo.”

En verdad, como veremos luego con más detalle, el bodeguero que decide gastar “más” en un vino de 50 pesos lo hace tomando en cuenta “costos de oportunidad”, ya que en ese momento el dilema que se le presenta es si gasta más en mejores barricas o botellas para este vino, o gasta ese dinero en otra cosa, en otro vino, o en otra actividad. La evaluación de esas distintas alternativas es “subjetiva”, ya que lo hace evaluando potenciales ganancias futuras, pero inciertas.

«A partir de los 150 pesos, el precio de una botella se explica por una cuestión de marketing y de posicionamiento -coincide Fabricio Portelli, periodista especializado en vinos y sommelier-. El problema es que muchas bodegas miran a la de al lado para fijar sus estrategias de marketing y, entonces, si una sube el precio por alguna razón específica, las de al lado también lo suben. Por eso hay muchos vinos con precios inflados y consumidores que nunca llegan a terminar de enganchase con esas marcas.»

Aquí, ya claramente la demanda es subjetiva y el precio poco tiene que ver con el costo incurrido. Pues cuando se compra un vino no se busca solamente una determinada calidad. Dice el artículo:

“… Iglesias advierte que la calidad del vino no es el único factor que orienta la elección del consumidor. «La mayoría de los consumidores cuando abren una botella buscan la imagen de determinada botella en la mesa o el saber que al regalar un vino van a quedar bien. Y a veces todos esos factores no te los cubre sólo la calidad del vino: te los cubre el peso de la etiqueta. Y creo que eso también es respetable.» «Cada uno sabe lo que puede invertir en una botella de vino -afirma Portelli-. En función de eso, deberá primar la ocasión de consumo y qué quiero lograr: quiero impactar, quiero quedar bien con un regalo, quiero cumplir o que todos hablen del vino. Para lograr este tipo de cosas, hay que hacer el mínimo esfuerzo de informarse un poco.»

Estas valoraciones son claramente subjetivas. Entonces, del lado de los demandantes, está claro que dependerá de las preferencias de cada uno: unos buscan calidad, otros buscan marca, otros impresionar a quien lo invitó a comer, o impresionar a mis invitados, etc.

Es más, seguramente el precio del Famiglia Bianchi va a subir, pero no ya, o solamente, por el afán de lucro de sus productores, es que ahora nos está ofreciendo otra cosa. Aunque físicamente sea el mismo vino, en verdad no lo es. Ahora llego al asado con los amigos y llevo «el mejor tinto del mundo». ¿Cuánto vale eso? Mucho para algunos, nada para otros. Depende de las valoraciones subjetivas que son diferentes en cada uno de nosotros.

¿Y del lado de los oferentes? ¿Sus valoraciones, que llevan a establecer sus precios, dependen de sus costos?

Pues todo depende de qué costos estemos hablando. Si se trata de los costos contables, de los costos de producción, de cuánto me costó producir un vino, está claro que influyen pero no en el precio sino en la decisión de producir futuros vinos, para lo cual tomo en cuenta esos costos históricos, pero sin ninguna seguridad de que se repetirán en el futuro, por eso son “subjetivos”. En el momento en que la familia Bianchi se plantea hacer este malbec o no, realizará un cálculo de costos esperados y de ingresos esperados, y si el resultado es positivo, avanzará en su producción.

Pero una vez que el vino ha sido producido, lo que enfrenta el productor no es ya los costos de producción, que son costos del pasado, hundidos, sino “costos de oportunidad”. El costo de oportunidad son las otras alternativas que uno deja de lado cuando toma una decisión. Ahora la familia Bianchi tiene que decidir a qué precio lo ofrece, o si lo retiene para más adelante, o si lo mezcla con otro, etc.

En ese sentido, el costo de oportunidad de este malbec a 96 pesos puede bien haber sido ofrecerlo a 250 pesos o a 50 pesos. Pero, ¿qué cantidad se iba a vender a un precio o a otro? Tal vez lo ponían a 250 y no se vendía, o le quitaba mercado a otra marca de la misma bodega, y el resultado era negativo. Tal vez lo ponían a 50 y se vendía apenas cubriendo sus costos de producción pero deteriorando su marca, porque ahora quedaba catalogado como un vino “barato” que ya no da un servicio de “prestigio” al regalarlo a un amigo o socio.

Esa valoración respecto a las distintas posibilidades, es decir, respecto al “costo de oportunidad” es claramente subjetiva, vinculada con eventos futuros, y apenas relacionada con el costo de producción, que todo productor quiere recuperar, por supuesto, pero que no “determina” el precio al que finalmente se vende.

