Otro de Peter Boettke, en este caso sobre el futuro del liberalismo: Boettke, Peter J. “The Future of Liberalism” (March 21, 2024). GMU Working Paper in Economics No. 24-20, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4768017 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4768017
“Debemos hacer de la construcción de una sociedad libre una vez más una aventura intelectual, un acto de valentía. Lo que nos falta es una utopía liberal… un radicalismo verdaderamente liberal… La principal lección que el verdadero liberal debe aprender del éxito de los socialistas es que fue su valentía para ser utópicos lo que les valió el apoyo de los intelectuales… A menos que podamos lograr el Si los fundamentos filosóficos de una sociedad libre vuelven a ser una cuestión intelectual viva y su implementación es una tarea que desafía el ingenio y la imaginación de nuestras mentes más vivaces, las perspectivas de libertad son ciertamente sombrías. Pero si podemos recuperar esa creencia en el poder de las ideas que fue el mercado del liberalismo en su máxima expresión, la batalla no está perdida.-F. A. Hayek (1949, 433)
A. Hayek escribió esas palabras poco después de la Segunda Guerra Mundial y el poder de las ideas liberales había dejado de resonar entre la juventud. La economía liberal que se podía rastrear desde Adam Smith hasta J. S. Mill, Lionel Robbins y el propio Hayek había quedado desacreditada a los ojos de muchos por la larga Gran Depresión desde la década de 1920 hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Los años de entreguerras tuvieron el surgimiento de una multitud de movimientos antiliberales tanto de izquierda como de derecha del espectro político. El nacionalismo conservador y un internacionalismo socialista agresivo tomaron forma después de la Primera Guerra Mundial. El centro político pragmático quedó impresionado por la planificación bélica de los gobiernos centrales para reunir recursos para que las naciones aliadas ganen la guerra contra el mal de la Alemania nazi y el Japón imperial. Esto incluyó la movilización de mano de obra, el reclutamiento de la industria pesada para proporcionar armamento e incluso el control directo sobre la investigación científica para encontrar armas tecnológicamente superiores y proporcionar cálculos estratégicos en la planificación de batalla.”