No somos racionales como dice la teoría económica predominante, pero la economía igual explica las consecuencias

En los últimos años han proliferado los análisis basados en la Economía Conductual (Behavioral Economics), mostrando cómo los seres humanos no somos racionales como la teoría económica predominante plantea. A partir de allí se han sugerido todo tipo de regulaciones a los mercados como si quienes regulan no sean tan poco racionales como los demás, o incluso más.

Es el tema que se trata en este artículo en el Journal of European Public Policy: “A behavioral approach to the rational choice analysis of the limits of state action”, por Peter J. Boettke & Christopher J. Coyne, de George Mason University: https://doi.org/10.1080/13501763.2022.2144419

“Algunos economistas argumentan que la ignorancia, las complejidades del mundo real y las fallas del mercado socavan la capacidad de los mercados autorreguladores para operar de una manera que se aproxime a un proceso eficiente. En debates más recientes, los procesos cognitivos, en forma de diversos sesgos, se han convertido en el principal foco de atención analítica. Este documento contradice estas afirmaciones. En lugar de responder redoblando el compromiso con los modelos de elección racional, argumentamos que los individuos que pueblan nuestro modelo son muy imperfectos, al igual que el mundo en el que viven. Los agentes económicos son actores humanos, no computadoras. Poseen creencias y expectativas, esperanzas y miedos y formulan sus propósitos y planes en consecuencia. Se esfuerzan por lograr los fines deseados y hacen lo mejor que pueden con las limitaciones que enfrentan. En el proceso de lucha, las personas confían en las instituciones para hacer frente a su ignorancia, gestionar la incertidumbre y el riesgo y descubrir estrategias de respuesta para lograr sus objetivos. Nuestro análisis enfatiza los procesos de filtrado de arreglos institucionales alternativos que permiten a las personas imperfectas navegar por el mundo.”

¿Deberían las empresas sancionar a países que violan derechos, como Rusia, y los consumidores sancionar a las que no lo hacen?

¿Deberían las empresas sancionar a aquellos países, como Rusia al invadir Ucrania? Y, al mismo tiempo, ¿sancionan los consumidores a las empresas que no lo hacen? ¿O deberían las empresas simplemente seguir adelante con sus negocios sin prestar atención a estas circunstancias? Parece que la gente quiere que las empresas sancionen, y están dispuestos a sancionar a las que no lo hacen. Esto se muestra en un paper de Hart, Oliver D. (Harvard, Nobel 2016); Thesmar, David (MIT); Zingales, Luigi (2022) (University of Chicago): “Private sanctions”, New Working Paper Series, No. 323, University of Chicago Booth School of Business, Stigler Center for the Study of the Economy and the State, Chicago, IL This Version is available at: http://hdl.handle.net/10419/266348

“Encuestamos a una muestra representativa de la población de EE. UU. para comprender el deseo de las partes interesadas de que sus empresas salgan de Rusia después de la invasión de Ucrania. El 61% de los encuestados piensa que las empresas deberían salir de Rusia, independientemente de las consecuencias. Solo el 37% piensa que salir de Rusia es una decisión puramente empresarial. Si una empresa no se ajusta a estos deseos, el 66% de los encuestados está dispuesto a boicotearla. Este deseo disminuye con los costos que enfrentan en el boicot. A $500, el 43% querría boicotear. Nuestro modelo es capaz de explicar hasta el 24% de la variabilidad transversal en las actitudes hacia el boicot. Sin embargo, es difícil separar los motivos deontológicos y consecuencialistas para boicotear, porque las creencias de los sujetos están altamente correlacionadas con los valores. Cuando aleatorizamos las creencias encontramos un fuerte efecto para los accionistas, pero no para los demás stakeholders. Discutimos cuáles son las implicaciones geopolíticas y económicas de un mundo donde las corporaciones privadas interrumpen las relaciones comerciales rentables por razones morales o políticas.”

