¿Deberían las revistas académicas (y la investigación científica) ser guardianes de la justicia social?

¿Deberían las revistas académicas designarse guardianes de la justicia social? Es la pregunta que plantea y responde Jonathan Rauch, Senior Fellow, Brookings Instituttion, en un artículo publicado por la Foundation for Individual Rights and Expression (FIRE). Se titula “ Nature Human Misbehavior: politicized science is neither science nor progress”: https://www.thefire.org/nature-human-misbehavior-politicized-science-is-neither-science-nor-progress/

“Nature Human Behaviour, un miembro respetado del grupo Springer, así lo cree. “La ciencia ha sido cómplice durante demasiado tiempo en la perpetuación de las desigualdades estructurales y la discriminación en la sociedad”, declaran los editores en un manifiesto reciente. “Con esta guía, damos un paso para contrarrestar esto”.

Los editores nos aseguran que “promover el conocimiento y la comprensión es un bien público fundamental”. Bueno. Dicen que la investigación debe evitar dañar a los individuos que estudia; No es una propuesta controvertida. Pero luego, en un movimiento que merece ser muy controvertido, amplían su definición de daño inaceptable para incluir consecuencias sociales negativas para los grupos estudiados.

Los investigadores deberían «minimizar tanto como sea posible… los riesgos de daño a los grupos estudiados en la esfera pública», dicen (cursivas mías). “La investigación puede, sin darse cuenta, estigmatizar a individuos o grupos humanos”, agregan (nuevamente, cursivas mías). “Puede ser discriminatorio, racista, sexista, capacitista u homofóbico. Puede proporcionar una justificación para socavar los derechos humanos de grupos específicos, simplemente por sus características sociales”.

Las frases que puse en cursiva hacen mucho trabajo. Un investigador podría no tener un hueso discriminatorio en su cuerpo, y podría tener un cuidado exquisito para evitar sesgar su investigación. Su evidencia puede ser sólida, sus métodos sólidos y sus conclusiones realmente verdaderas. No obstante, los editores pueden rechazar su artículo, solicitar revisiones o incluso retractarse y repudiarlo si creen que “socava la dignidad o los derechos de grupos específicos; asume que un grupo humano es superior o inferior a otro simplemente por una característica social; incluye discurso de odio o imágenes denigrantes; o promueve perspectivas privilegiadas y excluyentes”.”