Artículo en la revista del New York Times: ¿Puede el Bitcoin conquistar Argentina? El dólar ya lo hizo…

En un año electoral en el que se avecina un inevitable cambio de gobierno resulta inevitable que se discutan cambios (o no cambios) en las políticas. Sin embargo, puede haber otros cambios en la sociedad que no están vinculados con decisiones políticas. Cambios, tal vez más profundos que resultan más difíciles de ver, pero que pueden terminar siendo más importantes que otro cambio de gobierno. ¿Será el Bitcoin uno de ellos? La revista del New York Times trae un artículo titulado “¿Puede el Bitcoin conquistar Argentina?”: http://nyti.ms/1DN0Rp6

Bitcoin

Comienza contando la vida de uno de los tantos cambistas del centro de Buenos Aires, pero éste, además, cambia bitcoins. Algunos párrafos:

“Su ocupación es una de las más antiguas, pero continúa siendo parte conspicua de la vida moderna en Argentina: la calle Florida, una de las principales del centro de Buenos Aires, está llena día y noche de hombres y mujeres diciendo ‘cambio, cambio, casa de cambio’ para atender a los residentes locales que cambian los volátiles pesos por monedas más estables y transportables como el dólar.”

“Esa tarde, un músico regordete de 48 años fue uno de los varios clientes en llegar a su oficina. Un cliente alemán le había pagado en Bitcoin por unas composiciones, y el músico necesitaba convertirlos en dólares…. Si el cliente alemán hubiera enviado Euros a un banco argentino, el músico hubiera tenido que llenar un formulario y hubiera recibido, como resultado de los controles de cambio, un 30% menos por cambiar euros en pesos. El Bitcoin también facilita mover dinero en la otra dirección. El día anterior, el dueño de una pequeña industria compró el equivalente de 20.000 dólares en Bitcoin para pagar a un vendedor en los Estados Unidos, una transacción mucho más simple y barata que hacerlo a través de los bancos.”

“Ese servicio rutinario –que promueve la utilidad diaria del Bitcoin- es lo que tanto excita a algunos inversores y emprendedores sobre Argentina. En cualquier parte, los bancos guardan y transfieren dinero; hacen posible que el dinero funcione tanto como reserva de valor y medio de cambio. Pero gracias en gran parte a la historia argentina de inestabilidad financiera, un pequeño pero creciente número de argentinos está utilizando ahora el Bitcoin para llenar esas funciones. Mantienen esa moneda en sus “monederos”, cuentas digitales a las que acceden con una contraseña, y utilizan su red cuando necesitan pagar o transferir dinero,…, porque el Bitcoin puede ser más barato y más conveniente que el sistema financiero argentino. En efecto, los argentinos están llevando adelante un experimento ambicioso, uno que finalmente amenaza extenderse a los Estados Unidos y perturbar algunos de los servicios más básicos que los bancos tienen para ofrecer.”

“EL Bitcoin apareció a comienzos de 2009, introducido por una oscura figura conocida como Satoshi Nakamoto. El software en que se basa su creación estableció que serán emitidos lenta y regularmente hasta que haya 21 millones: en ese punto no se crearán más. Esas reglas produjeron dos resultados algo predecibles, especialmente luego de la crisis financiera y el salvataje gubernamental a los grandes bancos. Su emisión regular y limitada apeló a los libertarios, quienes han sido escépticos de que los gobiernos puedan emitir moneda en cantidades limitadas. (Cuando Rand Paul anunció su candidatura a presidente el mes pasado, la página de su campaña comenzó a aceptar donaciones en Bitcoin). El sentido implícito de escasez también llevó a la gente a considerar al Bitcoin como un tipo de oro digital, con un valor que probablemente aumente con el tiempo –en otras palabras, algo para comprar y vender como una inversión especulativa. Los millones de traders, muchos de ellos en China que han apostado al precio de esta moneda han mantenido el valor total acumulado de todos los Bitcoins existentes bien por sobre los 2.000 millones de dólares desde fines de 2013. Al mismo tiempo, esa actividad especulativa ha hecho que mucha gente se pregunte porqué estas monedas virtuales tienen algún valor.”

