Autismo: no sé nada de eso, pero no parece estar bien que el Estado al financiar, imponga ciertos tratamientos

No sé nada sobre autismo, lejos está de mis temas, pero el que comento me pareció un artículo super interesante y plantea un tema de políticas públicas, tal como cuando el Estado al financiar un cierto servicio de salud, promociona una determinada terapia que, por lo menos para este padre y autor, es cuestionable. El artículo se titula: “The mismeasure of Misha: My son broke free from the most common therapy for autism. Why is it used on so many kids like him?”: https://www.bostonglobe.com/2022/11/21/opinion/mismeasure-misha/?utm_medium=email

Así comienza:
“Estaba de pie en mi sala de estar en Cambridge con Misha, mi hijo de 8 años, y Larry, su analista de comportamiento. Larry estaba guiando a Misha a través de una sesión de Análisis de comportamiento aplicado (ABA), su modelo de tratamiento.

«¿Que ves?» Larry le preguntó, mostrando una tarjeta con una foto de un pato.

Misha comparó la tarjeta con la foto correcta entre una serie en la mesa frente a él.

“¡Buen trabajo, Misha!”

Misha tomó una estrella dorada y la agregó a su «tablero de fichas».

Seis días a la semana, Larry trató de entrenar a Misha no solo para unir fotos, sino también para cepillarse los dientes, ponerse los calcetines, sonarse la nariz, hablar, leer, dibujar y calcular. Cada sesión trabajó hacia atrás a partir de un objetivo elegido por él, con el objetivo de eliminar los comportamientos «problemáticos». A través de prueba y error, Larry buscó los «reforzadores» que impulsaron a Misha a realizar comportamientos «correctos» en su lugar. Los reforzadores pueden ser «positivos» (estrellas doradas) o «negativos» (como retener la atención). La ambición final del tratamiento era deducir un «programa de refuerzo» medido con precisión que permitiera a los adultos predecir y controlar el comportamiento de Misha en cualquier entorno.

La aparente versatilidad del tratamiento ABA me dio esperanza. El neurólogo que diagnosticó a Misha con trastorno del espectro autista lo describió como una condición de por vida sin causas ni curas conocidas. Se produjeron diagnósticos adicionales, ninguno con un protocolo más claro: trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo, trastorno del procesamiento sensorial, deterioro de la visión cerebral, discapacidad intelectual, estreñimiento crónico. La secuenciación molecular reveló un par de mutaciones genéticas nunca antes reportadas en la literatura científica.”