Los norteamericanos pierden confianza en sus instituciones, la más baja es el Congreso, la más alta pequeñas empresas

Los norteamericanos están perdiendo confianza en sus instituciones. En una reciente nota de JEFFREY M. JONES, de Gallup, titulada “Confidence in U.S. Institutions Down; Average at New Low”, se muestra una caída general, pero en particular para la “política” (el Ejecutivo y el Congreso) y también para la Corte Suprema: https://news.gallup.com/poll/394283/confidence-institutions-down-average-new-low.aspx

Esto dice:

“WASHINGTON, D.C. — Los estadounidenses tienen menos confianza en las principales instituciones estadounidenses que hace un año, con descensos significativos en 11 de las 16 instituciones evaluadas y sin mejoras en ninguna. Las mayores caídas en la confianza son 11 puntos porcentuales para la Corte Suprema, como se informó a fines de junio antes de que la corte emitiera fallos controvertidos sobre las leyes de armas y el aborto, y 15 puntos para la presidencia, igualando la caída de 15 puntos en el índice de aprobación del trabajo del presidente Joe Biden, desde la última encuesta de confianza en junio de 2021.

“Gallup midió por primera vez la confianza en las instituciones en 1973 y lo ha hecho anualmente desde 1993. La encuesta de este año se realizó del 1 al 20 de junio.

La confianza actualmente oscila entre un máximo del 68 % para las pequeñas empresas y un mínimo del 7 % para el Congreso. El ejército es la única institución, además de las pequeñas empresas, en la que la mayoría de los estadounidenses expresa confianza (64%). La confianza en la policía, en un 45 %, ha caído por debajo del nivel de la mayoría solo por segunda vez, y la otra instancia ocurrió en 2020 en las semanas posteriores a la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.

La encuesta de este año marca nuevos mínimos en la confianza de las tres ramas del gobierno federal: la Corte Suprema (25 %), la presidencia (23 %) y el Congreso. Otras cinco instituciones se encuentran en sus puntos más bajos en al menos tres décadas de medición, incluida la iglesia o la religión organizada (31 %), los periódicos (16 %), el sistema de justicia penal (14 %), las grandes empresas (14 %) y la policía.

La confianza en las grandes empresas tecnológicas también está en un punto bajo (26 %), pero solo se ha medido en los últimos tres años.”

Según un trabajo de INTAL/Latinobarómetro los latinoamericanos quieren libre comercio e inversiones

Con los alumnos de UCEMA vemos un trabajo desarrollado por INTAL/BID y Latinobarómetro, donde se analizan las ideas de los latinoamericanos en distintos aspectos vinculados con el crecimiento económico, la integración al mundo y la apertura de sus economías hacia las inversiones externas y el comercio internacional. En este mundo globalizado bien podría uno suponer que los latinoamericanos más bien recelan o temen esa apertura. Después de todo, los Chávez de esta región han planteado un escenario horrible de la globalización, de la cual parecería ser lo mejor alejarse. Pero, notablemente, no es lo que los latinoamericanos piensan.

Cuando se les pregunta, ¿cuáles temas de la siguiente lista cree que tienen que ver con la integración de América Latina?, el 56% dijo “Libre comercio”, el 41% “Diálogo político”, el 34% “Movilidad de las personas”, trabajadores de un país a otro” y 32% “Promoción de las inversiones nacionales y extranjeras”. En general, parece que la gente entiende que integración significa mayor libertad para la movilidad de factores: bienes, trabajo y capitales.

En Paraguay es donde más se relaciona a la integración con libre comercio y Brasil donde menos se hace este vínculo. En tanto que las respuestas para “Diálogo político” varían entre 31% y 63%, siendo Venezuela el país donde la integración se vincula más al diálogo político, mientras que Argentina y Perú tienen los registros más bajos. En Venezuela también tiene muy alto vínculo el libre comercio.

“En el total regional, el 77% de los latinoamericanos está de acuerdo con la integración económica, mientras que 16% se mostró en desacuerdo y 7% prefirió no responder.”

En cuanto al intercambio de bienes, los venezolanos, claro, están desesperados por tener un comercio más libre e integrado: “En relación al intercambio de bienes y servicios, la proporción de latinoamericanos que lo aprueba se mantuvo estable respecto a la medición de 2015 y alcanza el 69% en el total regional. Sin embargo, a nivel país hubo variaciones que fueron compensadas en el agregado. El acuerdo con el intercambio subió en los países con mayor aprobación: en Venezuela pasó del 72% al 89%, en Paraguay del 59% al 88% y en Nicaragua del 71% al 84%. En contrapartida, hubo retrocesos significativos en Brasil, pasando de 78% el año pasado a 71% en 2016; en Perú, cayendo de 69% a 59%; y en República Dominicana, retrocediendo de 85% a 77%.”

En cuanto a la inversión extranjera: “¿Cómo consideran los latinoamericanos la llegada de esos capitales? ¿Creen que la inversión externa es beneficiosa o perjudicial para el desarrollo? Al igual que ocurre con la integración, los índices de apoyo son muy elevados. El 71% de los latinoamericanos considera que es beneficiosa, mientras que 15% cree que es perjudicial.”

Otro dato donde parece que el “relato” chavista no ha calado muy hondo. Cuando se pregunta una opinión sobre la participación del capital extranjero en distintos sectores, Venezuela aparece primero o entre los primeros en casi todos ellos. Por ejemplo, los venezolanos favorecen el capital extranjero en la industria agrícola, químicos y medicamentos, servicios de energía y agua, industria automotriz, minería, industria electrónica, telecomunicaciones y electrodomésticos.

Eficiencia y productividad

“La brecha de infraestructura es uno de los mayores obstáculos para que América Latina incremente su productividad. La región invierte apenas 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) en áreas fundamentales para la eficiencia y la competitividad externa, como el transporte, la energía y las comunicaciones, la mitad de la inversión que hacen los países de la OCDE.

Además, el costo logístico representa para una pyme europea el 8% de su producto final, mientras que en América Latina puede incluso superar el 40%. En tanto que para los productos perecederos, cada día de retaso adicional reduce las exportaciones en 7%.

¿Somos los latinoamericanos conscientes del papel que juega la infraestructura para el desarrollo económico? El 43% de la población reconoce que se trata de un tema relevante, siendo mayor el reconocimiento en Uruguay (50%), Costa Rica (49%) y Argentina (48%).”

Pero parece que no queremos pagarla:

“Reconocer la importancia de un problema no implica necesariamente estar dispuestos a afrontar el costo de resolverlo. La disposición a pagar por mejorar la infraestructura en América Latina sigue siendo baja y se mantiene en los niveles de 2015, en un promedio regional de 3,8 puntos en una escala de 1 a 10. Brasil con un promedio de 2,9 en las respuestas fue el país que menos disposición mostró, mientras que Nicaragua con 5,2 fue el de mayor disposición.”

Puede ser porque pensemos que esto lo tiene que pagar otro, vaya a saber quién. Pero también podría ser, aunque tal vez es ser muy optimista, que quisieran que lo pague el inversor privado.

En fin, hay más cosas en el informe, pero en general las opiniones no están mal. Tal vez vamos aprendiendo algo.