Mason & Dunung Cap VI y el sistema monetario y financiero internacional: una visión crítica

Con los alumnos de UCEMA, en la materia Empresas y Negocios Internacionales, vemos el funcionamiento del sistema monetario y financiero internacional en el Cap VI del libro de Mason & Dunung. Aquí, no una referencia a ese libro, sino al sistema monetario implementado después de la Segunda Guerra:

El patrón-oro, desde Keynes, ha sido considerado una “reliquia” económica. Pese a que el oro sigue siendo un refugio para muchos ahorristas sobre todo en momentos de crisis económicas, lo cierto es que estamos lejos de un retorno a un sistema monetario como ése. Pero los sistemas de moneda fiduciaria que lo sucedieron no pueden ni acercarse a sus resultados. El futuro, tal vez sea de las cripto-monedas como el Bitcoin. Mientras tanto, Mises nos recuerda cómo era el patrón-oro en un artículo de 1944: “Noninflationary Proposal for Postwar Monetary Reconstruction”.

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“El siglo XIX estableció con éxito el patrón-oro como un sistema monetario internacional estándar. A comienzos de nuestro siglo, casi todas las naciones comercialmente importantes habían adoptado tanto sea el patrón-oro o el patrón “cambio-oro” como su estándar nacional. (el patrón cambio-oro era el que ataba una moneda nacional a otra moneda nacional, la que a su vez estaba definida en cantidad de oro).

Estos dos sistemas monetarios ataban a una moneda nacional particular a una cierta cantidad definida de oro, fijada por una ley debidamente promulgada por la legislatura de cada país. Se evitaba así toda diferencia entre el poder adquisitivo de la unidad monetaria local de su paridad legal. Las fluctuaciones en los tipos de cambios sólo podían producirse dentro de ciertos límites; no podían superar los ‘puntos de oro’ (Ed.: los ‘puntos de oro’ representaban los límites superior e inferior de un tipo de cambio bajo el patrón-oro, más allá de los cuales sería rentable exportar oro o importarlo). Estas pequeñas fluctuaciones solo preocupaban a los comerciantes profesionales en oro o monedas extranjeras. Para todo propósito práctico los tipos de cambio de los países que habían adoptado tanto el patrón-oro como el patrón cambio-oro estaban perfectamente estabilizados. El comercio internacional, las transacciones crediticias internacionales y las inversiones, transportes o viajes no eran perjudicados por fricciones monetarias.” (en la actualidad las empresas internacionales y todos aquellos involucrados en actividades económicas internacionales tienen que asumir costos para reducir los riesgos de fluctuación de las paridades entre distintas divisas, costos de transacción que no existían en un sistema como el que Mises explica).

“Este estado satisfactorio de cosas no fue el resultado de tratados, acuerdos o convenios internacionales, o de las operaciones de un banco o institución internacional creada al efecto (se discutía en ese momento la creación de lo que luego fue el Fondo Monetario Internacional). Fue el resultado del accionar de varios gobiernos nacionales actuando por su propio acuerdo, buscando el objetivo de conseguir el mejor arreglo monetario para sus países. Los gobiernos querían estabilizar sus tipos de cambio porque consideraban que esa estabilidad era beneficiosa para el bienestar económico de sus propios pueblos. Una política de dinero estable no era diseñada para el beneficio de intereses externos, sino como una política altamente beneficiosa para el bienestar de su propio país.”

“Hubo, es cierto, varios intentos de establecer un sistema monetario internacional en el siglo XIX, incluso hasta una unión monetaria. Algunos de estos planes incluso llegaron a implementarse. El caso más conocido fue el de la Unión Monetaria Latina, inaugurada en 1865. Su breve existencia no aportó mucho. No brindó ningún servicio importante a la causa de la estabilidad monetaria. Eventualmente, la Primera Guerra le dio un golpe final (Ed: La Unión Monetaria Latina fue creada por una convención entre Francia, Bélgica, Suiza e Italia el 23 de Diciembre de 1865. Su objetivo era estabilizar el tipo de cambio entre monedas de oro y de plata utilizadas en esos países, luego de la caída del precio del oro como resultado del aumento de su oferta en los años 1850 y 1860. La Unión fue formalmente liquidada el 31 de Diciembre de 1926 debido a las políticas inflacionarias nacionales y sus consecuencias durante y luego de la Primera Guerra Mundial).

“Las razones de su fracaso son obvias. El mantenimiento de la estabilidad monetaria requiere una conducta adecuada en las políticas económicas domésticas; las políticas erróneas crean condiciones para la depreciación de la moneda y un aumento de los tipos de cambio. Ese fue el caso de Francia en 1871 y Francia y Bélgica en 1914, sin mencionar a Grecia e Italia. Una unión monetaria es inútil si no le otorga a la junta de gobierno de esa unión control completo sobre el sistema monetario y bancario de cada país y si no restringe la soberanía nacional de sus miembros en relación a otras cuestiones importantes en términos de cambios externos”.

