¿Adiós a CNN? Los consumidores deciden con un click y no se apiadan de los más grandes

¿Adiós a CNN? Parece raro pensar en algo tan establecido, pero la verdad es que tan sólo tiene unas décadas de existencia, y en este mundo de innovación y cambio nada garantiza el futuro, ni siquiera para los más grandes. Me sorprendió lo que trata Martin Gurri, investigador invitado del Mercatus Center, en Discourse, en un artículo titulado “The Fifth Wave: CNN’s Long Goodbye: Cable News Will Likely Be Swallowed by the Revolution It Began”: https://www.discoursemagazine.com/uncategorized/2022/11/29/the-fifth-wave-cnns-long-goodbye/

Vale la pena para entender lo que pasa en los medios. Así comienza:

“La era de Trump se sintió como un rush de metanfetamina para el negocio de las noticias, incluidas las redes de noticias por cable: CNN, Fox News y MSNBC. Todo lo que tenías que hacer era apuntar la cámara al hombre naranja y ver cómo entraban los dólares. La derrota de Trump en 2020 y su posterior silenciamiento por parte de las plataformas de redes sociales, por el contrario, ha sido un desastre: el público se ha desconectado de las noticias en Las calificaciones generales y de noticias por cable se han desplomado casi tan dramáticamente como el mercado de valores.

La más afectada ha sido CNN, la original y homónima “red de noticias por cable”. Después de 2016, CNN adoptó una postura abiertamente anti-Trump en sus noticias y análisis, deleitándose en informar «mentiras» trumpianas, por ejemplo, y, a su vez, Trump lo acusó de vender «noticias falsas». La pelea fue un buen teatro y el número de espectadores aumentó con la marea creciente. Pero CNN nunca iba a superar a MSNBC en contenido progresista ni a ofrecer una voz tan pura que odiaba a Trump como la de Rachel Maddow, y la cadena había descartado a los espectadores conservadores. Le faltaba un nicho y una identidad.

Con la llegada del no telegénico Joe Biden a la Casa Blanca, CNN se ha acercado peligrosamente al límite. La audiencia promedio en agosto de 2022 fue de solo 561,000. Su programa de horario estelar mejor calificado, presentado por Anderson Cooper, ocupó el puesto 25 en general y atrajo a menos de un millón de espectadores. (Nueve de los 10 principales programas de noticias por cable en agosto pertenecían a Fox, con la única excepción de Maddow en MSNBC). menos de mil millones de dólares por primera vez desde ese fatídico año de 2016.

La visión del futuro digital del presidente de la compañía, Jeff Zucker, era un servicio de transmisión llamado CNN+, construido sobre la premisa inverosímil de que un público que ya está rodeado por todas partes de plataformas de información estaría ansioso por pagar $ 5.99 al mes por unas pocas horas más de noticias de televisión. Zucker esperaba obtener 2 millones de suscriptores de CNN+. En cambio, aparecieron menos de 10,000 espectadores diarios. A pesar de una inversión hundida de 300 millones de dólares, CNN+ abortó solo unas semanas después de su lanzamiento inicial. Según los informes, la mitad de los 700 empleados del servicio fueron despedidos; para entonces, Zucker también se había ido.”

Una propuesta ‘algo extremista’ para los candidatos que quedaron, Macri y Scioli: No a Goebbels

Me encuentro a menudo con interlocutores, incluso en mi propia familia, que me dicen que no puedo ser tan ‘extremista’, que debo moderar mis posiciones, que debería estar feliz ahora que quienes están en el poder han sufrido una buena derrota.

Sí, claro, siempre es bueno que el poder sea derrotado, esa es la esencia de mi posición, digamos, ‘anarco capitalista’, un término que Cristina aborrece, al cual le adjudica todos los males del capitalismo de amigos que impera a nivel mundial, y que, seguramente, espantaría tanto a Macri como a Scioli.

Es verdad, esos locos, que plantean cosas utópicas.

Entiendo el punto. Además de Economía Austriaca enseño Public Choice, o el Análisis Económico de la Política, con lo que se claramente cuáles son las limitaciones de los votantes en cuanto a la información que manejan, y los incentivos que tienen tanto políticos como funcionarios del gobierno. No me extraña que se hagan campañas donde no se habla de nada en particular, ya que los votantes tampoco quieren escuchar nada de eso. Es más, si lo escucharan saldrían espantados.

Si un candidato les dijera que hay que hacer un fenomenal ajuste porque el déficit fiscal alcanza ya el 8% del PIB, o que el balance del Banco Central muestra que está quebrado, seguro que no lo votarían. Y como los votantes no quieren cambios bruscos, no quieren pagar las cuentas de varios años de descontrol, entonces no se les puede proponer un ajuste en el cual los costos de esas mismas decisiones caigan sobre quienes las votaron en su momento.

Tampoco podemos decirles claramente que las hayan votado porque, ¿qué votaron en 2011? ¿Acaso votaron en favor de la inflación y el déficit fiscal? Nadie tiene mayor idea de eso, ni de cómo se paga; en general votaron porque la economía entonces había salido de la crisis del 2008 y, bueno, el efecto viuda. No mucho más.

En esta oportunidad, los votantes no han elegido nada ‘revolucionario’. Así que  poco puedo esperar al respecto. Pero he aquí que voy a proponer algo que no tiene mayor costo político o económico y que, sin embargo, sería una decisión drástica y una clara señal hacia el futuro: eliminar toda publicidad estatal, terminar con las cadenas nacionales y cerrar TELAM, ese ‘ministerio de la verdad’.

Un gobierno nacional no necesita hacer publicidad, los medios están atentos para informar todos sus movimientos. Simplemente tiene que dar comunicados a la prensa o dar conferencias de prensa y listo, nos enteramos de las noticias por los medios. Además, las conferencias de prensa permiten que las preguntas de los periodistas indaguen sobre cosas que el gobierno tal vez no está tan interesado en informar.

De esta forma se reduce el presupuesto, algo que hay que hacer de todas formas y, además, se deja de financiar con el dinero de todos a amigos y socios del gobierno.

Que el gobierno tenga una agencia de noticias es como aceptar que Goebbels tenía razón aunque era un poco violento. ¿Quién podría estar en contra? ¿No está acaso comprobado en la historia de ese organismo y, en particular, durante los últimos años, que una agencia de ese tipo es nada más que el instrumento de propaganda de quienquiera que esté en el gobierno? ¿Qué van a hacer Scioli o Macri con ella? ¿Van a cambiarla para que haga propaganda sobre sus respectivos gobiernos? ¿Van a pretender que puede existir tal cosa como una agencia gubernamental de noticias que sea ‘neutra’? Sí, ya sé, el ejemplo de la BBC es lindo, pero prefiero ver el canal de la BBC en el cable que 6, 7, 8.

¿Cuál es la justificación de su existencia? ¿Acaso el mercado no provee noticias suficientes? Tenemos medios de todo tipo y ahora tenemos Internet, podemos leer las noticas según la “corpo” o podemos leer el New York Times o El País o los medios financiados por el estado.

Es cierto, nadie quiere cambios bruscos; que todo sea despacio, que no nos duela, que seamos moderados. Pero, tal vez, pueden jugarse en una sola que no duele: basta de publicidad estatal y cierren la agencia de Goebbels.