En un post anterior presentamos un paper sobre la relación entre la riqueza y la felicidad, pero queda la sensación de que hay países que han alcanzado altos niveles de riqueza y, así y todo, la gente es pesimista y depresiva, en vez de estar festejando. ¿A qué se debe esto? Parece que no han leído a Matt Ridley «El Optimista Racional».
En la revista Discourse, Benjamin Klutsey conversa con Clay Routledge sobre lo que éste denomina “psicología del progreso”, en una nota que lleva ese título: https://www.discoursemagazine.com/ideas/2022/07/08/the-psychology-of-progress/
“, cuéntanos qué está pasando, y ¿es por eso que estás estudiando la psicología del progreso?
ROUTLEDGE: Bueno, creo que puedo responder la segunda pregunta más fácilmente. La primera pregunta, qué está pasando, es (como era de esperar) complicada. Diste en el clavo cuando dijiste que tenemos este tiempo de gran abundancia yuxtapuesto no con una actitud de celebración sobre la abundancia, sino todo lo contrario, como un pesimismo, incluso una actitud nihilista sobre el futuro.
Creo que hay muchas causas, y ciertamente podemos entrar en algunas de ellas que estudié. En cuanto a la psicología del progreso, parte del objetivo es expandir nuestro pensamiento sobre el progreso y, diría más ampliamente, el florecimiento humano, mirar más allá del progreso material o incluso más allá del progreso económico. Para pensar, incluso si su barriga está llena y tiene un lugar agradable, cálido y seguro para dormir, eso no significa que esté necesariamente floreciendo mentalmente.
Creo que eso es importante, y creo que los dos están muy conectados porque se influyen mutuamente. Por un lado, se puede decir que cuanto más seguras estén las personas para satisfacer sus necesidades básicas, más les permitirá perseguir otros intereses de orden superior. Tienes que alimentarte a ti mismo; tienes que satisfacer las necesidades de supervivencia. Esta es la vieja idea de la jerarquía de las necesidades. Entonces, por ese lado, la abundancia material es muy buena para florecer.
Por otro lado, si las personas tienen una actitud pesimista, y eso amenaza con socavar la riqueza material misma que los ha puesto en la posición de tener la capacidad de concentrarse en asuntos relacionados con el bienestar psicológico, creo que los dos se alimentan mutuamente. otro. Y además de eso, está esta interesante posibilidad de que existan vulnerabilidades creadas por la abundancia material. En particular, lo que creo que podrían ser vulnerabilidades existenciales, en las que las personas han satisfecho todas sus necesidades y no necesariamente se sienten desafiadas o tienen un propósito real, es más difícil para ellas descubrir su lugar en el mundo.
Creo que la psicología del progreso también tiene mucho que ver con eso. ¿Cómo prosperamos en entornos diferentes de los que tal vez vivieron nuestros antepasados? ¿Cómo continuamos no solo manteniendo la riqueza material y la abundancia en nuestra propia sociedad, sino expandiéndola a otros, y luego asumiendo los desafíos del mañana también?”