Otra vez más: ¿sería ahora mejor planificar la economía gracias a las modernas tecnologías? Y otra vez, no

No es la primera vez que traigo este tema: ¿será posible la planificación económica socialista ahora con las tecnologías modernas? Y otro artículo que explica porqué no, en el Journal of Economic Behavior & Organization, Volume 206, February 2023, Pages 172-181. Con el título “Big Data, Quantum Computing, and the Economic Calculation Debate: Will Roasted Cyberpigeons Fly into the Mouths of Comrades?”, por Steven E. Phelan, Michael A. Leven School of Management, Entrepreneurship and Hospitality, Kennesaw State University y Nikolai G.Wenzel, Broadwell College of Business & Economics, Fayetteville State University, https://doi.org/10.1016/j.jebo.2022.10.018

“Los avances en la computación en la nube, el aprendizaje automático y el procesamiento cuántico están comenzando a borrar concepciones de larga data sobre la escasez de información. En este documento, nos preguntamos si eliminar todos los límites en el volumen, la velocidad y la variedad de datos permitirá que el desorden del proceso de mercado sea reemplazado por un sistema más racional de asignación y distribución de recursos que generaría menos desperdicio y más equidad. Concluimos que el acceso ilimitado a la información no resolverá el problema del cálculo económico, como algunos han conjeturado. El proceso de mercado proporciona valiosos beneficios más allá de la simple agregación de información espacial y temporalmente dispersa. Como tal, es poco probable que sea desplazado por formas más centralizadas de organización económica.”

¿Te preocupa el supuesto poder monopólico de Facebook o Google? Cada vez es menos

Para quienes se preocupan por el “poder monopólico” que podrían tener Facebook o Google, este post de Tyler Cowen en su blog Marginal Revolution es muy claro, comentando un artículo en el FInancial Times: Is there an on-line advertising duopoly? https://marginalrevolution.com/marginalrevolution/2022/12/is-there-an-on-line-advertising-duopoly.html

“¿Recuerdas esa denuncia? Es curioso cómo, por lo general, provenía de personas que también odiaban los anuncios en línea (¿y por lo tanto, presumiblemente, deberían haber deseado que fueran más caros?). Aquí está la última (FT):

Meta y Alphabet han perdido su dominio sobre el mercado de la publicidad digital que han dominado durante años, ya que el duopolio se ve afectado por la creciente competencia de sus rivales Amazon, TikTok, Microsoft y Apple.

Se prevé que la participación de los ingresos publicitarios en EE. UU. en manos de la matriz de Facebook, Meta, y el propietario de Google, Alphabet, caigan 2,5 puntos porcentuales a 48,4 por ciento este año, la primera vez que los dos grupos no tendrán una participación mayoritaria del mercado desde 2014, según grupo de investigación Insider Intelligence.

Esto marcará la quinta caída anual consecutiva del duopolio, cuya participación de mercado ha caído desde un máximo del 54,7 % en 2017 y se prevé que disminuya al 43,9 % para 2024. A nivel mundial, la participación de Meta y Alphabet disminuyó 1 punto porcentual. al 49,5 por ciento este año.”

Créase o no, somo la especie más cooperativa en el planeta: ¿cómo evolucionó la paz?

Aunque no nos parezca cuando nos peleamos, enfrentamos e incluso vamos a la guerra, el ser humano es la especie más cooperativa, entre las que hay en el planeta. ¿Cómo es que evolucionó esa cooperación? Lo trata Luke Glowacki, de Boston University, en este artículo:

Glowacki, L. (2022). The Evolution of Peace. Behavioral and Brain Sciences, 1-100. https://doi.org/10.1017/S0140525X22002862

“Si bien algunas especies tienen interacciones afiliativas e incluso cooperativas entre individuos de diferentes grupos sociales, los humanos son los únicos que tienen relaciones duraderas, de suma positiva e interdependientes entre grupos sociales no relacionados. Nuestra capacidad para tener relaciones armoniosas que cruzan los límites de los grupos es un aspecto importante del éxito de nuestra especie, lo que permite el intercambio de ideas, materiales y, en última instancia, permite la evolución cultural acumulativa. El conocimiento sobre las condiciones requeridas para las relaciones intergrupales pacíficas es fundamental para comprender el éxito de nuestra especie y construir un mundo más pacífico. ¿Cómo crean los humanos relaciones armoniosas a través de los límites de los grupos y cuándo surgió esta capacidad en el linaje humano? Responder a estas preguntas implica considerar los costos y beneficios de la cooperación y agresión intergrupal, para uno mismo, el grupo propio y el prójimo. Adoptar una perspectiva teórica del juego proporciona nuevos conocimientos sobre las dificultades de eliminar la amenaza de guerra y revela una lógica irónica para la paz: los factores que permiten la paz también facilitan el aumento de la escala y la destructividad del conflicto. A continuación, exploro las condiciones requeridas para la paz, por qué son tan difíciles de lograr y cuándo esperamos que haya surgido la paz en el linaje humano. Argumento que la cooperación intergrupal fue un componente importante de las relaciones humanas y una fuerza selectiva en la historia de nuestra especie en los últimos 300 mil años. Pero las condiciones previas para la paz solo surgieron en los últimos 100 000 años y probablemente coexistieron con la violencia intergrupal intermitente que también habría sido una fuerza importante y selectiva en la historia de nuestra especie.”