“El número de usuarios de Bitcoin en Argentina es relativamente pequeño; apenas se registra en los cuadros de usuarios. Pero ha crecido lentamente su reputación en círculos tecnológicos como el primer, y tal vez el único, lugar donde los Bitcoins son utilizados regularmente por gente común para transacciones comerciales reales. Una cantidad de grandes empresas norteamericanas ha comenzado a aceptar pagos en Bitcoin, pero por el momento hay poco incentivo para que sus clientes paguen con esta moneda.”

La persecución estatal a las monedas privadas como el Bitcoin, Liberty Dollar y E-gold

Todos tenemos alguna preferencia u opinión sobre el que podría ser el mejor sistema monetario. Algunos proponen una moneda manejada discrecionalmente por la autoridad monetaria, otros que sea sujeta a algún tipo de regla, como sea vincular el valor de la moneda con otra o con algún objetivo de inflación; otros más adoptar la moneda de otro país o región (el dólar o el euro, por ejemplo), y más allá quienes proponen el retorno a una moneda metálica.

Bitcoin

Por cierto que, al margen de este debate, el mercado mismo está dando una respuesta alternativa. Esta es, monedas privadas y en competencia, que la gente puede eventualmente elegir. El caso más conocido de estas es el Bitcoin.

Pero no es la única. Larry White, profesor de Economía de George Mason publica un artículo en el Cato Journal donde cuenta la historia de otras dos monedas privadas, el Liberty Dollar y el E-gold; que terminaron mal, con sus creadores en prisión y sus activos confiscados por el gobierno norteamericano: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/cato-journal/2014/5/cato-journal-v34n2-5.pdf

¿Acaso porque hubo algún tipo de fraude? Pues no, más bien parece que a los gobiernos, monopólicos por definición, no les gusta la competencia. En el caso de estas dos monedas había responsables visibles, con domicilios establecidos, que aprovecharon las autoridades para capturarlos. Claro, en el caso del Bitcoin no sabrían ni a quién detener, ni dónde ir a buscarlo, ya que no se sabe ni quién lo creó y tampoco hay nadie que lo maneje, se trata de un algoritmo que ha creado un mercado donde demandantes y oferentes realizan transacciones en esa moneda.

Lo que está ocurriendo es fascinante e impensado, aunque no tanto. Ya hace unas décadas, F. A. von Hayek había lanzado la idea de la competencia de monedas, dejando que sea la gente que decida la moneda que quiere usar. Decía en “Choice in Currency”:

“¿Por qué no dejar a la gente elegir libremente la moneda que quiere usar? Por “gente”, quiero decir los individuos que deberían tener el derecho a decidir si quieren comprar o vender por francos, dólares, marcos u onzas de oro”.

Los potenciales competidores a las monedas de cierto gobierno podrían ser:

  1. Las monedas fiduciarias de otros gobiernos (es nuestro caso, por ejemplo, con el dólar)
  2. Las monedas de oro o plata y billetes convertibles en ellas, como quería ser el Liberty Dollar
  3. Balances contables en oro transferibles electrónicamente, como era el E-gold
  4. Las Ciber monedas, por ejemplo el Bitcoin o el Litecoin.

Concluye White:

“Las barreras legales a la competencia de monedas en los Estados Unidos no son solamente (1) las leyes de curso legal en la medida que generan dudas si una corte estadounidense podría exigir una resolución específica de un contrato que no sea en dólares, (2) los impuestos a las ganancias de capital y los impuestos a las ventas de los estados sobre los metales preciosos y (3) las normas que prohíben la emisión privada. Superando las barreras legales para un estándar monetario paralelo, como muestra el caso del E-gold, debe incluir también (4) la eliminación de todo elemento de las leyes anti-lavado, o de secreto bancario, o de requerimiento de licencias para transferencias monetarias o su aplicación por agencias federales, que discriminan contra sistemas de pago que utilicen unidades distintas al dólar. Esta última barrera está siendo más importante en la medida que FinCEN avanza para restringir al Bitcoin y a los mercados de Bitcoin.