Para la izquierda el FMI es el diablo; para Mises la idea de Keynes y White ya lo era en 1944

La izquierda ha tomado como un ícono del capitalismo al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, no conocen la crítica a ese organismo por parte de los economistas austriacos. Ludwig von Mises presenta sus críticas en 1944, parte de una monografía titulada “Una propuesta no inflacionaria para la reconstrucción monetaria de posguerra”:

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“Tanto los planes de Keynes como de White (Harry Dexter, funcionario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, negociador en la creación del sistema de Bretton Woods y el FMI), prevén el establecimiento de un banco internacional. El plan británico se refiere a una “Unión Internacional de Clearing”; el plan norteamericano de White lo llama “Fondo de Estabilización de las Naciones Unidas y Asociadas”.

“He mencionado antes que un banco internacional no puede brindar ningún servicio a la causa de la estabilización de los tipos de cambio. Los requisitos de la estabilidad de cambios son exclusivamente locales: un presupuesto balanceado sin recurrir a la inflación y la expansión crediticia y, más aun, el abandono de otros intentos de expandir el crédito. Si una nación no cumple con estos requisitos, ninguna operación de un banco internacional prevendrá la caída en el valor de su moneda”. (Y, efectivamente, en los años 1970s, el sistema se desmoronó, el FMI no pudo evitar la desvaluación del dólar respecto al oro).

“Si una nación cree que su deber moral o su interés nacional lo obligan a contribuir con el gasto público de otra nación, debe subsidiarlo abiertamente y no disfrazarlo de ayuda vestida como un préstamo. Ese fue el proceder de Gran Bretaña cuando – en el siglo XVIII y comienzos del XIX- subsidió a sus aliados continentales (en las guerras napoleónicas). Esa es la política de ayuda de Estados Unidos (llamada lend-lease) en la presente emergencia bélica. Este país –cuyos ciudadanos han sido por más de un siglo vituperados como adoradores del ternero de oro, como implacables buscadores del lucro y despiadados egoístas, no solamente sostiene la principal carga material del esfuerzo de guerra sino que ha hecho todos los preparativos para una acción de ayuda de dimensiones sin precedentes. Están listos para alimentar las hambrientas y necesitadas víctimas de los Nazis luego de su liberación en una escala mucho más grande de lo que hicieron durante y después de la Primera Guerra.”

“Pero el dinero y los negocios son otra cosa. La caridad no requiere el establecimiento de un banco. Tampoco lo necesitan la inversión extranjera y los préstamos al extranjero.”

“Lo que el plan británico inadecuadamente llama “unión de clearing” sería, en realidad, un banco con la capacidad de expandir el crédito. El mero establecimiento de cualquiera de estas dos nuevas instituciones consistiría en una enorme adición a los actuales depósitos a la vista. Según el plan británico, cada estado tendría asignada una cuota que le dará derecho a disfrutar las facilidades crediticias de la unión. ¿De dónde provienen esas facilidades crediticias? La respuesta es obvia. Es dinero fiduciario, surgido de la magia de la planificación internacional. Lo que la gente necesita es una mayor oferta de bienes, pero los brujo quieren darle más dinero ficticio.”

“Las notorias tendencias inflacionarias de ambos planes son todavía más manifiestas en la provisión para que el banco propuesto otorgue préstamos a la tasa descontada del 1%. A dicha tasa, la demanda por créditos adicionales sería prácticamente ilimitada.”

“Es innecesario discutir si los esquemas sugeridos podrían tener éxito en estabilizar los tipos de cambio entre los estados miembros. Supongamos, para argumentar, que esto ocurre. Pero no hay dudas que la operación de esta unión o fondo resultará en una inflación mundial sin precedentes. Bajo el patrón oro, el obstáculo más eficaz para la inflación ilimitada era la falta de cooperación entre los bancos centrales de distintos países. Aun cuando todos expandieran el crédito al mismo tiempo, no había unanimidad entre ellos con relación a la tasa de expansión. Cada banco tenía necesidad de restringir su propia sed de expansión porque nunca estaba seguro si los demás harían lo mismo. Un banco central que no liberado de su obligación de redimir su moneda y depósitos tiene que considerar la relación entre sus pasivos y sus reservas. Debe evitar un drenaje de sus reservas. Aun un banco central al que se hubiera otorgado el cuestionable privilegio de suspender la convertibilidad de su moneda era frenado por la falta de cooperación. Si expandía el crédito a más velocidad que esos otros países, elevaría los tipos de cambio.”

“Ningún freno de ese tipo limitará las actividades de un banco mundial como se propone en ambos planes. Estará en posición de continuar con la inflación,”

Finalmente, tal «banco central mundial» no se creó (y este tipo de críticas tuvo su papel), sino una version más acotada para garantizar la estabilidad de los tipos de cambio, FMI, tarea en la cual fracaso a los 25 años de haber sido creado. Y como tanta otra burocracia, cuando se quedó sin ‘misión’, se buscó otra.