Una introducción a la Escuela Austriaca de Economía y a la Economía Institucional

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional comenzamos una serie de lecturas sobre estas dos escuelas, que tienen puntos en común. Desde ya, la importancia del marco institucional, de las reglas de juego, en el funcionamiento de los mercados y por ende la economía.

Para comenzar vemos tres trabajos introductorios:

  1. a) Juan Carlos Cachanosky; La Escuela Austriaca de Economía: https://riim.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/07/Cachanosky.pdf
  2. b) F. A. Hayek (Universidad de Viena, London School of Economics, Universidad de Chicago, Universidad de Friburgo), “Introducción”, en “Carl Menger, Principios de Economía Política”: 1-26 http://www.hacer.org/pdf/Menger00.pdf
  3. c) Martín Krause; “Derecho y Economía, Elección Pública e Instituciones: sus raíces en Argentina

Fundamentación de la materia

Las distintas escuelas económicas pueden definirse como un conjunto de teorías que buscan describir la realidad y son coherentes entre sí. En ese sentido, encontramos en la ciencia económica diversas escuelas, comenzando, por supuesto, con la economía clásica, aunque hubiera en ella posiciones bien diversas.

Una de esas escuelas es la llamada “Austriaca”, en virtud de que sus pioneros y principales autores eran de ese origen y desarrollaron sus actividades académicas principalmente en Viena, aunque luego emigraran a los Estados Unidos.

Los aportes de los austriacos se destacan desde la llamada “revolución marginalista” en la teoría del valor y luego en contribuciones que abarcan al conjunto de la disciplina. Es más, estas contribuciones van más allá ya que sus autores también han extendido su campo de interés a áreas tales como la epistemología de las ciencias, la historia, las ciencias políticas y, en general, todos los ámbitos de las ciencias sociales.

Contemporáneamente, comenzaba también a desarrollarse lo que luego se llamaría “Economía Institucional”, la cual tuvo un importante impacto inicial para luego decaer en el siglo xx; hasta que resurge con otra base teórica y es denominada “Nueva Economía Institucional”.

El objetivo de esta materia es, entonces, recorrer ese camino trazado por los principales autores de ambas escuelas, prestando atención a sus más destacadas contribuciones y el impacto que tuvieran en esos distintos ámbitos.

Sobre la blasfemia, la libertad de expresión y la tolerancia en el Islam: ¿es como la cultura de cancelación?

Antes subí un post sobre las protestas de las mujeres en Irán, ahora uno sobre el concepto de “blasfemia” en el Islam. Se trata de un artículo publicado en Law & Liberty, cuyo autor es Mustafa Akyol, senior fellow del Cato Institute con el título: “Islam, Blasphemy, and the East-West Divide”, publicado hace un par de años pero todavía vigente: https://lawliberty.org/forum/islam-blasphemy-and-the-east-west-divide/

“Comparativamente hablando, el mundo musulmán, en promedio, se encuentra en el mismo período en que John Locke escribió Una carta sobre la tolerancia (1689) o John Stuart Mill escribió Sobre la libertad (1859). Hay liberales que presionan por el cambio, en otras palabras, contra los conservadores que piensan que los herejes y los infieles deben ser castigados y todas las ideas subversivas deben ser prohibidas.

No hay un camino recto por el que pueda avanzar esta reforma, dado que el islam, a diferencia del catolicismo, no tiene una autoridad central que pueda cambiar la doctrina religiosa de sus 1.500 millones de seguidores. En este sentido es más como el protestantismo, donde la autoridad se difunde en innumerables instituciones nacionales, centros tradicionales de aprendizaje, líderes carismáticos, televangelistas, teólogos modernos, moderados, radicales y muchos individuos perplejos.

El progreso, hacia el liberalismo, puede tener lugar solo a medida que más y más musulmanes encuentren convincentes los argumentos reformistas. Y eso solo puede ocurrir cuando más y más musulmanes se sientan como en casa en el mundo moderno, en lugar de ser «otroizados» por ese mundo, y mucho menos ser amenazados, invadidos o bombardeados por él.

Sobre la blasfemia, en particular, los musulmanes llegarán a aceptar las normas liberales cuando entiendan que no están ayudando a su religión al enfrentar las críticas, o incluso las burlas, con violencia y furia. Sólo están demostrando ser inmaduros, y sólo están provocando más insultos contra la fe.