Excelente artículo sobre el vino Famiglia Bianchi Malbec, que acaba de ganar un concurso en Francia como el mejor vino tino del mundo y que, sin embargo, es barato, ya que su precio es (hasta ahora) de 96 pesos, o unos 10 dólares.

http://www.lanacion.com.ar/1674347-puede-un-vino-de-96-pesos-ser-el-mejor-del-mundo

El artículo presenta algunos comentarios muy útiles para explicar el papel que cumplen los costos en la formación de los precios. Hemos señalado en las clases que el valor es algo subjetivo, no objetivo, que depende de las valoraciones “subjetivas” de demandantes y oferentes, y que no puede explicarse a través de teorías que señalan al valor como originado en el trabajo o el costo de producción, o a la utilidad en la demanda y los costos en la oferta.

Sin embargo, la experiencia diaria pareciera indicar lo contrario: uno ve que el verdulero compra su mercadería, luego le agrega un porcentaje que cubra sus costos y le genere una ganancia y así establece su precio de venta. Algo similar plantea el artículo cuando se pregunta si un vino bueno es necesariamente caro o, como en este caso, resulta elegido como el mejor del mundo, pero es barato.

En primer lugar, el artículo señala que, en términos generales, existe un vínculo entre precio y calidad:

«A la hora de catar a ciegas, es posible que un vino de 80 pesos esté a la par de uno de 500, o uno de 40 con uno de 300. Todos pueden obtener buenos puntajes. Sólo que en la media, los vinos elaborados en gamas mayores de precios, y, por lo tanto, más cuidados, ofrecen mayor cantidad de matices y, por ende, suelen obtener puntajes más altos, porque se acercan más a la experiencia tope que busca un catador», agrega Hidalgo, creador de Vinómanos, la primera wine app de la Argentina.”

Este malbec ganó la competencia, ciega, es decir, los jueces cataban los vinos sin saber cuáles eran, pero el consumidor no va “ciego” a comprar, y por eso hay otros factores que entran en juego.

Ahora viene el argumento respecto a los costos:

“… hasta cierto punto el precio del vino refleja el costo de elaboración y, a mayor costo, es de esperar mayor calidad. «Hay una franja en la que el precio tiene justificación de costos: uvas más caras, barricas más caras, botellas más caras, enólogos y profesionales altamente remunerados, bodegas costosas. Esa cuenta se verifica siempre por debajo de los 50 o 60 pesos. Ahí, cada peso de aumento en los costos se traduce en un aumento del precio del vino. Esa brecha se estira hasta los 100/120 pesos hoy, aunque con la inflación es difícil establecer una barrera. De ahí en más, el precio no responde al costo, sino a un planteo comercial: si es más o menos exclusivo, a quién le habla la marca y quiénes son sus consumidores», explica Hidalgo.”

En verdad, como veremos luego con más detalle, el bodeguero que decide gastar “más” en un vino de 50 pesos lo hace tomando en cuenta “costos de oportunidad”, ya que en ese momento el dilema que se le presenta es si gasta más en mejores barricas o botellas para este vino, o gasta ese dinero en otra cosa, en otro vino, o en otra actividad. La evaluación de esas distintas alternativas es “subjetiva”, ya que lo hace evaluando potenciales ganancias futuras, pero inciertas.

«A partir de los 150 pesos, el precio de una botella se explica por una cuestión de marketing y de posicionamiento -coincide Fabricio Portelli, periodista especializado en vinos y sommelier-. El problema es que muchas bodegas miran a la de al lado para fijar sus estrategias de marketing y, entonces, si una sube el precio por alguna razón específica, las de al lado también lo suben. Por eso hay muchos vinos con precios inflados y consumidores que nunca llegan a terminar de enganchase con esas marcas.»

Aquí, ya claramente la demanda es subjetiva y el precio poco tiene que ver con el costo incurrido. Pues cuando se compra un vino no se busca solamente una determinada calidad. Dice el artículo:

“… Iglesias advierte que la calidad del vino no es el único factor que orienta la elección del consumidor. «La mayoría de los consumidores cuando abren una botella buscan la imagen de determinada botella en la mesa o el saber que al regalar un vino van a quedar bien. Y a veces todos esos factores no te los cubre sólo la calidad del vino: te los cubre el peso de la etiqueta. Y creo que eso también es respetable.» «Cada uno sabe lo que puede invertir en una botella de vino -afirma Portelli-. En función de eso, deberá primar la ocasión de consumo y qué quiero lograr: quiero impactar, quiero quedar bien con un regalo, quiero cumplir o que todos hablen del vino. Para lograr este tipo de cosas, hay que hacer el mínimo esfuerzo de informarse un poco.»

Estas valoraciones son claramente subjetivas. Entonces, del lado de los demandantes, está claro que dependerá de las preferencias de cada uno: unos buscan calidad, otros buscan marca, otros impresionar a quien lo invitó a comer, o impresionar a mis invitados, etc.

¿Y del lado de los oferentes? ¿Sus valoraciones, que llevan a establecer sus precios, dependen de sus costos?

