¿Y cómo es que llegamos a besarnos? Parece que empezó hace unos 20 millones de años

Cambiemos un poco de temas y veamos esta pregunta: ¿cómo es que llegamos a tener el deseo y la costumbre de besarnos? El es tema de este artículo publicado en la revista Evolution and Human Behavior con el título de “A comparative approach to the evolution of kissing”. Los autores son Matilda Brindle (Department of Biology, University of Oxford, Department of Genetics, Evolution and Environment, University College London), Catherine F. Talbot (School of Psychology, Florida Institute of Technology) y Stuart West (Department of Biology, University of Oxford): https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2025.106788

“Los besos se observan en todo el reino animal. Esto plantea un problema evolutivo, ya que no se conocen sus beneficios para la adaptación. Utilizamos un enfoque no antropocéntrico para definir el beso como una interacción no agonística que implica contacto oral-oral dirigido e intraespecífico con cierto movimiento de los labios/piezas bucales y sin transferencia de alimento. Con esta definición, recopilamos datos observacionales básicos de los primates afroeuroasiáticos y empleamos métodos filogenéticos bayesianos para reconstruir la historia evolutiva del beso. Descubrimos que el beso se produce en la mayoría de los grandes simios actuales, y probablemente también en los neandertales (Homo neanderthalensis), evolucionando por primera vez en el ancestro de este grupo hace unos 21,5–16,9 millones de años. Además, destacamos diversas variables del ciclo vital que se correlacionan razonablemente, pero no perfectamente, con el beso en los simios (sistemas de apareamiento multimacho, dietas no folívoras y premasticación). Con una salvedad importante sobre la cantidad de datos disponibles en la actualidad, esperamos que nuestros resultados proporcionen un punto de partida útil para futuras investigaciones sobre la función adaptativa de los besos que destaque la generación y prueba de hipótesis dentro de un marco filogenético.”