Esto puede ser difícil de entender para los islamistas militantes en los barrios marginales de Pakistán, pero los musulmanes que viven en Occidente parecen estar finalmente entendiendo cómo funcionan las cosas aquí. Esto fue evidente en la postura notablemente suave que adoptaron los musulmanes holandeses cuando Wilders intentó organizar su “Concurso de caricaturas de Mahoma” en Holanda. La ira aumentó en Pakistán, pero no en las calles de las ciudades o pueblos holandeses, como informó The Guardian. “Es fácil difundir el odio”, dijo un musulmán holandés, Usman Firdausi, “pero la mejor respuesta es la dignidad”.

La dignidad, de hecho, es la respuesta correcta a las caricaturas de Mahoma oa Los versos satánicos. Y 30 años después de la fatwa de la muerte del ayatolá, no todos los musulmanes, pero al menos algunos musulmanes, parecen estar entendiendo esto correctamente.”

Las protestas callejeras en Buenos Aires: cuanto más abundan, menos impacto tienen. Distinto es en Irán

Una ley básica de la economía podría tal vez aplicarse a las protestas en las calles: cuanto algo más abunda, menor precio tiene. El aire es casi ilimitado (por ahora) y respirar es gratis. Las protestas en la calle en Buenos Aires tienden a eso, ya son casi un adorno más (poco estético y molesto) que no envía mayor información. Distinto es el caso en Irán donde hay una larga tradición de lucha por los derechos individuales que ha vuelto a aflorar a iniciativa de las mujeres.

Se trata en el artículo que publica JStor con el título “Iran’s Protest Culture”, por Tim Brinkhof: https://daily.jstor.org/irans-protest-culture/

“Los disturbios civiles que estallaron en Irán después de que Mahsa Amini, de 22 años, fuera presuntamente asesinado a golpes por la policía de moralidad de la República Islámica en septiembre, continúan extendiéndose por todo el país. Las manifestaciones inicialmente destinadas a abolir las leyes obligatorias sobre el hiyab ahora piden el desmantelamiento completo de la propia república. De la noche a la mañana, los manifestantes pasaron de quitarse los pañuelos de la cabeza a prenderles fuego, de derribar los retratos de su Líder Supremo, Ali Khamenei, a gritar: “¡Muerte al opresor!”. en las calles.

Muchos informes presentan estos desarrollos como sin precedentes, y por una buena razón. Como dice Assal Rad, director de investigación del Consejo Nacional Iraní Estadounidense, en una llamada de Zoom, el nivel actual de desobediencia civil habría sido “inimaginable” hace unos meses.

Al mismo tiempo, es importante reconocer que las protestas de hoy no son del todo únicas en el contexto de la historia iraní. Están firmemente arraigados en una tradición centenaria de acción colectiva contra el autoritarismo, una tradición que creó “una de las culturas de protesta más sólidas del mundo”, como escribe Reza Aslan en An American Martyr in Persia: The Epic Life and Tragic Death. de Howard Baskerville, ambientada durante la Revolución Constitucional Persa de 1905-1911.

Según el historiador de Oriente Medio Ervand Abrahamian, la cultura de protesta de Irán surgió a finales del siglo XIX en los bazares. Esto no fue una coincidencia; el bazar, un mercado, un banco, una escuela y un centro religioso, todo en uno, era el nexo de unión de la vida pública iraní. Los comerciantes y los miembros de los gremios elegían a sus líderes independientemente del sha. Al carecer de voz en el gobierno, la única forma de proteger sus intereses era a través de peticiones y manifestaciones.”

Los capitalistas producirán la soga con la que serán ahorcados: ¿enemigos del capitalismo?

Lenin dijo una vez que los capitalistas producirían la soga con la que serían ahorcados. Ni cerca de Lenin, pero algo relacionado dice Randall Holcombe, profesor de Florida State University, quien escribe para el Law & Economics Center de George Mason University un artículo donde plantea que los capitalistas pueden ser los peores enemigos del capitalismo. Se titula “Creative Destruction: How Capitalism Undermines Rule of Law”: https://deliverypdf.ssrn.com/delivery.php?ID=495104001002066117005066075016112081101069081061084031018006023028083089002112092101000003027026054116046005003024114028031091107048048080009066020126097084080014008051035087102119116116003102100064008121127121085098098006074110008084108126073114099022&EXT=pdf&INDEX=TRUE