Pues todo depende de qué costos estemos hablando. Si se trata de los costos contables, de los costos de producción, de cuánto me costó producir un vino, está claro que influyen pero no en el precio sino en la decisión de producir futuros vinos, para lo cual tomo en cuenta esos costos históricos, pero sin ninguna seguridad de que se repetirán en el futuro, por eso son “subjetivos”. En el momento en que la familia Bianchi se plantea hacer este malbec o no, realizará un cálculo de costos esperados y de ingresos esperados, y si el resultado es positivo, avanzará en su producción.

Pero una vez que el vino ha sido producido, lo que enfrenta el productor no es ya los costos de producción, que son costos del pasado, hundidos, sino “costos de oportunidad”. El costo de oportunidad son las otras alternativas que uno deja de lado cuando toma una decisión. Ahora la familia Bianchi tiene que decidir a qué precio lo ofrece, o si lo retiene para más adelante, o si lo mezcla con otro, etc.

En ese sentido, el costo de oportunidad de este malbec a 96 pesos puede bien haber sido ofrecerlo a 250 pesos o a 50 pesos. Pero, ¿qué cantidad se iba a vender a un precio o a otro? Tal vez lo ponían a 250 y no se vendía, o le quitaba mercado a otra marca de la misma bodega, y el resultado era negativo. Tal vez lo ponían a 50 y se vendía apenas cubriendo sus costos de producción pero deteriorando su marca, porque ahora quedaba catalogado como un vino “barato” que ya no da un servicio de “prestigio” al regalarlo a un amigo o socio.

Esa valoración respecto a las distintas posibilidades, es decir, respecto al “costo de oportunidad” es claramente subjetiva, vinculada con eventos futuros, y apenas relacionada con el costo de producción, que todo productor quiere recuperar, por supuesto, pero que no “determina” el precio al que finalmente se vende.

F von Wieser

El concepto de costo de oportunidad fue desarrollado por un economista austriaco, Friedrich von Wieser (1851-1926), uno de los fundadores de lo que luego se llamaría “Escuela Austriaca” de economía.

 

La maldición de las instituciones (II)

Otro bien interesante artículo sobre el «Capitalismo de Amigos», en The Economist:

http://www.economist.com/news/leaders/21598996-political-connections-have-made-many-people-hugely-rich-recent-years-crony-capitalism-may

Crony capitalism 2

En cuanto al artículo de Mehlum et al, comentado ayer, sigo:

El modelo simple comentado es el siguiente:

  1. Emprendedores productivos y buscadores de rentas (vía privilegios, protecciones, subsidios), provienen del mismo conjunto de emprendedores
  2. Se asignan en uno u otro grupo según sean los retornos que obtienen de cada actividad, hasta que estos retornos (ganancias) en una y otra actividad se igualan.
  3. Como los buscadores de rentas pujan por la renta de los recursos naturales, cuántos más hay de éstos, menos hay de los emprendedores productivos
  4. Por el contrario, las actividades productivas generan beneficios para otros, por lo que su mayor número aumenta sus beneficios. En otras palabras 3 es un juego de suma cero, y 4 es un juego de suma positiva.

Cuando hay pocos emprendedores productivos, las ganancias son bajas. En este caso, como casi todos los emprendedores se ocupan de producir, los beneficios de los buscadores de rentas son bajos también.

Si hay muchos buscadores de rentas, las ganancias son bajas para éstos porque hay pocos productores de los que extraerlas. A medida que hay más productores, las ganancias son más altas para los pocos buscadores de rentas que quedan.

Cuanto mejor es la calidad de las instituciones menores son las ganancias de los buscadores de rentas en relación con las ganancias que se obtienej en las actividades productivas, por lo que un avance hacia mejores instituciones reduce sus ganancias, hay más productores y menos rentistas.

Si las instituciones se deterioran, mejoran las perspectivas de los rentistas en comparación con los productores, hay más rentistas y menos productores.

Finalmente, en cuanto a la evolución de países con distinto tipo de recursos e instituciones.

La “maldición de los recursos naturales” ocurre ya que el país que los tiene pero con instituciones que promueven la rapiña termina peor que el que no tiene recursos aunque tenga malas instituciones, mientras que el que tiene recursos y buenas instituciones termina mejor, es decir, recibe la “bendición” de poseer un recurso natural.

Ejemplos que se presentan en el artículo:

– Guerras civiles por el control de recursos naturales: Sudan, Nigeria, Angola, Congo

– Deterioro de las instituciones:

Riqueza petrolera: Nigeria, Angola, Sudan, Venezuela

Riqueza de diamantes: Sierra Leone, Liberia, Congo

– Ejemplos de calidad institucional y «bendición» de los recursos naturales

Noruega (petróleo), Holanda (gas), Australia (minerales),