Me pregunta Fernando Escobar desde España: «cómo abordaban el tema de pobreza los pensadores de la escuela austriaca o que teorías manejaban respecto a este tema».
En verdad, ninguno de esos grandes autores (Menger, Bohm-Bawerk, Mises, Hayek) escribió un libro específico sobre el tema, aunque lo tratan en sus obras principales (La Acción Humana de Mises o Los Fundamentos de la Libertad de Hayek), porque analizan las condiciones para aliviar o reducir la pobreza. Asumen, que ésta es la condición natural del ser humano, una condición en la que vivió la mayor parte de su existencia, y que es necesario, por lo tanto, estudiar cómo fue que algunos lo han podido superar.
Esta misma visión es la que plantea Henry Hazlitt, y este autor, si bien no fuera ni economista, ni austriaco pues fue un periodista y analista literario en los Estados Unidos, que escribiera para The Wall Street Journal, The New York Times y Newsweek, comparte los principios y el análisis de esta escuela y lo refleja en un libro llamado: «The Conquest of Poverty», que recomiendo leer y está en pdf de acceso gratuito aquí: http://mises.org/books/conquest.pdf
Hazlitt, recorre la historia de la humanidad y señala que la casi totalidad de la población fue pobre siempre. Sin embargo, hace unos 250 años algo sucedió. Esto se refleja en el gráfico de abajo. Allí aparecen estimaciones de Brad deLong desde el año -10.000 y de Angus Maddison desde el año 0. La forma de la curva debería resolver todo tipo de dudas: es incredible lo logrado en 250 años de capitalismo y revolución industrial:
Nada ha hecho más para sacar a cientos de miles de la pobreza que el crecimiento económico durante todos estos años. No solamente el ingreso per cápita ha pasado de unos 150 dólares anuales a más de 6.000, sino que la cantidad de gente en el planeta en ese periodo ha pasado de unos 750 millones a 6.000 millones actualmente. Es decir que la riqueza total creada (que es multiplicar ingreso per cápita por el total de personas) es increíble.
Claro, algunos sostendrán que se ha creado mucha riqueza pero que está mal distribuida. Al respecto, y para no alargar esto mucho, invito al que le interese a ver este video de una conferencia sobre el tema que dictara en la Universidad Francisco Marroquín: http://www.youtube.com/watch?v=HMd2rS-KWOA
Dice Hazlitt:
«La pobreza individual o familiar resulta de que quien debe llevar el pan a la mesa no puede de hecho de hacerlo; cuando el no puede producir o simplemente no produce suficiente para sustentar a su familia o incluso al el mismo. Siempre habrán algunos seres humanos quienes temporal o permanentemente carecerán de las habilidades de proveerse incluso de su propio sustento. Tal es la condición de los niños pequeños, de muchos de nosotros cuando enfermamos, y de la mayoría de nosotros en la vejez avanzada. Y tal es la condición permanente de algunos que han sido golpeados por el infortunio –los ciegos, los lisiados, los retrasados mentales. Donde existen tantas causas no puede haber una cura que las abarque a todas.»
«Cuando la mayoría de las familias no puede producir su propio sustento – cuando la sociedad como un todo no logra abastecerse de su propio sustento- ningún “sistema de alivio adecuado” es incluso temporalmente posible. Por ende la “sociedad” no puede resolver su problema de pobreza hasta que la mayoría de las familias haya resuelto (y en realidad un tanto más que tan solo resuelto) el problema de su propia pobreza.»
«Todo esto es meramente mostrar de otra forma la Paradoja de la Ayuda referida en el capítulo 18: Cuanto más rica la comunidad, menor es la necesidad de ayuda, pero mayor es la ayuda que esta puede proveer; cuanto más pobre la comunidad, mayor es la necesidad de ayuda, pero menor es su capacidad para proveerla. Esto es solamente otra manera de señalar que la ayuda, o la redistribución de ingresos, voluntaria o coercitiva, nunca es la verdadera solución a la pobreza, es, en el mejor de los casos, un alivio provisorio que puede enmascarar la enfermedad y mitigar el dolor, pero que no constituye una cura.»
«Más aun, las ayudas gubernamentales tienden a prolongar e intensificar la propia enfermedad que planean curar. Tales ayudas tienden constantemente a salirse de control. Incluso si se mantienen dentro de límites razonables tienden a reducir los incentivos para trabajar y ahorrar en ambos, aquellos que las reciben y aquellos que son forzados a pagarlas. Se puede decir de hecho, que prácticamente toda medida que el gobierno realiza con el ostensible objetivo de “ayudar a los pobres” tienen el efecto en el largo plazo de hacer todo lo contrario. Los economistas han sido una y otra vez forzados a señalar que casi todos los remedios populares para la pobreza solamente agravan el problema.»
En la conferencia antes citada menciono que redistribuir ingresos reduce el crecimiento económico (y el efecto de la curva que se muestra arriba) y tampoco genera un acto moralmente justificable ya que se trata de ayudar a alguien con el dinero de otros, no el propio. La «Paradoja de la Ayuda» que menciona Hazlitt muestra la salida que ofrece el capitalismo: por un lado permite que la gente produzca, prospere y salga de la pobreza, y, además, genera riqueza que luego éstos pueden ofrecer para ayudar a sus congeneres que necesitan.
Más producción, más riqueza y más ayuda voluntaria es muy diferente de redistribución por el estado, menos riqueza, clientelismo y politización.