“Las instituciones capitalistas crean un entorno competitivo en el que las empresas rentables pueden sobrevivir y prosperar, pero las empresas no rentables finalmente deben fracasar. La búsqueda de beneficios en las economías capitalistas no proporciona directamente a los empresarios un incentivo para apoyar los mercados libres o el estado de derecho, sino más bien para participar en actividades que mejoren sus beneficios. Una forma de mejorar la rentabilidad de una empresa es buscar ventajas sobre los rivales de la empresa mediante el uso de conexiones gubernamentales, inclinando el campo de juego en su dirección al socavar el estado de derecho. La economía neoclásica asume que en las economías capitalistas, las empresas actúan para maximizar las ganancias, y por una buena razón. Como señaló Alchian (1950), las empresas rentables sobreviven y prosperan, mientras que las no rentables mueren. Bajo las instituciones capitalistas—protección de los derechos de propiedad, estado de derecho, y gobierno limitado—las empresas maximizan las ganancias al producir valor para sus clientes. Pero el objetivo final de las empresas no es producir valor para sus clientes, sino producir beneficios para ellas mismas. Otra estrategia que las empresas pueden seguir para mejorar su rentabilidad es participar en el proceso político para socavar el estado de derecho y cambiar las reglas para favorecerlas y crear impedimentos para sus rivales. En una economía competitiva donde la supervivencia de las empresas está en juego, las empresas que maximizan las ganancias tienen todos los incentivos para alterar las reglas para favorecerse a sí mismas siempre que sea posible. Los capitalistas no tienen el incentivo de preservar el capitalismo, sino de socavarlo para protegerse de ser víctimas de la destrucción creativa. Si el capitalismo va a desafiar las expectativas de Schumpeter y sobrevivir, será a pesar de las acciones de los capitalistas, porque las propias instituciones capitalistas dan a los capitalistas fuertes incentivos para socavar el capitalismo.”

¿Seríamos incapaces de vivir o de sobrevivir sin las tecnologías modernas, en particular las digitales?

Tal vez habrán visto algún programa de TV donde alguien es enviado al medio de la nada, sin ninguna herramienta o equipo y tiene arreglarse para sobrevivir. Y si bien el personaje de TV es un experto y hábil en cosas tales como hacer un fuego o de dónde sacar agua o comida, también uno piensa que la gran mayoría de nosotros sería incapaz de tal cosa. Es tan fácil abrir una canilla para conseguir agua o ir al supermercado. Esas y tantas otras bondades que nos ha dado el progreso, ¿nos han convertido en inútiles para vivir por nuestros propios medios en este planeta?

Ahora estos autores plantean algo así en relación a las tecnologías digitales que todos usamos. En este artículo: Gorbacheva, A., Pestunov, A. de la Universidad de Novosibirsk, Rusia:  “On freedom and slavery when using a smart device”. AI & Soc (2022). https://doi.org/10.1007/s00146-022-01606-9

“Varias tecnologías cambian nuestra vida drásticamente. Confiamos en los frutos del progreso tecnológico como si estuvieran siempre disponibles. A menudo usamos Internet, los teléfonos inteligentes, la electricidad y las computadoras de forma automática e inconsciente como usamos, por ejemplo, el suelo para pisar mientras caminamos. Nadie se pregunta qué sería si el suelo fallara. Del mismo modo, pensamos en vivir sin electricidad o Internet solo en los casos excepcionales en que nos fallan.

Pero, ¿podemos vivir sin las tecnologías contemporáneas y los dispositivos inteligentes que las incorporan? ¿O, tal vez, son tan confiables que no tiene sentido hacer tales preguntas para el hombre común? Aquí, podemos notar una característica interesante y al mismo tiempo peligrosa. La situación descrita es relativamente nueva. Mientras que en los albores del progreso tecnológico las personas usaban diferentes herramientas e instrumentos deliberadamente para aumentar la productividad laboral, la convergencia tecnológica actual de múltiples dispositivos está formando una nueva realidad, donde las personas tienen herramientas únicas apropiadas para una tarea en particular. Las interfaces persona-dispositivo se vuelven cada vez más simples. Presiona el botón y resuelve tu problema. El progreso tecnológico prohíbe los enfoques ad hoc de facto, frente a los de jure. No hay necesidad de tales enfoques porque siempre hay un instrumento específico disponible. Por lo tanto, las tecnologías crean un entorno artificial para la vida humana, que generalmente aceptamos tal como es, sin cuestionar su idoneidad o las posibles consecuencias de su uso.

Corremos el riesgo de engancharnos a estos dispositivos porque muchas veces no nos planteamos ninguna solución alternativa a nuestras tareas, solo un dispositivo tecnológico.”